1. Relaciones en el ámbito libertario
La lengua internacional esperanto es una lengua planificada creada en principio para la comunicación internacional. De los cerca de mil proyectos conocidos de lenguas planificadas, sólo el esperanto ha conseguido con éxito una vida práctica de más de un siglo.
En julio de 1887 el joven oculista judío Lázaro Ludovico ZAMENHOF (1859-1917) publicó en Varsovia con el seudónimo “doctor Esperanto” y ante la recelosa mirada de la censura zarista su primer libro de texto con ejercicios de la Lengua Internacional en ruso, tras el cual siguieron en el mismo año ediciones en polaco, francés y alemán. En la “Lengua Internacional” de Zamenhof, “esperanto” significa “el que tiene esperanza, el que espera” y Zamenhof efectivamente esperaba contribuir con la creación de la lengua internacional a la comunicación entre los pueblos y a la paz mundial. La palabra Esperanto se convirtió enseguida en el nombre de esta lengua.
Gracias a su regularidad y flexibilidad, el esperanto es relativamente fácil de aprender. Se escribe fonéticamente, lo que significa que existe paralelismo entre la escritura y la pronunciación. La ortografía es sistemática. La gramática apenas tiene excepciones; los afijos, que se pueden usar de muchas maneras, contribuyen a la precisión y fuerza expresiva de la lengua. El léxico se basa sobre todo en raíces latinas y germánicas, que por otro lado aparecen en muchas lenguas. La impresión general, cuando se oye hablar esperanto, es que suena como el italiano o el español. Aunque el origen europeo de las palabras hace el esperanto más difícil para los chinos que para los alemanes, sin embargo para los chinos el esperanto es bastante fácil, por lo menos más que el inglés. Eso sucede por el amplio uso de palabras compuestas y derivadas, cuyo sentido es fácilmente comprensible, pues los monemas se añaden siempre a la raíz sin cambios. Ese carácter aglutinante es típico por ejemplo en las lenguas altaicas. Por el contrario el alemán pertenece a las lenguas flexivas, en las que la raíz no es inmutable (Haus-Häuser; schreiben-schrieb).
Hoy día la dispersa comunidad lingüística del esperanto tiene cerca de un millón de hablantes. Existen decenas de miles de libros en esperanto (en gran parte literatura original) y aparecen regularmente muchos cientos de periódicos o revistas, más o menos pequeños, de los cuales muchos se distribuyen mundialmente. Apenas hay día sin reunión internacional, como las de asociaciones especializadas, congresos, encuentros juveniles, seminarios, semanas de vacaciones o convivencias regionales en todas partes del mundo. Además, muchas emisoras emiten programas en esperanto, algunas incluso a diario.
El esperanto es a veces la lengua familiar cotidiana en casa de parejas mixtas de diferente origen, y sus hijos lo hablan como lengua materna (además de la respectiva lengua nacional y a veces de otra lengua). El esperanto evoluciona día a día y se adapta a las cambiantes necesidades de sus hablantes – como sucede con cualquier lengua viva – gracias al préstamo léxico y a la construcción de elementos a partir de los recursos ya existentes, sin perder por ello su relativa simplicidad. Eso ocurre, porque la diferenciación semántica y la capacidad expresiva de una lengua no depende de su origen o de factores lingüísticos inmanentes, sino de las necesidades comunicativas de sus hablantes.
A veces se usa la expresión lengua auxiliar o la de lengua artificial para caracterizar al esperanto. Para quienes no conocen la extensión real del uso práctico del esperanto, estas nociones a veces crean la imagen errónea de una lengua primitiva y pobre de expresión, cuya única esencia viene determinada por la capacidad intelectual de su creador y que apenas supera lo que se puede meter entre las dos cubiertas de un libro. La mayoría de los hablantes de esperanto ya desde el principio se dieron cuenta de que una lengua apropiada para todas las necesidades comunicativas de la existencia humana sólo puede crearse mediante un proceso colectivo. Así el esperanto no nació de la nada, igual que ocurre con la lengua criolla de Haití por ejemplo. Una lengua aparece cuando responde a una necesidad.
Hector Hodler |
Junto con el esperanto como lengua de intercomunicación, Zamenhof difundió la ideología casi religiosa homaranismo (aproximadamente, amor a los hombres y a la humanidad) del esperanto. Esta idea difundida con pasión se basa en un pensamiento liberal y humanista, por ejemplo en la idea de que la humanidad entera es una familia, que debe recuperar el camino hacia su identidad; o la idea de que todas las religiones del mundo tienen un origen común por lo que podrían hacerse converger. Algunos hablantes de esperanto ven interesante esta idea y la interpretan de diversas formas, pero por otro lado muchos hablantes no parecen capaces de sacar mucha inspiración del amor a la humanidad a la manera de Zamenhof.
