La manifestación de esta crisis —agravada por la subida espectacular
en los precios del petróleo—, se hizo presente de forma explosiva en la sociedad
española durante 1977, dos años después de la muerte de Franco. Ese año, la
situación económica del país se vuelve políticamente explosiva; a la crisis
de sobreacumulación se le sumó la crisis de abastecimiento del petróleo; en
esos doce meses, el barril de crudo pasó de
Dado que España es un país no productor de petróleo, el valor de las exportaciones sólo alcanzó a cubrir el 45% de las necesidades de importación, lo cual le ocasionó una perdida en divisas de 100 millones diarios, y una deuda exterior acumulada de 14.000 millones de dólares, superior al triple de las reservas de oro y divisas en poder del Banco de España.
La inflación
trepó por encima del 20% en 1976, llegando al 44% a mediados de 1977, frente
al 10% de promedio existente en los países de
El endeudamiento de las empresas ascendió a centenares de miles de millones de pesetas, y el desempleo se situó en 900.000 personas —de las cuales sólo 300.000 recibían subsidio deparo— que siguió subiendo hasta alcanzar los 2.000.000 en 1978.
Fue en tales circunstancias cuando, parafraseando a un político
republicano de 1932, Enrique Fuentes Quintana, autor del documento base cuyo
contenido inspiró los “pactos de
Durante todo el mes de agosto, el Gobierno provisional monocolor
de la “Unión de Centro Democrático” —formación política ad hoc constituida
por la fracción reformista del franquismo— presidido por el ex falangista
Adolfo Suárez, se estuvo reuniendo con los sindicatos UGT (del PCE) y UGT
(del PSOE) para urgirles que convenzan a los trabajadores de que acepten la
política de moderación salarial, a fin de acabar con la inflación y garantizar
las ganancias crecientes de los captalistas, los privilegios de l
En setiembre de ese mismo mes de 1977, Fuentes Quintana discutió
su documento base con el Gobierno; en octubre se redactó el texto final conjuntamente
con los demás partidos políticos en
distintas comisiones. Finalmente, el 25 de octubre, los representantes de
los principales partidos políticos —incluidos Santiago Carrillo y Manuel Fraga
(este último, sin embargo, declinó firmar lo referente a las cuestiones jurídicas
y políticas)— se firmaron los Pactos de
En este contexto, el Comité de Catalunya de
No se trataba aquí de ningún conflicto parcial, como el de
las huelgas a fines de 1976, en Roca Radiadores, de Gavá (provincia de Barcelona),
que duró tres meses a barricada diaria, con decenas de huelguistas encarcelados;
tampoco de la huelga de gasolineras, convocada meses después por
No se trataba de esto. De lo que se trataba con la manifestación
de la CNT contra el Pacto de
Y la gravedad del asunto no estribaba en el propio radicalismo
de
Así fue cómo lo primero que acordaron hacer los “demócratas”
cerrando filas en torno al gobierno postfranquista de la Unión de Centro
Democrático, fue aislar a
En ocasión de la manifestación de la CNT,
Al fiscal del caso le pareció del todo normal que un delincuente común de cincuenta años, en busca y captura por varios juzgados, hubiera sentido de repente una irresistible atracción por las ideologías libertarias. Además, Gambín colaboró —siempre presuntamente— con los responsables directos del atentado, llevándo a esos adolescentes por Barcelona en su coche, para enseñarles cómo fabricar cócteles molotov, dirigiéndoles de manera experimentada.
