Materiales
para la contestación
El futuro de Iraq
se decidirá en Madrid
Herbert Docena*
15
de octubre de 2003
'Focus on the Global South', octubre de 2003
Traducción: Loles Oliván (www.nodo50.org/csca)
"La posibilidad de
obtener miles de millones de dólares de los donantes parece
depender exclusivamente de que EEUU cierre el grifo de las oportunidades
de hacer negocios en Iraq al dominio de sus empresas o las reduzca.
La pregunta ante la Conferencia de Donantes de Madrid es si la
ocupación seguirá estando bajo el control corporativo
unilateral o pasara al multilateral. Y como lo que los países
donantes estarán prometiendo será el dinero de
sus contribuyentes, la pregunta es también si los contribuyentes
del mundo están dispuestos, frente a la reluctancia de
los 'libertadores', a financiar esta invasión corporativa
multinacional. El impulso del dinero es lo único que mantiene
todavía esta ocupación."
Los
días 23 y 24 de octubre EEUU se sentará en Madrid
con ricos países prestamistas, con el Fondo Monetario
Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) durante una Conferencia
Internacional de Donantes para Iraq [1]. El FMI, el Banco
Mundial y Naciones Unidas (NNUU) ya han estimado previamente
que Iraq necesitará 36 mil millones para su reconstrucción
en los próximos cuatro años, además de 19
mil millones para otros menesteres no militares calculados por
el régimen de ocupación estadounidense [2].
A falta de otras opciones, EEUU se pondrá a "pasar
la gorra".
Esta reunión podría ser un punto de inflexión
para la ocupación porque si la gorra vuelve llena
o no a EEUU determinará que la Administración Bush
pueda seguir manteniendo la ocupación. La decisión
de contribuir [económicamente] por parte de los países
donantes depende, en cambio, de que en un país ocupado
siga dominando el control económico unilateral o que el
dominio se convierta en multilateral.
"Esto no tiene nada que ver
con el petróleo"
EEUU se está viendo forzado a volver a los países
prestamistas, incluso a los que se opusieron a la guerra como
Francia y Alemania, y a las instituciones financieras internacionales,
porque no hay nadie más a quien acudir. EEUU tenía
inicialmente dos opciones: dirigirse a los iraquíes o
a los contribuyentes estadounidenses [3].
Pocas semanas después de que Bush anunciase el fin
de "las principales hostilidades" en Iraq, EEUU se
las arregló para que se aprobase la resolución
1483 de NNUU [4], que creaba el denominado Fondo para
el Desarrollo de Iraq. Bajo este Fondo, todo el pasado y el futuro
de los ingresos de crudo iraquí, así como los activos
financieros del anterior gobierno de Iraq localizados en cualquier
parte del mundo quedarían situados bajo el control directo
de EEUU y supervisados por el FMI y el Banco Mundial, dos instituciones
en las que EEUU tiene un considerable poder de voto.
La resolución [1483] fue aprobada por el CS de NNUU debido
a que EEUU aseguró a Rusia, Francia y China que todos
los contratos firmados por sus empresas nacionales en el marco
del programa de NNUU "Petróleo por alimentos"
durante el régimen de sanciones sería respetado
por la autoridad de ocupación y por cualquier gobierno
interino posterior [5]
El Fondo para el Desarrollo está dirigido a financiar
la rehabilitación de todo lo que ha sido devastado por
la guerra. La oportunidad de las corporaciones para hacerse cargo
de esta reconstrucción ha sido hasta ahora, sin embargo,
una cuestión reservada exclusivamente a EEUU. Y como la
mayoría de los contratos se negocian sobre la base de
costes añadidos, el precio de la reconstrucción
es demasiado elevado para los contratistas seleccionados. En
otras palabras, lo que se pague a Kellogg, Brown
and Root por reparar los campos petrolíferos
iraquíes y sus maquinarias, por ejemplo, será financiado
por los ingresos del petróleo iraquí a un precio
determinado por la propia [empresa] Kellogg, Brown
and Root.
¿Pagar para ser robado?
Además de financiar la reconstrucción, el Fondo
será utilizado por EEUU para apuntalar los créditos
garantizados por el gobierno de EEUU, así como para financiar
directamente las inversiones de las empresas [estadounidenses]
en Iraq.
