La cumbre de
Sharm el Sheij y la condonación de la deuda a Iraq
Un acuerdo que refuerza
el mantenimiento de la ocupación mientras oculta el genocidio
de Faluya
Alberto Cruz
CSCAweb
(www.nodo50.org/csca), 29 de noviembre de 2004
"El
movimiento de solidaridad debe pasar a la acción, hay
que hacer frente a ese frente, valga el juego de palabras, con
un apoyo incondicional a la resistencia, que debería contar
con la decidida voluntad de todas las fuerzas antiimperialistas
del mundo, de todas aquellas fuerzas, políticas o sociales,
que defienden la autodeterminación de los pueblos en el
convencimiento de que su lucha es por la dignidad y soberanía
de Iraq. Esa debe ser la tarea de los grupos y organizaciones
que afirman luchar "por la retirada de las tropas de ocupación
en Iraq, por el final inmediato a los bombardeos y por la restitución
inmediata de la soberanía a los iraquíes"
pero que, en la práctica, sienten aversión al debate
sobre la resistencia y el derecho de los pueblos a utilizar todo
tipo de medios, incluyendo el uso de la fuerza armada, para recuperar
su soberanía. Un paso significativo, una muestra de que
el sentimiento y la acción van unidos, sería que
en las próximas citas de los foros, allá donde
se celebren, se otorgue un papel predominante, y un reconocimiento
explícito, a los representantes de la resistencia"...
Los días 22 y 23 de
noviembre, en plena ofensiva contra Faluya, 16 países
y 4 organizaciones internacionales (ONU, UE, Liga de Estados
Árabes y Conferencia Islámica) discutieron en Sharm
el Sheij (Egipto) el futuro de Iraq. El hecho mismo de que su
celebración se haya producido a escasos dos meses de las
tan anunciadas elecciones del 30 de enero pone de manifiesto
el esfuerzo de los ocupantes y sus colaboracionistas iraquíes,
con la aquiescencia del resto de participantes, de intentar achacar
el fracaso en la participación electoral a la "violencia",
es decir, a la resistencia y enfrentar a ésta con la comunidad
internacional, incluyendo a los países árabes e
islámicos.
Mientras los soldados ocupantes
arrasaban Faluya, el hedor de la muerte no llegaba hasta los
confortables hoteles del balneario donde se reunían los
participantes, se pasaba sobre el mismo como la luz por el cristal,
sin tocarlo ni mancharlo. Los ministros de Asuntos Exteriores
de Egipto, Siria e Irán hicieron vagas referencias al
genocidio de Faluya y a la destrucción de las instituciones
públicas iraquíes condenando, al mismo tiempo,
el terrorismo. Pero no hicieron ni una sola alusión al
culpable de la actual situación de Iraq, Estados Unidos,
ni hicieron mención alguna a la solidaridad, siquiera
retórica, con la resistencia iraquí. El iraní
llegó a utilizar el doble lenguaje de condenar el bombardeo
de ciudades y las acciones violentas de la resistencia. Ellos,
como el resto de participantes, pidieron la retirada de las tropas
extranjeras "tan pronto como sea posible", aceptando,
de hecho y de derecho, el calendario estipulado por los ocupantes.
La intervención estos ministros pone de manifiesto la
naturaleza de sus respectivos gobiernos.
Se prometió a los iraquíes
ayuda para recuperar su país y construir una sociedad
democrática a pesar del anunciado boicoteo de casi medio
centenar de organizaciones políticas, sociales y religiosas
de las elecciones del 30 de enero. Y todo ello aprobando un comunicado
oficial al término de la reunión que no recoge
una fecha para el fin de la ocupación que se mantendrá,
al menos, hasta 2006. Un nuevo triunfo político de EEUU,
una nueva muestra de la sumisión de Europa al designio
imperial, pese a las matizaciones de Francia. Una nueva muestra
del absoluto servilismo de la ONU y de su más infame secretario
general, Kofi Anan, el más sumiso de toda la historia
a los intereses de EEUU y quien, pese a todo, se ve envuelto
ahora en una campaña en su contra que le puede costar
la reelección. Una nueva muestra de la naturaleza de los
gobiernos árabes, puesta de manifiesto en innumerables
ocasiones, desde la lucha palestina por sus derechos nacionales
especialmente durante esta segunda intifada y la guerra
de Iraq.
