CONGRESO
2001 "CONSTRUIR LA ESCUELA DESDE LA DIVERSIDAD Y PARA LA
IGUALDAD"
Materiales
previos y conclusiones del Grupo de Trabajo
La
atención a la diversidad en las etapas Infantil y Primaria: centro
Coordinación
del grupo: Joan Domènech (Conederación
de Movimientos de Renovación Pedagógica)
Materiales
previos
Autor: Joan Domènech
La
diversidad es una característica del alumnado en las etapas de Infantil
y Primaria. Esta diversidad que se debe a una multiplicidad de causas
–sociales, culturales, familiares, personales, etc.- puede convertirse
en desigualdad. O si se quiere, desde otro punto de vista
complementario, puede contribuir a aumentar o disminuir las
desigualdades ya existentes en vez de, potenciando los aspectos
positivos que conlleva, suponer una gran oportunidad educativa y de
aprendizaje.
Cuando
hablamos de diversidad es evidente que hablamos de las características
que tiene todo el alumnado de estas etapas, no solamente del sector que
tiene identificadas unas determinadas necesidades educativas especiales.
Pensamos que la atención a la diversidad es el núcleo del trabajo
educativo que se realiza en los centros educativos. La diversidad es una
característica natural de los grupos escolares. Una buena práctica de
atención a la diversidad es una buena práctica educativa y una de las
tareas claves en la escuela primaria es establecer los mecanismos
necesarios para poder descubrir, potenciar y desarrollar las capacidades
y características personales de todo el alumnado.
Pero
ante la realidad que supone el binomio diversidad /desigualdad, las
escuelas deben adoptar una actitud clara e inequívoca. ¿Debemos y/o
podemos trabajar en una perspectiva compensatoria? ¿Qué limites tiene
este trabajo? Responder en una línea u otra nos puede llevar a prácticas
diferentes, a climas de trabajo distintos, a nuevas o viejas
perspectivas profesionales, a plantear necesidades distintas... ¿Reconocer
la necesidad de compensación no comporta ya una aceptación de la
desigualdad?
Es
evidente también que lo que se realice en estas etapas tendrá
repercusiones en lo que más tarde aparecerá en la Educación
Secundaria Obligatoria. En
estas etapas al no aparecer grandes conflictos se vive una situación de
supuesta “paz” escolar. ¿Qué se esconde detrás de esta aparente
estabilidad?
Cuando
hablamos de políticas de igualdad y equidad debemos diferenciar las
medidas que se deben tomar desde el exterior del centro, de las que
podamos tomar desde el interior del mismo.
Externamente,
podemos afirmar que tenemos una normativa excesivamente rígida y, a
veces, la ayuda que esperamos de los servicios de atención externa no
llega o no es exactamente la que necesitaríamos. Sin embargo debemos
diferenciar las medidas que suponen unos límites de las posibilidades
reales de actuación, de las propuestas, normativas, etc, que son meros
indicadores que pueden ser revisados, adaptados o reinterpretados por
los propios centros educativos. Es importante aclarar cuál es el papel
de los propios equipos directivos y del Consejo Escolar como máximo órgano
de gobierno y participación de los centros.
Una
autonomía bien entendida debería permitir una organización de los
recursos que tenga como prioridad la atención a las necesidades del
alumnado, es decir la atención a su diversidad y cómo pueden crearse
las condiciones para que esta diversidad se convierta en riqueza y
oportunidad de aprendizaje para todo el alumnado. En general existe la
opinión de que en los centros se organiza la diversidad pero no se la
atiende realmente.
Es
importante señalar cuáles deben ser las líneas de actuación en los
diferentes campos que puedan ayudar a concretar una política efectiva
institucional a favor de la igualdad.
La
formación del profesorado, la asignación de recursos y su adecuación
o no a las necesidades de los centros, los criterios de configuración
de plantillas, los modelos de intervención externa –inspección,
equipos psicopedagógicos- etc., tienen consecuencias en las políticas
a favor o en contra de la igualdad.
Las
decisiones sobre libros de textos y materiales curriculares, la
organización de los recursos en un centro –biblioteca, mediateca...-,
las decisiones de reparto de espacios y tiempo, la asignación de
cursos, etc., son ámbitos de decisión que pueden circunscribirse al
centro y que pueden concretarse en una línea u otra.