Según una nota de prensa del Banco de EEUU para la
Exportación y la Importación, que oficialmente
tiene como principio promover el comercio en el exterior, el
Fondo se utilizará para prestar dinero a las compañías
estadounidenses que deseen hacer negocios en Iraq. Pocos bancos
privados temerosos de los riesgos estarán dispuestos a
dar dinero a ningún inversor que solicite créditos
para abrir un negocio en un Iraq todavía en guerra. Pero
con el Fondo para el Desarrollo habría montones de dinero
para los empresarios atrevidos, aventureros o simplemente cazadores
[6].
Y en Iraq, habría montones de negocios alrededor. El
ministro de Finanzas del secuestrado por EEUU Consejo Gubernativo
de Iraq, Kamel al-Kelani, anunció el pasado 21 de septiembre
que todos los activos de Iraq y todas las empresas de propiedad
del Estado, excepto la industria petrolera, serán puestas
a la venta. Por su buena disposición, los compradores
podrán hacerse con el 100% de la propiedad de sus adquisiciones,
[podrán] repatriar la totalidad de sus beneficios y [serán]
cargados con un mínimo impuesto [7]. Dadas las
actuales condiciones de Iraq, los artículos en oferta
van a resultar extraordinariamente baratos. Pero en unos pocos
años más, lo que se haya comprado a precio de saldo
con los ingresos del petróleo iraquí, podrá
ser vendido con un precioso margen de ganancias.
Hacer uso de los activos iraquíes para la reconstrucción
significa que los propios iraquíes serán quienes
paguen la reconstrucción de lo que EEUU ha destruido.
Esto es una violación de la Convención de Ginebra
que inequívocamente declara que la asistencia humanitaria,
la ayuda, la reconstrucción y otros gastos asociados al
desarrollo son una obligación legal y moral de las fuerzas
ocupantes. El uso del dinero de los iraquíes para financiar
el proyecto de privatización masiva de su economía
significa que los propios iraquíes tendrán que
pagar a las corporaciones de EEUU para comprarles sus propios
activos.
Petróleo de poca confianza
Pero el petróleo iraquí, aunque definitivamente
abundante, no es suficiente, al menos por ahora. Para disgusto
de los planificadores de la guerra, el petróleo que ha
salido de Iraq solo ha podido alcanzar alrededor de un millón
de barriles por día, mucho menos de que las estimaciones
en las que EEUU basó su planificación [8].
Los analistas mantienen que tendrán que pasar otros 18
meses más para que la producción pueda incluso
comenzar a alcanzar los niveles anteriores a la guerra, 3 millones
de barriles por día, e incluso mucho más para superarlos.
Añádase un par de años más a ello
si el ritmo de sabotajes a los oleoductos se mantiene.
Una peor noticia es que hasta los gigantes de las multinacionales
del petróleo se están manteniendo a distancia.
"Tiene que haber verdadera seguridad, una autoridad legítima
y un proceso legítimo [...] con los que podamos negociar
acuerdos que durarán durante décadas", ha
declarado Sir Sir Philip Watts, presidente de la Royal Dutch/Shell.
Cuando la autoridad legítima lo sea en beneficio de Iraq,
iremos y la reconoceremos [9]. Falta por ver a través
de las acciones de la industria del petróleo si Watts
considera legítimo al Consejo Gubernativo iraquí
instalado por EEUU, y uno de cuyos miembros ha sido ya asesinado
por la resistencia.
En un intento de solucionar sus problemas de liquidez, EEUU
está considerando convertir las expectativas de los futuros
ingresos del petróleo en seguros comerciables que puedan
ser vendidos a precios rebajados en la actualidad [10].
Esto promete ser una medida controvertida no solo porque podría
indicar que EEUU permanecerá en Iraq por largo tiempo,
sino porque como otras decisiones, suscita el interrogante de
si EEUU tiene el derecho a decidir sobre cuestiones que normalmente
deberían estar reservadas a gobiernos legítimos
y soberanos.
El debate sobre seguridad nacional
Si un invasor no puede contar con el invadido para que financie
su ocupación, entonces probablemente contará con
sus contribuyentes en cuyo beneficio se lanzó la invasión
en primer lugar.
No en este caso. La Administración Bush acaba de conceder
a sus contribuyentes más ricos la exención de 1,8
billones de dólares en impuestos pero no puede hacer frente
al gasto de 20 mil millones en el pueblo que "acaba de liberar".