El comunicado oficial hecho
público al término de la conferencia, que se adjunta,
dice que el mandato de las fuerzas de ocupación, ahora
denominadas "multinacionales" no es ampliable y que
sí tiene fecha de caducidad: la finalización del
"proceso político" que se pone en marcha a raíz
de la Resolución 1546 del Consejo de Seguridad de la ONU
del pasado mes de junio. Pero da la casualidad que dicha resolución
no establece fecha fija alguna para la salida de Iraq de las
fuerzas de ocupación, indicando, además, que su
mandato será evaluado a partir del 31 de diciembre de
2005. Se indica, también, que la ocupación podría
terminar en cualquier momento a petición del gobierno
colaboracionista [1].
La Resolución
1546 y el documento de Sharm el Sheij
Hay que mencionar que la Resolución
1546 legalizó a posteriori la ocupación unilateral
de los Estados Unidos, dándole una apariencia multilateral
[2]. Es decir, solo otorgaba una ilusión de legitimidad
y es solo un triunfo modesto del multilateralismo que decían
preconizar las potencias regionales que se opusieron a la guerra:
Francia, Rusia y China. Hay que recordar que el mencionado "gobierno
inerino", como se recoge tanto en la Resolución 1546
como en el documento de Sharm el Sheij, no es soberano porque
no ha sido elegido por el pueblo iraquí sino seleccionado
por el enviado del secretario general, Lakhdar Brahimi, quien
a la vez recibió fuertes "sugerencias" de Paul
Bremer, el procónsul estadounidense que estuvo al frente
de la Autoridad Provisional de Ocupación. Sin embargo,
a este "gobierno interino" se le ha concedido reconocimiento
legal pese a que no tiene legitimidad nacional y es abiertamente
rechazado por la gran mayoría del pueblo iraquí.
Toda una lección de la democracia que se quiere implantar
en Oriente Medio.
De igual manera, la fuerza ocupante pasaba a ser considerada
"fuerza multilateral" a pesar de que más del
90% de sus efectivos son de EEUU y su legitimidad, ante los iraquíes,
pasaba a estar justificada en unas cartas anexas a la Resolución
1546 intercambiadas entre el primer ministro colaboracionista,
Iyad Alaui, un antiguo agente de la CIA, y el entonces Secretario
de Estado de los EEUU, Colin Powell. Ahí se puede leer,
no sin sonrojo, que "pedimos una nueva Resolución
sobre el mandato de una Fuerza Multinacional que contribuya a
mantener la seguridad en el Iraq, incluso con las tareas y los
mecanismos expuestos en la carta dirigida al Presidente del Consejo
de Seguridad de las Naciones Unidas por el Secretario de Estado
Colin Powell" [3]. Toda una muestra de la soberanía
e independencia del "gobierno interino" que sanciona
y ampara la comunidad internacional.
Con la Resolución 1546
se cerraron todas las vías de negociación posible
entre los diferentes sectores iraquíes al pasar a ser
considerada la resistencia como ilegal dado que, al legitimar
la ocupación la ONU, quien pasa a estar al margen de la
legalidad internacional es la resistencia. De ahí que
tanto entonces, como ahora en el documento de Sharm el Sheij,
no aparezca una sola referencia a ella y sí el manido
calificativo de "terrorismo". Con ello cualquier tentativa
de diálogo, como se recoge en el apartado 4 del citado
documento aprobado en el balneario egipcio, está abocada
al fracaso y lo único que queda es la guerra abierta,
la apuesta de los EEUU ante el fracaso de la ocupación
y la evidencia de que no se puede permitir una derrota en Iraq
puesto que ello debilitaría su control de otras zonas
del mundo.
