¿'Hoja de ruta' o ruta
hacia la muerte?
Rashid Khalidi*
26 de mayo de 2003. The Nation,
22 de mayo de 2003
Traducción: Loles Oliván, CSCAweb (www.nodo50.org/csca)
"He aquí que
la 'Hoja de ruta' es el más imperfecto de todos los planes.
La "Hoja de ruta" desaprovecha una oportunidad para
poner fin a este conflicto al cometer el fallo de no centrarse
en la ocupación israelí de Cisjordania, Gaza y
Jerusalén Oriental, a punto de cumplir los 37 años,
ni en los asentamientos israelíes, que apuntalan esa ocupación.
En su lugar se concentra en la violencia palestina y en como
combatirla, como si no tuviera un origen y como si, porque fuera
a interrumpirse, la situación de la ocupación y
los asentamientos fueran normales. Esto es un reflejo del papel
preponderante de EEUU en el diseño de este documento."
No habiendo aprendido nada aparentemente del colapso de las
pasadas experiencias, los principales diseñadores estadounidenses
de la "Hoja de ruta" [1] han incluido varias
características que casi garantizan su fracaso. Una es
la ausencia de un calendario prefijado. Así, cada una
de las partes -en la práctica, la israelí, si el
pasado sirve de indicador- pueden detener los avances entre fase
y fase y dentro de cada una de ellas. Otra característica
es que se añaden fases transitorias a un proceso que ya
es de por si prolongado. Ello significa, en la práctica,
el aplazamiento de los más difíciles aspectos de
la resolución del conflicto -la negociación de
cuestiones como los asentamientos, la soberanía, Jerusalén
y los refugiados- hasta una tercera fase que, si la práctica
del pasado sirve de guía, significa, indefinidamente.
La teoría de los acuerdos transitorios, tan querida
de los "elaboradores de paz" pro-israelíes de
las Administraciones de Bush padre y Clinton, debería
haber sido enterrada definitivamente, tras el espectacular fracaso
del enfoque de Madrid y Oslo, que contó con acuerdos transitorios
por fases [2]. Sin embargo, en la "Hoja de ruta"
se vuelve a resucitar esa teoría, en forma de propuesta
gratuita de "un Estado independiente palestino con fronteras
y atributos de soberanía provisionales". Si el plan
llega tan lejos, será una receta segura para el desacuerdo
sin fin, que será explotado por Israel para procurar ganar
más tiempo manteniendo indefinidamente la esencia de la
ocupación militar y la mayoría de los asentamientos
en funcionamiento, y para restringir el control palestino a la
menor porción posible de los Territorios Ocupados (TTOO)
-el 40% de Cisjordania, si Ariel Sharon se sale con la suya.
El plan más imperfecto
He aquí que la "Hoja de ruta" es el más
imperfecto [de todos los planes]. La "Hoja de ruta"
desaprovecha una oportunidad para poner fin a este conflicto
al cometer el fallo de no centrarse en la ocupación israelí
de Cisjordania, Gaza y Jerusalén Oriental, a punto de
cumplir los 37 años, ni en los asentamientos israelíes,
que apuntalan esa ocupación. En su lugar, se concentra
en la violencia palestina y en cómo combatirla -como si
no tuviera un origen y como si, porque fuera a interrumpirse,
la situación de la ocupación y los asentamientos
fueran normales. Esto es un reflejo del papel preponderante de
EEUU en el diseño de este documento. Es también
un signo de por qué probablemente fracasará ya
que los representantes de Washington tienen una fijación
obsesiva con la violencia palestina como si fuese la raíz
de todos los problemas entre palestinos e israelíes.
Esta obsesión ha conducido a que los estadounidenses se
centren en cambios cosméticos en la dirección palestina,
como la designación de Mahmud Abbas (Abu Mazen)
como primer ministro [3]. Es imposible que su nuevo gobierno
pueda tener éxito en reducir la violencia palestina sin
que retroceda el apogeo de la colonización y sin que se
afloje el estrangulamiento de la ocupación.
Pero no es probable que eso ocurra pues la obsesión
de la Administración Bush con la violencia palestina [que
llega] hasta la exclusión de todo lo demás dará
como resultado probablemente la continuación de un sesgo
a favor de la interpretación de la "Hoja de ruta"
que hacen Sharon y el Likud. Desde esa interpretación,
antes de que se le exija a Israel que haga nada, los servicios
de seguridad palestinos, destripados tras dos años de
inmisericordes ataques israelíes, deben ser reconstruidos
por quien ha sido elegido por Abu Mazen para dirigirlos,
Muhamed Dahlan y, tras ello, debe librar una guerra implacable
contra las facciones palestinas que atacan a las fuerzas de ocupación
israelíes y a los colonos dentro de los TTOO así
como a civiles del interior de Israel.
