Homenaje
a las brigadas internacionalistas en Iraq
Acto de homenaje a
los más de cien hombres y mujeres que viajaron a Iraq
para oponerse a la guerra, de solidaridad con el pueblo iraquí,
y de denuncia de la ocupación y los Crímenes de
Guerra cometidos. Recital póetico, proyección de
fotografías y exposición.
Participan: Brigadistas, Santiago Alba, un representante
de ALA, familiares de José Couso, Gaspar Llamazares
y Paco Frutos
Organizan: PCE y CSCA
Colabora:
AC Estrella Roja
Cita: Sábado 13, 17:00 h, Pabellón de
Convenciones
Comunicación
a los/as brigadistas
Estimado/a
amigo/a:
En un iniciativa
conjunta de nuestras dos organizaciones, la Fiesta del PCE de
este año (Madrid, 12 al 14 de septiembre) quiere rendir
un homenaje al más del centenar de personas de todo el
Estado español que viajasteis a Iraq en el marco de la
iniciativa Brigadas a Iraq contra la Guerra, un acto que
ha de ser necesariamente también de renovación
de nuestro compromiso solidario con el pueblo iraquí y
de denuncia de la ocupación y de los crímenes de
guerra cometidos durante la invasión.
El acto se
celebrará a las 17:00 horas del sábado día
13 de septiembre, en el Pabellón de Convenciones, y contará
con diversas intervenciones y saludos, lectura de poemas y proyección
y exposición fotográficas.
Nos sería
muy grato contar con tu presencia en este acto que queremos sea
abierto, plural y participativo, espejo de las cualidades de
esa ciudadanía que se movilizó tan poderosa y creativamente
contra una guerra ilegal e inmoral, sustentada en mentiras cada
día más evidentemente puestas de manifiesto.
Para ello,
esperando contar con tu presencia, te hacemos llegar una entrada
a fin de poder acceder gratuitamente al recinto de la Fiesta,
en la Casa de Campo de Madrid [1]. Para cualquier aclaración
o sugerencia puedes dirigirte a nuestras organizaciones en los
puntos de contacto habituales.
Recibe nuestros
más afectuoso saludos
Iván
Álvarez
Director
de la Fiesta del PCE
Alberto
Cruz
Secretario
de Organización del CSCA
Madrid, 3 de
septiembre de 2003
Nota:
1. Para la
recepción de la entrada, dirigirse a los/as coordinadores/as
de cada Brigada o al CSCA en Madrid (teléfono: 91.531.75.99)
El patrimonio de las
'Brigadas a Iraq contra la Guerra'
Carlos Varea*
10 de septiembre de 2003
CSCAweb (www.nodo50.org/csca)
La Fiesta
del PCE homenaje este año a los más de cien hombres
y mujeres que viajaron a Iraq en la iniciativa 'Brigadas a Iraq
contra Guerra', un acto -plural y participativo- que ha de ser
de homenaje al propio pueblo iraquí y de solidaridad,
de denuncia de la ocupación y de los Crímenes de
Guerra cometidos. Por ello, además de otras intervenciones
y una lectura de poemas, el acto contará con la presencia
de los familiares de José Couso -cámara de televisión
asesinado por las fuerzas de EEUU en Bagdad el día 8 de
abril- y de un representante de la Asociación Libre de
Abogados, que informará sobre la marcha de la querella
popular presentada contra el gobierno español. Durante
el acto se proyectarán imágenes y se mostrará
una exposición sobre el Informe realizado por los brigadistas
sobre Crímenes de Guerra en Bagdad.
La Fiesta del PCE homenajea
este año al centenar largo de personas que de Cataluña,
Andalucía, Asturias, Cantabria, Canarias, Galicia, Madrid,
ambas Castillas y Euskal Herria viajamos a Iraq en cinco Brigadas
contra la Guerra a partir del 16 de Febrero, al día
siguiente a la jornada histórica de movilizaciones contra
la guerra. Explicábamos entonces esta iniciativa de la
Campaña Estatal por el Levantamiento de las Sanciones
a Iraq (CELSI) como una más del movimiento contra la guerra:
viajábamos a Iraq para expresar allí lo mismo que
quienes se quedaban acá, nuestra oposición a la
guerra, nuestra condena de la participación del Estado
español en la agresión, nuestra solidaridad con
el pueblo iraquí frente a la barbarie que gravitaba sobre
sus cabezas [1]. No éramos "escudos humanos",
una iniciativa esencialmente mediática, vacua, que por
estar protagonizada -si no por provocadores o free lances
tapados- por personajes sin anclaje organizativo alguno ni
conocimiento de la realidad que pretendían defender, se
tornó finalmente contra el movimiento internacional contra
la guerra y el propio pueblo iraquí. Nos considerábamos,
sencillamente, "ciudadanos entre ciudadanos". Y así
fue.