Según declaraciones del mismo fiscal, a las pocas horas del
incendio en ese local, la policía de Madrid ya sabía los nombres y demás señas
de identidad de los autores, procediendo a comunicarlo a sus colegas de Barcelona,
curiosamente omitiendo cualquier referencia al tal Gambín, más conocido en
turbios ambientes como “El Grillo”. El entonces ministro de Gobernación
(ahora se llama Interior) Rodolfo Martín Villa, presentó
ante los medios de comunicación la detención del grupo anarcosindicalista
(en poco más de 24 horas), como un verdadero triunfo de las fuerzas del orden
contra la barbarie anarquista. Sin embargo, dirigentes confederales estaban
seguros de que este apestoso asunto había sido un complot para acabar con
la central sindical libertaria, que iba tomando fuerza ante el monopolio sindical
de CCOO y UGT pactado entre el gobierno de
Según reporta Matías J. Ross: http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?Id=1408, los
condenados: José Cuevas, Javier Cañadas y Arturo Pa, en ningún momento aceptaron
su participación directa en los hechos, aunque sí la preparación de los cócteles
Molotov. Se han sentido manipulados y dirigidos por el confidente policial
infiltrado entre ellos. El juicio oral, celebrado en diciembre de 1980, no
pudo contar con el testimonio de Rodolfo Martín Villa —solicitado por las
defensas de los acusados—, ni con la presencia de Joaquín Gambín, quien logró
fugarse de la prisión de Elche en extrañas circunstancias.[
[11]
]
A pesar de que tenía varias órdenes judiciales de busca y
captura, la policía no pudo dar con el paradero de "El Grillo",
aunque sí lograron entrevistarlo —previo pago— varios periodistas, que localizaron
al confidente en Rincón de Seca (Murcia). En el reportaje que apareció en
una revista muy leída por entonces, Gambín dijo —entre otras cosas—
que el comisario Escudero era su jefe directo. Escudero era un policía subordinado
del comisario Roberto Conesa, por entonces mano derecha de Martín Villa.[
[12]
] También declaró que por sus trabajos de infiltración
en
En diciembre de 1981, "ElGrillo" fue detenido
en Valencia tras un tiroteo. Declaró que se entregó harto de que
La presión mediática sobre las fuerzas policiales subió de
tono a raíz del juicio y de las alegaciones del indignado fiscal Del Toro,
que fue incluso acusado de simpatizar con los anarquistas. Del Toro se defendió
y llegó a escribir que, ante el escándalo judicial que representaba una vista
pública sin "El Grillo" y sin Martín Villa, su problema
fundamental estribaba en no cubrir de ridículo su carrera. Todo estaba cojo
en este caso y por lo tanto era propicio a las más desaforadas imaginaciones.
El periodista Luis Andrés Edo, de quien hemos recogido parte
de lo que hasta aquí hemos dicho sobre este oscuro episodio de la transición
a la “democracia” en España, agrega lo siguiente:
<<Pero el hecho más escandaloso de este “agujero
negro” que es el Caso Scala, no se limita a la utilización por
Efectivamente, el Juez que inició el Sumario del Caso
Scala (pues el incendio de esta sala se ha convertido en “Caso”), requirió
ese mismo día a un perito especializado en catástrofes de esta índole (un
tal Sr. Villalba) la misión de recoger muestras del resto del incendio. El
Sr. Villalba y su equipo de especialistas, se presentaron con la autorización
del Juez el mismo día a recoger sus muestras (pues el Juez había decidido
destruir al día siguiente las ruinas a que había quedado reducido el edificio
tras el incendio).
El Sr. Villalba sometió las muestras recogidas a análisis
de laboratorio, y el resultado es definitivo: ¡había fósforo!
Es decir, que los cócteles de gasolina han caído sobre un edificio que alguien
había preparado con la acumulación de fósforo, para que pudiera arder en unos
minutos.
Para más INRI, uno de los acusados,
Xavier Cañadas, atestiguó públicamente, años más tarde, que en los primeros
interrogatorios policiales observó que encima de una mesa había una carpeta
con una indicación en letras mayúsculas:
CASO SCALA, FÓSFORO.
Se trataba, sin ningún género de dudas,
del informe del perito Sr. Villalba.
Este hecho nuevo (la existencia de
fósforo) explicaría que un informe del Fiscal General del Estado, Burón Barba,
exigiera una investigación sobre la presunta participación de los Servicios
de Seguridad del Estado en el incendio de
Resulta que ambos informes, el del
Sr. Villalba como el del Fiscal General, desaparecieron del Sumario, no llegaron
al Juicio Oral, celebrado en Barcelona tres años después, en diciembre de
1980.
