Perpetuar la ocupación:
las exigencias del clero shi'í y la decisión de
Annan de 'internacionalizar' la crisis de Iraq
CSCAweb (www.nodo50.org/csca),
21 de enero de 2004
Nota informativa CSCAweb, Loles Oliván
"Con
la decisión del retorno de NNUU a Iraq se abriría
paso a esa 'internacionalización' de la ocupación
que EEUU precisa urgentemente tras nueve meses de quiebra efectiva
de la ocupación militar a resultas de las acciones de
la resistencia iraquí, que ha imposibilitado a la Autoridad
Provisional de la Coalición gestionar el país y
obtener beneficios. La Administración Bush precisa ahora
que el peso de la ocupación -no las decisiones ni los
beneficios- descanse en tres pilares internacionales: NNUU, el
Banco Mundial y el FMI, y la OTAN"
En un determinante movimiento
ya anunciado desde las últimas semanas, EEUU ha requerido
finalmente la intervención formal de Naciones Unidas (NNUU)
en el Iraq ocupado por la coalición anglo-estadounidense
y de sus aliados supuestamente para que el organismo internacional
supervise el proceso que ha de conducir a la transferencia de
poder prevista por la Autoridad Provisional de la Coalición
(APC, administración civil y militar de ocupación)
para el 30 de junio y debido a nuevas consideraciones que han
emergido en los últimos meses en Iraq. No por casualidad
el cambio de posición por parte de la Administración
estadounidense (que desde el comienzo de la ocupación
expresó su hegemonismo en la futura gestión de
todo lo relativo a Iraq) se ha producido al mismo tiempo que
el ayatollah Ali as-Sistani, desde un importante sector de la
comunidad shi'í, he reclamado a la APC que celebre elecciones
en el país antes del 30 de julio, fecha de traspaso formal
del poder por parte de los ocupantes según el acuerdo
de 15 de noviembre [1]. Las exigencias de as-Sistani se
han presentado como un nuevo órdago a los planes estadounidenses
de transferir el poder a un nuevo gobierno designado por la APC
que tendrá sin duda consecuencias decisivas para el futuro
de la ocupación de Iraq.
Ali as-Sistani,
nuevo interlocutor de los ocupantes
Promovidos por la APC (y anteriormente
por la Administración Bush y otros regímenes de
la zona), diversos clérigos shi'íes han transformado
su autoridad religiosa en un referente de influencia política
en el marco de la ocupación ilegal. Tal es el caso de
Ali as-Sistani, clérigo shi'í nacido y adoctrinado
en Irán [2], el cual, sin haber condenado nunca
públicamente la invasión y ocupación de
Iraq, no aceptó participar en el Consejo Gubernativo iraquí
designado por Bremer. Su intervención pública cobró
notoriedad el pasado mes de octubre, al emitir un edicto por
el cual prohibía a sus seguidores involucrarse o participar
en las actividades de la resistencia militar y civil iraquí
contra los ocupantes, algo que se ha enfatizado en las movilizaciones
de los últimos días, tras la de Basora, la de Bagdad
este pasado lunes [3]. Muy significativamente portavoces
de las dos organizaciones shi'íes integradas en el Consejo
Gubernativo -el Congreso Supremo de la Revolución Islámica
en Iraq y ad-Dawa- han indicado haber participado en estas convocatorias
y cubierto su seguridad [4].
Como consecuencia de la grave
crisis en la que la ocupación ha sumido a los ocupantes
[5], Bremer impuso al Consejo Gubernativo el pasado mes
de noviembre el proyecto de transición de poder a una
nueva instancia iraquí que deberá configurarse
-bajo estricto control de EEUU- entre dirigentes provinciales
y los miembros del Consejo antes del 1 de julio, del que a su
vez deberá emerger un gobierno interino, con lo cual la
celebración de elecciones no se prevé antes de
finales de 2005. As-Sistani ha intervenido públicamente
en las últimas semanas oponiéndose a este plan,
exigiendo a EEUU un proceso electoral previo a la constitución
del nuevo gobierno y bajo la amenaza de que sin elecciones previas,
no reconocerá el nuevo órgano que EEUU pretende
imponer. Igualmente, as-Sistani se ha posicionado y ha intervenido
a favor de la intervención de NNUU en ese proceso. Con
esta consigna, as-Sistani ha movilizado a mitad de enero a importantes
sectores de la comunidad shi'í que se manifestaron en
Bagdad pidiendo elecciones inmediatas, sin condicionar a ellas
el fin de la ocupación.
