CONGRESO
2001
"CONSTRUIR LA ESCUELA DESDE LA DIVERSIDAD Y PARA LA IGUALDAD"
Aportaciones de
CATALUNYA - Octubre 2000
Documento aportado
por la Federaciò de MRP de Catalunya y aprobado el 19 de Octubre de 2000
en una reunión a la que asistieron la FE de CCOO, USTEC-STE's, FAPAC y
Fed. MRP de Catalunya.
SOCIEDAD Y EDUCACIÓN
La educación vive en una sociedad de cambios
profundos y vertiginosos caracterizados por la internacionalización de los
procesos económicos, culturales, sociales y comunicativos, lo cual no lleva
a modificar la concepción de lo que significa educar y de la relación que
se establece entre la educación y el medio que la envuelve.
Los procesos de
reestructuración de la producción y la descentralización y
mundialización de las economías nos ha llevado a la frontera de una nueva
era y ha introducido importantes transformaciones en el mercado de trabajo:
cambios de ocupación a lo largo de la vida, necesidad de una formación
polivalente en contra de la especialización, formación continua para
favorecer la inserción y reinserción laboral... La tradicional
correspondencia entre escolarización, titulación y trabajo ha sido
sustituida por la demanda de una educación básica profunda, polivalente y
flexible y por la exigencia de una formación a lo largo de toda la vida.
Los medios de comunicación de masas y las interrelaciones culturales,
sociales y económicas, nos han dado la oportunidad de conocer otras
realidades lejanas y relativizar el concepto de entorno inmediato. La
información se ha convertido en un elemento importantísimo y aprender a
utilizar y seleccionar la que puede ser útil, acceder con rapidez y
precisión y saberse aprovechar de todo su potencial se han convertido en
aspectos claves en la educación.
Nuestra sociedad está formada por grupos
diferenciados desde el punto de vista generacional, étnico, social, de
género y cultural, y los movimientos migratorios han acercado nuevas
culturas, cada vez más diversas. La escuela puede favorecer la aceptación
y el aprovechamiento de una nueva ciudadanía que respete la diversidad de
rasgos culturales y se enriquezca con ellos.
Han aparecido nuevos agentes y
escenarios educativos que comparten con el sistema escolar, la educación
del conjunto de los ciudadanos y ciudadanas.
Los cambios descritos pueden
aportar grandes oportunidades para el futuro de la sociedad o
contradicciones insalvables. Hemos de reconocer que, en este proceso de
cambio, nuestra sociedad no ha solucionado el problema del bienestar de los
ciudadanos y ciudadanas, ni la igualdad de oportunidades y constantemente
observamos como se reproducen mecanismos de segregación y un aumento de las
desigualdades que se contraponen con los objetivos más democráticos.
Segregación y desigualdad que encontramos también en el sistema educativo.
El modelo educativo basado en la promoción de todos y de todas y la
compensación escolar de las desigualdades requiere políticas de
ocupación, de solidaridad, de desarrollo social y de priorización de la
inversión pública en educación, contradictorias con el discurso
neoliberal en política económica y social. La integración escolar de la
diversidad personal y grupal ha de hacer frente a comportamientos sociales
que promueven el racismo, la xenofobia, el sexismo y la cultura
individualista o las leyes de extranjería restrictivas.
En la práctica
educativa es preciso superar también los valores selectivos y
clasificadores dominantes y adecuarse a los objetivos promocionadores de la
escuela obligatoria. Los valores de la sociedad marcados por el economicismo
y la competitividad entran en contradicción con los valores que intenta
construir la escuela. Las finalidades democráticas de la escuela
obligatoria se contraponen alas jerarquías establecidas entre los
diferentes niveles (infantil, primaria, secundaria y universitaria) y entre
las categorías del profesorado.
Las contradicciones caracterizan, pues, la
relación entre la sociedad y la escuela y las demandas de una hacia la otra
se han convertido, a veces, en espacio de conflicto. Hay una cierta
confusión entre las competencias educativas que han de asumir los diversos
agentes (familia, escuela, sociedad, etc.), lo cual nos dificulta la
relación y los posibles acuerdos y, también, desde el centro educativo, se
duda constantemente de las capacidades de intervenir en procesos en los
cuales no se controlan las variables fundamentales. Así mismo el conflicto
ha de servir para avanzar dialécticamente en la solución del conjunto de
dilemas que se nos plantean.
