Propuesta de nueva resolución
del CS
Someter Iraq a la tutela
colonial indefinida salvando a EEUU del desastre
CSCAweb (www.nodo50.org/csca),
26 de mayo de 2004
Loles Oliván, Nota informativa CSCAweb, 26 de mayo de
2004
"De
aprobarse esta resolución, el CS volverá a 'legitimar'
que el Estado de Iraq quede sometido a la tutela colonial extranjera,
no solo mediante la ocupación militar directa e indefinida,
sino a través del control estratégico de su renta
petrolífera avanzando en la privatización del sector
y condenando a Iraq al pago de la "deuda de guerra"
impuesta por el CS en el marco de las sanciones, y que obliga
a Iraq a destinar el 5% de los ingresos de todas las ventas de
exportación de petróleo, gas natural y sus derivados"
El lunes, 24 de mayo los gobiernos
de EEUU y Gran Bretaña han presentado al Consejo de Seguridad
(CS) de Naciones Unidas (NNUU) el borrador de una nueva resolución
sobre Iraq. Ello coincide en el tiempo con el discurso televisado
de Bush en el Army War College de Pensilvania, en el que
el presidente estadounidense informaba de la agenda de su Administración
para Iraq: "[...] libertad e independencia, seguridad y
prosperidad para el pueblo iraquí", en un nuevo plan
de cinco puntos "[destinado a] ayudar a que Iraq consiga
la democracia y la libertad" [1].
Una y otro -resolución
y discurso- se complementan en lo esencial: en su pretensión
de imponer la nueva fase del proceso de dominación colonial
que la estrategia estadounidense ha definido para Iraq.
Una nueva
resolución
EEUU retorna a NNUU en cumplimiento
de las previsiones anunciadas en las últimas semanas [2],
cuando la Administración Bush, ante la flagrante evidencia
del fracaso militar, económico y político de la
ocupación, se ha visto forzada una vez más a reclamar
sin pudor ese marco internacional -después de haberlo
violado con una guerra ilegal- para obtener una nueva legitimación
a su proyecto de dominación neocolonial de Iraq.
Si en octubre de 2003, el CS
aprobaba la resolución 1511 [3] que, de hecho,
legitimaba la presencia militar estadounidense y de sus
aliados en el país árabe, y anteriormente, en mayo
de 2003, la 1483, que condenaba a Iraq al control exterior de
sus recursos energéticos y a la dependencia militar y
económica de la Autoridad Provisional de la Coalición
(APC), en esta ocasión se trata de avanzar en esa misma
estrategia para legitimar a nivel internacional la falacia
del denominado proceso de "transferencia de poder"
previsto para el 30 de junio y que, lejos de devolver soberanía
efectiva alguna a Iraq, prevé la instauración de
un nuevo "gobierno transitorio" elegido entre candidatos
adeptos a EEUU (previsiblemente entre los mismos que conforman
el actual Consejo Gubernativo iraquí [4]), el mantenimiento
de la presencia indefinida de tropas extranjeras sujetas al mando
militar estadounidense y la consolidación del secuestro
y la expoliación de los recursos energéticos y
de la economía iraquí.
En primer lugar, reafirmando
el concepto de la amenaza que sostiene el pilar del intervencionismo
de la política exterior estadounidense y que fundamenta
el principio de "Guerra permanente", y obviando toda
conexión entre la ocupación militar y la situación
que vive Iraq desde hace un año, el borrador de esta nueva
resolución reafirma que la situación en
Iraq "[...] sigue constituyendo una amenaza para la paz
y la seguridad internacionales".
Sin ningún nexo de unión
entre una y otra idea, el texto da por válido -endorsa
- el proceso de "transferencia de poder" diseñado
por la Autoridad Provisional de la Coalición (APC) a ejecutarse
el 30 de junio, con el que se pretende reconvertir el fracasado
Consejo Gubernativo iraquí en un nuevo "gobierno
soberano interino iraquí" que ha de llevar a cabo
"la convocatoria de una conferencia nacional iraquí,
[...] la preparación de elecciones democráticas
para una asamblea nacional transitoria entre el 31 de diciembre
de 2004 y el 31 de enero de 2005 [...]", de la que ha de
emanar una "constitución permanente para Iraq".