Ninguno de quienes viajaron
entonces a Iraq -sea cual fuera su valoración del régimen
iraquí ya depuesto- podrá negar esa capacidad admirable
del pueblo iraquí de recibirnos y acogernos con afecto
y, al mismo tiempo, con respeto y discreción. Siempre
amables, siempre sonrientes, contestaban a la pregunta una y
otra reiterada de si no temían la guerra con el ejemplo
de su día a día laborioso: resistir viviendo, resistir
trabajando, estudiando... como habían hecho durante una
década de sanciones. El embargo se diseñó
precisamente para destruir la única sociedad árabe
de Oriente Medio integrada, laicizada y cualificada, con recursos
y capacidad de desarrollo socioeconómico autónomo
al margen de los designios económicos de la globalización
capitalista. EEUU no lo logró, pese al millón y
medio de muertos y a las graves consecuencias del embargo en
todos los campos: pueblo victorioso, ya entonces victorioso
-como ha explicado Santiago Alba [2]-, a EEUU no le quedó
más alternativa que invadir Iraq.
Ya durante la guerra los hombres
y mujeres de Bagdad nos seguían reconociendo en los hospitales
y los barrios bombardeados como ciudadanos provenientes no de
un país agresor, sino de un país amigo, cuyas gentes
-como bien se conocía en las calles de la capital iraquí-
se había movilizado y seguía haciéndolo
contra la guerra. Hemos relatado en nuestras crónicas
diarias [3] como incluso durante la guerra Bagdad siguió
siendo una ciudad que admirablemente (el "milagro cotidiano",
lo denominábamos los y las brigadistas) mantuvo la normalidad
de su quehacer diario, ciudadano e institucional, pese al carácter
indiscriminado y continuo de los bombardeos de la aviación
estadounidense, que hemos querido explicar precisamente diseñado
de esta manera por el Pentágono como castigo a esa población
que resistía precisamente así, como lo había
hecho durante los 12 años previos de sanciones: siguiendo
adelante [4]. Es esta la conciencia admirable del pueblo
iraquí, universal, la que es preciso reivindicar y apoyar,
por cuanto es la imagen especular de nuestra solidaridad hacia
él.
Soberanía
y autodeterminación
Una vez ocupada la totalidad
de Bagdad (el día 9 de abril), las fuerzas de ocupación
alentaron sin duda el pillaje y el caos en la ciudad, a fin de
justificar su presencia como "fuerza de pacificación"
y ejército humanitario, habida cuenta que solo
una irrelevante minoría de ciudadanos (por no decir nadie
excepto un puñado de figurantes) había recibido
a los marines como libertadores. Junto con esta imagen
de un pueblo de ali-babás, la Administración
Bush ha procurado presentar la de una población caracterizada
-fragmentada, dividida y enfrentada- por la filiación
étnica y confesional de sus componentes. La reciente designación
por el administrador civil de la ocupación Bremer de un
Consejo Gubernativo y de un "gobierno" iraquíes
de 25 miembros son un ejemplo más de esta lógica.
El pueblo iraquí no
necesita ser administrado. Es más, las aspiraciones
democráticas del pueblo iraquí se dan de bruces
con el modelo de reparto de cuotas de poder que EEUU pretende
imponer en Iraq como complemento a sus planes de control del
país, de igual manera que nuestro concepto de democracia
se da de bruces con la concepción que tiene el presidente
Aznar, especialmente desde la guerra contra Iraq y su interesada
asociación a la "Guerra global y permanente contra
el terrorismo" de George W. Bush. EEUU y el Reino Unido,
el propio gobierno Aznar, no quieren la democracia en un país
cuya población la imaginó históricamente
como integral, es decir, no como la proliferación artificial
de partidos políticos todos ellos liberales y legitimados
por el ocupante y sometidos a él, sino como la expresión
genuina del ejercicio de su derecho a la soberanía y la
autodeterminación, que no es otra cosa que la gestión
social de sus propias riquezas y potencialidades. Esta es hoy,
nuevamente, como en el pasado siglo, la esencia de la emergente
resistencia del pueblo iraquí contra los ocupantes.
Los y las brigadistas que tuvimos
el privilegio de viajar a Iraq y convivir con su pueblo en aquellas
semanas en las que el curso de la Historia parecía poder
ser modificado, somos depositarios de este patrimonio común.
Nuestro homenaje es para él.
(*): Miembro del Comité
de Solidaridad con la Causa Árabe y coordinador en Bagdad
de la iniciativa 'Brigadas a Iraq contra la Guerra'
Notas:
1. Véanse
las actividades programadas
2. Véase en CSCAweb el texto de Santiago Alba: Basora,
Iraq: Pequeña galería de gente victoriosa
3. Véase en CSCAweb:
Crónicas
desde Bagdad
4. Véase en CSCAweb: Informe: 'Evaluación
de los ataques contra población civil de Bagdad llevados
a cabo por los gobiernos de EE.UU., Reino Unido y países
aliados entre los días 20 de marzo y 5 de abril de 2003'
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