PAÍS ADENTRO

La CCCC pide la salida de la OXY

la Comisión Cívica de Control Contra la Corrupción, el ocho de septiembre, emitió su informe final sobre el caso de la compañía Occidental, en el que constan varios hechos que demuestran la caducidad indiscutible del contrato que mantiene con el Estado.

 
Por: Amparito Sigcha

Las estrategias políticas utilizadas por el gobierno norteamericano, en su afán de controlar el planeta y saquear los recursos naturales de los países pequeños, como es el Ecuador, se enfrentan con obstáculos impuestos por la resistencia de los pueblos. Los grandes negocios de las transnacionales a las que representa el gobierno de George Bush ven cada vez menos fácil sobreexplotar esos recursos, porque crece un sentimiento de defensa de la soberanía de los países, en quienes se sienten directamente afectados por esa explotación. Esto ocurre en el Ecuador con las transnacionales petroleras, especialmente con la compañía Occidental, que ha soportado, durante el paro biprovincial de Orellana y Sucumbíos, la lucha del pueblo por la defensa de su vida y su dignidad, y que exige que se vaya de su territorio.

Sin embargo, la Oxy se agarra con uñas y dientes para mantenerse en el país, saqueando los recursos naturales y estafando al Estado; y para ello cuenta con el mismo gobierno norteamericano y sus embajadores, que presionan para el nombramiento de ministros en el Ecuador, como es el caso del ministro de Energía y Minas, para obtener fallos absurdos e ilegales, así como para impulsar nuevas negociaciones en el contrato que, supuestamente, esta vez sí beneficiaría al país.

Es importante conocer que la compañía OXY opera cerca de dos décadas en el Ecuador, y ha obtenido en la administración del presidente Bush un gran poder, al punto de ser más poderosa incluso que varios Estados, un ejemplo es el Ecuador, donde hace y deshace, frente a un gobierno que no puede decir nada, mientras se violan las leyes, se pisotean contratos y la soberanía de un país, a más de que se contamina a su gente y el hábitat en la Amazonia.

Las infracciones cometidas por la compañía OXY y la compañía ENCANA fueron más notorias en el país (porque siempre hubieron) desde su negativa a pagar el IVA petrolero, con lo cual pretendieron violar el sistema jurídico que rige el país, a pretexto de que son empresas que generan recursos y no prestan servicios.

En el caso OXY varios gobernantes, con su silencio cómplice, han perjudicado al país. No han hecho nada por defender los intereses nacionales, incluso existiendo el pronunciamiento del procurador General del Estado, José María Borja, sobre la urgente caducidad de esos contratos y la presión del pueblo que exige respeto a nuestra soberanía.

Ahora son el presidente Palacio y el ministro de Energía, Iván Rodríguez, quienes muestran la misma o una peor actitud servil y temerosa; mientras que la presión de la sociedad aumenta.

Rafael Correa, Carlos Pareja, Enrique Gallegos Aren, que conocieron en su momento la realidad de los contratos con estas empresas corruptas y su mañoso accionar, opinan que la caducidad de los contratos con esas compañías es la única salida. Ahora también la Comisión Cívica de Control Contra la Corrupción, el ocho de septiembre, emitió su informe final sobre el caso de la Occidental Exploration and Production Compañy, en el que constan varias puntualizaciones acerca de la política aplicada en el área hidrocarburífera. El informe sostiene que “... (la riqueza petrolera del país) no ha sido eficientemente manejada y los réditos de esta actividad no se han devuelto en obras y beneficios para su verdadero dueño, el pueblo ecuatoriano”. Así mismo señala que frente al incumplimiento de las leyes y reglamentos, la única alternativa legal es la “caducidad del contrato con la compañía Occidental” basada en los siguientes incumplimientos incurridos en forma reiterada por esta compañía:

1. Fue multada en seis ocasiones por haber contravenido el Art. 77 de la Ley de Hidrocarburos, al no haber respetado las tasas máximas de producción autorizadas por la Dirección Nacional de Hidrocarburos;

2. Infringió los Arts. 18 y 19 del Reglamento Sustitutivo al Reglamento de Operaciones Hidrocarburíferas, al no haber notificado a la Dirección Nacional de Hidrocarburos el inicio de la perforación de pozos;

3. Infringió el Art. 25 del Reglamento sustitutivo al Reglamento de Operaciones Hidrocarburíferas, al no haber presentado a la Dirección Nacional de Hidrocarburos en 14 ocasiones el reporte final de operaciones de perforación;

4. Violó el Art. 31, letra c) de la Ley de Hidrocarburos al no haber entregado a la Dirección Nacional de Hidrocarburos la información codificada del movimiento de crudo;

5. No entregó sus estados financieros e inventarios a la Dirección Nacional de Hidrocarburos;

6. Incumplió repetidamente la regulación de entrega de petróleo crudo del SOTE;

7. No pagó los derechos de control anual, previstos en el Acuerdo Ministerial 238; y,

8. Infringió el Art. 31 letra k) de la Ley de Hidrocarburos y los previstos en la cláusula 6 del contrato de participación suscrito con el estado ecuatoriano, al no entregar la información para el plan quinquenal.