El centro ha de estar abierto a los cambios
sociales, tecnológicos, científicos y culturales e insertarse en la
sociedad en la cual desarrolla su función educativa. La ha de analizar e
interpretar y ha de posicionarse delante de ella, haciéndole llegar todas
las propuestas que facilitan la solución de los problemas. Pero la
enseñanza no puede responder a todas las exigencias de la sociedad que le
rodea. El objeto fundamental de la escuela es la educación del alumnado y,
por tanto, el profesorado ha de desarrollar mediante un diálogo constante
su función educativa, de acuerdo con criterios profesionales. El centro ha
de saber discriminar entre los aspectos externos que le ayudan a conseguir
los objetivos educativos que se marca y aquellas demandas a las cuales no
puede responder. Solo un entendimiento entre la sociedad y la escuela,
pueden solucionar los retos planteados. Este entendimiento se ha de basar en
un nuevo contrato social y educativo que clarifique el papel, las funciones
y las responsabilidades de cada uno de los agentes educativos de cara a la
construcción de un mundo basado en los principios de la solidaridad, la
igualdad, para lograr a través de la educación el acceso al saber y la
cultura sin ningún tipo de limitación ni discriminación.
EL SERVICIO PÚBLICO DE EDUCACIÓN
1. Objetivos del sistema educativo El
objetivo final del sistema educativo e ofrecer al alumnado una cultura
sólida y polivalente, la adquisición de contenidos realmente
significativos y útiles, habilidades para aprender de forma permanente y
crítica, y actitudes y comportamientos y valores que le permitan convivir
en una sociedad democrática, intercultural, plena de contradicciones y
sumamente cambiante. Estos objetivos han de quedar reflejados en los
presupuestos y en el desarrollo legislativo de las diferentes
administraciones.
1.1. Las normativas legales deberían ser
propuestas marco, de carácter flexible que posibilitaran la aplicación
de modelos diferenciados. La legislación educativa ha de facilitar y
potenciar la autonomía de los centros educativos.
1.2. Los recursos han de aumentar hasta
llegar a los porcentajes que destinan los países desarrollados.
1.3. La distribución de los recursos
actuales se han de hacer atendiendo a las necesidades culturales y
educativas del conjunto de la población, a fin de desarrollar las
diversas potencialidades.
2. Planificación del sistema educativo y el
Mapa escolar.
La finalidad de la planificación consiste en
adecuar la estructura, la organización y los recursos del sistema educativo
a los objetivos generales. De ninguna manera es justificable dejar en manos
del mercado, sin la mediación e intervención de los poderes públicos la
evolución del servicio público de la educación.
El Mapa escolar concreta
territorialmente la planificación educativa y ha de contener la oferta
educativa obligatoria y no obligatoria, los servicios educativos de apoyo,
las acciones compensadoras de desigualdades y la estructura organizativa que
lo haga posible. El Mapa escolar ha de garantizar la continuidad de la
escolarización obligatoria y la igualdad de opciones para todo el mundo una
vez acabada dicha escolaridad. Se ha de aplicar con flexibilidad para atender
a las necesidades de las diversas situaciones y territorios.
2.1. La evaluación de la implantación del
mapa escolar ha de realizarse a partir de sus objetivos: calidad de la
educación, equilibrio territorial, igualdad de oportunidades, enseñanza
obligatoria hasta los 16 años y adecuación de la oferta educativa a las
demandas del mundo del trabajo. Es preciso introducir elementos de
planificación en el sistema educativo con el fin de conseguir neutralizar
las situaciones de desigualdad y de segregación presentes en la sociedad.
2.2. La administración ha de informar y
pedir opinión sobre el desarrollo del Mapa escolar. Especialmente a los
parlamentos de las diferentes comunidades autónomas, a los consejos
escolares de la comunidad, a los consejos escolares territoriales y
municipales y a las entidades representativas de la Comunidad educativa.
