Lista de asesinados en La Sierra de Gúdar

Matados por la derecha durante la guerra y la posguerra.

Al estallar la guerra en Teruel (1936) matan a ocho hombres entre 20 y 28 años en los días del 22 de Julio al 30 de Julio cuyos nombres y apellidos son:

 Nombre 

Juan Patetas, después de estar dos años en la cárcel de Teruel fue fusilado, se desconocen los motivos del tal acto.

Muertos después de terminar la guerra. 

Muertos en la Sierra de Mora, el 02 de octubre de 1.947.

 Nombre

Algún dato

Muertos en diferentes fechas

Matados por la izquierda durante la guerra y la posguerra.

 Nombre

Matados el 29 de septiembre de 1.947

 Nombre    y   Apellidos 

Memoria de la Guerra en el pueblo de Gúdar

La Historia de Gúdar empezó en la República de 1031. En Gúdar estaban las riquezas económicas de la agricultura en manos de muy pocas personas y sobre todo las zonas de regadío. Los propietarios de las fincas las arrendaban a un 50 % , además de ser propietarios grandes era muy difícil poder conseguir arrendarlas. La República tomo como decisión repartir a cada vecino la riera a parcelas muy reducidas. El terreno de la riera era propiedad del Estado y la repartición fue a partes iguales. Al llegar a la masada de la Peña, cuya finca lindaba con la riera y los masoveros que entre padres e hijos estuvieron muchos años sacaron los linderos varios metros aprovechándose de la riera a la propiedad y al llegar allí el masovero alegó que era propiedad de la finca. El Ayuntamiento lo puso en manos de los tribunales, pero pronto llegaron las elecciones de Noviembre de 1933 y al ganar las elecciones la derecha se puso más difícil, pero al llegar 1936 cuando volvieron a ganar el frente Popular se llevaron a los tribunales y por el mes de Abril de 12936 se celebró el juicio en Mora de Rubielos, Cabeza de Partido y salió a favor de la riera y del Ayuntamiento. A los pocos días fueron varios hombres a hacer las parcelas y a los que les tocaron fueron al cabo de cuatro años y también participaron varios familiares y amigos en la ayuda de preparar la tierra para sembrar la cosecha.

El masovero de la Peña mandó un hijo a dar cuenta al cuartel de Alcalá de la Selva y a las 17 horas se presentó la Guardia Civil y las personas que había trabajando a verlos llegar empezaron a correr y la Guardia Civil empezó a  echar el alto y a tirar tiros, pero no hubo ningún muerto ni heridos.

Cuando llegaron al pueblo los que estaban trabajando en la masía alertaron a familiares y amigos y resto de habitantes del pueblo. La gente del pueblo se concentró en el Ayuntamiento y cuando llegó la Guardia Civil a dar la novedad de lo que había sucedido, el pueblo se lanzó contra ellos, los desarmaron y los golpearon, se tuvieron que ir al cuartel de Alcalá andando ya que no pudieron subir al vehículo que los llevó hasta allí. Según se dijo solo les quedó una pistola.

    El Alcalde Quinetes mandó cuatro hombres a Teruel a dar la novedad de lo ocurrido y fueron detenidos, a los pocos días una mañana se presentaron en Gúdar varios Guardias Civiles y Guardias de Asalto y detuvieron a cuatro hombres más, estuvieron presos los ocho y como el 18 de Julio de 1936 estalló la Guerra Civil y Teruel quedó en la zona nacional, al llegar a Teruel cuatro o cinco personas de derechas que huyeron de Gúdar, fusilaron a los ocho que ya habían detenido.

La historia ha dado, a través del tiempo, la razón de que hacía falta más tierras para subsistencia del pueblo, porque en los años siguientes en plena dictadura de Franco se expropiaron tres masadas para repartirlas entre todos los vecinos. Las masadas repartidas fueron: La  Palanca, La Costera y Las  Solanas, dándoles todas las facilidades a los vecinos, incluso con la garantía y la fianzas de los montes de las mismas fincas y el Estado, por lo tanto lamentamos los actos ocurridos en personas humanas quitándoles la vida y después repartir las tierras como ser pretendía en 1936.