Los palestinos denuncian que ello significa comenzar una guerra
civil palestina antes de que haya ninguna indicación de
que el gobierno de Sharon -dominado por duros partidarios de
la extensión de los asentamientos y de la continua represión
contra los palestinos- vayan a hacer nada de lo que les corresponde.
Nominalmente, la "Hoja de ruta" exige que ambas partes
lleven a cabo pasos simultáneamente: la acción
palestina contra las facciones militantes debe llevarse a cabo
a la par que Israel desmantele los asentamientos y libere su
control sobre los más de tres millones de personas de
los TTOO -que han vivido durante la mayor parte de los dos últimos
años bajo el cierre, los toques de queda y la amenaza
constante de los ataques israelíes.
Pero con los neoconservadores de Washington en la cumbre,
con el Pentágono habiendo asumido muchas de las responsabilidades
del Departamento de Estado y de la CIA, con la Administración
Bush en campaña [electoral] y con el lobby israelí
flexionando sus músculos grotescamente desarrollados,
pocas dudas puede haber sobre qué interpretación
de la "Hoja de ruta" prevalecerá en Washington.
Todo lo que resta es esperar precisamente a ver cómo esta
joven paloma se convierte en la 'ruta' hacia la muerte y lo que
ese acontecimiento anunciará.
Si los partidarios de Sharon que dominan la Administración
Bush siguen imponiéndose como lo han estado haciendo en
casi todos los enfrentamientos [que ha habido en] Washington
desde septiembre de 2001, no solo fracasará este intento
-como ellos y Sharon desean- sino que se culpará a los
palestinos del fracaso. Indudablemente, seguirá produciéndose
la suficiente violencia palestina como para justificarlo [el
fracaso] aunque palidecerá junto a la rutinaria y mecanizada
violencia de la ocupación. Además de la brutalidad
cotidiana de un ejército extranjero que controla y niega
los derechos de una población civil mientras se roban
sus tierras en beneficio de los colonos, la fuerza se ha utilizado
indiscriminadamente en áreas densamente pobladas con el
fin de aplastar la resistencia palestina; según las palabras
del General Moshe Ya'alon, el jefe del Estado Mayor del ejército
israelí: "hay que hacer entender a los palestinos
hasta en lo más recóndito de su conciencia que
son un pueblo derrotado".
Doble rasero mediático
Probablemente, Israel puede seguir confiando en el doble rasero
de la prensa estadounidense, por el cual los civiles palestinos
asesinados en bloque en barrios urbanos por armas de guerra como
vehículos de artillería pesada, misiles lanzados
desde helicópteros de combate y tanques, son solo "daños
colaterales" en la búsqueda de militantes asesinos,
[daños] que no cuentan tanto como los civiles israelíes
asesinados en las ciudades de Israel por bombas humanas palestinas,
mientras se ignora permanentemente la proporción de tres
palestinos asesinados por cada un israelí (la mayor parte
de las veces en ambos lados, civiles). Así en un periodo
de 10 días en los que 20 palestinos, la mayoría
civiles, han sido asesinados ni se han nombrado ni se han llorado
en la prensa de EEUU que, en su lugar, se ha centrado en tres
israelíes asesinados en Tel Aviv por una bomba humana.
A largo plazo, no será posible obligar a los palestinos
a proteger la expansión de los asentamientos y el mantenimiento
de la ocupación, que es lo que hicieron los Acuerdos de
Olso; En la década en la que comenzaron las negociaciones
de 1991, la población de colonos [israelíes] aumentó
a más del doble. Si eso es lo que intenta hacerse con
la "Hoja de ruta", se fracasará. Queda por ver
siquiera que una ejecución justa de este documento profundamente
defectuoso pueda reavivar el desvanecido proyecto de una solución
de dos Estados, o si [tal solución] se ha hecho ya insostenible
por los 36 años de implacable colonización y ocupación
dedicados a sabotear la posibilidad de un Estado independiente
en Cisjordania, la Franja de Gaza y Jerusalén Oriental.
Si ello es así, los palestinos y los israelíes
tendrán que encontrar nuevos medios de vivir juntos pacíficamente
en la misma tierra, una perspectiva que cada día parece
ser más remota.
Notas de CSCAweb:
1. Véase
en CSCAweb: Documento:
"Hoja de ruta para una solución permanente al conflicto
palestino-israelí basada en dos Estados"
2. Véase en CSCAweb: La negociación
palestino-israelí: una evaluación crítica.
Cronología del proceso negociador palestino-israelí
3. Véase en CSCAweb: Ali Abunimah: Dos artículos sobre
las 'reformas' palestinas. ¿Quiénes son estos hombres
que venden Palestina a precio de saldo ? y ¿Por qué
Israel está tan excitado respecto al 'primer ministro'
Abu Mazen?
y Remodelando
Oriente Medio: el modelo 'cambio de régimen' en Iraq aplicado
a Palestina
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