3. Igualdad de oportunidades, gratuidad y
criterios de matriculación.
Todo el alumnado tiene derecho a una
enseñanza básica, gratuita y de calidad. En nuestro país todavía no se
ha alcanzado la gratuidad de la enseñanza obligatoria (materiales
escolares, actividades complementarias, servicios escolares, pagos por la
escolarización en la red privada concertada, fundaciones, etc.).
La
administración ha de eliminar con medidas concretas (recursos, personal,
estímulos a la renovación, etc.) las desigualdades en la oferta educativa
de los centros y velar para que los criterios de admisión en los centros
sostenidos con fondos públicos no sean discriminatorios por ningún motivo.
Los criterios de matriculación han de garantizar la igualdad de
oportunidades, la no discriminación y la no separación del alumnado en
centros en función de su origen o de sus posibilidades económicas. La
convivencia en un mismo centro de alumnado diverso es positiva para una
socialización democrática e integradora.
3.1. Es preciso revisar en profundidad los
criterios de matriculación. El criterio económico no puede ser el
determinante en la matriculación en los centros públicos.
3.2. La inspección ha de realizar el
control y el seguimiento de la aplicación de los criterios de
matriculación en todos los centros sostenidos con fondos públicos.
3.3. Ha de haber una planificación de
oferta pública y gratuita en la primera etapa de la educación infantil
(0-3), como factor para disminuir la desigualdad de entrada al sistema
educativo.
3.4. En las etapas obligatorias el tiempo
escolar ha de ser el mismo tanto en los centros públicos como en los
privados. Las actividades complementarias dentro del horario escolar se
han de poder realizar con independencia de las posibilidades económicas
de las familias y de la escuela.
EL CURRICULUM
1. Tratamiento de la diversidad.
No hay un solo modelo cultural y académico
establecido de entrada; es preciso aceptar que se puede avanzar en la
construcción del ser humano a partir de diferentes aproximaciones.
La
diversidad de intereses, de capacidades y de experiencias del alumnado y la
cultura de procedencia son aspectos que es preciso tener presentes en el
trabajo educativo.
El centro educativo ha de aprender a trabajar con esta
diversidad tratando de extraer todas las posibilidades educativas. El
profesorado ha de tener presente de forma constante en su práctica la
diferenciación entre diversidad y desigualdad.
1.1. Es preciso revisar los diseños
curriculares a fin de poder ajustar los aspectos que se han mostrado
inadecuados para el tratamiento de la diversidad. Proponemos la supresión
de los objetivos terminales y una jerarquización de los contenidos para
poder ajustarlos a las posibilidades de aprendizaje.
1.2. Desde los MRP, las administraciones y
los centros hemos de promover la experimientación y la difusión de los
aspectos del curriculum que facilitan la educación en la diversidad, como
por ejemplo, la evaluación cualitativa o reguladora y orientadora y la
organización del curriculum de manera globalizadora (investigaciones,
proyectos...)
LA COMUNIDAD EDUCATIVA
La Comunidad Educativa está formada por las
personas y las entidades intencionalmente formativas. Está influida por las
estructuras y valores económicos, sociales, políticos, ideológicos y
culturales presentes en la sociedad. Cada sector de la Comunidad Educativa
tiene intereses y expectativas diferentes, unas funciones específicas y una
parte de responsabilidad a la cual no puede renunciar. Pero han de procurar
acercar sus posiciones y establecer marcos de cooperación estables.
La
Comunidad Educativa ha de realizar una actuación global conjunta,
fundamentada en los aspectos asumidos conensuadamente, que conjugue
coherencia y pluralidad. Ha de favorecer y promover el diálogo, el
análisis y la búsqueda conjunta de los aspectos éticos propios de todo
proceso educativo y ha de ser coherente con las opciones sobre el modelo de
sociedad, de escuela y de persona que propone, cimientado en la democracia,
la tolerancia, el pluralismo, la solidaridad y la justicia.
El alumnado.
La necesidades educativas del alumnado han de
prevalecer sobre cualquier otro interés particular de las familias o del
profesorado. El alumnado tiene derecho:
- A una educación de calidad que asegure el
desarrollo integral de su persona.
