Caso Ahmad
Saadat
Secuestro de prisioneros
palestinos en Jericó: Una nueva forma de terrorismo israelí
Oikor Gauzo
CSCAweb,
15 de marzo, 2006
"En
el curso del asedio el secretario general del Frente Popular
para la Liberación de Palestina hizo declaraciones, vía
teléfono móvil, a medios internacionales. En ellas,
con tono firme y sereno, dejó patente su voluntad de no
entregarse hasta que la resistencia fuese inviable y llamó
a su pueblo y a la comunidad internacional a actuar responsablemente
denunciando la nueva agresión israelí."
Después de que Hamás
ganase las elecciones legislativas palestinas el pasado mes de
enero, algunos significados representantes de ese grupo manifestaron
que entre sus planes de actuación inmediata se encontraba
poner en libertad a Ahmed Saadat, secretario general del Frente
Popular para la Liberación de Palestina.
Ahmed Saadat había sido
detenido y encarcelado en el año 2001 bajo la acusación
de ser el inspirador del asesinato del ministro israelí
de turismo Rehavam Zeeví.
A principios del año
2002 las fuerzas de ocupación israelíes mantenían
al presidente palestino, Yaser Arafat, confinado en su residencia
de la Mukata en Ramallah. Se produjo entonces un acuerdo, patrocinado
por los gobiernos británico y estadounidense, que se conoció
como "Acuerdo de Ramallah". Jack Straw, ministro de
Asuntos Exteriores del Reino Unido de la Gran Bretaña
y el Norte de Irlanda, dio cuenta del mismo en una declaración
ante la Cámara de los Comunes en abril de aquel año.
Straw dijo que el ejército israelí había
dado su aprobación para que Arafat pudiera salir de Ramallah.
A cambio, seis de los hombres más buscados por Israel
serían trasladados desde la cárcel de la Mukata
a una prisión segura en los Territorios Ocupados. El primero
de esos prisioneros era Ahmed Saadat. Los Estados Unidos y el
Reino Unido se comprometían a enviar una pequeña
unidad de observadores desarmados que supervisaran de manera
permanente la custodia de los prisioneros. Fue aún más
lejos en sus palabras el ministro Straw cuando aseguró
que "la Autoridad Nacional Palestina es la responsable fundamental
de garantizar la seguridad de la prisión y del personal
estadounidense y británico allí destacado".
Según fuentes gubernamentales
británicas, tanto ellos como los estadounidenses habrían
hecho llegar en varias ocasiones a la Autoridad Nacional Palestina
su preocupación por la seguridad de sus observadores y
la habrían apremiado para que cumpliese las obligaciones
recogidas en aquel acuerdo.
El resultado de las elecciones
legislativas palestinas y la proximidad de las correspondientes
elecciones en Israel, fijadas para el próximo 25 de marzo,
han dado un giro fundamental a la situación.
El pasado día 7 Mahmoud
Abbas, presidente de la Autoridad Nacional Palestina, dijo en
una conferencia celebrada ante una asamblea de mujeres en Cisjordania,
que no le importaría dejar en libertad a Ahmed Saadat
si el Frente Popular para la Liberación de Palestina le
enviase una carta en la que se comprometiera a no responsabilizar
a la Autoridad Nacional Palestina por lo que pudiera ocurrirle
a Saadat después de su liberación.
El miércoles 8 los gobiernos
de Estados Unidos y Reino Unido enviaron una carta conjunta al
presidente Mahmoud Abbas. En ella afirmaban que tendrían
que dar por terminada su misión en la cárcel de
Jericó si la Autoridad Nacional Palestina no cumplía
de inmediato y por completo con el "Acuerdo de Ramallah"
e introducía mejoras sustanciales en la seguridad de los
observadores, o bien llegaba a un nuevo acuerdo con el gobierno
de Israel. Igualmente los británicos y estadounidenses
informaron a las autoridades israelíes de que habían
enviado la carta a Mahmoud Abbas y del contenido de la misma.
De cuanto antecede y de que habían decido finalizar inmediatamente
la presencia de los observadores en Jericó, informó
Lord Triesman, en nombre del ministerio de Asuntos Exteriores,
ante la Cámara de los Comunes el martes 14.
Quince minutos después
de la salida de los observadores británicos y norteamericanos,
el ejército de ocupación israelí lanzó
una ofensiva contra la cárcel de Jericó, en la
que causó tres muertos y decenas de heridos. Los guardias
palestinos, así como la mayoría de los prisioneros,
fueron obligados a salir por las fuerzas sitiadoras, en tanto
Ahmed Sadat y sus compañeros mantuvieron la resistencia
con armamento ligero durante varias horas. En el curso del asedio
el secretario general del Frente Popular para la Liberación
de Palestina hizo declaraciones, vía teléfono móvil,
a medios internacionales. En ellas, con tono firme y sereno,
dejó patente su voluntad de no entregarse hasta que la
resistencia fuese inviable y llamó a su pueblo y a la
comunidad internacional a actuar responsablemente denunciando
la nueva agresión israelí.
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