A
diez años de la masacre del Filtro.
Estamos a diez años de la masacre del Filtro. Una
masacre que se desató contra la multitud que protestaba en apoyo al asilo de
los vascos que cumplían una huelga de hambre en el Hospital Filtro. Ese día,
miércoles 24 de agosto, fue el día fijado para la extradición de los vascos.
Este día decenas de coraceros apoyados por granaderos, patrulleros y agentes
policiales uniformados y de civil cargaron a sablazos, garrotazos y balazos
contra miles de personas que se habían concentrado en las inmediaciones del
Hospital Filtro. El operativo represivo estaba conducido por el Inspector
Nacional José Dávila y el Inspector General Pablo Gerjiulo que dependían de la
orden directa del Ministro del Interior, Gianola.
Se estima que había unas cuatro mil
personas en torno al Filtro. La represión puso en movimiento 500 efectivos
policiales, más de 100 vehículos y el tipo de armamento utilizado fue:
revólveres calibre 38, mágnum 357, pistolas 9mm, escopetas de 12 pulgadas y
subfusiles 9mm. Estaban coordinados coraceros, radiopatrullas, granaderos y
efectivos de la policía caminera.
El preámbulo de la represión mayor
comienza en la madrugada del miércoles cuando son dispersados por granaderos
gente que estaba acampando con fogones en torno al Filtro. A eso de las 17 y 30
horas los coraceros desalojan un campamento de jóvenes en la plazoleta ubicada
en Cufré y Gualeguay. Pero la represión más dura comienza después de las 19
horas cuando patrulleros bajan por Boulevard Artigas y cargan sobre la
multitud. Prácticamente bajan de los patrulleros tirando sobre la gente, los
estampidos de balas cubren la noche.
Hubo lugares donde estuvo más
álgida la represión, tal es el caso del entorno al SEMM donde fue herido
Esteban Massa, enfermero que recibió un tiro en la espalda mientras asistía a
un herido.
Otro punto de concentración
represiva fueron los galpones de CUCTSA en donde mucha gente se había
refugiado, ahí entraron los milicos dando palos y tirando con sus armas. Es, en
ese momento, en la calle Cufré, donde es asesinado Fernando Morrone.
Más entrada la noche, mientras la
represión seguía, es asesinado por la policía, Roberto Facal. Quieren hacer
aparecer este asesinato como vinculado a un robo.
Un periodista que fue testigo de
los hechos manifestó que: “la represión se concretó a la hora 19 y desde ese
momento hasta las 22 y 30 horas el escenario fue dantesco, las calles se
transformaron en territorio de nadie, de mi experiencia en este tipo de hechos
fue la represión más atroz realizada en las calles de Montevideo”.
Una manifestante que fue herida de
bala y que después tuvo que ser operada, declaró: “A eso de las ocho de la
noche yo me retiraba de la manifestación, iba hacia Luis Alberto de Herrera
cuando empiezan a bajar los patrulleros por Boulevard y los milicos a sacar sus
armas y disparar como si fuera una película de guerra”.
Fue la mayor represión en “democracia”,
la vez que mostraba sus garras al desnudo una bestia represiva políticamente
mandada.
El saldo de esta masacre fue: dos
muertos y centenares de heridos.
Mucha gente, especialmente jóvenes,
enfrentó el malón brutal y respondió con piedras a los tiros de los milicos.
El entierro de Morroni expresó al
tiempo que solidaridad el repudio de una multitud a esa política asesina. Mucha
gente, una multitud acompañó los restos de Morroni, desde las bocacalles y las
casas la gente expresaba su adhesión a esa marcha dolorida que cubría un amplio
trayecto. Así fue hasta la llegada al Cementerio del Norte.
El día 26 de agosto el PIT-CNT
decretó Paro General de 24 horas en repudio a este hecho represivo sangriento.
Por su parte el 29 de agosto la FUS
realizó un acto y concentración frente a la Sociedad Española donde estaba
internado el enfermero Esteban Massa.
El 7 de setiembre se llevó a cabo
una interpelación a Gianola en la Cámara de Diputado. Gianola fue respaldado
por el gobierno, quien le dio la orden de matar, y dicha interpelación no trajo
consecuencias políticas. Gianola siguió en el Ministerio.
El 17 de septiembre los estudiantes
de Secundaria convocan a una marcha en repudio a la brutal y asesina represión.
La prensa hace terrorismo tratando de evitar esta marcha y diversos rumores
corren sobre lo que podría pasar si se realiza. No obstante la marcha es
grande, varias cuadras de gente está presente manifestando su repudio. Se quemó
un muñeco que simbolizaba un milico Granadero y se corearon consignas como:
“Contra la represión, lucha y organización”.
A un año de los acontecimientos del
Filtro se realiza la primer marcha recordando a los compañeros caídos y
repudiando la masacre. En esta primera Marcha, que fue convocada por la
Asamblea Permanente de los DDHH, no participan como organizaciones ni el
PIT-CNT ni el FA. No obstante sí participan algunos sindicatos.
Hechos como los del Filtro son de
esos momentos en que la bestia sistémica muestra su verdadero rostro. Gianola
en una reunión con representantes de los partidos tradicionales quería crear
una Guardia Nacional nueva que se ocupara de la vigilancia callejera y
dependiera directamente del Ministerio del Interior. Quiso hacer una especie de
preestreno el día de la masacre del Filtro. Lacalle respaldó abiertamente en
todo momento a Gianola y dijo que todo esto era en defensa de la Democracia.
Pretendieron seguir con la escalada represiva cuando suspendieron por 48 horas
a las radios CX 36 y CX 44, esta última fue finalmente clausurada.
Episodios como los del Filtro no
deben ser olvidados sino por el contrario deben quedar grabados en la memoria
colectiva para bien de un saber popular y para que nuestro mejores sentimientos
de repudio a la injusticia no se adormezcan jamás.
Cuando se realizó la primer marcha
en memoria militante por lo del Filtro ella contó con una gran concurrencia.
Pero ese rescate de la memoria no contaba con unanimidad, ciertas direcciones
políticas y sindicales querían el olvido. Por ejemplo, Baraibar, figura
orgánica del FA manifestaba: “El 24 de agosto es una fecha desgraciada pero es
una fecha para olvidar”. Los crímenes contra el pueblo nunca deben ser
olvidados ni perdonados.
Desde hace casi diez años la marcha
se mantiene y es mucha la gente que espontáneamente concurre a ella. Esto pese
a que no son pocos los que desean que todo recuerdo combativo desaparezca de la
escena social.
Hoy a diez años de la masacre del
Filtro debemos redoblar esfuerzos para que estos hechos se recuerden para la
historia de la infamia y porque nunca sean olvidados aquellos hijos del pueblo
que regaron con su sangre generosa luchas solidarias y por un mañana mejor.
Con el
recuerdo y la resistencia siempre, con el olvido nunca.