- A una igualdad de oportunidades real, sea
cual sea su origen social, el lugar de nacimiento, la cultura, la
religión o el sexo.
- A formar parte de los diferentes órganos
de gobierno y de participación de los centros, y a crear los suyos
propios.
- A participar en su proceso de aprendizaje,
incluida su evaluación. Estos derechos se complementan con la
responsabilidad en el desarrollo de su educación y con el deber de
participar en la vida educativa del centro.
La Administración y las entidades que
representan al alumnado ha de revisar la normativa actual de derechos y
deberes.
La Administración ha de facilitar que el
alumnado se asocie.
IGUALDAD DE OPORTUNIDADES DEL ALUMNADO
La
escuela ha de aprender a respetar las diferencias y combatir las
desigualdades. La distinción entre diferencia y desigualdad ha de estar
siempre presente entre los y las profesionales de la enseñanza.
Una
escuela no ha de perder nunca de vista el modelo social y cultural de la
sociedad que ha de ser integradora y solidaria.
El
modelo de sociedad y el proyecto de escuela han de quedar bien definidos en
el Proyecto Educativo de Centro (PEC). Corresponde al profesorado el
compromiso de asumirlo y de su práctica cotidiana, y a la Administración
implementar los recursos necesarios que lo hagan posible.
El
respeto al principio de igualdad de oportunidades nos indica que la escuela
es cada niño y cada niña; que la diversidad es una suerte y una
oportunidad para el proceso educativo; que cada aspecto diverso se ha de
tratar considerando su propia especificidad.
Hemos
de combatir el posible papel legitimador que tiene la escuela. La presión
del modelo social imperante pone límites a una actuación educativa
consecuente con la igualdad de oportunidades. Las materias escolares son un
instrumento tradicional de discriminación. El profesorado ha de atreverse a
ser transgresor (romper esquemas, espacios, horarios,...)
El
horario habría de ser igual tanto en la escuela pública como en la privada
concertada.
Conviene
realizar una reflexión a fondo sobre el hecho de que las escuelas públicas
oferten actividades de pago por las familias.
La
Administración ha de aportar recursos adicionales a los centros más
desfavorecidos, como elemento compensador de las posibles desigualdades en
la oferta educativa.
La
oferta de la escuela pública ha de cubrir toda la posible demanda
independientemente de la privada concertada, comenzando por el primer ciclo
de la educación infantil.
La
Administración, como patrón, ha de asumir la financiación de la escuela pública.
La aplicación de la LOGSE exige una ley de financiación específica.
Los
ayuntamientos han tenido en los últimos años una actitud positiva en la
implantación de la LOGSE que habrían de seguir manteniendo e incrementando
su espuerzo.
Sin
la implicación de toda la Comunidad ducativa no se puede hablar de igualdad
de oportunidades.
La
gratuidad no asegura por sí sola la igualdad de oportunidades.
Se
habría de garantizar una aplicación rigurosa de la normativa (consensuada
en su articulado por la Comunidad Educativa) dentro de las comisiones
locales de matriculación, allí donde convivan escuela pública y escuela
concertada.
El
apartado de “renta baja” habría de desaparecer de los criterios de
matriculación. Se ha de procurar la desaparición de los “guetos”.
Los
sistemas de becas y ayudas de comedor no son justos. Tal vez fuera mejor
derivar estos recursos a los centros para que los gestionen en uso de su
autonomía.
La
titulación única, lejos de ser una medida igualadora, puede derivar en
discrimindaora si no se buscan alternativas válidas para el alumnado que no
consiga los objetivos terminales de la ESO, por no mencionar a aquellos que
se vayan perdiendo por el camino. Quizá sería más justo conseguir el
Certificado después de unos años de escolarización.
La
función docente exige cada vez más formación del profesorado. Pero no es
válido cualquier curso de formación. La tendencia actual se habría de
invertir a favor de una formación más ligada al aula, aquella que tiene
como objetivo la reflexión sobre la función docente. La figura del asesor
o asesora a disposición de los centros habría de imponerse en los futuros
planes de formación.
