Iraq: ¿Colaboracionismo
crítico?
Herbert Docena*
CSCAweb
(www.nodo50.org/csca), 27 de noviembre de 2003
'Focus on the Global South', 17 de noviembre de 2003
Traducción: Paloma Valverde
"EEUU
no hizo ni está haciendo nada en esta cara y compleja
guerra para que un gobierno independiente iraquí, que
representara verdaderamente los intereses de los iraquíes,
pueda acceder al poder. Ahora, con el Consejo Gubernativo iraquí,
y en el futuro, con el gobierno interino en perspectiva, EEUU
no consentirá que Iraq sea devuelto a los iraquíes"
EEUU ha mostrado la puerta
de salida al Consejo Gubernativo iraquí no sólo
por la necesidad de acelerar la transición hacia un autogobierno,
sino porque el Consejo, por su propio bien, se ha vuelto un tanto
independiente. Con este Consejo a punto de ser reemplazado por
otro grupo de iraquíes instalados [en el gobierno] por
EEUU, la búsqueda para encontrar una nueva tanda de colaboradores
continúa.
Debido a las repercusiones
del período más sangriento de la ocupación
desde que comenzó la invasión, esta semana han
circulado comentarios sobre que los miembros del Consejo Gubernativo
iraquí, cuidadosamente escogidos, van a ser despedidos.
El jefe de la Autoridad Provisional de la Coalición (APC),
Paul Bremer, viajó repentinamente a Washington después
de que un informe de la CIA reconociera finalmente lo que se
había hecho demasiado evidente durante las últimas
semanas: la resistencia se está extendiendo.
Como él mismo [Paul
Bremer] admitió hace unas semanas, "No debe ser divertido
que ocupen tu país." [1] Bremer después
regresó a Bagdad insinuando que el Consejo Gubernativo
iraquí debería dar salida a un gobierno interino
que asumiría el poder el próximo año. El
repentino cambio habría sido ideado como una indicación
del renovado compromiso estadounidense con la restauración
de la soberanía iraquí. Este giro oficial, sin
embargo, contradice las primeras directrices que culpaban de
la disolución del Consejo Gubernativo iraquí a
la incompetencia de sus miembros. "Estamos descontentos
con todos ellos. [El Consejo] No está actuando como un
cuerpo legislativo o gubernativo y nosotros tenemos que seguir
avanzando". El Washington Post citaba a un oficial
estadounidense de rango: "Simplemente no toman las decisiones
cuando tienen que hacerlo." Según el mismo oficial,
los miembros del Consejo no acuden a las reuniones, no han hecho
"nada de importancia", son "ineptos" para
asegurar una mayor legitimidad de los iraquíes. Bremer
anteriormente había convocado al Consejo y les había
dicho que "no podían seguir así" [2].
Si los miembros del Consejo
Gubernativo iraquí son incompetentes en algo, desde luego,
es en su fracaso al comprender por qué se instauró
tal Consejo y por qué ellos fueron los elegidos en primera
instancia. Esta es la verdadera incompetencia que les costará
sus puestos. No pueden seguir mordiendo la mano que les alimenta.
Iraquíes
en el escenario
Al haber proclamado que había
liberado a los iraquíes de Sadam [Husein] para darles
democracia, EEUU necesitaba formar un grupo de dirigentes locales
que fueran vistos como representantes de los intereses iraquíes.
Sin embargo, EEUU se reservaba para sí la prerrogativa
de elegir a esos dirigentes y el propio pueblo iraquí
no tenía nada que decir. Es más, mientras los escogidos
se ocupaban de asuntos administrativos sin trascendencia, el
poder absoluto aún permanecía en manos del procónsul
de EEUU. No sólo eso, todos los iraquíes que efectivamente
formaban parte de la burocracia temporal y que dirigían
los 23 ministerios iraquíes eran considerados empleados
asalariados de una empresa privada estadounidense: la Corporación
Internacional de Ciencias Aplicadas [3].
A pesar de estas componendas,
los miembros del Consejo Gubernativo, ideado como imagen de la
liberación, lograron el reconocimiento como representantes
iraquíes ante el mundo. EEUU incluso se las arregló
para que Naciones Unidas (NNUU) aprobara la resolución
1511 que estipula que "el Consejo Gubernativo iraquí
representa la soberanía del estado de Iraq" [4].
Nada menos que el propio secretario general de NNUU, Kofi Annan,
urgió a la "comunidad internacional" a conferir
la legitimidad al órgano de gobierno.