En el documento final de Sharm
el Sheij se habla del "papel principal" que tendrá
la ONU en todo el "proceso político", mencionando
específicamente el apoyo a las elecciones de enero, pero
no especifica cuáles serán los mecanismos que la
ONU va a utilizar para cumplir con el papel que teóricamente
se le viene asignando desde que en mayo de 2003 George W. Bush
dio por terminada la guerra. Tampoco se menciona el boicot anunciado
por 47 organizaciones políticas y sociales y la petición
que hacen las mismas para que haya una supervisión internacional
de las mismas, especialmente de países árabes y
musulmanes, así como el cese de las operaciones militares,
la dimisión del gobierno colaboracionista y la retirada,
un mes antes del 30 de enero, de las fuerzas de ocupación
de todas las zonas en las que se vaya a votar.
Lo único que ha hecho
la conferencia ha sido ejercer una cierta presión sobre
el gobierno colaboracionista -por iniciativa de Francia, que
había intentado la presencia de las fuerzas contrarias
a la ocupación en la conferencia, sin lograrlo- para que
convoque a los representantes del conjunto social y político
iraquí para organizar una conferencia con la finalidad
de lograr "la reconciliación nacional" y, así,
una participación amplia en las elecciones. Mientras que
algunos países, como Bahrein, ofrecían su territorio
para la misma, el gobierno colaboracionista decía que
se tenía que celebrar en el propio Iraq, pero sin fecha
concreta.
Es evidente que el gobierno
colaboracionista ha salido reforzado en el ámbito internacional.
Gracias a la presión de su mentor, EEUU, ha logrado la
anulación de una parte de la deuda que mantenía
Iraq con estados (sigue vigente la de entidades privadas), el
compromiso de los países vecinos de controlar sus fronteras
y el apoyo de la comunidad internacional a las políticas
económicas y de otro tipo que ha adoptado.
Por lo tanto, la Conferencia de Sharm el Sheij ha dado una mayor
legitimidad a la ocupación, se ha legalizado la perpetración
de masacres -pisando los cadáveres de los 100.000 civiles
iraquíes muertos tras el fin oficial de la guerra, el
1 de mayo de 2003 (según informe de diferentes universidades
estadounidenses recogido en el Diario de la Resistencia del 23-29
de octubre), sobre la muerte de los 20.000 civiles que costó
la invasión (según Iraq Body Count) y los muertos
invisibles de Faluya- que vienen realizando los ocupantes y sus
colaboracionistas y se ha proporcionado una inestimable ayuda
al gobierno de Alui al otorgarle un inequívoco respaldo
internacional al presentarle como el único representante
"legítimo" del pueblo iraquí al haber
impedido la presencia en la conferencia de los sectores anti-ocupación.
La Conferencia ha servido para
apoyar la ocupación estadounidense y colonialista de los
EEUU y su principal objetivo: la formación de un frente
internacional más grande del actual, involucrando a los
regímenes políticos árabes, en la lucha
contra la resistencia. Las heroicas acciones de la resistencia
junto a la continuación de la Intifada palestina-
no están proporcionando golpes letales a los intereses
imperialistas, pero sí están siendo importantes
para la estrategia de control de Oriente Medio y eso es algo
que EEUU tiene que resolver a corto plazo. Iraq se ha convertido
en el punto focal de la reordenación geoestratégica
de Oriente Medio, rediseñando sus límites políticos
extremo que ya fue declarado antes y después de la
ocupación- de acuerdo con un plan colonial presentado
en diciembre de 2002 (Plan de Asociación EEUU-Mundo Árabe)
y ampliado en junio de 2004, el mismo mes en que se aprobó
la Resolución 1546 por el Consejo de Seguridad de la ONU,
con el nombre de Gran Oriente Medio.
El movimiento de solidaridad
debe pasar a la acción, hay que hacer frente a ese frente,
valga el juego de palabras, con un apoyo incondicional a la resistencia,
que debería contar con la decidida voluntad de todas las
fuerzas antiimperialistas del mundo, de todas aquellas fuerzas,
políticas o sociales, que defienden la autodeterminación
de los pueblos en el convencimiento de que su lucha es por la
dignidad y soberanía de Iraq. Esa debe ser la tarea de
los grupos y organizaciones que afirman luchar "por la retirada
de las tropas de ocupación en Iraq, por el final inmediato
a los bombardeos y por la restitución inmediata de la
soberanía a los iraquíes" [4] pero
que, en la práctica, sienten aversión al debate
sobre la resistencia y el derecho de los pueblos a utilizar todo
tipo de medios, incluyendo el uso de la fuerza armada, para recuperar
su soberanía. Un paso significativo, una muestra de que
el sentimiento y la acción van unidos, sería que
en las próximas citas de los foros, allá donde
se celebren, se otorgue un papel predominante, y un reconocimiento
explícito, a los representantes de la resistencia.