La
acción tutorial habría de intentar evitar, al acar la ESO, aquellas
orientaciones al alumnado que alimenten viejos esquemas que habrían de
estar superados, como puede ser el recomendar el bachillerato tecnológico a
aquel alumnado que se intuye que hubiera cursado formación profesional con
el anterior sistema.
También
habría de incidir la acción tutorial en la ESO en todo lo que se relaciona
con el concepto de igualdad y de participación del alumnado.
EL TRATAMIENTO DE LA DIVERSIDAD EN EL AULA
de SECUNDARIA
La llegada de la ESO ha provocado una
sacudida en nuestros centros. El tema de debate permanente es como atender
adecuadamente la diversidad de intereses, motivaciones, capacidades,
historias personales,... que caracterizan a nuestros alumnos. Cada profesor
y profesora, cada centro está pensando y llevando a la práctica, de una
manera o de otra, formas de dar respuesta a esta diversidad.
Con el objetivo de impulsar estrategias
coherentes con una ESO integradora y compresiva se debieran tener en cuenta
los siguientes aspectos metodológicos:
1. Importancia de la metodología en
la atención a la diversidad:
Es imprescindible dotarse de un plan de
atención a la diversidad que tenga en cuenta el pasotismo, desgana y los
problemas de disciplina que muchas veces van estrechamente ligados al deseo
de disimular incapacidades para seguir una enseñanza demasiado alejada de
los intereses o las capacidades de los alumnos. Una atención a la
diversidad requiere un doble esfuerzo: Curricular, para que no queden
marginados del proceso de aprendizaje los alumnos a los que más cuesta el
seguir los aprendizajes, ni los que tienen más capacidades puedan sentirse
sin estímulos. Motivacional, para ir estimulando y ayudando que todo el
alumnado pueda llegar a la meta final. Los equipos docentes son pieza clave
en la unificación de criterios educativos superadores de actitudes
excesivamente centradas en la transmisión de conocimientos.
2. El papel del profesorado y del alumnado en
el proceso de enseñanza-aprendizaje que responde a la diversidad.
Es
preciso que los procesos de enseñanza-aprendizaje partan de considerar que
cada chico o chica es portador de conocimientos y experiencias personales
siempre presentes aunque frecuentemente difíciles de alcanzar y de valorar
por los docentes, gente adulta y sabihonda. Por eso es preciso preparar bien
las clases, dejando siempre espacios para el imprevisto y creer en lo que se
explica. Aprender enseñando y enseñar aprendiendo. Es un elemento
importante de motivación tomar como punto de referencia aquello que el
alumnado tiene muy próximo (la urbe y su entorno) y a la vez se encuentra
muy lejano. Los ejes de cualquier actividad en enseñanza han de ser
aquellos hechos o actividades que para el alumnado tienen un sentido
especial en el momento evolutivo y de etapa educativa en el que se
encuentra. El trabajo del profesorado pasa por realizar introducciones y
síntesis de las actividades realizadas, asesorar, preguntar y responder a
las preguntas del grupo. El hecho de que el mismo enseñante participe en la
investigación y en las actividades con los alumnos es un incentivo más de
motivación. Puede ser positivo comenzar todo el proceso de enseñanza y
aprendizaje estimulando al alumnado con preguntas de respuesta abierta.
3. Organización de las actividades y
metodologías de trabajo en grupo.
En el aula se precisan tres tipos de
actividades: ejercicios, problemas de aplicación y problemas de
investigación, ya que tienen funciones diferentes. El planteamiento de
problemas abiertos permite diferentes grados de resolución y todo el mundo
puede alcanzar algún grado. En general cualquier proceso de enseñanza ha
de proporcionar material diversificado que se ajuste a los diferentes ritmos
de aprendizaje. El trabajo cooperativo es un valor a desarrollar. Por ello
es importante que quede constancia del trabajo en grupo, en dossiers de
grupo, y de forma individualizada, en dossiers individuales. Recoger también
de forma grupal e individual el proceso de elección del tema, valorando las
argumentaciones que el alumnado ha realizado y el desarrollo de las
actividades individuales y grupales que permiten que el alumnado progrese
hacia la autoestima, el respeto, la tolerancia, la colaboración, la
responsabilidad social, el aprendizaje de nuevos conceptos y
procedimientos...