Mientras esta posición
ha recibido el apoyo de algunos de los miembros del Consejo de
Gobierno -incluido el de Abdel Aziz al-Hakim (del Consejo Supremo
de la Revolución Islámica en Iraq)- otros representantes
religiosos la han criticado duramente por considerar que la retirada
de la ocupación es un paso indispensable y previo a la
celebración de cualesquiera elecciones, tal y como declaró,
por ejemplo, el portavoz de la Asociación de Expertos
Musulmanes, Muhamad Ayash al-Kubaisi [6].
Con su posición, as-Sistani
no solo invalida el principio al que se ha consagrado la resistencia
militar y popular en Iraq desde la invasión -acabar con
la ocupación ilegal- sino que favorece la misma lógica
de los ocupantes de dividir el país en entidades confesionales
así como promueve la internacionalización
de la ocupación de Iraq [7]. En una muy preocupante
deriva hacia la efectiva fragmentación confesional de
Iraq, as-Sistani reclama elecciones al menos en las áreas
de mayoría shi'í.
El falso
debate electoral
Las presiones de as-Sistani
a la APC -cuyas repercusiones internas podrían derivar
en mayores inconvenientes para la ocupación, como la exigencia
indicada de elecciones en las zonas de mayoría shi'í-
constituyen sin duda una inmejorable excusa para reforzar el
planeado retorno de EEUU a NNUU y para forzar la implicación
inmediata de la organización internacional, cuando el
fiasco de la pésima gestión de la ocupación
y las acciones de la resistencia civil y militar han quebrado
todos los planes previstos por Washington.
Por ello, no es de extrañar
que Bremer solicitara al Consejo Gubernativo iraquí su
mediación ante el ayatollah as-Sistani [8], que
se extendió ya en el mes de diciembre al propio secretario
general de NNUU Kofi Annan, indicando que era el propio clérigo
shií quien pedía formalmente la supervisión
de NNUU en el proceso de transferencia de poder así como
para un supuesto proceso electoral [9].
Tras la reunión de Bremer
con el presidente Bush de este pasado fin de semana, se acordó
reclamar formalmente la intervención de NNUU, y así
se ha hecho en la reunión celebrada en la sede de NNUU
el lunes 19 de enero, que contó con la participación
de Bremer, Kofi Annan, el representante británico de la
APC, Jeremy Greenstock, John D. Negroponte, embajador de EEUU
en NNUU, y otros tres responsables estadounidenses, William Burns
(vicesecretario de Estado para Asuntos de Oriente Próximo),
Kim Holmes (vicesecretario de Estado para Organizaciones Internacionales)
y Robert Blackwill (coordinador de Asuntos iraquíes en
el Consejo de Seguridad Nacional de EEUU), además de ocho
miembros del Consejo Gubernativo iraquí, incluido su presidente
de turno. El propio as-Sistani habría tenido entre alguno
de estos ocho miembros a su propio portavoz.
Intervención
de NNUU
En la reunión, Bremer
habría formulado explícitamente la solicitud de
intervención de NNUU en Iraq. Aunque no han trascendido
las condiciones ni los límites de tal intervención,
EEUU la habría puesto en relación con la supervisión
del proceso de transferencia de poder, habiendo dejado claro
que "no hay tiempo material para organizar elecciones directas"
[10], descartando con ello cualquier atisbo de modificación
del plan estadounidense.
Ya el pasado mes de diciembre,
y tras la solicitud de as-Sistani de hacer intervenir a NNUU
para supervisar el -por él requerido- proceso electoral,
Kofi Annan le transmitió a través del Abdel Aziz
al-Hakim, miembro del Consejo Gubernativo iraquí y mediador
entre as-Sistani y la APO, que, bajo las actuales circunstancias
en Iraq, no sería posible llevar a cabo elecciones directas.
En respuesta a Annan, as-Sistani condicionó matizar su
posición al respecto de la exigencia de elecciones a que
un equipo de NNUU se situara en Iraq y verificara que efectivamente
no se dan las condiciones para celebrar elecciones.
