Iraq: en puertas de la
catástrofe humanitaria
"'Daños
colaterales': los costes de la guerra sobre la salud y el medio
ambiente en Iraq, 2003"
CSCAweb
(www.nodo50.org/csca), 17 de diciembre de 2003
Medact (Reino Unido), www.medcat.org, noviembre de 2003
Traducción del inglés: Sinfo Fernández,
CSCAweb
"La
información contenida en este Informe sugiere que, además
de los efectos directos de la guerra en número de muertos
y heridos entre la población civil iraquí, ha habido
un deterioro en todos los determinantes intermedios sobre la
salud afectados por la guerra, [...] pudiéndose, por tanto,
concluir que los indicadores que existían antes de ésta
se han deteriorado; en otras palabras: la salud de la población
iraquí es hoy, en general, mucho peor" |
|
La asociación británica
de profesionales de la salud Medact (Challenging Barriers
to Health, "Desafiando las barreras de la salud")
[1], filial en el Reino Unido de la Asociación
Internacional Médicos para la Prevención de la
Guerra Nuclear [2], hacía público este pasado
mes de noviembre el Informe titulado "'Daños colaterales':
los costes de la guerra sobre la salud y el medio ambiente en
Iraq, 2003" [3], que aquí presentamos traducido
en su integridad, un primer balance de las consecuencias de la
invasión y ocupación de Iraq desde el punto de
vista de los daños ocasionados a la población y
al medio ambiente del país. El Informe enmarca la actual
situación partiendo de las condiciones sanitarias, sociales,
económicas y ambientales inmediatamente anteriores, ya
de por sí deterioradas tras 13 años de sanciones
económicas y una guerra previa de devastación -la
denominada Guerra del Golfo- de 1991 [4], además
de las agresiones militares continuadas sufridas por Iraq durante
esta década larga.
La conclusión del Informe
es contundente: "El pueblo iraquí sufrirá
durante años, incluso durante generaciones, las consecuencias
de la guerra de 2003 en su país". Medact señala
en su presentación:
"Este Informe valora el
impacto que ha tenido la guerra de 2003 sobre el medio ambiente
y la salud física y mental de los civiles y combatientes.
Describe la guerra y algunas de las armas usadas, su impacto
sobre la salud y el medio ambiente, y las consecuencias que sobre
esos factores tendrá la reconstrucción tras el
conflicto. La salud de los civiles y combatientes se ha visto,
y seguirá viéndose, afectada de forma terrible.
[..] En el Informe de Medact del año 2002 [...] se concluía
que la salud del pueblo iraquí se había deteriorado
de forma alarmante desde la Guerra del Golfo de 1990-91 y preveía
que otro conflicto podría tener efectos devastadores."
Y así, sin duda, ha
sido:
"[...] La información
contenida en este Informe sugiere que, además de los efectos
directos de la guerra en [número de] muertos y heridos
[entre la población civil iraquí], ha habido un
deterioro en todos los determinantes intermedios sobre la salud
afectados por la guerra, [...] pudiéndose, por tanto,
concluir que los indicadores que existían antes de ésta
se han deteriorado; en otras palabras: la salud de la población
[iraquí] es hoy, en general, mucho peor.
Esta conclusión se ve
reforzada por el estado de colapso de muchos servicios básicos,
así como por el aumento de la violencia y de la inseguridad,
comprobados además por estudios recientes a pequeña
escala. [...]
Hasta dentro de bastantes años
no vamos a poder conocer el impacto total de la guerra sobre
la salud [de los iraquíes], si es que algún día
llega a saberse. Serán necesarios sistemas de información
social y una buena sanidad para controlar las incidencias de
las enfermedades y las características de las que aparezcan,
incluyendo las condiciones en que han sido controladas previamente,
así como la salud física y mental. Si no se progresa
sobre los múltiples determinantes que se han visto en
este Informe -que a su vez se verán afectados por la situación
de seguridad y estabilidad- podría haber decenas de miles
de muertes más en los años inmediatos."
El programa
humanitario, bajo gestión de los ocupantes
El desmantelamiento del Estado
iraquí y sus instituciones, y la previsión de privatización
de los servicios públicos, incluida la sanidad, unidos
al hecho de que NNUU ha cedido a la Autoridad Provisional de
la Coalición (APC) -la administración de ocupación-,
como estipula la resolución 1483 de mayo de 2003, primero
la gestión de los fondos económicos del programa
"Petróleo por alimentos" (que fueron transferidos
al creado Fondo de Desarrollo de Iraq, bajo control de los ocupantes)
y después, a partir del 21 de noviembre de 2003, la gestión
del propio programa humanitario, auguran una grave crisis humanitaria
en Iraq. Las valoraciones sobre la capacidad de gestión
por parte de la APC de la asistencia humanitaria y, en concreto,
del mantenimiento de la cartilla de aprovisionamiento alimentario
que el gobierno iraquí aplicó muy eficazmente (según
han reiterado las Agencia de NNUU en estos años) desde
agosto de 1990 y hasta la invasión, son muy negativas
[5].