Para que todo esto pudiera ser posible,
no existe otra explicación: el que nos encontramos ante una operación de Alta
Política de Estado, de alcance internacional, como es la de eliminar la movilización
del Movimiento Obrero, peligro real contra
¿Por qué los Partidos de la llamada izquierda y sus
propios Sindicatos miraban hacia otro lado cuando, a través del Caso Scala,
el Gobierno y los mass-media machacaban a
De “ingenuos” nada, compañero Luis Andrés ¿O usted ignora que, para ese entonces, Santiago Carrillo ya había aceptado las condiciones que le impuso el Rey en 1975, para que el PCE pasara a formar parte del “staff” político partidocrático que pasó a ser el rostro de la “democracia” desde que con el SÍ en referéndum se instauró
“Los Malditos”, esta es la expresión que usted
utilizó en el programa televisivo “59 segundos”, pocos días después de su
comparecencia ante
¿Es maldito el Partido Popular por haber querido
enrolar a España en la guerra de Irak?; ¿son maditos los delincuentes comunes
que pusieron las bombas en los trenes aquél fatídico día?; ¿lo son quienes
con pleno conocimiento de la trama delictiva, hicieron la vista gorda dejando
que las cosas sucedan según lo previsto por ellos para poder cambiar
“democráticamente” el rumbo de la política exterior de España?
Maldito es este decadente, explotador, encubiertamente dictatorial y cada vez más opresivo y genocida sistema de relaciones sociales todavía existente, señora, aunque no sea ya real, en tanto se ha vuelto por completo irracional, tanto más contrario a los valores que se pregonan, cuanto más se insiste en invocarlos. Y si a una mayoría social le sigue pareciendo que este orden de cosas es el único o el mejor de los posibles, no es más que por la costumbre de haberse adaptado a él durante generaciones enteras, a unas formas elementales de vida que alguna vez tuvieron sentido, pero que ya resultan cada vez más insoportables.
Los burgueses nos machacan la sesera insistiendo
en que esto de comprar y vender, es decir, el mercado, es la mejor forma de
asignar recursos productivos y de repartir medios de vida en condiciones de progreso ininterrumpido.
Está demostrado que en la actual etapa tardía del capitalismo esta realidad,
día que pasa esta dejando de ser así a marchas forzadas.[
[13]
]
En cualquier caso, ¿de qué nos vale este bonito
enunciado a los trabajadores asalariados, si resulta que esa forma de vida fundamentalista y
furiosamente mercantil, es para nosotros cada vez más precaria, porque, cuanto
más progresa la fuerza social del trabajo, somos más los necesitados de vendernos
para trabajar, que los capitalistas dispuestos a comprar nuestra fuerza de
trabajo, y porque al progreso ya sólo le vemos el trasero corriendo siempre
delante y cada vez más distante de nuestras posibilidades de ingreso?; ¿que
forma de vida es ésta que para poder comprar lo mismo que ayer, debo aceptar
hoy venderme en condiciones de trabajar cada vez más por menos? Los capitalistas
contestan, arrogantes: “esto es lo que hay” y no puede ser esencialmente de otra manera. ¡Hay que ser tolerantes!.[
[14]
]
Pues bien, nosotros nos contamos entre quienes piensan que este sistema de relaciones mercantiles no conduce sino a un creciente empobrecimiento relativo de esa mayoría absoluta de la sociedad que realmente crea la riqueza, los asalariados, para que el progreso de esas fuerzas productivas lo usufructúen quienes ni siquiera trabajan para controlar a los que de verdad lo hacen. Y esto se tiene que acabar, porque la sociedad ya está preparada para que la conciencia social suplante a la irracionalidad del mercado capitalista y al decadente derecho burgués como fundamento de una vida de relación alternativa, más plena, libre y realmente solidaria, que empiece por recuperar la dignidad humana como algo que no se compra ni se vende.