La anulación
de la deuda
En el aspecto económico,
el gran logro de la Conferencia de Sharm el Sheij ha sido la
condonación por el Club de París del 80% de la
deuda que mantenía Iraq con el acuerdo de que dicha condonación
está sujeta al cumplimiento por el gobierno colaboracionista
de un programa económico que ha sido diseñado por
el Fondo Monetario Internacional. La deuda externa total de Iraq
se estima en unos 125.000 millones de dólares, de los
que 38.900 millones corresponden a acreedores públicos
miembros del Club de París. El resto se divide aproximadamente
en 65.200 millones a acreedores públicos no pertenecientes
a este foro (fundamentalmente otros países del Golfo),
14.500 millones a acreedores privados y 500 millones a instituciones
multilaterales. Por lo tanto, la cantidad que se ha perdonado
a Iraq está próxima a los 25.000 millones de dólares.
Y esta era una de las principales peticiones del gobierno colaboracionista
en la última conferencia de donantes celebrada el pasado
mes de octubre en Tokio [5].
Según el acuerdo, el
30% de la deuda al Club sería cancelada de inmediato,
y otro 30% en una segunda etapa atada al cumplimiento del programa
establecido por el FMI, y el 20% será condonado después
de que el FMI certifique el éxito del programa, que sigue
las líneas de austeridad presupuestal y reducción
de la actividad del Estado habituales en las recomendaciones
de este organismo multinacional a los países del Sur,
es decir, políticas de ajuste duro y férreo control,
incluyendo restricciones, en los gastos de salud y en educación,
principalmente. No hace falta indicar que los programas del FMI
imponen cambios económicos que benefician a las elites
locales y a las corporaciones multinacionales, al tiempo que
excluyen de los beneficios a la población más desfavorecida
que, según los últimos datos conocidos, es del
70% en Iraq, estando en situación de pobreza extrema el
25% de la población, es decir, algo más de 4 millones
de personas.
El gobierno colaboracionista
no ha derogado el decreto número 12, por ejemplo, elaborado
por el vicecónsul Paul Bremer durante el tiempo que estuvo
al frente de la denominada Autoridad Provisional, antes de la
hipotética "transferencia de poder" realizada
el 30 de junio, y que elimina todo tipo de tarifas, aranceles,
tasas a la importación y todo tipo de gravámenes
similares a los bienes que entran y salen de Iraq; o el decreto
número 39, que establece la privatización de 200
empresas públicas iraquíes, que las empresas extranjeras
tengan el 100% de la propiedad de las empresas privatizadas,
la prohibición de que exista preferencia en los contratos
con firmas nacionales frente a las extranjeras, la salida de
beneficios y exenciones impositivas y fiscales a las empresas
y concesiones de explotación por 40% en sectores estratégicos.
Por lo tanto, los iraquíes no tienen ninguna preferencia
en los proyectos de reconstrucción de su propio país
La petición de que se
condonase la deuda (apartados 11 y 12 del documento) va acompañada
del recordatorio al cumplimiento de las obligaciones contraídas
en Madrid y Tokio en las conferencias de países donantes
que se celebraron en octubre de 2003 y 2004, respectivamente.
Pese a todos los intentos de conseguir que los donantes cumplan
sus compromisos, a principios de julio sólo habían
sido recibidos 333 millones de dólares de una asistencia
prometida por valor de 18.400 millones de dólares [6].
Notas:
[1] Véase más
abajo la versión española del Comunicado oficial
final de la reunión ministerial internacional de los países
vecinos de Iraq, del G8 y de China. Sharm El-Sheij, Egipto, 23
noviembre de 2004.