Representando a Iraq, miembros
del Consejo Gubernativo iraquí asistieron a la reunión
de la Organización de Países Exportadores de Petróleo
(OPEP), del Fondo Monetario Internacional (FMI), del Banco Mundial
(BM) e incluso de la Liga Árabe. En Madrid, pocas semanas
atrás, acompañaron a Bremer en su petición
de dinero a los donantes internacionales y en la venta de oportunidades
que la reconstrucción de Iraq ofrece a las empresas multinacionales.
EEUU necesitaba al Consejo
Gubernativo iraquí para borrar el sello de las políticas
decididas en Washington porque necesitaban hacer que pareciera
como si esas decisiones hubieran sido tomadas por los iraquíes
en Bagdad y no por los estadounidenses en la Casa Blanca. Esto
es precisamente lo que sugiere el influyente columnista Thomas
Friedman sobre "tener más estadounidenses entre bambalinas
y más iraquíes en el escenario" [5].
Los clásicos
colaboracionistas
Los miembros del Consejo son,
en términos llanos, los clásicos colaboracionistas
coloniales y los propios iraquíes los ven como tales.
Según los resultados de una reciente encuesta realizada
por Gallup, 3 de cada 4 iraquíes sabía que
la mayoría de las decisiones del Consejo Gubernativo iraquí
fueron decididas por las autoridades de la propia coalición.
Sólo un 16% consideraban que fueron "realmente independientes".
Esto en un país ocupado donde sólo un 1% cree que
fueron invadidos para llevarles la democracia [6].
Sin embargo, en los últimos
meses, parecía que mientras EEUU nombraba miembros [del
Consejo] no parecía muy bien saber por qué lo hacia.
Desde que se creo ese órgano, la frecuencia con la que
alguno de los miembros del Consejo Gubernativo iraquí
ha atacado abierta e inesperadamente las decisiones de EEUU debe
haber sido muy desconcertante. Hasta ahora debe haber al menos
cuatro divergencias públicas sorprendentes entre los miembros
del Consejo Gubernativo iraquí y la APC. Debería
de haber más pero sólo esas son las que han salido
a la luz. La primera fue sobre los planes económicos neoliberales
para imponer en Iraq. La segunda tenía que ver con el
gasto de la reconstrucción. La tercera divergencia fue
sobre el envío de tropas turcas para patrullar en Iraq.
Y la última se produjo sobre el borrador de la constitución
iraquí.
Un plan
económico insuficientemente neoliberal
El pasado 21 de septiembre
[2003] EEUU desvelaba su anteproyecto económico para Iraq
durante el encuentro anual del FMI y del Banco Mundial en Dubai.
Descrito por un teletipo de agencias como un plan que "se
lee como un manifiesto del libre mercado ideado por Washington"
y aclamado por The Economist como un "sueño
capitalista" que cumple "la lista de deseos de los
inversores internacionales" el anteproyecto demanda la privatización
absoluta de las docenas de empresas estatales y la apertura de
su mercado interior a las corporaciones multinacionales [7].
"Iraq ha sido, efectivamente, puesto a la venta", señalaba
The Independent [8] .
Menos de un mes después,
el ministro de Comercio del Consejo interino de gobierno iraquí,
Ali Abdul-Amir Allawi, criticó públicamente la
que es quizá la política más importante
de posguerra de las fuerzas de ocupación, tal vez incluso
una de las mayores motivaciones para iniciar la guerra en primera
instancia. Mucho antes de la invasión, el Departamento
de Estado [de EEUU] ya había preparado un documento confidencial
titulado "Mover la economía iraquí desde la
recuperación hacia un crecimiento sostenible", documento
que contiene información detallada para la virtual liberalización
de todos los sectores de la economía [9].
"Hemos padecido todas
las teorías económicas del socialismo, del marxismo
y después del amiguismo" manifestó Ali Abdul
Amir Allawi en el exclusivo Foro Mundial Económico celebrado
en Singapur. "Ahora nos enfrentamos a un proyecto de mercado
libre fundamentalista."
Quizás sin darse cuenta
de lo próxima que estaba su afirmación al plan
de los responsables de la Administración, Allawi lo descartaba
por estar dictado por una lógica incorrecta que ignora
la historia. "Esas cosas ya no nos las tragamos, pero estoy
en profundo desacuerdo con un cambio rápido y radical"
[10] dijo, sin dudar en añadir a la palabra desacuerdo
el adjetivo profundo.
