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Grupos de trabajo

(Las conclusiones de cada Grupo de Trabajo no han sido sometidas a la aprobación del conjunto del Congreso ni de las organizaciones convocantes)

CONGRESO 2001 "CONSTRUIR LA ESCUELA DESDE LA DIVERSIDAD Y PARA LA IGUALDAD"

Materiales previos y conclusiones del Grupo de Trabajo
Desigualdad sociocultural y selección escolar

Coordinación del grupo: Luis Trapiello (CCOO)


Materiales previos
Autor: Luis Trapiello

1.- Introducción

No hace más de un siglo sólo algunas mentes liberales y poco más entendían que la enseñanza era un bien necesario para el desarrollo de un país, para el engrandecimiento de sus gentes, para la constitución de sus ciudadanos como personas. Mientras que para los individuos de la clase trabajadora y del campesinado su demanda era poder seguir viviendo, la demanda de las clases pudientes era el conocimiento que permitiese afianzarse en su condición privilegiada y desarrollar los bienes de producción a fin de producir más, mejor y con menor coste.

De aquellos tiempos, pretéritos pero no borrados, hemos llegado en la España de final de siglo a una sociedad impregnada por una conciencia democrática. Pero hasta llegar a ella se ha tenido que pasar por percepciones,  probablemente aún ancladas en el subconsciente colectivo, de que la enseñanza no es necesaria o es un bien de alto riesgo, pues como decía Chalotaisse, una célebre voz del siglo de las luces, “entre el pueblo bajo es necesario que sepan leer y escribir sólo los que tienen oficios que requieren esa pericia. El bien de la sociedad exige que los conocimientos de la gente no vayan más lejos de cuanto es necesario para su propia ocupación diaria” (Citado por Lerena en Reprimir y liberar. 1983). El conocer da en Pensamiento y éste, como análisis, puede serlo de la realidad y conducir a la crítica de lo que hay, a la oposición activa y al final, junto con otros, a la demanda de un cambio.

Parece haber sido una obsesión de los legisladores españoles del último tercio del siglo la concepción del sistema educativo obligatorio como un instrumento que permita a todos y a cada uno de sus ciudadanos y ciudadanas menores de edad acceder por igual al conocimiento. Puede parecer paradójico que en plena dictadura franquista en el preámbulo de la Ley General de Educación (1970) se diga que “se trata, en última instancia, de construir un sistema educativo permanente no concebido como criba selectiva de los alumnos, sino capaz de desarrollar hasta el máximo la capacidad de todos y cada uno de los españoles”. De la misma manera que no deja de ser paradójico que veinte años más tarde se siga manteniendo el mismo principio enunciativo y no se dote financieramente de los recursos necesarios para hacer prescriptivo ese principio. El mal no está pues en la Ley sino en la ejecución de la misma. Es en su concreción donde se ve el talante de la voluntad política del gobierno de turno, si la enseñanza es concebida como bien común al que todas las personas tienen que poder acceder en condiciones de igualdad, es decir, compensando las diferencias de aprendizaje y respondiendo a las necesidades derivadas de esas diferencias o como un servicio que aprovecha a quien puede.

2.- Campos de desigualdad

  El ciudadano, hombre o mujer, es consciente de que quienes les rodean, sobre todo los más próximos, los del entorno familiar,  no son iguales y es también consciente de que de una manera espontánea quien gobierna ese entorno atiende de una forma selectiva las necesidades de cada uno de ellos. No da a todos lo mismo ni en la misma cantidad. Curiosamente esta manera social de actuar en ese primer nivel de organización vital se quiebra cuando lo que se trata de gobernar es un grupo nacional. En este último caso se olvidan los matices y se considera justo que todos reciban “por igual” aquello que el estado da, en el caso que nos ocupa, enseñanza. Es lo mismo que uno viva en un medio rico en información o carente de la misma, es lo mismo que uno esté rodeado o tenga al lado interlocutores cualificados o no, a todos ellos se les han de dar los mismos contenidos, con la misma expresión, en el mismo momento y en la misma cantidad.

Si se quiere, pues, recuperar esa manera espontánea de gobernar el núcleo familiar, el gobernante ha de tener presente como mínimo los siguientes campos de desigualdad:

El campo rural

El campo urbano, barrios periféricos

Se trataría de definir las pautas de comportamiento cognoscitivo existentes en cada uno de esos campos a fin de poder programar actuaciones que compensasen las carencias culturales. El campo rural caracterizado por la existencia de una población escasa que reduce las relaciones interpersonales a la mínima expresión, con comportamientos previsibles, sin actividad cultural y con un existir en muchos casos homogéneo frente a un campo urbano en el que el ciudadano sobrepasado por la aglomeración, la diversidad, la vorágine de lo distinto, puede terminar refugiándose en sí mismo, cerrándose a lo otro o, por el contrario, diluyéndose en lo ajeno. No se ha de extrañar nadie porque se reivindiquen acciones ordenadas a destruir la atonía en el primer caso e impedir el solipsismo y la alienación en el segundo.