[2] Véase en en CSCAweb: El
Consejo de Seguridad aprueba en una nueva resolución el
fraude de la "transferencia de poder" en Iraq - Resolución
1546 del CS de NNUU sobre Iraq aprobada el 8 de junio 2004
[3] Anexo a la Resolución
1546 publicado en el margen izquierdo de esta página.
[4] Véase en CSCAweb Llamamiento
de la Asamblea de Movimientos Sociales del III Foro Social Europeo y el reciente llamamiento
a la movilización el 20 de enero que realiza la organización
estadounidense ANSWER en la web de la CEOSI: IraqSolidaridad
[5] Véase en CSCAweb:
La
deuda externa iraquí asciende a 125.000 millones de dólares.
El gobierno colaboracionista de Iraq quiere cobrar lo que le
prometieron - Club de París: Cantidades adeudadas por
Iraq a los países acreedores
[6] Centro de Estudios
Estratégicos Internacionales, con sede en Washington.
Comunicado oficial
final de la reunión ministerial internacional de los países
vecinos de Iraq, del G8 y de China
Sharm
El-Sheij, Egipto, 23 noviembre de 2004
En la invitación
de la república árabe de Egipto, una reunión
ministerial internacional de sobre Iraq fue convocada Sharm del
Sheij el 23 de noviembre con el objetivo de apoyar las aspiraciones
de la gente iraquí, el proceso político según
lo considerado por la resolución 1546 del Consejo de Seguridad,
incluyendo la tenencia elecciones democráticas directas,
y los esfuerzos del gobierno del interino de Iraq en ese proceso.
Han participado
en la reunión los Ministros de Asuntos Exteriores de:
"el grupo de los países vecinos de Iraq", a
saber la República Árabe de Egipto, el Reino de
Jordania, la República Islámica de Irán,
el Reino de Arabia Saudí, La República de Iraq,
la República de Turquía, la República Árabe
Siria, y del estado de Kuwait así como el "grupo
de ocho" países, a saber Canadá, República
de Francia, República de Italia, la República Federal
de Alemania, de Japón, de la Federación Rusa, del
Reino Unido y de los Estados Unidos de América. Así
como, la República Popular de China como miembro permanente
del Consejo de la Seguridad, Túnez, Argelia, Reino de
Bahrein, Malasia, el Reino de los Países Bajos. También
participaban el secretario general de los Naciones Unidas, el
secretario general de la Liga de Estados Árabes, el secretario
general de la Organización de Estados Islámicos
y los representantes de la Unión Europea.
Decidían
sobre lo siguiente:
1. Para reafirmar
la soberanía, la independencia política, la integridad
territorial y la unidad nacional de Iraq, tan bien como la importancia
de los principios de la no interferencia en asuntos internos
según lo articulado en la carta de la O.N.U y el principio
de buenas relaciones amistosas. También afirman el derecho
del pueblo iraquí a una vida segura y estable y determinar
libremente su futuro con medios democráticos y ejercitar
el control completo sobre sus recursos naturales y financieros.
Se conminaron para ayudar a la gente iraquí a alcanzar
estas metas.
2. Para tomar
la nota de la iniciativa regional de los vecinos de Iraq y de
su reunión celebrados en El Cairo el 21 de julio y considerar
que sus esfuerzos están dirigidos a la ayuda del pueblo
iraquí y en el interés de la estabilidad en la
región.
3. Para apoyar
el papel principal de los Naciones Unidas, como las circunstancias
permiten, en el proceso político en Iraq según
lo estipulado en los párrafos 4 y 7 de la resolución
1546 del consejo de la seguridad. Los ministros dan la bienvenida
al papel principal que la O.N.U ha jugado en los términos
del consejo y en la ayuda para el proceso de llevar a cabo elecciones,
incluyendo la decisión reciente para desplegar a un mayor
número de personal a Iraq para ayudar con las preparaciones
para las elecciones. Los ministros subrayan la importancia que
las Naciones Unidas continúan desempeñando en un
papel principal, incluyendo en promover la construcción
de un consenso y diálogo nacional en el bosquejo de una
constitución nacional permanente para el pueblo de Iraq
en 2005. Los ministros dan la bienvenida a los esfuerzos de las
Naciones Unidas e invitan a comunidad internacional para proporcionar
la ayuda necesaria para proteger la O.N.U en Iraq. Los ministros
también dan la bienvenida a un papel de soporte por la
Liga de Estados Árabes al lado del papel de las Naciones
Unidas.
