El socialismo es la dilución del trabajo simple en trabajo complejo

 

         El pasado 08 de octubre a las 11:20 hs., remitimos el mensaje anunciando la publicación de nuestro último trabajo titulado: “De cada cual según su trabajo y a cada cual según su capacidad. ¿Por qué?.”  A las 12:19 hs. de ese mismo día, o sea, 59 minutos después, parece que el señor Norberto ha tenido tiempo de leer ese texto, pensar sobre lo que supuestamente leyó y remitirnos el siguiente mensaje de contestación, excepto el título que lo hemos incorporado nosotros:

 

01. El proletariado instruido como clase explotada que explota

 

Me gustaría intervenir en esta polémica.
http://www.nodo50.org/Carrera/00.htm

Si bien más que terciar es apoyar la tesis de Juan.

 

         Una película española se llama "¿Porqué le llaman amor cuando quiere decir sexo?" Lo mismo le sucede a veces a la izquierda revolucionaria —o como quiera que se la desee llamar—, en la cuestión del socialismo y el comunismo.


         La superación del capitalismo ha de pasar necesariamente por dos etapas (esto queda bien desarrollado en los textos de Juan).


         La primera es la del capitalismo mundial centralizado de estado, en la que es la clase trabajadora misma la que asume un doble papel: explotadora y explotada; una vez que ha expropiado a toda la clase burguesa de todo capital y a la terrateniente de todo suelo. La clase trabajadora se convierte así en el único capitalista y el único terrateniente del planeta.

 

         Esta es la etapa que la izquierda suele propagandizar como si se tratara de "una primera etapa del socialismo previa al comunismo" (Academia de Ciencias de la URSS).


         Pero no tiene ni pizca de socialista puesto que la fuerza de trabajo continúa siendo una mercancía sometida a la ley del valor, en la que cabe la distinción que hace GPM entre trabajo simple y complejo.

 

Además de lo anterior, se trata de una etapa reversible, como lo prueba la experiencia nacional de la URSS.


         La segunda es la etapa del comunismo en la que el trabajo ya no es una mercancía y por tanto no puede ser sometida a medida en cuanto a su valor de cambio, puesto que ese valor social se ha extinguido. De esta sabemos poco y nada en términos empíricos.


         La importancia de discriminar entre ambas etapas no es meramente libresca. Puesto que las tareas políticas de la clase trabajadora en la primera de ellas consisten en llevar el capitalismo hasta sus últimos extremos a través de la centralización y concentración completas del capital mundial. Las consignas socialistas son en esta etapa ineficaces, puesto que no se refieren a una tarea que pueda ser llevada a cabo.

         Un cordial saludo a ambos, Norberto.