ECONOMIA

La estatal vs. privadas
Soberanía en riesgo por el asalto petrolero

Para los técnicos de Petroproducción la eficiencia de los trabajadores se mide en la adversidad, es decir, cuando se tiene que poner a prueba la creatividad en medio de las limitaciones económicas, la falta de materiales, de personal de apoyo, etc., lo que ha provocado el efecto contrario al que esperaban los enemigos de la empresa, es decir, que la gente en cada área demuestre cuán capaces son de sostener la producción petrolera sin apoyo de los gobiernos ni de las autoridades de turno (que han estado más interesadas en firmar contratos para recibir la coima o un alto puesto en los holdings empresariales).

 
Por: Galo Benítez N.

El otro lado de la moneda es el fruto de esos contratos irresponsables por los que se han entregado bloques petroleros a empresarios ambiciosos que gracias al contubernio de seudo profesionales oportunistas, que se vendieron por unas cuantas monedas con la clara consigna de entregar campos desarrollados por los técnicos de la estatal, con reservas probadas e instalaciones de superficie en funcionamiento. La diferencia entre la empresa del Estado con la privada es “el factor dinero”, mientras las privadas cuentan con suficiente presupuesto para comprar repuestos en abundancia, pueden darse el lujo de votar a la chatarra válvulas, desechar filtros, instalar sistemas scada para monitorear a control remoto la operación de los campos, perforar en racimo para sobreexplotar los campos, contratar la tecnología para modernizar las Plantas, etc; los empleados de la estatal que en otrora enseñaron a trabajar a los dorados de las privadas, hoy reciclan “los fierros” para de tres válvulas hacer una, diseñar y construir filtros de aire para los compresores de gas lift, construir piezas y partes a fin de evitar la para de los equipos, utilizar tubería vieja como tubing de producción.

En suma, ya se han “hecho al dolor”, usando una expresión común entre los petroleros; cuando se les pregunta por qué no impulsan proyectos de automatización para modernizar las estaciones y el control de los pozos, la respuesta es contundente: “Si un galón de aceite para los generadores que vale 2 mil dólares no pueden comprar, si no tenemos un simple tornillo ni tubería, ¿qué se puede esperar de proyectos de envergadura que duermen el sueño de los justos, donde se requieren ingentes recursos económicos? No se cuenta con el apoyo de las autoridades, por eso nos toca trabajar con los mismos sistemas antiguos, pero que al final de cuentas han demostrado que funcionan durante 33 años”, afirma un técnico que prefirió guardar su identidad.

La relación de inversión entre las privadas y Petroproducción es de 7 a 1, es decir que en promedio la estatal cuenta con 100 millones (que el ministerio de Finanzas entrega a cuenta gotas) para proyectos de inversión, las transnacionales gastan más de 700 millones cada año en mantenimiento y proyectos de inversión. Por cierto, tan bueno está el negocio para las privadas que a sus trabajadores pagan como bajo 40 mil dólares de utilidades al que cumple un año de trabajo; mientras los jefes, ecuatorianos casi todos, reciben hasta 200 mil anuales. En otro ámbito, la empresa estatal en condiciones de desventaja total, sin embargo aporta con más de 2 mil millones de dólares al presupuesto del Estado; las transnacionales en su conjunto sacan del país más de 2 mil cuatrocientos millones de dólares del suelo patrio.

Las cuatro empresas que más producen son OXY, ENCANA, REPSOL YPF y AGIP, la suma de la producción de estas petroleras equivale en participación al 80 % del petróleo que extraen, al Estado le entregan solo el 20 % (Ver cuadro). En cuanto a los resultados comparativos en los últimos 10 años las cifras revelan que la empresa estatal con 1100 empleados aportó con 18.585 millones de dólares; mientras que las privadas 3524 millones con 2000 empleados, lo que equivale a una producción-hombre de 236 dólares para el trabajador estatal y, 71 para el técnico privado (Ver cuadro 2).

Aquel sofisma de que las privadas son más eficientes, para quienes fueron maestros de los que ahora ostentan altos cargos en las transnacionales es una falacia, porque Petroproducción fue siempre una escuela de formación de técnicos. La reflexión es clara: Si no se procede a la caducidad del contrato de la OXY y ENCANA hoy, hasta el 2019 año en que fenece el contrato, estoy seguro que dejarán secos los pozos, al ritmo de producción desenfrenado que hoy tienen.

Para todo ecuatoriano que estime su Patria, anhele el bienestar colectivo, sea sensible a la pobreza que aumenta día a día por doquier, le pregunto ¿cómo es posible que se permita a las empresas petroleras privadas seguir haciendo su agosto? Cuál es la responsabilidad histórica que hemos asumido para con las generaciones venideras, cuando después de 20 años tan sólo quede en el Oriente contaminación y fierros enmohecidos? Sólo la OXY, durante los 20 años de explotación petrolera nos ha saqueado el equivalente a la deuda externa, es decir más de 16 mil millones de dólares; no obstante, esa maldita deuda pende cual espada de Damocles sobre nuestras cabezas (cada ecuatoriano que nace en el Ecuador viene al mundo con una deuda personal de 1300 dólares).

Finalmente podemos escoger dos caminos en el devenir del tiempo histórico presente, uno puede ser el de indiferencia total al saqueo de nuestros recursos naturales, es decir no hacer nada y dejar que sean nuestros hijos o nietos los que resuelvan lo que no fuimos capaces de enfrentar; o dos, crear conciencia participativa en nuestro trabajo, escuela, colegio, universidad, barrio, etc, y tomar por voluntad popular la decisión de cambiar la historia y devolverle la esperanza al pueblo; porque después que se acabe el petróleo de aquí a veinte años, la herencia para los que vendrán será la maldición del siglo XXI.