En ambos campos de desigualdad la escuela normalizada en la que se imparten enseñanzas regladas va ejerciendo un proceso selectivo a lo largo de los distintos tramos del sistema educativo sobre estos individuos incapacitados para dar la respuesta adecuada a la exigencia normalizada de conocimientos preestablecidos. Y esta selección escolar parece hacerse de una manera natural, con el abandono del sistema educativo una vez alcanzada la edad mínima de obligada asistencia a clase. Selección que, en las zonas rurales, se efectúa también a través de la inexistencia de centros educativos postobligatorios próximos a la población de residencia.

Se podrían afirmar que hay otras diferencias dentro de cada uno de estos campos, pues en los dos existen desigualdades sociales o, cuando menos, graduación en la posesión de la riqueza y en último término en la posesión de los medios de adquisición de la cultura y del saber. Es cierto que las personas pobres, las desposeídas, en cualquiera de esos campos de desigualdad tienen una dificultad per se para acceder al conocimiento. Pero también lo es que alguien pobre en una zona rural está más impedido para alcanzar un pensamiento formado y propio, que aquel que con igual pobreza vive en una zona urbana. En cuanto a la desigualdad entre territorios no puede ser entendida sino como una realidad que ha de ser utilizada para denunciar la desidia de los gobiernos de los territorios considerados pobres cultural o educativamente y no para señalar, recriminando, a quienes cuidan por que sus ciudadanos, hombres y mujeres, reciban una buena enseñanza. Es a los gobiernos de los territorios depauperados educativamente a quienes corresponde dedicar más recursos a la enseñanza.

El campo de desigualdad de carácter rural se caracteriza por constituirse en un medio culturalmente pobre o muy pobre, medio en el que no existe una actividad creativa, una manifestación artística o un hábito lector digno de ser tenido en cuenta. Todo lo que de aportación al quehacer cotidiano hay, lo es a través de la televisión. Ahora bien, es cierto que la televisión se ha convertido en un vector universal de información, todos reciben en sus casas la señal televisiva y los contenidos de la misma, independientemente de en qué punto geográfico se encuentren; pero esa información incumple el principio de reparto selectivo según las necesidades o capacidades: es la misma información, con la misma expresión, en el mismo momento y en la misma cantidad. No sirve. Por eso, en este caso, no se puede dejar de pensar que las instituciones provinciales deben implicarse en programas que supongan que todo tipo de manifestación artística: pintura, escultura, música, literatura, etc., tiene que estar reiteradamente presente en las poblaciones rurales. En septiembre de 1995 el Comité de las Regiones de la Unión Europea dictaminó que “el reto es promover la igualdad de oportunidades en materia de acceso a la educación, en particular entre hombres y mujeres, y para procurar que los grupos desfavorecidos (como las de las comunidades rurales, las personas mayores, las minorías étnicas y las personas inmigrantes) no se conviertan en ciudadanos de segunda categoría en cuanto a las posibilidades de acceso a las nuevas tecnologías”. En este sentido cabe preguntarse dónde están los programas para llevar la formación profesional al mundo rural.

Por otra parte, en el campo de desigualdad urbano está definida una realidad altamente compleja con múltiples problemas.  Los barrios periféricos en los que se encuentra la mayor densidad de personas desfavorecidas o menos favorecidas son campos de desigualdad en los que la respuesta educativa ha de ser diferenciada y compleja. En el libro blanco sobre la educación y la formación “Enseñar y Aprender, hacia una Sociedad Cognitiva” de la Comisión de las Comunidades Europeas (1995) se decía, entre otras muchas cosas, que “si bien es cierto que la escuela representa una “primera oportunidad” para que todo individuo se integre en la sociedad, se comprueba que eso ya no es el caso, por desgracia, para el alumnado más desfavorecido, que no suele disponer del marco familiar y social que permite sacar partido de la formación general impartida en la escuela. Los jóvenes excluidos del sistema escolar se cuentan ahora a veces por decenas de miles en los grandes núcleos urbanos… está claro que la recuperación no debe efectuarse en “escuelas-gueto”. Cada vez más, las escuelas situadas en barrios difíciles se reorientan para convertirse en dispositivos de segunda oportunidad, o bien se crean nuevos centros de enseñanza, que tienen a su disposición medios suplementarios en función de su localización” (pág. 40)

3.- A modo de conclusión

La sociedad española expresó sus demandas educativas a través de la Constitución. Si alguien quiere saber qué es lo que los españoles, hombres o mujeres, exigen del sistema educativo ha de acudir a la Constitución, en ella encontrará clara respuesta a su demanda. Aunque es innecesario, haremos referencia a que en el artículo 27.1 se afirma el derecho de todos a la educación. En ese “Todos tienen derecho a la Educación” se contiene un imperativo categórico que no se circunscribe ni sólo a los españoles  – los inmigrantes están amparados por este apartado -, ni sólo a la enseñanza obligatoria –el concepto ‘educación’ no está acotado por ningún adjetivo-. Cualquier actuación u omisión que cercene ese derecho no dejaría de ser una actuación o una omisión anticonstitucional.

