Mujeres en
Iraq, retroceso bajo la ocupación;
mujeres en el Ejército de EEUU, violencia sexual
Sara Flounders *
CSCAweb (www.nodo50.org/csca),
22 de marzo de 2004
'Workers World Newspaper' (EEUU), 18 de marzo de 2004
"¿Cómo
es posible que las mujeres de Iraq -que habían alcanzado
más logros en sus derechos, prestaciones y participación
en la sociedad que otras mujeres del mundo árabe- puedan
repentinamente tener que hacer frente a la pérdida de
sus derechos económicos, sociales y políticos garantizados
por ley durante casi 50 años? [...] Al mismo tiempo, las
mujeres militares de EEUU hacen frente a grandes amenazas y peligros,
no por combatir contra el 'enemigo', sino por los mismos hombres
de su Ejército: las cifras de violaciones, asaltos y hostigamiento
sexuales contra las mujeres soldados han alcanzado proporciones
epidémicas"
¿Cómo es posible
que las mujeres de Iraq -que habían alcanzado más
logros en sus derechos, prestaciones y participación en
la sociedad que otras mujeres del mundo árabe- puedan
repentinamente tener que hacer frente a la pérdida de
sus derechos económicos, sociales y políticos garantizados
por ley durante casi 50 años? La guerra y la ocupación
de EEUU, cuyos dirigentes prometieron llevar la libertad y un
futuro nuevo [a Iraq], ha dado la vuelta a décadas de
leyes progresistas y logros sociales que eran los más
impresionantes en toda la región.
Al mismo tiempo, las mujeres
militares de EEUU hacen frente a grandes amenazas y peligros,
no por combatir contra el enemigo, sino por los mismos
hombres de su Ejército. Las cifras de violaciones, asaltos
y hostigamiento sexuales contra las mujeres soldados han alcanzado
proporciones epidémicas. Dos terceras partes de las mujeres
soldado han experimentado comportamientos sexuales no deseados
o provocados según Terri Spahr Nelson, autora del libro
titulado Por amor a la patria: hacer frente a las violaciones
y hostigamientos sexuales en el Ejército de EEUU.
Desmantelando
los derechos garantizados
En Iraq el estado de las mujeres
está retrocediendo al nivel de las mujeres de otros países
de la región del Golfo, donde el Ejército estadounidense
respalda y mantiene dictaduras feudales corruptas. En estas otras
sociedades las mujeres son literalmente esclavas, recluidas en
las casas y cautivas de un sistema patriarcal represivo. No tienen
derecho al trabajo ni a controlar sus propios recursos; ni siquiera
a conducir un automóvil. No pueden viajar solas si no
es con un miembro masculino de la familia. No tienen el derecho
al voto ni el de participar en cualquier forma de vida política.
En Kuwait, Arabia Saudí y en todos los Estados petrolíferos
del Golfo a las mujeres no se les reconoce ningún derecho
que cualquier hombre tenga que respetar. No tienen derecho a
decidir con quién casarse, ni tampoco derecho a divorciarse,
aunque sea de un esposo agresor. La educación está
segregada -y, por lo tanto, es desigual- lo que contribuye a
que la mayoría de las mujeres, [por ejemplo] en Arabia
Saudí, sean todavía analfabetas [1].
Al contrario de ellas, las
mujeres iraquíes han gozado de completos derechos durante
casi 50 años. Pero estos logros no se obtuvieron en el
vacío: fue parte de un levantamiento revolucionario que
comenzó en 1958 [2] en el que siglos de privilegios
y posiciones reaccionarias feudales fueron aplastados. [Posteriormente]
la nacionalización del petróleo determinó
que hubiera recursos para llevar a cabo programas masivos de
alfabetización, para proveer cuidados gratuitos de la
salud y de mejor calidad, y para subsidios de centros infantiles
y viviendas. El gobierno proveía a los y las estudiantes
una pequeña compensación monetaria que servía
como incentivo para que las familias mantuvieran tanto a las
niñas como a los niños en las escuelas. El rápido
aumento de la economía aseguró empleos para miles
de mujeres jóvenes. A las mujeres iraquíes se les
garantizó por ley que si no encontraban empleos en el
sector privado el gobierno se lo proporcionaría de acuerdo
a su especialidad o a su nivel educacional. El gobierno era el
mayor empleador de mujeres.
