Las diferentes políticas de inmigración han transformado nuestro país en una fortaleza. Cada día pierden la vida nuevas personas intentando alcanzarla; el Estrecho de Gibraltar, que se ha convertido en una verdadera fosa común, es el ejemplo más flagrante. Este cierre de fronteras ha provocado una sucesión contínua de vulneraciones de los derechos fundamentales de las personas inmigradas. Con el pretexto de luchar contra " la inmigración clandestina", se ha deteriorado la situación de estas personas, que se han visto forzadas a pasar a la clandestinidad.
Con la entrada en vigor de la nueva Ley de Extranjería se consuma una etapa más en la degradación del respeto de los derechos humanos en nuestro país y la violación de los principios democráticos: se niega el derecho de asociación, de reunión, de sindicalización y de manifestación a los inmigrantes sin papeles; se acelera el proceso de expulsión, etc...
Más allá de las declaraciones demagógicas efectuadas por el gobierno, en particular sobre los sin-papeles encerrados en Barcelona, más allá de las apariencias de diálogo, la máquina represiva sigue funcionando. Continúan las detenciones en Centros de Internamiento y las expulsiones a personas que esperaban trabajar y vivir dignamente en nuestro país.
Todos sabemos que esta insistencia sobre objetivos represivos no contribuye en absoluto a la solución de los problemas sociales, sino que amenaza las libertades de tod@s las personas inmigradas y favorece el aumento de la xenofobia y el racismo. Conduce a acciones desesperadas a hombres y mujeres que conviven con nosotros y que se encuentran sumidos en la precariedad, la explotación y la angustia; hay ahora mismo en Barcelona más de 700 personas encerradas, la mayoría de ellas resistiendo una huelga de hambre. También en el resto del país se han organizado encierros similares: Murcia, Almería, Valencia, Madrid, etc.

POR ESTAS RAZONES:

1. Pedimos la derogación de la Ley de Extranjería y la revisión de toda la legislación llevada a cabo estos últimos años contra los inmigrantes.
2. Pedimos que se inicien negociaciones honestas con los colectivos de sin-papeles para obtener la regularización de todas las víctimas de esta política, como ya solicitó la asamblea de inmigrantes encerrados en Barcelona, y no una maniobra política fingiendo dialogar, con el objetivo de desacreditar y criminalizar a l@s sin papeles y a las personas que los apoyan.
3. Pedimos que no haya más expulsiones. Nos comprometemos a implicarnos en estas reivindicaciones y llamamos a tod@s l@s ciudadan@s a expresar su apoyo. Esta política migratoria perjudica el espíritu solidario de la ciudadanía y nos niega el derecho a convivir con la multiculturalidad.

NINGUNA PERSONA ES ILEGAL