Solo hace una semana [el 2 de octubre], los republicanos anularon
los esfuerzos de los demócratas para financiar la guerra
mediante el aumento de impuestos a los estadounidenses más
acomodados [11], un número de los cuales se beneficiará
generosamente del boom post-invasión en Iraq. El
vicepresidente Dick Cheney -quien supuestamente presionó
a las agencies de inteligencia para que exagerasen los hallazgos
[de armamento de destrucción masiva] en Iraq- todavía
sigue manteniendo intereses financieros en Halliburton,
según confirmó recientemente el Servicio de Investigación
del Congreso estadounidense [12].
La reducción de impuestos y los inmensos costes de
la guerra deberían ponerse en el contexto del abierto
y sin parangón del déficit presupuestarios y comercial
al que hace frente actualmente la débil economía
estadounidense. El déficit comercial está rozando
el peligroso 5% y sigue aumentando; el agujero presupuestario
ha sido un retroceso respecto a la promesa de los años
anteriores de superávit ininterrumpido para el futuro.
A cinco mil millones de dólares mensuales, el coste de
la ocupación de Iraq excluida la reconstrucción,
está alcanzando ya al de Vietnam [13].
Si Bush no ha caído ya políticamente por el
asunto de las armas de destrucción masiva que todavía
tienen que ser descubiertas o por el de las filtraciones de inteligencia,
sus apoyos entre los legisladores podrían quebrarse por
esta cuestión de los fondos. Teniendo en cuenta que lo
que se está cerrando podría ser todo menos que
una carrera lisa para la petición de fondos de Bush, los
demócratas están denominando a los debates [que
están teniendo lugar] en el Congreso "el debate de
más trascendencia sobre Seguridad Nacional de toda una
generación" [14]. Un debate que Bush podría
perder.
"Usad su petróleo pero
no nuestros impuestos"
Los políticos estadounidenses, especialmente aquellos
del partido de la Administración, están irritados
con la idea de que EEUU deba pagar por restablecer las mismas
cosas que ha destruido en Iraq. Los republicanos están
convencidos de que EEUU tiene obligaciones y de que cualquiera
de los fondos estadounidenses que se usen para la reconstrucción
de Iraq deben ser tratados como créditos y no como ayudas.
Si esto se aprueba -y las expectativas de que así sea
son altas-, los iraquíes recibirán dinero de EEUU
en préstamo para que luego lo devuelvan a las corporaciones
estadounidenses que reconstruirán casi todo en su país:
desde carreteras a escuelas y generadores eléctricos.
Al utilizar dinero prestado por EEUU los iraquíes tendrán
que pagar a esas mismas corporaciones que no hubieran accedido
a ningún negocio en Iraq si la guerra no se hubiese producido.
El senador Byron Dorgan, que podría no haber sido adecuadamente
instruido sobre la situación petrolífera, insiste
en que EEUU "no debe cargar solo con todo el fardo. Iraq
tiene suficiente petróleo para pagar parte de las tareas
de la reconstrucción" [15].
El secretario de Defensa Donald Rumsfeld es más inflexible:
"no creo que sea nuestro trabajo reconstruir ese país
tras 30 años de control económico centralizado
al estilo estalinista", declaró, como si el daño
causado no tuviera nada que ver con los misiles crucero y un
embargo de una década de duración. "La infraestructura
de ese país no ha sido en absoluto terriblemente dañada
por la guerra" [16].
Sin embargo, que los contribuyentes no se hagan cargo de la
factura de la guerra será desastroso. Habiendo calculado
el coste de la guerra y de la ocupación, el economista
de la Universidad de Yale William Nordhaus alertaba de que si
los contribuyentes declinan pagar los gastos para asegurar el
saneamiento de Iraq a largo plazo "EEUU podría dejar
tras de si montañas de basura y una muchedumbre de gente
enfadada" [17].
Pero EEUU no se irá este año. Habiendo pasado
la gorra a los iraquíes liberados y a los
supuestos libertadores, los contribuyentes estadounidenses, y
no siendo aún suficiente, la Administración Bush
ha vuelto a NNUU, a las ricas naciones prestamistas y a las instituciones
financieras internacionales para hacer dinero rápidamente.
En un borrador de nueva resolución [sobre Iraq] de
NNUU que ha sido presentado al Consejo de Seguridad pero que
ha sido denunciado por el usualmente complaciente secretario
general Kofi Annan, EEUU "llama a los Estados miembros
y a las instituciones financieras internacionales a intensificar
sus esfuerzos para asistir al pueblo iraquí en la reconstrucción
y desarrollo de su economía". Igualmente "llama
a los Estados miembros y a las organizaciones concernidas a que
ayuden a satisfacer las necesidades del pueblo iraquí
proporcionando los recursos necesarios para la rehabilitación
y la reconstrucción de la infraestructura económica
iraquí".