4. La evaluación como instrumento de
atención a la diversidad.
La evaluación se ha de realizar teniendo en
cuenta criterios como el esfuerzo a realizar, la participación, el
interés, el orden y limpieza de los trabajos personales y en los ejercicios
y pruebas preparados por el profesorado. La evaluación ha de integrar el
trabajo diario (asistencia, puntualidad, planificación, coordinación entre
los integrantes del grupo), los documentos escritos elaborados y las
intervenciones orales. Todo ello implica evaluar a cada alumno y alumna
teniendo presente su esfuerzo y características personales. La
calificación se ha de simplificar al máximo ya que su función es la de
orientar al alumnado y profesorado sobre el proceso de enseñanza y
aprendizajes. La calificación ha de ser el resultado de ponderar el grado
de acuerdo entre autoevaluación individual, colectiva y la del profesorado.
Aspectos organizativos.
1. Criterios para la formación de grupos y
formas de agrupamiento en general. Se ha de tener en cuenta a la hora de la
formación de los grupos toda aquella información previa que pueda
disponerse del alumnado (se ha de tener en cuenta no solamente el componente
de sexo, sino también calificaciones de cursos o etapas anteriores,
informes complementarios de tipo psicopewdagógico, procedencia social,
barrio, escuela, actitudes,...) Se ha de poder encontrar mecanismos
organizativos que permitan responder a la atención a la diversidad, desde
la agrupación flexible, el desdoblamiento total o parcial del grupo -clase
en determinadas materias, hasta llegar si se precisara a la atencion
individualizada ya sea en pequeño grupo o de forma individual.
2. Órganos básicos de coordinación en los
centros. De forma generalizada se plantean tres grandes espacios de
coordinación para la atención a la diversidad: Equipo Docente,
coordinaciones pedagógicas diversas y Claustro. Se plantea como principio
general entender la atención a la diversidad como estrategia o principio
global que:
- ha de contemplarse desde todos los niveles
de la acción educativa * compromete a todo el profesorado del centro.
- tiene que ver con todo el alumnado y no
úncamente con aquel que presenta determinadas dificultades, problemas o
limitaciones personales o sociales.
- se concreta, en último término, en un
conjunto de medidas y de acciones progresivas que repercuten sobre el
aprendizaje y desarrollo de las capacidades del alumnado.
3. Papel del profesorado de Psicopedagogía y
de intervención Terapeútica en los I.E.S. El papel del profesorado de
Psicopedagogía y de Terapeútica está marcado por unas orientaciones
normativas muy imprecisas para que cada uno pueda adecuarse a la realidad en
la que se encuentra; eso conlleva que el trabajo realizado en cada instituto
sea diferente según la interpretación que cada instituto hace. Talvez
sería necesario una reglamentación más precisa sobre estas dos figuras
dadas las expectativas que se crean en los centros en torno a su cometido y
trabajo a realizar.
Aspectos tutoriales.
Objetivos y criterios generales para la
acción tutorial. La tutoría ha de vehicular la orientación personal,
escolar (como ayuda en el proceso de enseñanza y aprendizaje), académica y
vocacional, para dar un carácter personalizado a la educación. Es por ello
que deviene en un instrumento muy potente para la atención a la diversidad
mediante una rigurosa intervención al respecto. En la planificación de la
tutorí los equipos docentes han de tener en cuenta los objetivos terminales
de la ESO (formarse una idea ajustada de la propia imagen, la autoestima y
la socialización, desarrollar valores de solidaridad, interés, tolerancia,
no discriminación, conciencia de los propios derechos y deberes, autonomía
para saber elaborar estrategias para resolver problemas y tratar
correctamente la informació...etc.) Al efeco de llevar a término estos
objetivos de la ESO es necesario que la acción tutorial: informe, ayude a
analizar, fomente que el adolescente evalúe su propio proceso de
aprendizaje, el del grupo y el centro, elabore propuestas, facilite el
conoimiento del mundo del trabajo, enseñe a tomar decisiones y potencie la
iniciativa personal, entre otros aspectos.