Y al parecer este es el acuerdo
básico a que ha llegado Kofi Annan, Bremer, el Consejo
Gubernativo y el propio as-Sistani, representado informalmente
en la reunión de NNUU por algún representante del
Consejo, como hemos indicado. Según las declaraciones
posteriores de Kofi Annan, el secretario general se habría
comprometido ya a poner en marcha de manera inmediata la creación
de un equipo de expertos que llevaría a cabo una evaluación
técnica de la situación en el interior de Iraq.
La misión de dicho equipo será formalmente "estudiar
[las condiciones para] el proceso electoral" y quedará
sujeta a tres condiciones: "claridad en la definición
del papel de la organización [de NNUU], protección
de su seguridad y garantías de que su responsabilidad
estará a la altura del riesgo [11]. EEUU ya habría
afirmado su compromiso de que las fuerzas de ocupación
asumirán la protección de los miembros del equipo
que NNUU envíe al país.
'Internacionalizar'
la ocupación
Con la decisión del
retorno de NNUU a Iraq, si quiera de esta forma limitada y puntual,
se abriría paso a esa internacionalización de
la ocupación que EEUU precisa urgentemente tras nueve
meses de quiebra efectiva de la ocupación militar a resultas
de las acciones de la resistencia iraquí, que ha imposibilidad
a la Autoridad Provisional de la Coalición gestionar el
país y obtener beneficios. La Administración Bush
necesita internacionalizar la ocupación a fin de
que el peso de la misma -que no las decisiones ni los beneficios-
descansen en tres pilares internacionales: NNUU como legitimador
político, el Banco Mundial y el FMI como asistente económico,
y la OTAN como pilar militar. Esta salida se viene fraguando
desde algún tiempo en los tres niveles, como así
se interpreta de las reuniones mantenidas en los últimos
meses tanto en el seno de la OTAN (en cuya última reunión
se decidió que para antes de junio, cuando se celebre
en Estambul la próxima cumbre de la Alianza, se deberá
haber decidido la intervención activa de la OTAN en Iraq)
como en las del Club de París y el G-8 [12].
La decisión del secretario
general de NNUU de asistir a las fuerzas de ocupación
en este momento crítico para éstas, independientemente
de cual sea la justificación formal esgrimida, supondría
que NNUU volvería a quebrar en Iraq, como así se
ha hecho durante los últimos 13 años de sanciones
genocidas, los principios básicos de no injerencia, soberanía
y autodeterminación de su pueblo, respaldando -legitimando,
en suma- la perpetuación de la ocupación
bajo otra máscara.
Notas de
CSCAweb:
1. Véase:
http://news.bbc.co.uk/2/hi/middle_east/3390939.stm
2. Associated Press, 20 de enero de 2004.
3. La web de as-Sistani es www.sistani.org
4. Al-Jazeera, 20 de enero de 2004.
5. Véase: Diario
de la resistencia iraquí - Enero de 2004 (4 de enero)
6. Véase en CSCAweb: Fred
Goldstein: 'Internacionalizar' la ocupación de Iraq: la
Administración Bush redescubre Naciones Unidas
7. Véase en CSCAweb el texto de Carlos Varea: 'Los
ocupantes se hunden en Iraq. De la 'internacionalización'
de la ocupación a la 'iraquización' de su fracaso'
8. Véase: www.iwar.org.uk/news-archive/2003/12-08.4.htm
9. The New York Times, 20 de enero de 2004.
10. Ibid.
11. Ibid. Las garantías de seguridad constituyen
una prioridad para NNUU tras el ataque contra sus oficinas en
Bagdad el pasado mes de agosto de 2003 (véase en CSCAweb:
Balance
de la resistencia: agosto ha sido un mes aciago para los ocupantes
y las instancias internacionales e internas a ellos asociadas), máxime cuando
la falta de seguridad de las fuerzas de ocupación en Iraq
se extiende, a través de las acciones de la resistencia
armada, a la propia APC: el pasado 18 de enero un nuevo ataque
suicida contra el recinto de los administradores de la ocupación
causó 24 muertes. Véase en CSCAweb, "Diario
de la Resistencia" de 16 de enero de 2004 en Diario
de la resistencia iraquí - Enero de 2004
12. La OTAN participa ya de manera indirecta en la ocupación
a través del apoyo logístico y de equipamiento
al contingente de las tropas polacas. Véase en CSCAweb:
Iraq,
en venta: el FMI y el G-7 negocian con EEUU en Dubai su respaldo
a la ocupación y Cumbre del
G-8 : el pago de la deuda externa de Iraq, prioritario en la
agenda de Évian
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