Contra el bombardeo de la OTAN en Kosov@
Nos declaramos en contra de esta nueva aventura
militarista en la que se ha embarcado la mal llamada "comunidad internacional".
Son falaces los argumentos que utilizan las potencias Occidentales para intentar
justificar ante sus respectivas opiniones públicas el intervencionismo:
- Dicen que pretenden debilitar al gobierno de Milosevic, y en realidad el ataque de la
OTAN, en un principio, le está fortaleciendo y dando legitimidad interna. El bombardeo de
la OTAN es la excusa perfecta para que Milosevic siga gestionando Yugoslavia y cree
consenso en torno a su figura haciendo uso del nacionalismo de la población.
- Dicen también que pretenden evitar una catástrofe humanitaria y lo que están haciendo
es provocarla. Primero, con la precipitada salida de Kosov@ de los observadores de la
OSCE, lo que permitió que el ejército serbio se "despachara a gusto" sin
incómodos testigos. Después, con el mismo bombardeo, que indudablemente traerá
víctimas humanas (o como gustan decir nuestros gobernantes, "daños
colaterales") y ha traído ya unas cotas de represión interna difíciles de soportar
para la población civil, tanto serbia como kosovar. En Serbia, los grupos de oposición
política y pacifista temen por sus vidas, los periodistas extranjeros han sido
expulsados, la emisora independiente anti-guerra B-92 ha sido cerrada,... En Kosov@, la
policía especial serbia rodea aldeas, saquea casas y mata a sus habitantes, hay multitud
de detenciones extrajudiciales que acaban en alguna fosa anónima,... En resumen se está
aplicando, una vez más, la limpieza étnica y política en los Balcanes. Por último,
hacer notar que la estrategia militar de la OTAN en Kosov@ (bombardeos aéreos y
marítimos sin intervención terrestre) no está diseñada para favorecer los intereses de
la población, sino, más bien, para minimizar los riesgos de los propios soldados de la
OTAN, cualesquiera que sean las consecuencias que esto pueda traer a las personas que
ahora están sufriendo la "venganza" de Serbia.
- Dicen que pretenden evitar la internacionalización del conflicto y es precisamente eso
lo que están consiguiendo. Rusia ha suspendido todos sus contactos con la OTAN y el
presidente de la Duma afirma que su país "entregará a Belgrado potente
armamento". El Parlamento de Ucrania ha revocado la decisión de declararse país
desnuclearizado. Bielorrusia afirma que apoyará a Rusia en todas las acciones que lleve a
cabo. Albania y Macedonia están al límite de su capacidad de acoger refugiados, los
choques armados en sus fronteras se han multiplicado y se encuentran al borde de la
desestabilización interna, una por graves problemas económicos y la otra por conflictos
étnicos.
En realidad las causas a esta intervención en los Balcanes son otras
bien distintas:
- Legitimación de una organización, la OTAN, que necesita seguir siendo
"necesaria" para justificar su existencia tras el final de la guerra fría. Así
la OTAN quiere autoadjudicarse el papel de policía internacional, eso sí, una policía
que defiende los intereses de EE.UU. y, en general, de los países Occidentales. Además
se persigue la deslegitimación total de la ONU como institución donde se resuelvan los
conflictos internacionales, un organismo que, a pesar de sus muchos defectos, tiene una
organización con un talante mucho más democrático que la OTAN.
- Esta nueva acción es una más de al línea intervencionista que está llevando la
Alianza en el Este de Europa. Así, en este caso se está buscando el debilitamiento
militar, económico y político de Serbia, tradicional aliado de Rusia, además de buscar
nuevos aliados de cara al futuro, como el pueblo kosovar. Dentro de este marco se inscribe
la reciente ampliación de la OTAN con la incorporación de la República Checa, Hungría
y Polonia o los acuerdos que se han firmando con Ucrania. Todo ello no sólo supone una
progresiva disminución de la zona de influencia rusa, sino que está enmarcado en una
estrategia mucho más amplia de reconducción hacia la economía de mercado a los países
del antiguo bloque socialista; aunque, eso sí, desde un punto de vista secundario y
dependiente de las grandes potencias económicas.
