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La nueva edición de la revista Soho promete ser un éxito, dice Semana[1]. En ella se desnudarán una ex detective del DAS y una supuesta ex guerrillera fariana, que pareciera que ha pasado más tiempo en el gimnasio haciendo zumba que en las “montañas de Colombia”. Sería supuestamente un homenaje a la reconciliación. ¡Qué vaina! Tanto se ha dicho que las mujeres no han tenido suficiente participación en el proceso de paz y ahora esto. Mientras los medios han prácticamente invisibilizado la participación de mujeres en la delegación de paz de las FARC-EP, la revista Soho muestra cuál es el rol que tienen las guerrilleras en la construcción de paz: *empelotarse*. Operarse, convertirse en muñecas del narcotráfico, en chicas pre-pago al servicio de diplomáticos gringos, alimentar las fantasías machistas de la trogloditamente sexista sociedad colombiana. Las desmovilizadas tendrán que aspirar a convertirse en esa vieja clonada que mueve el culo y las tetas en todos los videos que sacan cantantes paisas de mala muerte. Entrar al mercado de la carne que alimenta a esta monstruosa industria de la belleza, de la fantasía, del turismo sexual, de las taras y las frustraciones glamorosas. La mujer pasiva, como una fruta madura, lista para ser consumida por quien tenga la capacidad de pagar el precio.
“La vida es bella para cualquiera que supere las fronteras de la existencia”
-Émile Armand-
La frontera es un tránsito social entre dos culturas. Restringido al ámbito político, este término se refiere a una región o franja, mientras que el término límite está ligado a una concepción imaginaria.
Los Estados tienen una característica esencial: la soberanía, esto es, la facultad de implantar y ejercer su autoridad de la manera en la que lo crean conveniente. Para que el ejercicio de la soberanía por parte de los Estados no perjudique a otras naciones, se crean límites definidos en porciones de tierra, agua y aire. En el punto preciso y exacto en que estos límites llegan a su fin es cuando se habla de fronteras.
Para las ciencias sociales, la trashumancia se define como un tipo de pastoreo en continuo movimiento, adaptándose en el espacio a zonas de productividad cambiante. Se diferencia del nomadismo en tener asentamientos estacionales fijos y un núcleo principal fijo (pueblo) del que proviene la población que la práctica.
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