Papel 'asistencial'
de NNUU y presencia militar
Frente a lo que terceros Estados
-que no Iraq- como Francia, Rusia, Alemania o Japón han
reclamado desde la invasión en marzo de 2003 -la cesión
del control político, económico y, por ende, militar
de Iraq a NNUU, es decir, a sus actores privilegiados en el CS
y en las instancias internacionales- , la resolución establece
para NNUU un limitado papel asistencial a su secretaría
general que, a través de su enviado especial y de una
nueva misión denominada "Misión de Asistencia
para Iraq de NNUU" (United Nations Assistance Mission
in Iraq, UNAMI) deberá "[...] asistir en la
convocatoria de una conferencia nacional para seleccionar un
consejo consultivo; asesorar y apoyar al gobierno interino de
Iraq y a la asamblea nacional transitoria como sea requerido
en el proceso de la celebración de elecciones, y promover
la construcción del diálogo nacional y el consenso
en la elaboración de una constitución por el pueblo
de Iraq".
Pero más allá
de este mero papel subsidiario, la Administración Bush
se sirve utilitaria y peligrosamente del referente de NNUU al
"[...] reafirmar la autorización a la fuerza multinacional
bajo el mando unificado establecido en la resolución 1511".
Esta resolución, aprobada el 16 de octubre de 2003 por
todos los miembros del CS (a excepción de Siria, miembro
no permanente del Consejo, cuyo representante se ausentó
en el momento de la votación), legitimaba la ocupación
militar de Iraq al establecer en su artículo 13 la autorización
del CS "[...] a una fuerza multinacional bajo mando unificado
para que tome todas las medidas necesarias para contribuir al
mantenimiento de la seguridad y la estabilidad en Iraq".
Recuperando ese referente de
supuesta legalidad (al que se atenía el gobierno
Aznar para justificar la presencia española en Iraq),
EEUU no solo pretende involucrar a nuevos países para
que contribuyan al esfuerzo de la ocupación militar de
Iraq bajo su mando -de altísimo coste en términos
de mantenimiento y de bajas mortales- sino obtener el respaldo
internacional para operar en Iraq con plena autonomía,
pues el texto del borrador incluye:
"[El CS] [d]ecide que
la fuerza multinacional deberá tener autoridad para tomar
todas las medidas necesarias que contribuyan al mantenimiento
de la seguridad y la estabilidad de Iraq."
Este mandato será revisado
transcurridos 12 meses desde la firma de esta resolución
o "[...]a petición del gobierno transitorio iraquí]".
Merece la pena señalar en este punto que las previsiones
de que un "gobierno interino", no emanado de la soberanía
popular, sino necesariamente designado por (y por ello, dependiente
de) EEUU vaya a solicitar a su mentor y único garante
ninguna revisión que cuestione la presencia militar indefinida
en Iraq de las tropas estadounidenses o, en su caso, de la fuerza
multinacional comandada por EEUU, son prácticamente nulas,
como así lo han dejado claro ya, por otra parte, los propios
responsables de la Administración Bush, máxime
en el ambiente de insurgencia generalizada que vive Iraq. Confirmando
declaraciones previas de altos cargos de la Administración
como Powell o Rize, el director de Comunicaciones de Bush, Dan
Barlett, declaraba el pasado 24 de mayo a este respecto que "[...]
todos [los iraquíes] son conscientes de que la permanencia
de las tropas es necesaria para hacer frente al terrorismo"
[5]. Más aún, el propio presidente Bush
lo dejaba claro en su reciente discurso, de ese mismo día:
"Dado el incremento reciente de la violencia, mantendremos
el nivel de nuestras tropas en las actuales 138.000 tanto tiempo
como sea necesario", renunciando -como el propio Bush señala
a renglón seguido- a la prevista reducción hasta
115.000 efectivos [6],
Y como colofón a la
ocupación internacionalizada de Iraq y al secuestro de
la soberanía popular, la propia resolución establecería
asimismo que
"[...] la fuerza multinacional
asistirá igualmente en la construcción de la capacidad
de las fuerzas de seguridad iraquíes y de sus instituciones,
mediante el reclutamiento, su entrenamiento, su equipamiento,
su protección y su supervisión."