De esta cartilla de aprovisionamiento
alimentario (pero también de productos de higiene familiar)
depende cuando menos el 60% de la población iraquí,
es decir, casi 16 millones de personas [6]. Según
una estimación conjunta de la Agencia de NNUU para la
agricultura y la alimentación (FAO) y el Programa Mundial
de Alimentos hecha pública el pasado 23 de septiembre,
"el 80% de la población iraquí será
vulnerable a inseguridad alimentaria si las actuales raciones
de alimentos no siguen siendo accesible". Durante estos
meses de 2003 la población iraquí ha podido subsistir
gracias al adelanto por parte del depuesto gobierno iraquí,
antes del inicio de la invasión, de las raciones mensuales
de la cartilla correspondientes hasta el mes de octubre [7].
En un artículo publicado
en portada del diario árabe editado en Londres al-Quds
al-Arabi del 6 de diciembre de 2003, se podía lee
en el titular: "Los mercados de Bagdad sufren la subida
de precios y el escamoteo de la producción agrícola
al exterior". Según este medio: "La mayoría
de los iraquíes viven bajo el umbral de la pobreza".
Al-Quds al-Arabi advertía sobre una situación
sin perspectivas de mejorar dada la cercanía del invierno
y la subsiguiente reducción de la producción agrícola.
En las últimas semanas los precios agrícolas ya
se han multiplicado por tres al exportarse la producción
agrícola al exterior [8].
En el aspecto sanitario, el
Informe de Medact presenta igualmente una realidad extremadamente
grave:
"[...] [Tras la invasión]
ha habido un incremento dramático de las enfermedades
transmitidas por el agua, tales como enfermedades gastrointestinales,
tifus y cólera. Una valoración de la nutrición
tras la guerra [de 2003] hecha en Bagdad encontró que
la malnutrición aguda se había duplicado del 4%
en 2002 a casi el 8%, y que siete de cada 10 niños habían
sufrido diarreas (Unicef). Los principales riesgos para la salud
continúan siendo las enfermedades contagiosas, las deficiencias
nutricionales, los nacimientos sin atención médica
(el 48% de los partos se producen en los hogares), y las deficientes
condiciones crónicas físicas y mentales, aunque
no sean contagiosas."
Lo peor,
por venir
Lo peor, sin duda, está
por venir en Iraq. Esperamos que la difusión a través
de CSCAweb de este Informe -con algunas de cuyas recomendaciones
no es necesario coincidir- contribuya a alentar el compromiso
solidario con el pueblo iraquí bajo la ocupación,
en la línea de favorecer la recuperación inmediata
de su soberanía a fin de, frente a los proyectos de expropiación
y expolio de los ocupantes, poder poner en marcha un renovado
proyecto nacional que sitúe en el centro de sus preocupaciones
y estrategias la recuperación del bienestar y los derechos
sociales de la población iraquí y de sus futuras
generaciones. [CSCAweb]
Informe
"'Daños colaterales': los costes de la guerra sobre
la salud y el medio ambiente en Iraq, 2003" (21 págs.,
88 K)

Continuing collateral damage: The health and
environmental costs of war on Iraq, 2003 (16 págs., 363 K)

Notas:
1. Medact (www.medact.org) se presenta como
"una organización de profesionales de la sanidad
que debe su existencia al interés en poner de manifiesto
y actuar sobre las consecuencias de la guerra en la salud, en
la pobreza, en la degradación del medio ambiente y en
otras amenazas para la sanidad global".
2. www.ippnw.org
3. Título original Continuing Collateral Damage. The
Health and Environmental Costs of War on Iraq 2003.
4. Según datos de Naciones Unidas (NNUU), la coalición
multinacional ocasionó a Iraq durante la Guerra del Golfo
pérdidas en su infraestructura civil por valor de 22.000
millones de dólares.
5. Hird, N: "Iraqi Food Security in Hands of Occuping Powers",
Middle East Report Online, 2 de diciembre de 2003.
6. Referencia anterior.
7. Ibídem.
8. Al-Fanar, Revista de Prensa Árabe, 7 de
diciembre de 2003.
|