Allawi probablemente no leyó
el comentario de Donald Rumsfeld en el Wall Street Journal,
el pasado 27 de mayo en el que prometía instalar un régimen
compuesto por gente que "favorezca el sistema de mercado"
y que "anime a la privatización de las empresas públicas."
Con la declaración de Allawi se hizo patente que éste
no tenía un lugar en el gobierno de Rumsfeld.
No a la
entrada de tropas turcas
El siguiente choque importante
estuvo relacionado con las tropas turcas. Desesperados por la
falta de soldados, EEUU había pedido a sus aliados, a
menudo sin mucho éxito, que enviaran más tropas
para apoyar la pacificación de Iraq [11]. Tras
semanas de complejas negociaciones, el Parlamento turco desafió
a la dura oposición nacional contra el despliegue para
finalmente permitirlo con un contingente de hasta 10.000 soldados
en Iraq que fueron rechazados por el Consejo Gubernativo iraquí.
El contingente turco habría sido el tercero más
grande después del de EEUU y Reino Unido y habría
constituido un importante alivio para las fuerzas de ocupación.
Pero el Consejo Gubernativo
iraquí fue inflexible y unánime. "Enviar esas
tropas hubiera retrasado nuestra recuperada soberanía"
dijo el miembro del Consejo Naser Chadirji, utilizando la temida
palabra [soberanía]. "Es erróneo. No añade
seguridad" agregó el kurdo Mahmud Toman, otro miembro
del Consejo [12] .
"El Consejo Gubernativo
ha dejado claro a la administración [ocupante] y a Turquía
que [el despliegue de tropas] no favorece el compromiso de ninguno
de los países vecinos en esta situación por las
susceptibilidades que están en juego" subrayó
Hoshyar Zebari, ministro interino de Exteriores [13].
Todo esto se produce en un
claro contraste con el entusiasmo estadounidense hacia la oferta
turca. "Damos la bienvenida a esta decisión y trabajaremos
junto con los responsables turcos en los detalles de su oferta",
dijo el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan. Desde entonces
la oferta ha sido rechazada.
El dedo
acusador
Otra cosa que no ayudó
fue que los miembros del Consejo Gubernativo se unieran al coro
de voces internacionales que acusaba a la Administración
estadounidense de excesivas ganancias de guerra. En octubre,
mientras los responsables de la Administración Bush estaban
siendo perseguidos desde todos los ámbitos y con acusaciones
de todo tipo de hacer tratos ocultos y de gastar los excedentes,
los miembros del Consejo Gubernativo iraquí lanzaron inesperadamente
acusaciones de corrupción contra las fuerzas de ocupación.
Cuestionaban la inexplicable
decisión de la APC para facilitar un contrato de 20 millones
de dólares para comprar armas cuando las tropas estadounidenses
estaban confiscando decenas de miles del arsenal del régimen
[iraquí] anterior. En lo que ha sido descrito como un
"malhumorado intercambio" con Bremer, el Consejo atacó
la decisión de gastar 1,2 mil millones de dólares
para entrenar a oficiales de la policía iraquí
cuando eso podía hacerse en Iraq a un precio sensiblemente
más barato, o incluso gratis, si se hubiera aceptado la
oferta francesa y alemana.
"No hay transparencia
y hay que hacer algo al respecto" dijo sin remilgos. "Hay
desgobierno por ambos lados y creo que tenemos que establecer
un parlamento para discutir esto frente a frente. Se está
dilapidando mucho dinero estadounidense, creo. Nosotros somos
víctimas y los contribuyentes estadounidenses son víctimas",
agregó. "Espero que el Congreso [de EEUU] sepa lo
que está ocurriendo, pero si no lo sabe entonces que
Dios nos ayude."
Otro miembro del Consejo, Chadirji,
inesperadamente dijo: "Como Consejo Gubernativo estamos
en una posición legal muy delicada. No tenemos derecho
a investigar esos contratos. No tenemos pruebas, pero creo que
hay corrupción. Esta es la queja habitual que me llega
de la gente."
Chadirji salió indemne
de su crítica a Bremer en relación con el plan
para entrenar a la policía [iraquí] en Jordania.
"Si hubiéramos votado, una mayoría lo hubiera
rechazado" dijo consciente, claro, de que nunca les permitirán
votar "[Bremer] nos dijo lo que hizo, no nos preguntó"
agregó Chadirji, aún creyendo, aparentemente, que
EEUU le eligió [para el Consejo] porque necesitaban a
alguien que les escuchara [14].