Bush también lo ha explicitado
sin ambages:
"Bajo mi dirección
y con el apoyo de las autoridades iraquíes, estamos acelerando
nuestro programa para entrenar a iraquíes [...]. Un nuevo
equipo de oficiales militares [estadounidenses] está asesorando
a cada unidad de las fuerzas de seguridad iraquíes. He
solicitado a este equipo que supervise el entrenamiento de una
fuerza de 260.000 soldados, policías y otro personal de
la seguridad. Cinco batallones del ejército iraquí
se encuentran sobre el terreno ahora y otros ocho batallones
se les unirán el 1 de julio. El objetivo eventual es [organizar]
un ejército iraquí de 35.000 soldados en 27 batallones."
Posible
implicación de la OTAN
En un nuevo intento implícito
pero obvio de vincular a la OTAN en la internacionalización
de la ocupación, el borrador incuye:
"[El CS] [s]olicita a
los Estados miembros y a las organizaciones internacionales y
regionales de seguridad que contribuyan con su asistencia a las
fuerzas multinacionales, incluyendo las fuerzas militares."
Al respecto, el secretario
general adjunto de la OTAN, general Juan Martínez Esparza
dudaba antes de presentarse este borrador al CS de que la OTAN
adoptase una decisión formal sobre Iraq en la próxima
Cumbre de 28 y 29 de junio en Estambul: "El tema iraquí
está aparcado desde hace tiempo. Hace meses se consideró
como posibilidad, si había una resolución de la
ONU, pero ahora se ve cada vez más lejos" aunque
la OTAN podría intervenir en Iraq "si la voluntad
popular lo pide"[7]. ¿La voluntad popular
iraquí o la del gobierno transitorio que ilegítimamente
represente al pueblo iraquí? En contraposición,
para la Administración Bush, la implicación de
la OTAN en Iraq es ya una realidad que solo necesita consolidarse
y extenderse; no en vano, como el presidente se ha encargado
de señalar, "[...] la Alianza está prestando
apoyo de inteligencia [militar], de comunicaciones y logístico
a la división polaca", uno de sus 15 miembros del
organismo presentes en Iraq, que en su conjunto aportan 17.000
tropas -por lo de más, un cifra inferior a la de los mercenarios
contratados por compañías privadas. Bush, en su
discurso del 24, indicó que agradecería personalmente
a la OTAN esta contribución en la cita de Estambul del
próximo mes.
Control
efectivo de la renta petrolífera
En un último, pero definitivo
apartado, el texto del borrador de resolución indica que:
"[El CS] [h]ace notar
que tras la disolución de la Autoridad Provisional de
la Coalición [el 31 de junio], los ingresos del Fondo
de Desarrollo para Iraq deberán ser desembolsados a la
dirección del gobierno interino de Iraq."
El Fondo de Desarrollo de Iraq
(FDI) quedó establecido por la resolución 1483
del CS de 22 de mayo de 2003 [8], es decir, pocas semanas
después de que EEUU y Gran Bretaña se hubiesen
establecido en Iraq como potencias ocupantes. Dicha resolución,
que levantaba el régimen de sanciones del CS (1990-2002),
ponía fin al programa "Petróleo por alimentos"
y reconocía la autoridad de EEUU y Gran Bretaña
sobre el país, constituye el primer antecedente legitimador
de NNUU de la ocupación anglo-estadounidense de Iraq
al haber sido aprobada por los miembros del CS. Básicamente,
el FDI es la instancia financiera de destino de todos los ingresos
y activos financieros de Iraq (incluidos los remanentes del programa
humanitario de NNUU mencionado) que ha estado gestionado desde
su creación por la APC y el procónsul Bremer,
sujeta a la supervisión de una denominada Junta de Asesoramiento
y Supervisión Internacional, creada al efecto por la propia
resolución 1483, y en el que intervienen tres organismos
financieros internacionales, concretamente el Fondo Monetario
Internacional (FMI), el Banco Mundial y el Fondo Árabe
para el Desarrollo Social, éste último con carácter
regional árabe. No hay, por el contrario, presencia ejecutiva
iraquí en el FDI, más que en calidad de observador.