Esta acción es un adelanto de la nueva estrategia de la Alianza, que
será aprobada en Washington a finales de abril. Con ésta la organización se
autolegitima para intervenir en cualquier parte del planeta según su propio criterio, sin
la necesidad de ser autorizada por la ONU u otros organismos internacionales. Sus misiones
responderán a objetivos tan ambiguos como la gestión de crisis, la operaciones
humanitarias y las intervenciones para el mantenimiento de la paz. Como se ve el caso de
Kosov@ es un ejemplo perfecto.
- Una tercera razón es poner a prueba el nuevo armamento, como los bombarderos B-2 o
B-117.
- Con acciones como esta también se justifica el elevado presupuesto militar de los
países-OTAN, intentando hacer ver a la opinión pública su necesidad. Resulta irrisorio
que en los primeros días de guerra se hayan gastado cientos de miles de millones de
pesetas mientras "no hay dinero" para cooperación o para financiar el estado
del bienestar.
- Por último una causa más es "estabilizar" una zona tan delicada
históricamente como los Balcanes. La ruptura del delicado equilibrio de fuerzas no se vio
peligrar mientras la resistencia en Kosov@ fue pacífica. Pero cuando esta se tornó
violenta, se hizo incierta la hegemonía Serbia en su república independentista y se vio
más plausible la expansión del conflicto a la vecina Albania. La estabilidad se
hace imprescindible cuando se pretende que esta zona sea también un campo de actuación
de las multinacionales.
También aparecen claros intereses económicos de las compañías
occidentales que se llevarán tajada cuando se comience la reconstrucción de la zona.
A la OTAN no le han interesado nunca ni le interesan ahora los derechos
humanos. Queremos denunciar la hipocresía de una organización militar que decide
discrecionalmente qué violaciones de los derechos humanos importan y cuales no. ¿Es que
los derechos de los kosovares no son los mismos ahora que hace 9 años? ¿Es que sus
derechos son distintos que los del pueblo kurdo (reprimido con salvajes violaciones de los
derechos humanos por un país miembro de la OTAN, Turquía), o saharahui, o...? El colmo
de la doble moral es que los mismos que ahora se apuntan a llamar a Milosevic genocida,
sean los que le dieron carta de naturaleza como "garante de la paz" en los
acuerdos de Dayton de 1995. Cuesta creer que les sorprenda lo que ahora está pasando,
cuando fueron ellos quienes reforzaron a Milosevic en el poder. Es más, la
responsabilidad de los estados europeos en los Balcanes es bastante más importante que la
de meros convidados de piedra y, con su política, han ayudado a la resolución violenta
de los problemas de la zona.
¿Dónde estaban las potencias occidentales durante los diez años de
lucha no violenta del pueblo kosovar? Desde que en 1989, Milosevic anuló la autonomía de
la provincia, los kosovares han protagonizado, pagando vidas, toda una historia de
resistencia pacífica y no violenta. Han sido sistemáticamente ignorados y "su
asunto" no ha merecido un punto en la agenda política internacional. La prueba más
palpable de este hecho fue la marginación de Kosov@ de los acuerdos de Dayton.
La participación española en la intervención militar se enmarca
dentro de la estrategia, ya iniciada por los socialistas, de "hacer méritos"
para escalar puestos en la escena geopolítica internacional. Esto se hace aunque sea
violando el sentir mayoritario de la población expresada en el referéndum de la OTAN, o
acuerdos del mismo Congreso de los Diputados contra la intervención en conflictos
internacionales si no es bajo mandato expreso de la ONU.
Abogamos por el derecho de autodeterminación del pueblo kosovar, así
como por el derecho a vivir en paz y en libertad de todos los pueblos de la región.
Llamamos a la deserción a los soldados de todos los ejércitos implicados en el
conflicto. Exigimos que las fronteras de los países europeos estén abiertas a la acogida
de refugiados y desertores.
Exigimos el inmediato fin de los bombardeos y de la represión del
régimen de Milosevic contra la población kosovar y serbia. Nuestros gobernantes afirman
ahora que "la vía diplomática está agotada", pero no entendemos muy bien por
qué antes no lo estaba y ahora sí. Pedimos la convocatoria de una conferencia
internacional de paz, donde se vean representadas las sociedades civiles de todos los
países de la región.