En números anteriores,
OPCIÓN ha insistido en la necesidad de hacer
prevalecer nuestra soberanía frente al gobierno
norteamericano y el colombiano, como país
independiente y autónomo. Sin embargo, no
han cesado los hundimientos de barcos de bandera
ecuatoriana por parte de la marina estadounidense,
dentro de las 200 millas de mar territorial; las
fumigaciones en la frontera colomboecuatoriana,
con el cóctel venenoso de químicos,
lo que ha ocasionando el desplazamiento de los pobladores
a diferentes provincias del país porque su
tierra ya no les produce para subsistir;
la captura de los líderes
militares Simón Trinidad y Ricardo Granda
que se realizaron en los territorios de Ecuador
y Venezuela, en operaciones que violan las soberanías
de estos países y, recientemente, se capturaron
otros supuestos guerrilleros, que fueron deportados
a pesar que se demostró su ingreso legal
al Ecuador.
Se juega psicológicamente
con Ecuador para que intervenga en el conflicto
armado, como lo evidencia la maniobra de distracción
realizada por el gobierno colombiano al decir que
Raúl Reyes se acercaba a territorio ecuatoriano,
con lo cual el ministro Solón Espinoza justifica
la intensificación de las movilizaciones
militares en la frontera.
Abandono de los Gobiernos en
la frontera colombo-ecuatoriana Se ha producido
la migración interna de los pobladores del
cordón fronterizo en Ecuador y una ola de
refugiados colombianos que ya no encuentran seguridad
en su país, constituyéndose así
en un serio problema para el Ecuador.
Según la Comisión
de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR),
desde el 2000 se han presentado 27.230 solicitudes
de refugio, de ellas, sólo 28% fueron aceptadas.
Debido al incremento de la población refugiada,
este organismo internacional incrementó el
presupuesto para Ecuador de 800 mil a 3 millones
de dólares.
El Ecuador solicitó
a Colombia su cooperación económica
para desarrollar planes de atención a refugiados,
pero hasta el momento no se conoce la respuesta
oficial.
El Comité Interinstitucional
contra las Fumigaciones (CIF, Ecuador) sostiene
que ya no cabe la menor duda respecto al terrible
impacto de las fumigaciones, el irrespeto de normas
de protección internacional por parte de
Colombia y la necesidad de que el gobierno ecuatoriano
asuma una posición soberana y de recuperación
de la dignidad en las relaciones bilaterales.
El gobierno de Gutiérrez
asumió una posición que bien puede
interpretarse como de renuncia a la soberanía
y sostuvo siempre que “aquí no pasa
nada”, con contradicciones y meteduras de
pata.
La última Misión
Internacional visitó las zonas fronterizas
de Carchi, Esmeraldas y Sucumbíos y recogió
testimonios que confirman que 17 helicópteros
artillados han invadido el espacio aéreo
ecuatoriano y, con sus enfrentamientos, han afectado
a niños y niñas de las escuelas locales
y a los adultos que realizan sus tareas ordinarias.
Guadualito, en la provincia de Esmeraldas, Puerto
Nuevo, en Sucumbíos, constituyen ejemplos
claros de esta situación. Sin embargo, el
Ejército mantiene la posición de que
sus labores de inteligencia cubren todo el territorio
y que “saben lo que ocurre en cada punto”,
contradiciendo los testimonios de los pobladores,
que están defraudados por la acción
militar y demandan una verdadera protección
de la frontera.
La pobreza y abandono es el
paisaje de estas zonas de la frontera norte que,
ante el olvido y falta de inversión social
de los Gobiernos de turno, no cuentan con vías
de comunicación, servicios Básicos,
salud y educación básica. Se han cerrado
varias escuelas por el desplazamiento forzado de
la población; en Sucumbíos se han
cerrado 13 de ellas. Las sucesivas reuniones entre
los mandos militares del ejército colombiano
y el ecuatoriano, en la mayoría de ocasiones
con el jefe del Comando Sur de EEUU, han buscado
acuerdos para que el Ecuador se inmiscuya más
en el conflicto interno de Colombia.
A Estados Unidos, que ha aportado
USD 3.000 millones en el programa de ayuda al Plan
Colombia, le significa una buena inversión
porque, algún día, sueña con
administrar esta zona andina con sus pozos petroleros,
reservas de agua y su biodiversidad, que le permitirán
dar otro paso en su afán de ser dueño
del mundo; lo que no ha tomado en cuenta es que
los pueblos no permitirán que les arrebaten
la tierra de sus antepasados.
El Plan Colombia, el TLC y la
sumisión a los organismos internacionales
de crédito, son amenazas para el desarrollo
de los países andinos, que deben luchar contra
estas amenazas de una manera conjunta y coordinada.
“A
menor ayuda de EEUU, menor será el grado
de
involucramiento en el Plan Colombia”
Eco. Guillermo Navarro
Según Guillermo Navarro,
el Ejército de Colombia no tiene capacidad
ni posibilidades para cumplir con su papel, porque
en Colombia existen dos estados:
un 60% del territorio colombiano
es controlado por Uribe Vélez y un 40% es
controlado por las fuerzas guerrilleras (Departamento
de Bolívar, en la parte nororiental en los
límites con Venezuela, en la parte central
de Colombia y en el Sur de Colombia desde Tumaco
hasta el Putumayo). Esto es una realidad evidente,
porque hasta existen y rigen legislaciones distintas.
Estados Unidos siempre ha buscado
la regionalización del conflicto colombiano;
Gutiérrez y Zuquilanda sirvieron de mucho
al gobierno de Uribe, ocultando todas las secuelas
que tienen las fumigaciones sobre la población
ecuatoriana. Hay que reconocer la posición
del actual canciller Antonio Parra Gil, que ha sabido
colocar en su sitio a la canciller Barco de Colombia,
quien pretendía establecer la Agenda que
se discutía en Bogotá.
El Canciller ecuatoriano ha
planteado dos cosas fundamentales:
1- No fumigaciones, invocando
el principio precautelatorio, ante las evidencias
de los efectos en la población civil, que
son claros y exigen fumigaciones manuales.
2- Exigió que no sean
los paramilitares los que ocupen la frontera colombo
–ecuatoriana y que sean la Policía
y el Ejército Colombiano los llamados a hacerlo.
Por otro lado, en sus declaraciones,
el ministro Parra ha dejado entrever que sí
estamos involucrados, ya que afirma que hemos cumplido
los acuerdos, mientras que Colombia no lo ha hecho.
Se han suscrito una serie de
acuerdos de los cuales unos se han hecho públicos,
como el de la movilización de las tropas
ecuatorianas desde la frontera Sur a la Norte, con
8.000 soldados y 4.000 policías, para tratar
de detener los flujos logísticos hacia las
FARC, cumpliendo el rol que debería cumplir
la fuerza militar colombiana.
Mientras menor sea la ayuda
de EEUU al Ecuador en el marco del Plan Colombia,
nosotros tendremos menos razones para continuar
involucrándonos en este plan de guerra.