Asociado en su creación
a la supresión de las sanciones internacionales y a la
gestión directa de la APC sobre los ingresos que debería
haber generado la reactivación de la industria y comercialización
del petróleo iraquí, el FDI ha funcionado esencialmente
como el mecanismo utilizado por EEUU para canalizar la financiación
de las inversiones de las empresas estadounidenses que han recibido
las contratas para la reconstrucción de Iraq, por
una cuantía de 18.400 millones de dólares. Contrariamente
a lo proyectado por la Administración Bush, la quiebra
económica que he representado para los ocupantes las acciones
de sabotaje de la resistencia iraquí (hoy Iraq exporta
algo más de la mitad de lo que exportaba antes de la invasión
[9], han impedido a la APC reactivar la industria petrolífera
de Iraq y, por tanto, engrosar los beneficios millonarios con
los que contaba para llevar a cabo su proyecto de expoliación
de los recursos de Iraq en su primer año de ocupación.
Pago de
la "deuda de guerra"
Sin embargo, poco cabe esperar
de la proyectada devolución del FDI a la "dirección
del gobierno interino" de Iraq a partir del 1 de julio,
como indica el borrador. Y no solo porque tal gobierno vaya a
estar sujeto al control directo de la nueva Embajada de EEUU
en Bagdad (dirigida por Negroponte y hasta con 5.000 funcionarios
-cada ministerio iraquí contará además con
unos 200 asesores extranjeros), sino porque a renglón
seguido, el texto de la nueva resolución incluye que:
"[El CS] [d]ecide que
el FDI deberá ser utilizado de manera transparente y a
través del presupuesto iraquí, incluyendo satisfacer
las obligaciones excepcionales a cargo del Fondo; que el acuerdo
para el depósito de ingresos relativos a las ventas por
exportación de petróleo, de productos petrolíferos
y de gas natural y por sus productos [derivados] establecidos
en el párrafo 20 de la resolución 1483 deberá
seguir en aplicación [... ]; [y que] el gobierno interino
de Iraq deberá asumir los derechos, responsabilidades
y obligaciones relativas al programa petróleo por alimentos."
Es decir, EEUU y el CS, de
aprobarse esta resolución, mantendrán sometidos
al Estado de Iraq a la tutela colonial no solo a través
del control estratégico de su renta petrolífera
(avanzando en la privatización del sector de acuerdo con
"las mejores prácticas del mercado internacional",
como establece el mencionado punto 20 de la resolución
1483), sino, fundamentalmente, condenando a Iraq al pago de la
"deuda de guerra" que el CS estableció como
obligación al término de la Guerra del Golfo de
1991 (resolución 687, de 1991) [10] y que obliga
a Iraq a destinar el 5% de los ingresos de todas las ventas de
exportación de petróleo, gas natural y sus derivados,
como establece el apartado 21 de la resolución 1483 a
la que se remite el nuevo texto. En la actualidad, no la deuda
contraída con terceros países (con Francia y Rusia,
principalmente) o la anterior derivada del conflicto con Irán,
sino la pendiente de pago bajo este apartado a Kuwait y a las
petroleras filiales de EEUU constituye la parte esencial del
endeudamiento de Iraq, que es el país del mundo con más
deuda externa (hasta 20 veces su PIB).
Sí se mantendrá
bajo exclusivo control estadounidense la deneominada Programme
Management Office, encarga de gestionar y distribuir entre
las empresas estadounidenses los 18.400 millones de dólares
aprobados por el Congreso de EEUU para la reconstrucción
de Iraq [11], una cifra que triplica a la de los actuales
ingresos por venta de petróleo, y que sitúa en
manos gestoras exteriores la partida principal de dinero disponible
del presupuesto iraquí.
Consideración
final
El retorno de EEUU a NNUU no
se cifra exclusivamente en obtener su asistencia a los planes
de recolonización de Iraq a fin de conseguir los recursos
económicos y los refuerzos militares que sin duda hacen
falta para doblegar al pueblo iraquí y su determinación
de resistir a la ocupación extranjera. En pleno proceso
de desbaratamiento de la ocupación debido a la pujanza
insurgente, incrementada la presión interna e internacional
por la revelación de las prácticas de torturas
sistemáticas y planificadas en las cárceles de
Iraq, y a menos de seis meses de las elecciones presidenciales
estadounidenses (con máxima caída de la popularidad
doméstica de George W. Bush), la Administración
Bush ciertamente necesita coyunturalmente rehabilitar su imagen
interna e internacional. El reto es poder hacerlo sin variar
por ello un ápice sus objetivos de sometimiento estratégico
de Iraq, aun cuando requiera ahora un legitimación
internacional que le corresponde otorgar a un CS a su vez deslegitimado.
