Manifiesta lo siguiente:
Después de 20 años de cometido el
asesinato de Tucapel Jiménez, el día 25 de febrero de 1982,
por los servicios de seguridad de Pinochet y por orden directa de éste,
recién el 5 de agosto se dictó condena, de primera instancia,
en contra de 12 ex miembros de las Fuerzas Armadas y policía
de Chile. En esta condena se reconoce que el crimen fue cometido por agentes
del Estado, pero tenemos la convicción de que en este caso (como
en la inmensa mayoría de procesos por violaciones de derechos humanos)
no se ha condenado a todos los responsables y se conceden privilegios injustificables
a los uniformados, ello sin perjuicio de la responsabilidad de los tribunales
que demoraron más de 20 años en sentenciar a algunos culpables,
demora que no pocas veces colindó con el encubrimiento.
No nos engañamos, no es suficiente que se haya dictado sólo
una condena a presidio perpetuo para un crimen tan alevoso y en el que
participaron varios grupos operativos de los servicios de seguridad de
Pinochet. También nos indigna que algunos de los condenados, como
el ex Fiscal Militar Ad-Hoc Fernando Torres Silva, hayan sido sentenciados
como encubridores a sólo 800 días de presidio remitido (o
sea, ni siquiera deberán cumplirlos en prisión).
Esta decisión judicial contrasta con las
penas a las que han sido condenados muchos presos políticos chilenos,
los que han sido sentenciados a 10 años y un día y
más de prisión por el único hecho de militar en sus
respectivas organizaciones. Creemos importante señalar que Torres
Silva, en su calidad de Auditor General del Ejército, tuvo participación
en la dictación de condenas en contra de muchos presos políticos,
pese a que a esa fecha ya había encubierto el crimen de Tucapel
Jiménez. Por esa razón, creemos que dichas sentencias deben
ser impugnadas.
Apoyamos total e irrestrictamente la lucha que diversas
comunidades y organizaciones mapuche mantienen contra el Estado de Chile
y grandes empresas en pos de sus legítimas reivindicaciones territoriales,
económicas, sociales, culturales y de autodeterminación.
Hoy ya transcurridos varios siglos de constante agresión, usurpación
y genocidio por parte del Estado de Chile en contra de comunidades mapuche
y otros grupos étnicos, un sinnúmero de miembros de los pueblos
originarios han decidido luchar por su dignidad, derecho a la vida y libre
determinación. En esta lucha el Gobierno ha usado de la violencia
policial, judicial e institucional para acallar sus voces y las de quienes
les apoyan. Para ello se ha valido, principalmente, de la misma legislación
y de algunos métodos usados por la dictadura de Pinochet para silenciar
y perseguir a sus opositores.
Rechazamos esa persecución, que hoy mantiene a 8 presos políticos
en prisión, a 127 en libertad esperando condena o cumpliendo penas
alternativas a la prisión, al menos a 18 con orden de aprehensión
pendiente y a decenas más de mapuche y chilenos que han pasado por
las cárceles a causa de su compromiso con las legítimas demandas
del pueblo mapuche. Denunciamos que en esta persecución agentes
del Estado han cometido innumerables violaciones a los derechos humanos,
especialmente torturas y otros malos tratos.
Llamamos a solidarizar con las comunidades en conflicto de Traiguén,
Collipulli y otras, quienes nos informaron que en estos momentos muchos
se encuentran sin poder trabajar la tierra y en algunos casos con los jefes
de hogar en prisión o en la clandestinidad con órdenes de
detención pendiente. Para tal fin les solicitamos contactarse directamente
con un grupo de apoyo al correo electrónico resistenciamapuche@hotmail.com
para acordar con ellos la ayuda precisada y la manera de hacerla
llegar a las comunidades en cuestión.
Finalmente, adherimos a la jornada de protesta convocada
por la Central Unitaria de Trabajadores de Chile (C.U.T.), a la que se
sumó la Asamblea Nacional por los Derecho Humanos, fijada para el
día 21 de agosto. Esta actividad se enmarca en exigencias de trabajo,
sueldos dignos, una legislación laboral justa y respeto a los derechos
fundamentales por parte del gobierno de Chile.
Organización de Defensa
Popular
ODEP
"POR EL RESPETO Y DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS"
Catedral 1029, oficina 1007
Fono: 56-2-6991838
Casilla: 52406
Correo Electrónico: odep@terra.cl
Santiago de Chile, 12 de agosto de 2002