ALGUNAS CONSIDERCIONES EN TORNO A LA
DIVERSIDAD
1. Es preciso acercarse a la cuestión de
atención educativa a la diversidad del alumnado asumiendo su complejidad
conceptual, técnica y práctica. Ello supone que las actuaciones concretas
de atención educativa a la diversidad que se implementen sean en un marco
general coherente i fundamentado, de análisis y de conceptualización de la
cuestión. Igualmente, supone el hacer pasar la respuesta educativa a la
diversidad del alumnado por el diseño y desarrollo de estrategias globales
de actuación, que impliquen medidas y acciones coordinadas desde diferentes
ámbitos y niveles de la práctica educativa. Las adaptaciones curriculares,
las adaptaciones organizativas y la acción tutorial pueden considerase como
los tres ejes básicos de una estrategia global de actuación para la
respuesta educativa a la diversidad del alumnado en los centros de
secundaria.
2. En último término, el objetivo de las
medidas y recursos de atención a la diversidad en los centros de
secundaria, estructurados alrededor de los tres ejes citados anteriormente,
habría de ser el favorecer que los centros se conviertan en auténticos
contextos de desarrollo para el conjunto del alumnado. Atender
educativamente a la diversidad del alumnado de la ESO quiere decir, en este
sentido, adaptar y flexibilizar las condiciones curriculares y organizativas
de los centros a fin de que el conjunto del alumnado pueda adquirir en la
medida de lo posible las capacidades de revisión y construcción de la
propia identidad, de análisis y comprensión de la realidad, de
planificación y regulación del propio comportamiento, de comunicación y
expresión, de convivencia y colaboración con los otros, y de autonomía
personal y social, que den sentido a la ESO como etapa educativa.
Igualmente, quiere decir poner en marcha un sistema de acción tutorial que
ayude el desarrollo de estas mismas capacidades, y que de soporte al
conjunto del alumnado en su proceso de elaboración de planes y proyectos de
futuro personal y socialmente valiosos.
3. Para que los centros puedan convertirse en
contextos de desarrollo adecuados para el conjunto del alumnado, es preciso
que los centros sean escenarios donde los y las alumnas puedan compartir
actividades personal y socialmente relevantes con personas adultas con las
cuales mantengan una relación emocional positiva. Esto supone unas
consecuencias y retos importantes en relación con cada uno de los tres ejes
básicos para la respuesta a la diversidad en los centros de secundaria que
hemos señalado. En el caso de la acción tutorial, porque remarca la
importancia de los elementos de esta acción como el momento de la acogida
de los alumnos en el centro, la empatía entre el profesorado y el alumnado
y en general de los aspectos relacionados, afectivos y emocionales en la
vida del centro, en la dinámica de los grupos clase y en el trato personal.
En el caso de las adaptaciones del curriculum, porque subraya la necesidad
de relevancia tanto social como personal de los contenidos a enseñar a todo
el alumnado, y la importancia de concretarlos atendiendo equilibradamente a
ambas dimensiones y en el caso de las adaptaciones organizativas, porque nos
recuerda que no tienen sentido en sí mismas, sino como vías para crear
espacios donde sea más fácil que determinados alumnos y alumnas puedan
implicarse en actividades y trabajos que le sean realmente relevantes, y
puedan mejorar su relación con el profesorado y con el conjunto de la
institución.
4. Una segunda condición para que los
centros puedan llegar a ser contextos de desarrollo adecuados para el
conjunto del alumnado es que favorezcan la autonomía progresiva de los y
las alumnas en aquellas actividades, trabajos y aprendizajes que han podido
alcanzar previamente en el marco de la actividad conjunta con los adultos.
También esta condición supone consecuencias y retos importantes en
relación con cada uno de los tres ejes básicos para la respuesta a la
diversidad en los centros de secundaria que ya ha sido señalado. Así, por
ejemplo, supone considerar la autorregulación del alumnado como objetivo
global del conjunto de la acción tutorial: autorregulación del aprendizaje
(aprender a aprender), autorregulación personal y social (aprender sobre
uno mismo y aprender a relacionarse con los otros, a convivir, a colaborar y
a participar), autorregulación para la toma de decisiones (aprender a
decidirse). También supone, desde el punto de vista curricular, optar por
estrategias metodológicas que sitúen al alumnado como protagonista
fundamental de su propio aprendizaje, y para prácticas y formas de
evaluación coherentes con esta idea (evaluación formativa y formadora,
evaluación como instrumento de autorregulación del aprendizaje).