Los que viven del trabajo enajenado, desde el momento en que a eso le llaman “libertad” necesitan invertir el sentido íntegro de su pensamiento respecto de las cosas y, por tanto, de las palabras que pronuncian para designarlas. Así, mientras hablan de “solidaridad” acentúan la división de la sociedad entre explotadores y explotados; mientras hablan de “democracia” fortalecen su dictadura de clase; mientras hablan de “justicia”, profundizan el reparto desigual que encierra todo contrato de trabajo; mientras hablan de tolerancia imponen el “trágala” si es necesario a sangre y fuego; y, en fin, mientras hablan de “paz”, ahora mismo, compiten por la venta de armas en el mundo, promueven guerras mediante la diplomacia secreta y se preparan para otro holocausto bélico mundial.
Somos perfectamente conscientes de que una respuesta puramente teórica y propagandística como la que nosotros esgrimimos desde aquí no es suficientemente convincente. Mientras no exista en la realidad un modelo de sociedad de transición al socialismo que se sustraiga de manera definitiva a las arbitrariedades y crímenes políticos urdidos desde el poder, a los abusos, despilfarros, desigualdades y opresiones que se dieron también durante la vigencia del llamado "socialismo real", respuestas como la nuestra no convencerán a todo el mundo del trabajo.
Pero hoy no se trata de esto. De lo que se trata es de ir creando opinión pública, conectando con todas aquellas minorías que hoy se muestran honesta y desprejuiciadamente preocupadas por saber lo que realmente está pasando en el mundo, con el sincero deseo de contribuir a revolucionarlo, que es la única manera de mejorarlo. Este es el requisito previo para proyectarse hacia las mayorías contribuyendo a la concienciación de la necesidad de participar masiva y comprometidamente en la construcción del futuro de la humanidad. Ésta es, para nosotros, no la única, pero sí la tarea más importante que están exigiendo las presentes circunstancias de la lucha de clases en el mundo. Ir limpiando la ciencia social, el marxismo, de toda la porquería ideológica que se le ha vuelto a echar encima, esgrimiendo su arsenal científico y las mejores tradiciones del materialismo histórico, tendentes a recrear una intelectualidad revolucionaria orgánica capaz de asumir las responsabilidades políticas presentes con eficacia, para construir un futuro socialista que supere con plena certidumbre teórica y firmeza política los errores del pasado.
Lo que queremos significar cuando hablamos de la necesidad
de crear opinión pública basada en la ciencia social, para una actitud colectiva
general comprometida con la transformación radical de la sociedad en que vivimos,
es que la economía y la sociedad se han tornado demasiado complejas y llevan
consigo demasiados riesgos de catástrofes como para ser gestionadas no importa
por qué clase de empresarios privados, de burócratas "expertos" ni de políticos profesionales
—que por esa misma condición social de propietarios privados o burócratas
corruptos, son cada vez menos competentes—, ni por cualquier tipo de élites
minoritarias. Del mismo modo, nosotros creemos que esta crisis mundial es
demasiado grave como para ser dejada a merced de "leyes objetivas del
mercado" que se realizan a espaldas de la humanidad. Esta crisis sólo
será resuelta de manera que sea la última, si por lo menos una mayoría de
trabajadores toman en sus manos la gestión de sus propios asuntos, de la economía,
del Estado, de
http://www.nodo50.org/gpm
apartado de correos 20027 Madrid 28080
e-mail: gpm@nodo50.org
[8]
La burguesía
internacional entiende por “moderación
salarial”, la actualización de los salarios por debajo del incremento anual
del índice de precios al consumo, sistemática y consuetudinariamente manipulado
a la baja como un recurso más de explotación del trabajo social. Si los
trabajadores no aceptan y siguen demandando mejoras salariales para evitar
un mayor deterioro de sus condiciones de vida, en condiciones de patrón
oro a los empresarios no les queda más remedio que sacrificar sus ganancias
o reprimir al movimiento apelando a la violencia de su Estado. Pero, una
vez que el dinero fiduciario se “libera” de su referente con el oro, es
decir, con la economía real, para hacer frente al pago de esas demandas
adicionales de salarios, los empresarios pueden apelar tranquilamente al
crédito bancario —y los bancos a conceder esos créditos por vía de la creación
inflacionaria de dinero— trasladando esos costos adicionales a los precios.