Ya la guerra estallada y con los frentes y trincheras en las puertas de Teruel, Güdar se queda con la pérdida de 8 hombres matados en Teruel, al día siguiente de llegar, por los Nacionales sin juzgar ni tener pendientes ninguna muerte, solamente por venganza de los que se fueron, que eran de derechas, huidos de Gúdar a Teruel. No se saber cierto donde, pero se dijo que a estos 8 hombres los mataron en la plaza de toros, torturándolos antes de matarlos, los tiraron a un pozo de cal en Caudé. Al otro día de matarlos llegó a Gúdar un hombre trabajaba en Teruel y la familia la tenía en el pueblo y comunicó la noticia de que los habían matado. El pueblo lo tomó como un crimen salvaje, dejando a tantas familias destrozadas.

Los huidos a Teruel fueron Manuel Cabañero y familia, Calvo, José Izquierdo con dos hijos mayores y la familia Los Borretas.

Debido a esta situación la Izquierda detuvo a dos vecinos del pueblo, Rafael y Marcelino que fueron matados en el acto.

Después de dos o tres meses unos milicianos detuvieron a Quinetes, alcalde de Gúdar desde Febrero de 1936, cuando se lo llevaban, su hijo dijo me marcho con mi padre, donde vaya él voy yo, y los mataron a los dos en Mosqueruela o Cantavieja. (se ignora el lugar y el motivo por el que lo hiceron).

Se lamenta y se condena todas las muertes de los dos bandos pero la derecha fue la primera en matar y ello conlleva a las venganzas.

En 1936 se formó una Coperariva en Gúdar, constituida por ambos bandos y dirigida por Florencio Guillen, con el fin de administrar los bienes abandonados de los que tuvieron que marcharse y se respetaron todos los de los dejaron familia en el pueblo.

Durante el invierno llevaron el ganado a pastar a la zona de Valencia. En 1936 se sembró la cosecha de trigo y en 1937 se recogió entre ambos bandos.

El trigo se almacenó en la Iglesia y Julio Camatrillos lo trilló en ella, aún siendo de derechas.

La Coperativa repartió comida y demás enseres de primera necesidad, tanto a los de un bando como a los de otro. No se aprovechó de bienes a su favor y en Octubre de 1937 entregó obligada todos los bienes de la ganadería al ejercito  militar.

Por el mes de Marzo de 1938 hubo un enfrentamiento entre la Izquierda y tuvo que participar el ejercito de la Comuna de Galán, pasando a hacerse cargo del pueblo Balbino Martín de la familia los Caturlas de Gúdar. Se aproximó el frente Nacional y el Gobierno obligó a evacuar a Cuenca todos los bienes de la ganadería que eran de los vecinos del pueblo, haciéndose cargo de la evacuación varios vecinos, propietarios y voluntarios del pueblo que con mucho sacrificio los aguantaron hasta terminar la guerra el 01 de Abril de 1.939. Una vez finalizada la guerra volvieron con el ganado al pueblo y se entregó a sus respectivos dueños.

También evacuaron algunas familias de Izquierdas como Florencio Guillén. Y al volver al pueblo (una vez terminada la guerra) encarcelaron a varios hombres de Gúdar.

Florencio no volvió al pueblo, pero al poco tiempo fue prisionero por las fuerzas nacionales y llevado a la cárcel de Teruel, después trasladado a la cárcel de San Miguel de Los Reyes en Valencia y a Zaragoza.

Su mujer e hijos volvieron al pueblo pero los desterraron y a ella le raparon la cabeza a cero, por ser familia sospechosa.

De Zaragoza pidieron los avales de Florencio a Gúdar, el alcalde, entonces José Izquierdo, los mandó con una conducta desfavorable, sin saber si era justa o no. Mientras Florencio estuvo al mando del pueblo (1936-1937) no hubo ninguna muerte, al revés si los milicianos preguntaban si había hombres de derechas, les dijo que no había nadie.

Cuando juzgaron a Florencio en Zaragoza fue un vecino de Gúdar a defenderlo ya que a él le había salvado la vida, y para que nadie sospechara salió del pueblo con una burra. Otro vecino de Teruel que tenía su padre en Gúdar mandó un certificado al Juzgado avalándolo ya que a su padre (ex maestro del pueblo) lo defendió, durante su mandato, para que nadie se metiera con él.