Por todo ello, a la vista de
esta resolución y de la internacionalización de
la ocupación que propugna, cabe preguntarse, de ser aprobada,
qué autoridad se espera que reconozca el pueblo iraquí
en un sistema internacional que después de haberle invadido
multinacionalmente, secuestrado la soberanía de sus recursos
durante 13 años con un embargo genocida, y haber legitimado
su ocupación tras una invasión ilegal, pretende
ahora darle una solución que pasa por internacionalizar
la ocupación en beneficio de la potencia ocupante y sin
consideración alguna de sus aspiraciones ni sus derechos.
Que el sistema internacional
es el sistema de los poderosos es una evidencia, pero que nadie
pida al pueblo de Iraq que no se oponga a él, al igual
que hace con EEUU, con todos los medios al alcance de su resistencia
armada y popular. La realidad es bien otra y se expresa tozudamente:
tras la aprobación de esta o similar resolución,
tras el 30-J, tras la designación de una nueva instancia
iraquí, el imparable fenómeno de la resistencia
militar y civil a la ocupación seguirá, aunque
ésta hay procurado transmutarse en otra cosa. Al pueblo
iraquí, al menos, no se le va a engañar.
Notas:
1. El texto completo del discurso de Bush puede verse en la
edición electrónica de The Guardian, 25
de mayo de 2004.
2. Véase en CSCAweb: Quiebra de la
ocupación militar de Iraq: EEUU presiona para la aprobación
de una nueva resolución de NNUU, mientras renuncia a asaltar
Faluya
3. Su texto en castellano puede verse en: Phyllis
Bennis: 'La resolución 1511: una victoria pírrica
para la Administración Bush' - Resolución 1511
de Consejo de Seguridad de NNUU sobre Iraq
4. El enviado especial de Kofi Annan, al-Brahimi, habría
declarado, conforme a las preferencias de EEUU, que los miembros
del nuevo gobierno no serían tecnócratas sin perfil
político, como había indicado previamente, sino
miembros del Consejo Gubernativo o de sus mismas formaciones
políticas (The Economist, 22 de mayo de 2004).
5. La Vanguardia, edición electrónica, 25
de mayo de 2004 (www.lavanguardia.es)
6. Discurso de Bush, Op. cit.
7. "La OTAN intentará implicarse en el plan estadounidense
de 'Gran Medio Oriente' en su Cumbre de Estambul", Europa
Press, 20 de mayo de 2004
8. La versión íntegra en castellano de la resolución
1483 así como su presentación puede verse en: Oliván,
L.: "Legitimar la ocupación y la dominación
neocolonial de Iraq. Resolución 1483 del Consejo de Seguridad",
Nación Árabe, núm. 49, Año
XVII, Verano, 2003, pp.: 73-81. En CSCAweb, véase: El
Consejo de Seguridad 'legitima' la ocupación de Iraq y
ratifica la administración colonial de EEUU sobre el país
9. El presidente Bush mintió en su discurso del día
24 al afirmar que Iraq está exportando por encima de los
2 millones de barriles al día (ver Nota 1).
10. El monto estimado de la "deuda de guerra" impuesta
a Iraq asciende a 31 mil millones de dólares de los cuales
17 mil millones han sido ya satisfechos por el Estado de Iraq
desde que en 1994 el CS, en un ejercicio de usurpación
de la soberanía financiera iraquí, desviase fondos
públicos iraquíes congelados en cuentas bancarias
internacionales para ese fin y, desde agosto de 1996, con cargo
a la cuenta del programa "Petróleo por Alimentos".
Sobre el estado del pago de la deuda de guerra de Iraq véase:
www.unog.ch/uncc/claims
11. The Economist, 22 de mayo de 2004.
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