Así, [hoy en día],
el 38% del cuerpo de médicos en Iraq son mujeres. Las
mujeres eran [hasta la invasión de Iraq en 2003] la mayoría
del estudiantado universitario. La destrucción [causada
por]la guerra de EEUU contra Iraq en 1991 y los doce años
de estrangulamiento por sanciones que le siguieron destruyeron
la economía que sostenía esos cambios sociales
[3]. Y en menos de seis meses de ocupación de EEUU
el servicio de salud gratuito, tan perjudicado por los años
de sanciones, está siendo totalmente desmantelado [4].
El servicio eléctrico es esporádico y ya no se
suplen medicinas ni equipos médicos. Los cuidados pre
y posnatales antes gratuitos son ya parte del pasado, el 95%
de las mujeres embarazadas están anémicas y sus
bebés nacen con bajo peso, prematuros y enfermos [5].
Se ha puesto fin a los seis
meses de [baja maternal por] posparto con paga garantizada, al
igual que al empleo fijo. El subsidio destinado a centros infantiles,
alimentos y vivienda se ha acabado. Los bombardeos masivos destruyeron
las escuelas, hospitales y las clínicas. Las agencias
sociales y los ministerios fueron totalmente saqueados mientras
las tropas de ocupación observaban. La falta de seguridad
o de dinero para la compra de libros mantiene a gran parte de
los niños -especialmente a las niñas- fuera de
la escuela.
Las fuerzas de ocupación
anglosajonas se sirven de los colaboracionistas más reaccionarios
y corruptos. El procónsul de la ocupación, Paul
Bremen, nombró [en junio de 2003] para el Consejo Gubernativo
de Iraq a representantes de la antigua clase de terratenientes
y clérigos religiosos más conservadores, todos
ellos opuestos a los cambios sociales de las décadas recientes.
Estas fuerzas quieren restablecer las leyes más regresivas
-leyes y códigos antiguos que regían fuertemente
a poblaciones rurales y aisladas. Ahora serían reimpuestos
a una población mayoritariamente urbana.
El Consejo Gubernativo nombrado
por EEUU ha aprobado la normativa 137 [6] que deroga el
Código [de Estatuto Personal] progresista laico vigente.
Las leyes islámicas de la sharia eliminarían
los derechos de la mujer en el matrimonio, el divorcio, la herencia
y la representación legal, y, asimismo, legalizaría
la lapidación a muerte por adulterio. Las mujeres iraquíes
han reaccionado ante esta medida saliendo a las calles en manifestaciones
masivas exigiendo que Paul Bremen -la autoridad última
de EEUU que firma toda legislación- no firmara esta ley
[7].
Mujeres
en el Ejército de EEUU
En febrero el Denver Post
publicó una serie de artículos sobre las mujeres
en las fuerzas armadas de EEUU y sobre el creciente número
de asaltos sexuales contra ellas por parte de los soldados estadounidenses.
Las mujeres que han sido asaltadas o violadas informan que la
atención médica que reciben es inadecuada, con
falta de terapia, falta de investigaciones minuciosas y hasta
amenazas de castigos por denunciar las agresiones.
El nivel de violencia en contra
de las mujeres soldados de las fuerzas armadas de EEUU confirma
el carácter reaccionario de la máquina militar
del Pentágono. Al aumentar el número de mujeres
en el Ejército se expone más claramente la violencia
del Pentágono.
Muchas mujeres jóvenes
se unen a las fuerzas armadas como medio de encontrar un empleo
que les proporcione posibilidades materiales para alimentar a
sus hijos. Más de 59.000 efectivos femeninos han sido
desplegadas en el extranjero como parte de las guerras contra
Afganistán e Iraq. La violencia organizada, la brutalidad
y el racismo de un Ejército de ocupación se reflejan
en la propia vida personal de los mismos soldados.
El Pentágono funciona
como un instrumento de violencia contra los pueblos oprimidos.
Cultiva la cultura de la violencia contra mujeres, gente de color,
lesbianas, homosexuales, bisexuales y transexuales [8].
El entrenamiento militar en un ejército imperialista condiciona
a los soldados a la violencia y a la deshumanización;
el entrenamiento involucra la humillación y la destrucción
de la autoestima y de la solidaridad humana. Este entrenamiento
afecta a las relaciones personales. En 2001 se documentaron más
de 18.000 casos de abusos de violencia doméstica en el
seno de las fuerzas armadas. La mayoría de los casos de
violencia doméstica no son revelados. A pesar de la falta
de informes, la tasa de abusos es entre tres y cinco veces superior
a la de civiles.