Sólo las actuaciones educativas singularizadas dan la misma oportunidad a todos los ciudadanos, hombres o mujeres, pues la oportunidad está directamente relacionada con las capacidades de cada quien; a mejores capacidades, mayores oportunidades. Si no se diesen esas actuaciones, la diferencia en las capacidades biológicas o sociales quebraría el principio de igualdad de oportunidades en el acceso al saber. Cabe, pues, discutir los límites de dispersión del alumnado de una clase para que el profesor o la profesora realicen una acción educativa eficaz.

 

ANEXO: DESIGUALDADES ENTRE ZONAS RURALES Y URBANAS
Autor: Luis Trapiello

 Se exponen algunas de las situaciones educativas existentes en dos comarcas rurales de la provincia de Castellón y tres correspondientes a la zona urbana de Valencia: dos barrios periféricos y un distrito central. Los datos corresponden al curso 89/90, éste último fue el año en el que se aprobó la LOGSE. Los cálculos y las relaciones se han realizado a partir de la información contenida en la publicación Red de Recursos Educativos en la Comunidad Valenciana (5 volúmenes), editado por la Generalitat Valenciana Conselleria de Cultura, Educación y Ciencia, Valencia, Mayo de 1990.

 

L’Alt Maestrat

Comarca deprimida del interior de Castellón con diez núcleos de población, economía totalmente agrícola próxima a la subsistencia. Agricultura de montaña.

 Alumnos en 8º de EGB            111

 Alumnos en 1º FP[1]                  36

                       lo que supone que sólo un 32,4% de quienes terminan EGB continúa estudiando

  

Población entre 15 y 19 años            605

 Matriculados en FP                          112

lo que supone que sólo el 18% de los jóvenes en edad escolar están estudiando

  

Els Ports

Comarca limítrofe con la anterior, con una economía también de agricultura de montaña, con doce núcleos de población, pero siendo uno de ellos, Morella, una población significativa y de alto valor turístico que poseía una más que aceptable infraestructura turística.

 Alumnos en 8º EGB                65

 

Alumnos en 1º de BUP            53

Lo que supone que el 81,5% de quienes terminan EGB continúan estudiando.

Ahora bien, si se analizan los datos de la escolarización correspondiente a cada curso (53 en 1º, 38 en 2º, 27 en 3º y 23 en COU) se observa que durante el BUP hay una tasa de abandono del 58%.

 Población entre 15 y 19 años            368

 Matriculados en BUP                        141

lo que supone que el 38,3% de los jóvenes en edad escolar están estudiando

  

VALENCIA[2]

Avenida de la Plata:

Barrio deprimido que en 1990 comenzaba un proceso emergente debido a la construcción de nuevas viviendas y la llegada de una población de clase media. 

Alumnos de 8º de EGB                       734

 Alumnos de 1º de BUP y FP               713

Lo que supone el 97,1% de quienes terminan la EGB.

 Si se analizan los datos de escolarización correspondiente a cada curso de BUP (547 en 1º, 516 en 2º, 472 en 3º y 498 en COU) se observa una tasa de abandono del 8%. 

Por ser significativo indicamos el porcentaje de ocupación de los centros de EGB, tanto públicos como privados:

 Públicos: integran minorías preescolar 59,9%

EGB 67,15%

 Privados: preescolar 112,86%

EGB 103,79%

  

Poblados Marítimos:

Barrio/distrito totalmente deprimido a cuyo instituto tienen que acudir de otros tres distritos por no existir en ellos institutos de BUP.