4. Para considerar
esta reunión un paso hacia la realización de una
participación más amplia del espectro político
iraquí, contribuyendo así al éxito del proceso
político. A este respecto, dan la bienvenida a los esfuerzos
del gobierno del interino Iraq y otros líderes de la comunidad
iraquí de ensanchar la participación política,
animando a todos los elementos que rechacen violencia para participar
en el proceso político y electoral con medios pacíficos.
A este respecto los ministros animan al gobierno del interino
de Iraq que convoque en Iraq, en la fecha más temprana,
antes de las elecciones generales, a los representantes del espectro
político iraquí y la sociedad civil para compartir
con ellos los resultados de la reunión de Sharm el-Sheij,
para avanzar en la construcción del edificio nacional
y la reconciliación nacional con vistas a una participación
más amplia en las elecciones generales.
5. Para dar
la bienvenida a todos los pasos tomados hasta ahora para alcanzar
democracia en Iraq y para animar al gobierno del interino de
Iraq que continúe el proceso político llevando
a cabo elecciones generales antes de finales de enero de 2005,
a una asamblea nacional transitoria, que tendrá responsabilidad
de formar un gobierno transitorio de Iraq y de bosquejar una
constitución permanente para Iraq que conduce a la formación
de un gobierno constitucional elegido antes del 31 de diciembre
de 2005 en línea con el calendario aprobado en la resolución
1546 del Consejo de la Seguridad. También dan la bienvenida
a la comisión del gobierno del interino de Iraq, actuando
en el espíritu de la construcción nacional del
diálogo y del consenso, para promover la transición
de Iraq a un estado unido, federal, democrático y pluralista,
en el cual los derechos políticos y humanos se observan
en medida completa.
6. Para condenar
todos los actos del terrorismo en Iraq y llamar para al cese
inmediato de tales actos para aliviar el sufrimiento del pueblo
iraquí, preservar las vidas de iraquíes inocentes
y exhibir el respeto para sus derechos humanos. También
invitar a todos los partidos a evitar el uso excesivo de la fuerza
y a ejercitar al máximo dominio de sí mismo para
evitar la violencia infligida a los civiles. También invitan
el gobierno del interino de Iraq para tratar de resolver, de
acuerdo con la ley humanitaria internacional y las resoluciones
relevantes del Consejo de la Seguridad, de la presencia de los
terroristas en Iraq y sus actividades, que amenazan la seguridad
de sus vecinos.
7. Para condenar
todos los actos de secuestro y asesinato, incluyendo los de los
civiles que trabajan en las firmas locales y extranjeras para
la reconstrucción de las organizaciones de Iraq, internacionales
y humanitarias que proporcionan ayuda al pueblo iraquí,
los miembros de la ayuda diplomática al pueblo iraquí,
de miembros de misiones diplomáticas y de periodistas,
invitan todos los partidos para intensificar sus esfuerzos y
para apoyar el gobierno del interino de Iraq en el enfrentamiento
de actividades criminales.
8. Invitar
todos los partidos referidos para tomar medidas para contribuir
a la estabilidad de Iraq, reafirmar las obligaciones de los Estados
miembros de Naciones Unidas bajo de la resolución 1546
de prevenir el tránsito de terroristas a y desde Iraq,
las armas para los terroristas, y el financiamiento que apoyaría
a terroristas, e invita los países vecinos de Iraq y de
todos los partidos internacionales en cuestión para intensificar
la cooperación para controlar las fronteras iraquíes.
A tal efecto, toman la nota del acuerdo alcanzado por los países
vecinos de Iraq para intensificar su cooperación y para
observar su llamada para una reunión de ministros del
interior de los países vecinos de Iraq, según lo
convenido en la sexta reunión de los países vecinos
de Iraq sostenidos en El Cairo el 21 de julio de 2004.