Estas manifestaciones explícitamente
críticas no han podido pasar desapercibidas para Bremer
ni para otros patrocinadores [de la ocupación]. Es probable
que no les haya gustado, especialmente la elección de
las palabras de sus pupilos.
Embajadores
'del geriátrico'
Aún más, la respuesta
de los miembros del Consejo Gubernativo iraquí a la amenaza
del fin de su mandato indica que no les ha intimidado. En lugar
de pedir perdón y prometer hacerlo mejor, Zebari arremetió
contra los "embajadores del geriátrico" desde
la coalición y echó la culpa a "riñas
estadounidenses" y no a la incompetencia del Consejo Gubernativo
iraquí, de los problemas de Iraq.
Palabras bastante fuertes y molestas de gente de la que se espera
que no profiera nada más que aleluyas a quienes
les han colocado en el poder.
"Creo que este debate
sobre el Consejo Gubernativo, que no está haciendo su
trabajo, que no está tomando decisiones, es injusto"
manifestó desafiante Zebari. "Las disputas internas
de los estadounidenses entre ellos, entre los diferentes departamentos
sobre política ha creado muchas, muchas de las dificultades
por las que ahora estamos pasando".
"El problema con la coalición
es que tiene algunos de los llamados "expertos" que
todavía viven en los años 40 y 50- algunos embajadores
del geriátrico que tienen un concepto concreto de
cómo trabajan los iraquíes. Esto ha terminado,
ha cambiado" agregó Zebari hablando sobre los que
verdaderamente detentan el poder [15] .
El nuevo plan para [formar]
un gobierno interino ha sacado a relucir ahora un nuevo feudo
entre el Consejo Gubernativo iraquí y la APC. Inicialmente,
la autoridad de la ocupación supuestamente querían
acelerar el borrador de la constitución para que estuviera
preparado el 15 de diciembre de forma que se pudiera presentar
algo al pueblo estadounidense de cara a las elecciones de noviembre
de 2004. Pero el Consejo Gubernativo iraquí no está
cediendo. Los miembros del Consejo dicen que EEUU tiene una "idea
irreal" y que sus planes "no son factibles". Idear
cómo redactar la constitución es lo más
importante que tienen que hacer. "Tenemos que asegurarnos
de que tenemos tiempo para hacer esto bien", manifestó
Adel Abdel-Mehdi, otro miembro del Consejo [16].
Sin embargo, los miembros del
Consejo están apremiando a la autoridad de la coalición
para que les de un poder real y significativo, algo que está
fuera de toda cuestión desde el principio. Un gobierno
más legal, afirmaron, es lo que necesita el pueblo iraquí
para luchar contra las guerrillas anti-ocupación. "Los
iraquíes está deseando morir por un gobierno iraquí,
no por un gobierno extranjero," cita textual de un antiguo
miembro del gabinete iraquí [17]. Con los iraquíes
inmolándose a sí mismos para asesinar y expulsar
a las fuerzas de ocupación, sus palabras debieron de haber
sido particularmente dolorosas.
Las normas
del colaboracionismo
Todas esas duras censuras y
condenas indican o bien que los miembros del Consejo Gubernativo
iraquí están siendo cada vez más reacios
a desempeñar su papel o que simplemente no entienden a
lo que se han comprometido. O bien estaban desafiando las reglas
del colaboracionismo o simplemente desconocían cuáles
eran. El primero de entre esos principios estaba el hecho de
que no se puede ir en contra de la postura de sus patrocinadores.
Se supone que las marionetas deben seguir el guión.
O bien los miembros del Consejo eran demasiado incompetentes
para entender esas normas básicas, o las contradicciones
inherentes a sus posiciones -tener que reconciliar los irreconciliables
intereses iraquíes con los intereses de la coalición-
se convirtieron en algo demasiado pesado para manejar.
Por un lado, esperaban legitimidad
para ellos mismos y más acuerdo por parte de los ocupantes.
Pero por otro lado, su postura no les permitía otra opción
que promover los intereses de EEUU por encima de aquellos intereses
de la gente cuyo apoyo estaban pidiendo
Si sólo fuera una cuestión
de que los miembros del Consejo Gubernativo iraquí no
eran capaces de acudir a las reuniones, como mandan los cánones,
se lo hubieran consentido, siempre que se mantuviesen flexibles
-especialmente en temas de importancia. De hecho, mientras únicamente
movían la cabeza negando en el momento justo, EEUU prefería
dirigentes iraquíes decorativos que no hicieran nada sino
estar sentados en sus sillones todo el día, mejor que
dedicarse a criticar abiertamente [a la APC] con duras manifestaciones.