De ese modo, los beneficios salariales que la burguesía industrial y financiera
conceden a sus ermpleados con una mano, los
vuelven a recuperar con la otra haciendo descender los salarios reales por
vía del aumento en los precios.
[9] La “Comisión Trerilateral fue fundada en julio de 1973. Ideada principalmente por Zbigniew Brzezinski, sus tres partes geoestratégicas estaban constituidas por América del Norte (Estados Unidos y Canadá), Europa y Japón. En mayo de 1975 tuvo lugar en Kyoto su primera sesión plenaria, y los delegados asistentes representaban alrededor de 65 por ciento de las empresas bancarias, comerciales e industriales más más poderosas del planeta, originarias de esas tres áreas geográficas. En su origen fue presidida por David Rockefeller y su propósito explícito inmediato fue el de contribuir a alcanzar una "distribución global del poder" en el Occidente capitalista con proyección estratégica mundial, lo que equivale a decir, que su principal propósito fue la destrucción del llamado “bloque de poder comunista”. Según la retórica de sus principios, "todos los pueblos forman parte de una comunidad mundial, que dependen de un conjunto de recursos. Están unidos por los lazos de una sola humanidad y se encuentran asociados en la aventura común del planeta Tierra... La remodelación de la economía mundial exige nuevas formas de cooperación internacional para la gestión de los recursos mundiales en beneficio tanto de los países desarrollados como de los que están en vías de desarrollo".
La creación de ese espacio del poder mundial partía de
la aceptación de que Estados Unidos había dejado de ser la potencia incontrastable
que fuera en los primeros años de la segunda posguerra, que el mundo registraba
un fuerte emparejamiento económico y se vivía ahora (en aquel momento) en
un mundo multipolar. Carter empujó su política exterior inspirado en el
discurso trilateralista (un mundo multipolar, un gobierno multipolar), y
como un intento de buscar crear condiciones que acercaran los países subdesarrollados
al mundo desarrollado. Entre sus mayores logros estuvo reunir a Israel y
a Egipto, casi inmediatamente después de
[10]
Esta Unidad
ya había actuado contra
[11]
Rodolfo
Martín Villa empezó su carrera política en el régimen franquista como Jefe
nacional del falangista Sindicato Español Universitario. De ahí saltó a
ser Presidente del Sindicato de Papel, Prensa y Artes Gráficas. Luego pasó
a desmpeñarse como Delegado provincial de Sindicatos en Barcelona y como
Director general de Industrias Textiles del Ministerio de Industria. En
noviembre de 1969 fue nombrado secretario general de
[12]
Comisario de
[13]
Para una introducción al estudio de la incidencia del mercado en la actual asignación de recursos productivos
y en el progreso de las fuerzas productivas, ver: http://www.nodo50.org/gpm/anarquia-capital/00.htm
[14]
A los intelectuales y políticos burgueses
—incluida su fracción reformista de extrema izquierda tipo PCE— les ha venido costando muy poco atenerse a las
apariencias para introyectar en la conciencia de la clase obrera la especie
de que el paro lo genera el progreso técnico, y que contra este mal necesario no hay nada que hacer.
De ahí su arrogancia. En realidad, lo único que produce el progreso técnico
es el abaratamiento de los costos sociales del trabajo y la elevación del
nivel de vida de los productores. La causa del paro no es de naturaleza
técnica sino económico-social; es el capitalismo —con su tendencia a convertir
cada vez más trabajo necesario en excedente para los fines de la acumulación—
la única causa del paro. En un sistema socialista, donde los medios de producción
dejan de ser propiedad privada y, por tanto, mercancías, el progreso técnico
sólo genera más tiempo libre y mayor nivel de vida. Ver: http://.www.nodo50.org/gpm/salario/todo.htm.
Esta idea científica es el fundamento absoluto del presente trabajo.