9. Acentuar
de nuevo la importancia de seguir los principios de buenas relaciones
y no interferencia en los asuntos internos de otras naciones
según lo articulado por la carta de la O.N.U, y también
dar la bienvenida al papel jugaron todos los partidos referidos,
incluyendo los de las organizaciones regionales, especialmente
la Liga de Estados Árabes, para crear un ambiente conducente
para alcanzar seguridad y estabilidad en la región. Los
ministros animan a continuar con las medidas dirigidas a construir
la confianza con respecto a la situación en Iraq.
10. Para reiterar
que el mandato de las fuerzas multinacionales en Iraq no está
terminado; expirará de acuerdo con los párrafos
4 y 12 de la RCSONU 1546, en la terminación del proceso
político. También para reconocer la importancia
del consentimiento del gobierno soberano de Iraq para la presencia
de estas fuerzas y que estas fuerzas han indicado su comisión
al acto de acuerdo con derecho internacional incluyendo obligaciones
bajo ley humanitaria internacional, según lo observado
en la RCSONU 1546. También para destacar la necesidad
de permitir las fuerzas de la seguridad del iraquí tan
pronto como sea posible desempeñar un papel cada vez más
mayor y asumir en última instancia la responsabilidad
completa del mantenimiento de la seguridad y de la estabilidad
en Iraq, y solicitar países para continuar, y en lo posible,
para aumentar, sus esfuerzos de asistir al gobierno del interino
de Iraq en la construcción de la capacidad de estas fuerzas,
según lo especificado en el párrafo 16 de la RCSNU
1546.
11. Para reiterar
la importancia de la ayuda humanitaria y del abastecimiento para
la reconstrucción de Iraq, así como crear las condiciones
necesarias para alcanzar el desarrollo económico y social,
de tal modo que contribuya a los esfuerzos de alcanzar estabilidad
y seguridad en Iraq. Para llamar también, en este contexto,
en todos los países donantes y organizaciones para apresurar
el desembolso de la ayuda financiera prometida en la reunión
de octubre 2003 de Madrid del comité de los donantes,
para satisfacer las prioridades apuntadas por el gobierno del
interino de Iraq, y asignar estos compromisos a los proyectos
específicos para Iraq, y animar otras contribuciones.
En este contexto, los ministros observan los logros de la reunión
de Tokio en octubre de 2004, en la cooperación internacional
posterior una mayor ayuda según el esfuerzo personal por
el gobierno del interino de Iraq, después de su propia
estrategia del desarrollo nacional. Para reconocer la importancia
de la búsqueda eficaz del gobierno del interino de Iraq
de su comisión a la creación de las condiciones
justas y transparentes y no discriminatorias que permitirían
a todos los partidos participar en la reconstrucción de
Iraq en pie de igualdad y al grado más completo posible,
para la ventaja del desarrollo económico iraquí.
12. Para reconocer
que la reducción de la deuda es un elemento dominante
en la reconstrucción de Iraq. En este contexto, los ministros
dan la bienvenida a la comisión tomada en este respeto
por muchos acreedores incluyendo los del Club de París
e invitan a los acreedores de Iraq a tomar medidas para reducir
substancialmente la deuda externa de Iraq.
13. Para reafirmar
la importancia de juzgar a los miembros de la justicia del régimen
iraquí anterior que han confiado crímenes de la
guerra contra Irán y Kuwait, y crímenes contra
la humanidad que afecta al pueblo iraquí.
14. Para dirigir
sus representantes respectivos a repasar regularmente los progresos
en satisfacer las comisiones y poner las conclusiones alcanzadas
esta conferencia en ejecución y al informe a los ministros
en el resultado de sus reuniones de la carta recordatoria, la
primera de tal reunión se producirá en febrero
de 2005, y para consultar con las autoridades iraquíes
en la posibilidad de convocar las reuniones internacionales futuras,
incluyendo en Iraq.
Al final del
encuentro, los ministros expresaron su agradecimiento a la República
Árabe de Egipto por haber alojado esta conferencia.
|