En una sociedad patriarcal
con clases sociales existe una conexión entre la degradación
y violación de la mujer y el poder y la conquista no relacionado
con el deseo erótico. Esto es violencia, no sexo.
El papel absolutamente reaccionario
del Pentágono en Iraq envenena hasta los soldados de los
rangos bajos que son alentados por la cadena de altos oficiales.
En las operaciones militares (ya sea en Corea, Vietnam, Filipinas,
Europa Oriental, o América Latina) las bases de EEUU están
rodeadas por burdeles y clubes nocturnos: es una completa industria
del sexo. Las condiciones desesperadas y la destrucción
de la guerra fuerzan a miles de mujeres y niñas a la prostitución
y a la esclavitud sexual.
Christen Hansen de la Fundación
Miles, quien ha ayudado a mujeres que han sido atacadas sexualmente
afirma: "[...]Tenemos muchas preocupaciones acerca de la
respuesta que dan las fuerzas armadas al asalto sexual en zonas
de combate". Según la Fundación Miles un 30%
de veteranas denuncian una violación o un intento de violación
durante el servicio activo.
Los asaltos, la humillación
y las presiones no son nada nuevo o desconocido para los oficiales
militares. Casi un 30% de las veteranas militares de EEUU en
Vietnam entrevistadas para una encuesta en 1990 declararon que
sufrieron acoso sexual "acompañado por la
fuerza o la amenaza de violencia". Una encuesta del Departamento
de Asuntos Veteranos de mujeres en la Guerra del Golfo de 1991
informa igualmente que un 33% sufrieron acoso sexual.
La violencia contra la mujer
forma parte de la maquinaria militar del Pentágono, no
es una coincidencia o un accidente. Este es otro crimen más
contra la Humanidad que tiene que ser expresado en la manifestación
en contra de la guerra y la ocupación militar del próximo
20 de marzo y de manera continua.

Notas de
CSCAweb:
1.
Sobre la mujer en el mundo árabe, véase el Informe
"Mujer árabe: liberación e identidad"
en Nación Árabe, núm. 44, año
XIV, Primavera, 2001.
2. Fecha de la revolución republicana que derrocaría
la monarquía y el gobierno iraquíes pro británicos.
3. Véase en CSCAweb el informe elaborado por Carlos Varea:
Mujer
iraquí y sanciones y Las mujeres iraquíes encarceladas,
sometidas a trato vejatorio, abusos sexuales y violaciones y
violaciones por parte de soldados de ocupación y miembros
de los cuerpos de seguridad iraquíes - Carta de Nur, presa
en la cárcel de Abu Ghraib, Bagdad
4. Véase la valoración de la reciente delegación
del CSCA a Iraq en Una delegación del CSCA
viaja a Iraq para evaluar la situación interna tras un
año de ocupación - Pedro Rojo: Defendiendo el sistema
sanitario público iraquí
5. Sobre la salud en el Iraq de la ocupación, véase
en CSCAweb la traducción del reciente informe de la organización
británica Medact: Asociación
Medact: Informe "'Daños colaterales': los costes
de la guerra sobre la salud y el medio ambiente en Iraq, 2003"
y la
anterior referencia.
6. Véase en CSCAweb: Perpetuar la ocupación: las
exigencias del clero shi'í y la decisión de Annan
de 'internacionalizar' la crisis de Iraq - El Consejo Gubernativo
suprime el Código Civil e impone la 'sharia': grave retroceso
en los derechos de la mujer iraquí
7. Algunas informaciones indican que la normativa 137 ha sido
inicialmente suspendida debido al escándalo que ha provocado.
Sin embargo, la nueva Constitución iraquí aprobada
in extremis por el Consejo Gubernativo a comienzos del
pasado mes de marzo reconoce al Islam cuando menos como una
de las fuentes legislativas y, en cualquier caso, determina que
no se podrá legislar en el país en contra de sus
preceptos (véase en CSCAweb: Rubricada la
Constitución provisional para Iraq: libertades formales,
ocupación efectiva).
8. Sobre la objeción de conciencia y el movimiento homosexual
en el Ejército de EEUU véase en CSCAweb el texto
de Minnie Bruce Pratt: La objeción
en las filas de ejército y el movimiento contra la guerra
en EEUU: el caso de Stephen Eagle Funk
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