 

Si se analizan los datos de escolarización correspondiente a cada curso de BUP (1.429 en 1º, 1.307 en 2º, 1.101 en 3º y 1.040 en COU) da una tasa de abandono del 37,3%  

Por ser significativo indicamos el porcentaje de ocupación de los centros de EGB, tanto públicos como privados:

 Públicos: preescolar 59,64%

EGB 73,27%

 Privados: preescolar 99,43%

Integra minorías EGB 58,55%

  

Ensanche:

Distrito clásico burgués situado en lo que hoy ya pertenece al centro de Valencia

 Si se analizan los datos de escolarización correspondiente a cada curso de BUP (400 en 1º, 400 en 2º, 402 en 3º y 405 en COU) da una tasa de abandono del 0,0% 

Por ser significativo indicamos el porcentaje de ocupación de los centros de EGB, tanto públicos como privados:

 Públicos: preescolar 66,86%

EGB 64,29%

 Privados: preescolar 100,52%

EGB 104,18%

 

Comentario:

 Estos datos ponen de manifiesto que la ubicación de los institutos lejos del núcleo de población de residencia determina una menor tasa de matriculación en los estudios postobligatorios: del 18% en L’Alt Maestrat al 38,3% en Els Ports, comarca en la que la población mayor es Morella y es en la que se encuentra el Insituto; lo que está en relación con el paso de EGB a BUP: el 32,4% en L’Alt Maestrat frente a un 81,5% en Morella.

 Al mismo tiempo se pone de manifiesto cómo, independientemente de la situación económica, los jóvenes de las zonas rurales tienen menos recursos y desisten en mayor número de seguir estudiando: un 58% en Morella, un 37,3% en el barrio Marítimo, un 8% en la Avenida de la Plata y un 0,0% en el distrito del Ensanche.

 Por otra parte no se puede pasar por alto los datos de ocupación de los centros educativos en la ciudad de Valencia, independientemente de en qué barrio o distrito se encuentren. Los centros privados se encuentran sobre saturados mientras que los públicos están muy por debajo de la plena ocupación. Esta situación debe obligarnos a reflexionar más allá de los viejos tópicos.



[1] En esta comarca no existía Instituto de Bachillerato. No se tienen datos que confirmen que ningún joven, chico o chica, estuviese estudiando BUP en otra población, pero lo que sí se ha de tener en cuenta es que no es fácil que estudiasen BUP por cuanto lo tendría que hacer en régimen de internado debido a la dificultad de comunicación con Morella, lo que lo hace harto improbable

[2] Carecemos de los datos demográficos por barrios por lo que no es posible establecer, respecto al número de jóvenes en edad escolar, el porcentaje de ellos que sigue estudiando. Por otra parte la variable de trasvase de alumnado de un barrio a otro por carecer de instituto en el suyo distorsionaría cualquier porcentaje de jóvenes matriculados respecto a los jóvenes en edad escolar que se quisiera hallar.

 

 


Conclusiones del Grupo de Trabajo

Planteamos la necesidad de que en las zonas urbanas, en los barrios con una población significativa de inmigrantes o jóvenes con problemas en el proceso de escolarización, se dé una actuación programada que incluya desde la planificación municipal que impida la constitución de guetos urbanísticos hasta la actuación en la matrícula en los centros sostenidos con fondos públicos para que ninguno de ellos lo sea exclusivamente de la diversidad o de la marginación.

Las propuestas que en el grupo se entendieron como aceptables por todas las personas participantes o, al menos, por una mayoría cualificada no se agotaron en ésa. Y así se participaba de la necesidad de que exista una actuación en las zonas rurales que enriquezca su medio cultural, de que en los núcleos rurales se garantice el aprendizaje del uso de los medios informáticos y se provea por los medios públicos el acceso gratuito a la Red mediante la creación de un centro dotado de los medios técnicos que lo hagan posible. Del mismo modo se vio la necesidad de que las administraciones educativas desarrollen programas que hagan posible que llegue a las zonas rurales la enseñanza de ciertos ciclos formativos necesarios para el desarrollo económico de sus poblaciones, así como las enseñanzas de música o arte.

Se defendió como una forma clara de combatir la exclusión social la existencia de un currículo común aunque se utilicen, que deben utilizarse, diferentes medios de acceso a ese currículo, así como la creación de grupos de acción educativa que actúen en el medio social y familiar de aquellos centros que matriculan alumnado desfavorecido o inmigrante. En este sentido se reiteró la necesidad de la gratuidad del material escolar que debería ser gestionado por los centros.

El debate, obviamente, fue mucho más rico de lo aquí recogido, pero el hecho de que componentes del grupo no se reiterasen sobre las aportaciones hechas por alguno o alguna de sus miembros o el hecho de que fuesen replicadas por uno o varios de ellos impiden que se puedan aportar como conclusiones consentidas por el grupo.

Grupos de trabajo


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El Congreso Construir la escuela desde la diversidad y para la igualdad (ámbito estatal) se celebró en Madrid los días 26, 27 y 28 de enero de 2001, y fue organizado por la Conf. de MRPs, CEAPA, CCOO, FETE-UGT, STEs, CGT y MCEP.

 www.nodo50.org/igualdadydiversidad          Actualización: 12/26/01