Porque una autoridad de ocupación simplemente necesita
la poca legitimidad que el Consejo Gubernativo iraquí
pueda ofrecer, EEUU habría apreciado más una actitud
de consentimiento pasivo que una activa oposición; apoyo
incompetente mejor que crítica competente.
¿Queremos
realmente democracia?
Tras su regreso de Washington,
Bremer convocó al Consejo Gubernativo iraquí y
volvió a sacar a la luz una vez más que los planes
que se habían decidido en la Casa Blanca habían
sido ideados por los propios miembros del Consejo. EEUU está
ahora volcado en la formación de un gobierno interino
cuyos miembros se elegirán en todas las ciudades del país.
Los representantes legales
en esa reunión, sin embargo, serán escogidos por
la autoridad de ocupación. E incluso si esta nueva autoridad
asume el poder hacia finales de 2004 o principios de 2005, la
presencia de EEUU será indefinida [18]. Con la
única intención de recalcar qué control
puede desplegar todavía EEUU, un antiguo responsable de
la Casa Blanca indicó amenazador: "Tendremos más
resortes de los que ustedes puedan pensar y quizás más
de los que los iraquíes piensen" [19].
EEUU no hizo ni está
haciendo nada en esta cara y compleja guerra para que un gobierno
independiente iraquí, que representara verdaderamente
los intereses de los iraquíes, pueda acceder al poder.
Ahora, con el Consejo Gubernativo iraquí, y en el futuro,
con el gobierno interino en perspectiva, EEUU no consentirá
que Iraq sea devuelto a los iraquíes. Tal y como ingenuamente
dijo Brent Scowcroft, ex consejero de Seguridad Nacional de Bush
padre "¿qué ocurrirá la primera vez
que celebremos unas elecciones en Iraq y resulte que ganan los
radicales? ¿Qué haréis? Nosotros seguramente
no les dejaríamos tomar el poder" [20].
Esta actitud es coherente con
la política exterior de EEUU hacia la democracia
en Oriente Medio y en el resto del mundo. La regla es muy simple
de seguir: socavar aquellos gobiernos que amenazan los intereses
de EEUU y acercar a aquellos que los propician.
En Arabia Saudí, donde
el despotismo de Sadam Husein podría pasar por benevolencia,
por ejemplo,
las palabras de Scowcrofts sobre Iraq parecían haber salido
del ex jefe de la CIA James Schlesinger: "¿Realmente
queremos democracia? ¿Verdaderamente queremos cambiar
las instituciones en Arabia Saudí? Durante años,
hemos visto preservar esas instituciones, algunas veces las hemos
preferido antes que ver fuerzas más democráticas
recorriendo la región al completo" [21].
Cerca de Argelia, lugar en
el que EEUU apoyó el golpe de Estado militar del gobierno
para evitar que un partido islamista subiera al poder por elección
popular, el entonces Secretario de Estado James Baker admitió
"No podíamos vivir [con el resultado de las elecciones]
porque sentíamos que el punto de vista del fundamentalismo
radical era adverso a aquello en lo que nosotros creíamos
y a aquello que apoyábamos, y a los intereses nacionales
de EEUU" [22]. Sobrevino una sangrienta guerra civil
En otra parte del mundo, el
récord de derrocamientos lo posee EEUU: el primer ministro
iraní que nacionalizó la industrial del petróleo;
el apoyo a la Contra en contra del legítimo gobierno de
Nicaragua; la instalación del régimen dictatorial
de Pinochet para derrocar a Salvador Allende en Chile, el derrocamiento
del gobierno democráticamente elegido de Guatemala en
los años 50, etc. no nos lleva a pensar que Iraq sea una
excepción.
Volviendo a Iraq, si el fin
del régimen de Sadam Hussein fue la verdadera razón
de la guerra, entonces EEUU hubiera podido lograr su objetivo
mucho antes, en 1991. En lugar de apoyar las revueltas que él
mismo animaba contra el régimen en esa época, de
repente EEUU les dio la espalda porque, como un corresponsal
del New York Times explicó entonces, "cualquiera
que sean los pecados del dirigente iraquí, ha ofrecido
a Occidente y a la región una mayor esperanza para la
estabilidad de su país que aquellos quienes han sufrido
su represión."
¿Nuevos
héroes de la resistencia?