El juicio le quito la pena de muerte a Florencio y después de pasar 4 años en la cárcel lo soltaron y se presentó en el pueblo de Gúdar, las autoridades del pueblo se quedaron sorprendidas de su libertas, y al poco tiempo de estar allí le comunicaron que lo habían denunciado y que lo iban a detener otra vez, la noticia se la dio un particular que vivía en Teruel, y además que si lo detenían le aplicarían la Ley de Fuga y sería fusilado. Inmediatamente cogió una manta y un garrote y se marchó al monte y aguantó varios meses con conocidos y la asistencia que le daba su familia, fueron varias veces a buscarlo la Guardia Civil con hombres del pueblo pertenecientes al Somanten.

Un día cerca de su terreno vio a la Guardia Civil y aprovechando la ocasión de un cuñado suyo que estaba guardando su ganado, aunque no tenía relaciones con él, le salió y le dio un papel escrito para que se lo entregara ellos y así lo hizo, fue a una fuente que estaban comiendo y les entrego la nota que decía: Si queréis coger a Florencio subir al Zinglo Olla Bellida, allí estoy comiéndome un par de huevos, pero ellos se marcharon al pueblo. Fueron varias veces de noche  a buscarlo a su caseto, pero nunca lo pudieron detener. Estos actos ocurrieron varias veces. Durante el invierno llegó a entrar alguna que otra noche al pueblo. Al cabo de varios meses se encontró con dos hombres más que se encontraban en la misma situación que él y así se sintió con más fuerzas para salir adelante, aunque iban los tres nunca mataron a nadie.

Su mujer Felisa tuvo un enfrentamiento, amasando el pan en el horno, con las mujeres del derechas, porque parece ser que amasaba más pan del que podían consumir ella y los hijos. La amenazaron con matarla.

La derecha y la Guardia Civil se desesperaba, por el mes de Agosto o primeros de septiembre de 1946, porque no había forma de cogerlo. Se  reunieron en el Ayuntamiento de Gúdar para tomar alguna decisión al respecto y la conclusión fue detener a su mujer Felisa, aunque no estaban todos de acuerdo, porque podían ser un peligro ya que él estaba en el monte y armado.

Sobre el día 27 ó 28 de Septiembre la detuvieron y la llevaron a la cárcel de Gúdar y estuvo allí unas 20 horas, después se la llevaron a Alcalá de la Selva. Al rato de tenerla en el Cuartel la hicieron declarar, para lo cual la torturaron, gente que pasaba por la calle y los vecinos del Cuartel, oían las quejas de ella que durante varias horas. Después la trasladaron a Mora de Rubielos a la cárcel del Castillo.

A la mañana siguiente, cuando fueron a abrir la puerta, la encontraron muerta. Según las personas que la metieron en el cajón ya llevaba varias horas muerta y tenía todo el cuerpo golpeado por los golpes que le dieron en el Cuartel de Alcalá.

Fue la primera muerte de aquella sierra y de la historia de los maquis. Aunque más adelante hubo muchas más, yq que la gente no contó con que Florencio, su marido, estaba en el monte y armado. Su hijo de 11 y 13 años, fueron maltratados por gente de derechas y la Guardia Civil. Cuando  subía la Guardia Civil al caseto de Florencio y entraban en el corral rompían  los huevos de las gallinas para que así los hijos no tuvieran nada que comer. Cuando se encontraron los niños con su padre y le contaron lo que les hacian, se los llevo con él al monte, corriendo el riesgo de que podían morir todos juntos en  cualquier momento, así como el sacrificio que suponía la situación para los niños, por las marchas que solían hacer por las noches y los ratos de hambre y sed que habían que pasar.

No respetaron a su familia, ya que él había respetado a varios de derechas porque los había tenido a tiro varias veces y no lo quiso hacer por aguantar la paz. Así tendrían que haber actuado con él, haber esperado a que tuvieran algún descuido y haberlo cogido, antes de matar a su mujer y maltratar a sus hijos.