3.-Las inconsecuencias
e incoherencias de la "oposición obrera"
Usted mencionó esta
decisión política, pero no se pregunta por qué entre octubre
y enero las organizaciones del partido en Petrogrado y Moscú, partidarios
de impulsar la guerra revolucionaria -como les dijo Lenin en su momento- no
hicieron nada ante la desmovilización espontánea del ejército.
¿Por qué no se opusieron a ella esos partidarios de la "guerra revolucionaria"?:
<<Si esta "defensa" de la guerra revolucionaria,
digamos, por las organizaciones de Petrogrado y Moscú, no hubiese sido
una frase hueca, hubiéramos tenido otros hechos entre octubre
y enero, hubiéramos visto por parte de ellas una lucha decidida contra
la desmovilización. Pero no hubo nada de eso.>> (V.I. Lenin:
"La fraseología revolucionaria" 21 ó 22 de febrero de 1918)
Tampoco menciona usted
que, cuando el bando anglofrancés rechazó el armisticio y el CC
decidió llevar adelante la paz por separado con Alemania, una vez puesta
a consideración del partido esta iniciativa política no fue cuestionada
absolutamente por nadie, lo cual vendría a demostrar que la "oposición
de izquierda" surgió de la perplejidad que se apoderó de una parte
del POSDR(b) ante la primera situación compleja y extrema que debió
afrontar ese partido en el poder, llevada por su incapacidad a refugiarse en
unos principios justos sin posibilidad de llevar a cabo dadas las condiciones
objetivas del momento y, por tanto sin táctica conducente al objetivo
de estar preparados para potenciar la esperada revolución europea:
<<El estado de cosas en nuestro partido
y en el poder soviético en su conjunto, la situación con los bolcheviques
de Petrogrado y de Moscú (donde militaban los componentes de la fracción
que en abril de 1918 se constituyó como "oposición de izquierdas"),
revelan que hasta ahora, no se ha logrado dar más que
los primeros pasos en la formación de un Ejército Rojo de voluntarios.
Desentenderse de este hecho desagradable -y es un hecho-, esconderse tras frases
altisonantes y, al mismo tiempo, no sólo no hacer nada para que cese
la desmovilización, sino ni siquiera oponer objeciones
a ella, es estar mareado con el sonido de las palabras.
Usted acuerda con la "oposición
de izquierda", siguiendo a Rosa Luxemburgo, en acusar a Lenin y los bolcheviques
de haberse enrocado en el nacionalismo burgués dependiente del imperialismo
alemán, mediante un tratado tildado de "contrarrevolucionario" porque
comportó la entrega de territorios bajo dominio soviético desde
octubre del 17, dando por definitivo que:
<<....el poder de los Sóviets perdía
el 40% de su proletariado industrial pues los austroalemanes ocupaban la cuenca
hullera del Donetz, el 90% de su industria azucarera, el 65 al 70% de su metalurgia,
el 55% de su trigo, por tanto la mayor parte de los trigos de exportación.
(con lo que) La dependencia respecto del mercado mundial, que ya antes
era importante, no hacía sino reforzarse.>> (Guy Sabatier:
"Tratado de Brest Litovsk de 1918. Frenazo a la Revolución" )
Esto demuestra el propio
nacionalismo indigente de aquella fracción del PC(b)R su incoherente
falta de confianza en el supuesto compartido de las transformaciones geopolíticas
internacionales que se esperaban de la prevista revolución europea, de
espaldas a la conocida táctica muchas veces necesaria de sacrificar un
alfil o una torre para ganar la partida. En un largo discurso pronunciado el
20 de febrero de 1918, Lenin exhortó a que los asalariados letones ejercieran
la virtud de la paciencia revolucionaria prestando su apoyo al plan de paz con
los alemanes, prometiendo que, a la postre, las cosas volverían otra
vez al sitio donde la revolución de octubre las había puesto,
como así sucedió:
<<A toda costa debemos lograr la paz para
el martirizado pueblo ruso; con ellos consolidaremos la revolución e
iniciaremos la construcción de la joven y nueva Rusia. De todos modos
no dominarán las regiones que hemos cedido, porque la revolución
rusa se extenderá muy pronto no sólo a Alemania,
sino también a los otros Estados beligerantes. Bajo la influencia de
la revolución social mundial, el imperialismo alemán se verá
obligado a renunciar a todas sus conquistas.>> (V.I. Lenin: Op.cit.)
Los opositores de izquierda
decían -con usted- que todo pacto con cualquiera de los imperialismos
en conflicto, sembraría el desánimo en el proletariado europeo
y abortaría el proceso. Sin embargo, la paz con Alemania se llevó
a término y el estallido de la revolución europea fue un hecho.
Y aunque todo ese movimiento no tuvo el alcance previsto y saldó con
sendas derrotas históricas en Alemania, Austria y Hungría, a la
postre todos los territorios del antiguo imperio zarista perdidos antes y después
del pacto con Alemania, volvieron a formar parte de la URSS en 1921, gracias
al poco tiempo de relativa paz que hizo posible la construcción y puesta
en movimiento del Ejército Rojo, donde se demostró que el avance
de las tropas alemanas para ocupar territorios no previstos en el pacto de Brest-Litovsk,
fue un revulsivo moral que aceleró la construcción de ese ejército.
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