Los
recursos económicos suponen un aspecto a tener en cuenta cuando
hablamos de diversidad e igualdad. En las diferentes comunidades autónomas
hay políticas de compensación distintas que pueden incidir o no en la
neutralización de las desigualdades existentes.
Sin
embargo la dispersión de estas políticas y la falta de unos criterios
claros y un control efectivo, sirve para que se reconozca la desigualdad
pero no para compensarla en realidad.
Debemos
tener en cuenta también el conjunto de decisiones y de políticas,
muchas veces al margen del propio sistema educativo, que se deberían
tomar para paliar o luchar contra esta desigualdad existente. La
influencia que el contexto tiene en la resolución de estos conflictos,
las actuaciones llevadas a cabo en el contexto social del centro
educativo, son muchas veces claves para hacer posible soluciones
diferentes que el centro educativo únicamente no puede resolver.
Conclusiones
del Grupo de Trabajo
- El
papel que tienen en la atención a la diversidad un conjunto de
aspectos en la primaria como la distribución del espacio y del
tiempo, el uso de materiales curriculares, los espacios de
participación de las familias, el profesorado y el alumnado, los
modelos de aprendizaje, las metodologías...
Se produjeron intervenciones en la línea de
potenciar una distribución del tiempo y del espacio más flexible,
incluso potenciando espacios y tiempos no formales con el alumnado, lo
que potenciaría su participación, así como el reconocimiento de sus
potencialidades. Se deben buscar modelos organizativos más dinámicos y
más flexibles que recojan las diferentes necesidades del alumnado. Al
mismo tiempo la diversificación de materiales curriculares y espacios
educativos también debe contribuir a luchar contra la homogeneidad en
el aprendizaje. La revisión constante de estos materiales es una tarea
imprescindible en los centros.
Los espacios educativos no están solamente
en el aula, sino que hay una multiplicidad en el entorno del centro,
espacios que debemos tener en cuenta. Los servicios educativos externos
deberían coordinarse para potenciar su papel. En este sentido nos
manifestamos a favor de que la intervención de estos equipos esté en
función de las dinámicas de trabajo de los centros, claramente
integrada en su funcionamiento cotidiano.
- La
autonomía de los centros es un aspecto que afecta a multitud de
facetas de la escuela y que es muy controvertido ya que, aunque teóricamente
se piensa que es un factor de calidad, las tergiversaciones o
perversiones de un modelo más autónomo provocan oposición en
muchos sectores.
Por un lado, las familias apuntan los posibles abusos que una mayor autonomía
podría tener en cuanto a que la mayoría de los consejos escolares está
en manos del profesorado. Por otro lado, tampoco desde la administración
parece que se impulse una mayor autonomía, sino únicamente una
desregulación de determinados aspectos. En algunos casos, la autonomía
de los centros ha llevado a una cierta competencia estéril entre
centros por conseguir un mayor número de alumnado en el centro, o por
tener unos ingresos extras por el alquiler de los espacios de la
escuela.
Ante esto, nos reafirmamos en el carácter positivo que tiene el desarrollo
de este concepto, siempre que se respeten cuatro condiciones:
transparencia y consenso en las decisiones –no imposición de un
sector sobre otro y claridad y publicidad en las
decisiones que se tomen-; recursos, para que el ejercicio de la
autonomía se haga sobre posibilidades reales; y finalmente,
interdependencia que significa que la autonomía de los centros debe
limitarse o desarrollarse en algunos temas –matriculación, recursos,
etc- en ámbitos superiores al propio centro –municipio, distrito,
etc. – para evitar posibles abusos o situaciones de desigualdad en
centros educativos cercanos.
- ¿Qué
aspectos deben tratarse en las escuelas de primaria? ¿Cuáles son
los aspectos más importantes que se deben trabajar? Ante este
debate, la posición de la mayoría de asistentes tendía a
considerar que no puede haber una selección previa, sino que esta
selección, imprescindible, debe realizarse en el propio centro, a
través de la comunidad educativa y que debe plasmarse en el
proyecto de centro.
- Consideramos
que el trabajo a realizar en los centros de infantil y primaria es
muy importante en la línea de lo que planteamos en la introducción
a estas conclusiones.