Además de los incumplimientos antes señalados y de la investigación realizada por este Organismo de Control se desprende que la compañía Occidental Exploration and Production Company (OEPC) está sujeta a la sanción de caducidad contractual en virtud de lo señalado en el numeral 6 del Art. 74 de la Ley de Hidrocarburos al no haber realizado las inversiones mínimas comprometidas, contractualmente se encuentra incursa en la causal de caducidad contractual prevista en el numeral 13 del artículo 74 de la Ley de Hidrocarburos, al ser reiterativa en la reincidencia de infracciones al ordenamiento legal y reglamentario como son los 8 casos anteriormente enumerados...”

Sobre este caso, la Comisión señala también que se debería sancionar penalmente por los perjuicios que han ocasionado al Estado con contratos dolosos, a quienes tienen responsabilidades administrativas, en pocas palabras a los cómplices y actores de hechos irregulares y se mencionan en otros boletines de este organismo al Ing. Rodolfo Barniol, a los ex ministros René Ortiz, Fernando Santos, Pablo Terán, al ex presidente Jamil Mahuad, por anormalidades en el contrato del OCP. Pero la lista no termina ahí, pues no se investiga contrato por contrato, con lo que faltaría espacio para detallar culpable, entre los que constan presidentes ejecutivos y vicepresidentes de las Filiales de Petroecuador que han favorecido contratos con empresas de servicios, proveedoras de materiales y las mal llamadas remediadoras ambientales, y otras que han lucrado y estafado al país.

El gobierno es el único que está en capacidad de impulsar una política petrolera justa y soberana, por lo cual debe pronunciarse urgentemente sobre los contratos caducos e ilegales de la OXY y ENCANA, que están ocasionando millonarios perjuicios al Estado, que actualmente superan los 1 800 millones de dólares anuales, y que aumentan mientras suba el precio del petróleo.

La aparente decisión que muestra el presidente Alfredo Palacio en torno a revisar los contratos petroleros huele a un mecanismo para desviar la atención del tema de fondo: la caducidad del contrato con la Oxy. El primer remezón a la conciencia nacional ya vino desde las provincias amazónicas, es un sentimiento de defensa de la soberanía que podría reproducirse a nivel nacional, y el gobierno y Bush lo saben.


La Texaco, presiona al Gobierno para
obtener perdón en una reunión secreta

 

 

En un nuevo intento por salir exenta de culpa en el juicio planteado por las comunidades orientales, la compañía Texaco continúa presionando al Gobierno para conseguir lo que sus abogados no pueden en las cortes internacionales, esto es un fallo favorable para la transnacional; para esto dichos empresarios trabajan simultáneamente por dos vías: la una legal y la otra a través de la presión política al Gobierno central.

Según la denuncia que el Frente de Defensa por la Amazonía difundió a través de todos los canales de información, representantes de la Chevron Texaco mantuvieron una reunión secreta con Alfredo Palacio, presidente de la República, con el único propósito de obtener tal vez el perdón y olvido de la mayor contaminación que alguien pudo provocar en el mundo. Esta reunión se daba al mismo tiempo que sus peritos realizaban la inspección en los pozos Shushufindi 7 y 14, y donde una vez más se pudo comprobar la presencia de agentes cancerígenos en los lugares afectados y el pésimo tratamiento de “remediación” que se le da a los lugares contaminados. Por eso tratan de liberarse de todo culpa...

De las inspecciones e investigaciones realizadas en algunos lugares y de las muestras de aguas presentadas, se demuestra que el 90% de los sitios visitados está contaminado y se violan las normas establecidas.

Ante la actitud tramposa de esta transnacional, los ecuatorianos y varias organizaciones, así como este medio de comunicación, rechazan los mecanismos que están utilizando para lograr sus oscuras intenciones y exigen del gobierno el pronunciamiento y apoyo en las acciones jurídicas emprendidas por los demandantes, esto es, el pueblo amazónico. (ARS)