Igualmente, y desde el punto de vista de las adaptaciones organizativas,
supone entender las medidas organizativas de atención a la diversidad como
recursos para favorecer que los alumnos que participan ganen en autonomía
de la acción de aprendizaje, y que puedan acceder de una manera más
adecuada a la autonomía en el mundo social más allá del centro.
5. Una tercera condición para que los
centros puedan convertirse en contexto de desarrollo adecuados para el
conjunto del alumnado es que la acción y el trabajo de las personas que
interactúan directamente con los y las alumnas en cada momento tenga el
soporte de terceras personas y del conjunto de la institución. Esta
condición apunta la necesidad que la acción tutorial esté coordinada con
la actuación habitual del conjunto del profesorado que trabajan con un
determinado alumno, y que sirva de ayuda en esta actuación, como también
que la función tutorial del profesorado sea reconocida y reciba suficiente
soporte en el contexto global del centro. Igualmente, y desde la perspectiva
de las adecuaciones tanto curriculares como organizativas, esta condición
supone que las medidas de atención a la diversidad se han de entender como
responsabilidad del centro en su conjunto, y no solamente de algunos
profesores o profesoras que puedan estar más directamente implicados; que
la adaptación del curriculum y de la enseñanza no es un problema
únicamente de algunos agrupamientos específicos de alumnos, de algunos
grupos-clase o de algún tipo de créditos si no que se ha de llevar a cabo
también en los grupos-clase ordinarios y en los diferentes tipos de
créditos, y es responsabilidad del centro tomar las decisiones pertinentes
para asegurar la calidad de los recursos, personal y funcionamiento de los
diferentes espacios y medidas de atención extraordinaria a la diversidad
que se puedan implementar.
6. El establecimiento de relaciones y
vínculos entre el centro y otros contextos relevantes en los que participa
el alumnado (familia, barrio, entorno laboral, medios de comunicación
social...) es una cuarta condición para que los centros puedan llegar a ser
contextos de desarrollo adecuados para el conjunto del alumnado. En este
sentido, la acción tutorial tiene un papel fundamental para conectar el
centro con las familias y el entorno social y profesional, básico desde la
perspectiva de la atención educativa a la diversidad del alumnado. Esta
condición apunta también la importancia de adoptar un criterio general de
funcionalidad de lo que se enseña y se aprende en los centros, y de
conexión y toma en consideración en el proceso de enseñanza y de
aprendizaje de experiencia, las fuentes de conocimiento, los intereses, los
valores y las expectativas del alumnado. Finalmente, esta condición apunta
también la necesidad de no olvidar el carácter de preparación cultural y
para la inserción en la vida adulta del conjunto de la etapa de la ESO, y
la importancia de conectar los recuros y medidas de atención a la
diversidad de los centros con lkos recursos y servicios de diferente tipo
que pueden ayudar al alumnado en su proceso de desarrollo personal de
inserción social una vez acabada su permanencia en la educación
obligatoria.
7. Los objetivos y condiciones anteriores
plantean retos importantes al sistema educativo y a los centros de
secundaria, que se corresponden con la complejidad y el reto global que
supone la atención educativa a la diversidad del alumnado de la ESO. Esta
complejidad y estos retos únicamente se pueden abordar gradualmente, y en
función de las condiciones y los recursos de que dispone cada centro, así
como de su historia y situación presente. La mejora de los recursos
personales y materiales de los centros, de sus condiciones organizativas y
de la formación de su profesorado es imprescindible para una adecuada
respuesta educativa a la diversidad del alumnado, como también lo es la
concreción por parte de los centros, desde sus condiciones y realidades
particulares, de estrategias globales de diseño y de desarrollo de esta
respuesta, articuladas alrededor de los diferentes ejes que se han ido
haciendo referencia, y concretados en medidas de actuación que supongan
retos alcanzable y evaluables a corto y medio plazo por parte de los propios
centros.
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