En este sentido apuntamos que este trabajo es fundamental
para el desarrollo educativo posterior del alumnado en la educación
secundaria obligatoria. Aunque los problemas de aprendizaje o de
comportamiento no suelen aparecer tan crudamente en nuestros centros, es
evidente que el trabajo que se realiza en ellos es la base del éxito o
fracaso posterior en las etapas sucesivas. No se trata tanto de trabajar
para la ESO, sino de desarrollar y realizar convenientemente las
“obligaciones” educativas que tenemos en nuestras etapas. De esta
manera se consigue, de forma natural, preparar al alumnado para las
posteriores etapas de su itinerario de formación básico.
- En
cuanto al profesorado, su papel en la atención a la diversidad es
fundamental. La dispersión y el aislacionismo en el que trabaja,
sin ser tan importante como en otras etapas, también está presente
en la Infantil y la Primaria.
En este sentido se analiza la conveniencia de impulsar el
trabajo en los ciclos –programación, evaluación, etc- y la formación
de equipos docentes que permitan desarrollar estrategias de coordinación
curricular en los centros de infantil y primaria. El desarrollo de estos
equipos y la revitalización del trabajo en ciclo podrían suponer un
aspecto importante a tener en cuenta para desarrollar estrategias de
atención a la diversidad.
La coordinación con la ESO es un aspecto clave para
desarrollar un buen trabajo también en la Primaria. Esta coordinación
debe plantearse desde la independencia y el reconocimiento mutuo de la
importancia de las dos etapas y no simplemente como una subordinación
de una etapa –la ESO- frente a otra.
- La
participación de la comunidad educativa es un aspecto muy
importante a potenciar.
Se plantea su importancia para conseguir una implicación
mayor de la comunidad educativa en el desarrollo de estrategias
participativas que aumentan directamente la calidad educativa de los
centros. Se apunta la necesidad de potenciar espacios no formales de
participación, tanto del alumnado como de las familias, lo que redunda
en un conocimiento más profundo del entorno social y cultural de los
alumnos y alumnas, así como de sus potencialidades y necesidades
educativas.
- La
diversidad es un aspecto presente en cada aula, en cada centro,
desde los niveles más bajos.
Esto ha de implicar un posicionamiento del profesorado, que
debe estar atento a esta diversidad y actuar en consecuencia en la
programación, en la selección de materiales, en el diseño de
metodologías, en la distribución del tiempo educativo y en los
espacios del aula entre otros muchos aspectos. La diversidad es una
característica intrínseca a la organización actual de la escuela.
Para trabajar esta diversidad y reconocerla, deben buscarse y
planificarse espacios de participación con todo el alumnado, que
supongan una verdadera interacción positiva con ellos.
- La
escuela que atiende a la diversidad es una escuela laica.
Se señala la contradicción de la realidad de multitud de
escuelas públicas que han aceptado, más o menos impuestas por la
administración educativa, las clases de religión en la escuela.
- La
formación del profesorado es una cuestión básica e importante que
debería tener en cuenta el modelo de escuela de Infantil y de
Primaria que debe tratar la diversidad como una de sus características
fundamentales.
Se apunta la necesidad de reformar la formación inicial para
tener en cuenta este principio, así como que la formación permanente
debe basarse en una reflexión constante sobre la propia práctica.
El perfil del profesorado en la Infantil y la Primaria ha ido
cambiando, y la introducción de especialistas
en las dos etapas no se ha realizado de forma paralela a un
debate sobre el papel, las funciones y los perfiles de los diferentes
miembros de los equipos docentes en estas escuelas. Se actúa, a menudo,
por estereotipos que no solucionan las necesidades de recursos humanos
que tienen planteados los centros en función de sus propios proyectos.
La organización de la función pública tampoco contribuye a este fin.
- La
función de los equipos directivos es importante.
Más que un papel de animador, se precisa una función de un
equipo que contribuya a favorecer medidas en el ámbito de centro, en
los espacios de decisión que se tienen, que vayan en la línea de
responder ante el contexto con propuestas innovadoras, de atención a la
diversidad y de igualdad en los centros educativos.
La misión de estos equipos es importante si tienen en cuenta
la comunidad educativa a la que deben servir y no si únicamente están
al dictado de los requerimientos de la administración educativa. Su
cometido para favorecer la participación y la implicación del conjunto
de sectores de la comunidad educativa es muy importante.
- La
escuela rural como lugar en el que se trabaja la diversidad de forma
natural.
- La
ausencia de regulación de la etapa 0-3 contribuye a la desigualdad
en la red pública.
Por lo tanto, se plantea la necesidad de demandar de nuevo
dicha regulación.
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