Habiendo apoyado la guerra
y legitimado la ocupación a cambio de poder y de prebendas,
la reciente persistencia de los miembros del Consejo Gubernativo
iraquí en desafiar a EEUU no les hace héroes de
la resistencia al momento. Pero su menos que dócil postura
en muchos asuntos es más de lo que la APC puede manejar
en este momento.
Enfrentado a una resistencia
creciente fuera del cuartel general, EEUU no piensa consentir
la crítica dentro. Defendiéndose de las críticas
lanzadas desde todas partes, EEUU no se va a tomar con tranquilidad
la disidencia interna. Unas cuantas semanas antes de la fecha
límite del 15 de diciembre para aparecer con una constitución,
EEUU necesita un chivo expiatorio para justificar el fracaso
de su calendario auto-impuesto. Por tanto están echando
a patadas a los miembros del Consejo Gubernativo iraquí
mejor pronto que tarde. Con los nuevos planes de EEUU para instalar
un gobierno interino en su lugar, la búsqueda se centra
en otra tanda de colaboradores.

Notas del
autor:
1. Trascripción
de la entrevista con L. Paul Bremer III, Noticias de la FOX,
26 de octubre de 2003.
2. Robin Wright y Rajiv Chandrasekaran, "Alternatives to
Iraqi Council Eyed Inaction of Hand- Picked Baghdad Officials
Frustrates Washington", Washington Post, 9 de noviembre
de 2003.
3. Centro por la Integridad de los Servicios Públicos,
"Winning Contractors: US Contractors Reap the Windfalls
of Post-war Reconstruction" www.publicintegrity.org/wow,
30 de octubre de 2003.
4. Resolución 1511 del Consejo de Seguridad de Naciones
Unidas. 16 de octubre de 2003.
5. Thomas L. Friedman, "No Time to Lose in Iraq." New
York Times, 20 de agosto de 2003.
6. Walter Pincus, "Skepticism about US Deep, Iraq Poll Shows."
Washington Post, 12 de noviembre de 2003.
7. Reuters, 21 de septiembre de 2003.
8. Philip Thornton y Andre Gumbel. "America Puts Up Iraq
for Sale", The Independent, 22 de septiembre de 2003.
9. Line Thomsen, "Privatizing", Baghdad Bulletin,
8 de agosto de 2003.
10. Thomas Crampton, "Iraqi official urges caution on imposing
free market." New York Times, 1 de octubre de 2003.
11. El Senador Edward Kennedy acusó a EEUU de sobornar
a gobiernos extranjeros para enviar tropas a Iraq. Dijo que el
gasto de hasta 4 mil millones de dólares que EEUU destina
mensualmente a Iraq no puede ser justificado por la Oficina de
Presupuestos del Congreso (Severin Carrell, "Democrats warn
of profiteering in reconstruction contracts", The Independent,
5 de octubre de 2003.
12. France Press, "Turkey to Deploy Troops in Defiance
of New Iraqi Leaders, Turmoil Deepens." 8 de octubre de
2003.
13. Susan Sachs, "Turkey Begins to Think Twice About Sending
Troops to Iraq", New York Times, 24 de octubre de
2003.
14. Patrick E. Tyler y Raymond Bonner, "Questions are Raised
on Awarding of Contracts in Iraq", New York Times,
4 de octubre de 2003.
15. James Drummond, James Harding y Guy Dinmore ."Urgent
Iraq talks held in Washington", Financial Times,
11 de noviembre de 2003.
16. Robin Wright y Rajiv Chandrasekaran. "Alternatives to
Iraqi Council Eyed Inaction of Hand-Picked Baghdad Officials
Frustrates Washington", Washington Post, 9 de noviembre
de 2003.
17. Daniel Williams. "Iraqi Warns Of Delay On Constitution,
Vote: Security Issues Cited as Appointed Council Presses for
Provisional Government Status", Washington Post,
10 de noviembre de 2003.
18. Rajiv Chandrasekaran, "Iraqis Say U.S. to Cede Power
by Summer: Town Meetings to Set Process in Motion." Washington
Post, 15 de noviembre de 2003.
19. David E. Sanger. "America's Gamble: A Quick Exit Plan
for Iraq", New York Times, 16 de noviembre de 2003.
20. Citado en Bob Herbert. "Spoils of War", New
York Times, 11 de abril de 2003.
21. Citado en Fawaz Gerges, America and Political Islam: Clash
of Cultures or Clash of Interests. Cambridge: Cambridge University
Press, 1999.
22. Entrevista con James A. Baker III, Middle East Quarterly
1, no. 3, septiembre de 1994, pág. 83.
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