La misma resolución pide incluso que sea NNUU quien
financie el proceso electoral iraquí. "[...] Solicita
al secretario general que asegure que los recursos de NNUU y
de los organismos asociados estén en disposición,
si lo solicita el Consejo de Gobierno de Iraq, de ayudar a establecer
un proceso electoral en Iraq [...]". Esto se ha incorporado
con el fin de dar a los iraquíes el regalo de la democracia,
según el propio Bush había declarado anteriormente.
Con esta resolución, EEUU está ahora pidiendo a
terceros que paguen su regalo.
Un trozo del pastel
Los últimos informes indican sin embargo que EEUU ha
encontrado tal oposición en NNUU [a este borrador de resolución]
que ha abandonado toda la resolución en su conjunto [18].
Ello deja a EEUU con la opción de Madrid.
En Madrid, EEUU intentará solicitará el apoyo
firme de países que se opusieron a la invasión,
así como a las instituciones financieras internacionales
como el Banco Mundial, que se ha estado jactando de su papel
de financiador de la reconstrucción de áreas de
conflicto como Mozambique, Uganda, Timor Oriental y Palestina,
y que ha recogido beneficios en la forma de pagos por intereses
en todos los procesos [donde ha intervenido].Todo lo que EEUU
necesita al "pasar la gorra" para convencer a esos
países e instituciones de que todo el dinero que pongan
será dinero bien invertido.
Hasta ahora, no parece que sea demasiada motivación.
A comienzos de octubre, se informó de que la UE estaba
planteándose dar solo un mínimo de 250 millones
de dólares. Esta cantidad no es ni siquiera el 1% del
total requerido, y se dice que los representantes estadounidenses
están en estado de shock por la cantidad. Canadá,
por su parte, está dispuesta a compartir 200 millones
de dólares [19]. Sólo Japón parece
estar dispuesto a dar una suma relativamente fuerte de cinco
mil millones de dólares y los representantes japoneses
han sido muy francos sobre la razón por la que la concederán:
la dependencia del petróleo de Oriente Medio [20].
Y aún así, cuando se suman todas esas cantidades
el resultado es una suma insignificante en comparación
con los 35 mil millones solicitados.
Todo ello podría cambiar, no obstante, con una simple
garantía: "Tenéis que ofrecerles una pieza
del pastel", aconsejó el político francés
y ex representante de NNUU en Kosovo Bernard Kouchner [21].
Con 100 mil millones de dólares o más en juego
-por ser uno de los más jugosos programas de reconstrucción
de décadas [22] - habrá un buen pastel para
repartir.
No será un encuentro caritativo
Según The Washington Post, Alemania y Francia
y otros donantes potenciales han indicado hace tiempo su voluntad
de poner dinero encima de la mesa si sus compañías
reciben más oportunidades para formar parte en la bonanza
multibillonaria de reconstrucción posbélica de
Iraq. Estarán más dispuestos a conceder dinero
si se les asegura que las corporaciones estadounidenses no expulsarán
de Iraq a sus propias compañías [23]. En
otras palabras, los potenciales donantes únicamente firmarán
cheques en Madrid si sus empresas obtienen garantías de
recibir una invitación cuando se trocee el pastel.
Hasta ahora, han tenido que conformarse con las migajas. Las
leyes federales de EEUU decretan que los contratos del gobierno
para Iraq solo pueden dirigirse a corporaciones de EEUU que,
a cambio, disponen de libertad para elegir a sus subcontratistas
según sus necesidades. Halliburton y Bechtel
han sido asediadas de ofertas de trabajo de subcontratación
en las oficinas de sus empresas así como en Oriente Medio
por multitud de compañías y "buscadores de
oro" de todas las partes del mundo [24]. Asía
es cómo compañías no estadounidenses se
las han arreglado para conseguir alguna participación.
La actual división del botín podría cambiar
dependiendo de que algunos gobiernos sean capaces de regatear
para obtener más concesiones a cambio de dar dinero para
las tareas de la ocupación. Seguramente, las naciones
prestamistas insistirán en un buen pellizco para hacer
dinero fácil. La reunión de Madrid no será
un encuentro caritativo.
¿Unilateral o multilateral?
