CUESTIONES
METODOLÓGICAS
DE LA DISCUSIÓN POLÍTICA CON EL BIPR
Concepto de crisis revolucionaria y realidad
de la lucha de clases en Argentina.
El centro de la discusión está en que, para el BIPR, los acontecimientos
que detonaron en Argentina a raíz de la confiscación de los depósitos bancarios
en diciembre de 2001, reunían todos los ingredientes de una crisis revolucionaria.
Ellos así lo han dicho:
<<Hoy
en día —al menos en América Latina— hemos entrado en un periodo de aguda crisis
económico-política y de abierta confrontación social. En este contexto la revolución
adquiere de nuevo actualidad histórica>> (BIPR: "Cuestiones metodológicas de la discusión política con el GPM"
¿Cómo define la memoria histórica del movimiento político
del proletariado las crisis revolucionarias? Lenin lo sintetizó entre mayo y
junio de 1915 comentando el "Manifiesto
de Basilea" salido del Congreso socialdemócrata de 1912 ante la inminencia
de la primera guerra mundial. El primer requisito, es que tienen que presentarse
determinadas condiciones excepcionales, que hagan imposible a las clases dominantes
"mantener inmutable su dominación",
esto es, que no puedan seguir dirigiendo el proceso de explotación mediante
las formas de gobierno habituales, porque en ese dominio
"se ha abierto una grieta por la que irrumpen el descontento y la indignación
de las clases oprimidas".
Pero Lenin señala seguidamente de modo implícito que
esta condición no basta. Falta que la grieta sea lo suficientemente grande,
de una "intensificación considerable"
y con una:
<<....capacidad
de la clase
revolucionaria de llevar a cabo acciones
de masa lo suficientemente fuertes para quebrantar el viejo Estado[26],
que nunca, ni siquiera en las épocas de crisis, "caerá" si no se le
"hace caer". Tales son los puntos de vista marxistas sobre la revolución,
infinidad de veces desarrollados y reconocidos como indiscutibles por todos
los marxistas, y que, para nosotros, los rusos, obtuvieron clarísima confirmación
en la experiencia de 1905>> (V.I. Lenin: "La bancarrota
de la Segunda Internacional" mayo-junio de 1915)
Fijémonos que Lenin, no casualmente puso énfasis (escribiéndolo
en cursiva) sobre el carácter proletario ("la clase revolucionaria") de ese "descontento e indignación", así como en su fortaleza suficiente
como para hablar de una crisis burguesa.
¿Se dio la primera de estas condiciones en Argentina?
Pues, categóricamente, no. La prueba
está en que ese descontento sólo pudo
provocar dos cambios de gobierno "democráticos" -probablemente los más débiles de Argentina
en toda su historia republicana- pero que, a juzgar por los hechos, ni de lejos
alcanzó siquiera a insinuarse como una crisis de Estado.
Respecto de su naturaleza de clase, compartiendo una
posición ultraminoritaria dentro y fuera del país, nosotros lo hemos señalado
con toda claridad: "la clase obrera, como tal, no está protagonizando el
proceso":
<<Si
algo diferencia al gobierno de Duhalde y explica su precaria estabilidad respecto
de sus dos inmediatos antecesores, es el hecho de que, hasta hoy, cuenta con
el apoyo de la burocracia sindical que mantiene a los asalariados en activo
completamente al margen de toda esta movida.>> (GPM: "Práctica política espontaneísta y teoría económica
estancacionista" Punto 2)
Un año después, los hechos demuestran que
el bloque de poder gubernamental entre la fracción política del peronismo liderada
por Duhalde y la burocracia sindical, se mantiene, y el dique de contención
"democrático" sigue en su sitio. A pesar de la precariedad e impopularidad
manifiesta del gobierno Duhalde, ni siquiera hubo necesidad de decretar el Estado de sitio. Por tanto,
hasta la apertura del "corralito", la alianza informal entre la pequeñoburguesía
y el movimiento piquetero, ha estado bastante lejos de cumplir la primera condición
de una crisis revolucionaria.
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