Lo que los negociadores gubernamentales de los [países]
donantes se llevarán en sus bolsillos a Madrid, sin embargo,
no será su dinero personal ni tampoco el de sus empresas
sino el de los contribuyentes de sus países. La Conferencia
[de Donantes] de Madrid es un esfuerzo de la Administración
Bush para transferir el fardo de Iraq desde EEUU a -digámoslo-
los contribuyentes franceses, japoneses y alemanes. Pedir dinero
prestado al FMI y al Banco Mundial en nombre del pueblo iraquí
significará pasar la onerosa carga a las futuras generaciones
de Iraq que habrán quedado endeudadas con las instituciones
financieras internacionales y sujetas a sus condiciones. De la
carga que soportarán, otros se encargarán de recoger
los beneficios.
Que EEUU siga considerando todavía que es financieramente
rentable seguir ocupando Iraq depende de lo siguiente: de lo
rápido que las riquezas del crudo iraquí puedan
convertirse en dinero contante y sonante; de la voluntad de los
contribuyentes de EEUU para ceder su dinero; y de la disposición
de los países donantes para conceder fondos. Los iraquíes
parecen no figurar en ninguna parte de la ecuación. Depender
del petróleo es simplemente imposible hoy por hoy. Mientras
esto no se consiga, lo segundo podría seguir siendo una
opción pero no algo que Bush -el campeón de los
recortes de impuestos para los ricos y presidente de una economía
débil y deficitaria- esté realmente dispuesto a
promover. Lo tercero, entonces, podría ser la única
opción disponible que queda.
Pero, a cambio, la posibilidad de obtener miles de millones
de dólares de los donantes parece depender exclusivamente
de que EEUU cierre el grifo de las oportunidades de hacer negocios
en Iraq al dominio de sus empresas o las reduzca. La pregunta
ante [la Conferencia de Donantes de] Madrid es si [la ocupación]
seguirá estando bajo el control corporativo unilateral
o pasara al multilateral. Y como lo que los países donantes
estarán prometiendo será el dinero de sus contribuyentes,
la pregunta es también si los contribuyentes del mundo
están dispuestos, ante a la reluctancia de los libertadores,
a financiar esta invasión corporativa multinacional.
Una cosa está clara: el impulso del dinero es lo único
que mantiene todavía esta ocupación. Esta fue una
guerra elegida y no por necesidad, y las encuestas de opinión
siguen aumentando en el sentido de que más y más
gente consideran que fue una elección incorrecta. Sin
garantías de respaldo financiero y público, las
tropas de EEUU y el equipo de Halliburton podrían
tener que hacer el equipaje en un momento dado. Sin dinero que
mantenga la ocupación hay una oportunidad real de que
la empresa liderada por EEUU en Iraq pueda desenmarañarse
no en Bagdad, sino en Madrid.
Notas del autor y de CSCAweb:
1. Véase
en CSCAweb: Contra
la "Conferencia de Donantes para Iraq" de Madrid: Ni
un dólar ni un soldado para apuntalar la ocupación
de Iraq
[Nota de CSCAweb].
2. The New York Times, 2 de octubre de 2003.
3. Véase en CSCAweb: Phyllis Bennis: Iraq, Naciones
Unidas y las corporaciones estadounidenses [Nota de CSCAweb].
4. Véase en CSCAweb: El Consejo de Seguridad 'legitima'
la ocupación de Iraq y ratifica la administración
colonial de EEUU sobre el país [Nota de CSCAweb].
5. Michael Renner, "The Other Looting," Foreign
Policy in Focus, July 2003.
6. Véase: Steve Kretzmann y Jim Vallete, "Operation
Oily Immunity," CommonDreams.org, 23 de Julio de
2003.
7. The Independent, 22 de septiembre de 2003.
8. Houston Chronicle, 23 de septiembre de 2003.
9. Financial Times, 24 de julio de 2003.
10. Los Angeles Times, 11 de julio de 2003.
11. The Washington Post, 3 de octubre de 2003.
12. The Washington Post, 3 de septiembre de 2003.
13. USA Today, 8 de septiembre de 2003.
14. Christian Science Monitor, 7 de octubre de 2003.
15. Financial Times, 3 de octubre de 2003.
16. Seattle Times, 11 de septiembre de 2003.
17. Yale Herald, 15 de noviembre de 2002.
18. The New York Times, 8 de octubre de 2003.
19. The New York Times, 2 de octubre de 2003.
20. Financial Times, 6 de octubre de 2003.
21. The International Herald Tribune, 18 de marzo de 2003.
22. The New York Times, 11 de abril de 2003.
23. The Washington Post, 26 de junio de 2003.
24. The New York Times, 21 de mayo de 2003.
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