Después de la publicación del proyecto en 1887 en Varsovia, el esperanto se extendió muy rápidamente, primero por territorios de lengua rusa. Una de las primeras obras literarias en la nueva lengua (aparte de la propia intensa actividad artística y traductora de Zamenhof) fue En la tombo [En la tumba] de Nicolai Borovko, escrita en 1892, que trata del tormento de una persona enterrada en vida. El anarquista cristiano León Tolstoi se mostró claramente favorable al esperanto. Este periodo ruso finalizó de golpe en 1895, cuando la única revista de esperanto publicó un artículo de Tolstoi, que fue prohibido por la censura zarista. Siguió después un periodo francés con el primer congreso internacional de esperanto en 1905 en Boulogne-sur-Mer (con 688 participantes de 20 países). Allí Zamenhof se retiró oficialmente como fuerza propulsora del movimiento, para que la evolución posterior de la lengua la decidiera el mismo movimiento por el esperanto.
En 1905 el anarquista Paul Berthelot fundó la revista Esperanto, pubicada todavía hoy. En 1908 Hector Hodler fundó la Asociación Universal de Esperanto (UEA), que agrupa hasta hoy a la mayoría de las organizaciones de esperanto del mundo. La sede de UEA está en Rotterdam.
Hasta la Primera Guerra Mundial el esperanto consigue muchos adeptos en Francia. De allí se extendió por el mundo, primero por Japón y China. En Praga empezó en 1921 a instancias de Eugène Adam (Lanti) un movimiento esperantista con objetivos emancipadores y estructura anacional, la Sennacieca Asocio Tutmonda (SAT, algo así como Asociación Anacional Mundial), que contribuyó considerablemente a la ampliación de la base sociocultural de la lengua. La sede de SAT está en París. (Ver también II.2. Esperanto y anarquismo).
Paul Berthelot |
El siguiente periodo de florecimiento duró de 10 a 15 años, dependiendo de las condiciones de cada país: existió también una fase húngara, que hizo de Budapest la capital cultural del esperanto durante muchos años. Pero la aparición de regímenes totalitarios y militaristas, que llevó a la Segunda Guerra Mundial y después a la guerra fría, frenó ese crecimiento durante varias décadas. Sobre todo después de la guerra el expansionismo de la lengua y de la cultura angloamericanas funcionó con rapidez con lo que descendió el interés por el esperanto.
Por primera vez en 1954 y después en 1985, la Asamblea General de la Unesco reconoció la importancia del esperanto para intercambios intelectuales internacionales. En septiembre de 1993 el congreso mundial de la asociación de escritores PEN aceptó al centro PEN de esperanto (es decir, de los escritores de lengua esperanto) como asociación miembro, reconociendo con ello al esperanto como lengua literaria.
Lanti |
La expansión mundial del esperanto no es uniforme: a pesar de progresos en los últimos años, apenas se encuentra en muchos países de África y Asia. Los hablantes de esperanto viven sobre todo en Europa. A menudo se discute en el movimiento esperantista si por eso el esperanto es eurocéntrico, pero el verdadero carácter internacional del esperanto no permite considerarlo puramente europeo. El desarrollo en algunos países (China, Irán, Togo, Congo) fue durante algún tiempo considerable, mientras en otros países aún no existe movimiento esperantista organizado.
Una sobresaliente actividad desempeña en el movimiento esperantista la asociación juvenil de UEA, TEJO. Igual que la asociación esperantista mundial UEA, organiza un congreso anual y numerosos encuentros (de los cuales merecen especial mención los Seminarios Internacionales de las Juventudes Alemanas Esperantistas, que se organizan por Nochevieja).
Una de las tendencias en esperanto es el raumismo (llamado así por la ciudad finlandesa de Rauma, en donde tuvo lugar el congreso de TEJO de 1980). El raumismo considera a los hablantes de esperanto como una especie de pueblo en la diáspora y se esfuerza por crear con el esperanto valores culturales (por ejemplo literatura). Disiente de los esfuerzos radicales para imponer mundialmente el esperanto como segunda lengua universal y en cambio lo considera como una lengua entre muchas, la cual se puede utilizar según se necesite y sin ambiciones mundialistas.
La evolución del esperanto la sigue una comisión, denominada Academia de Esperanto. La tarea de la Academia es cuidar la constante evolución de la lengua en armonía con el Fundamento, la base lingüística elaborada por Zamenhof. Las decisiones de la Academia no tienen carácter obligatorio, sino que son más bien sugerencias, que poseen la fuerza de recomendaciones suficientemente trabajadas. De hecho, la Academia a menudo o sigue de lejos la evolución en el esperanto o no es capaz de aportar recomendaciones unánimes en algunos puntos por diferencias internas de opinión.
A veces aparece el tema de si el esperanto es sexista, pues – como se deduce de un análisis superficial – las formas femeninas son derivadas de las masculinas. En primer lugar, eso es de alguna manera cierto, pues en las terminaciones de persona en esperanto en efecto las formas femeninas se pueden formar siempre a partir de la forma básica añadiendo – in – por ejemplo laborist-in-o [trabajadora]. Pero la diferencia básica entre el esperanto y la lengua alemana radica en que el esperanto no tiene género gramatical. Las palabras sin sexo natural tampoco lo tienen gramatical (al contrario que lo que ocurre por ejemplo en el alemán o el español). Aunque la estructura básica de la lengua no es sexista, cabe anotar que el uso real del esperanto en una sociedad patriarcal se efectúa verdaderamente de forma sexista. Pocas veces se usan las posibilidades existentes para terminaciones masculinas, pues normalmente se considera la forma básica como si fuera masculina; por eso aparece con facilidad la crítica (básicamente falsa, pero cierta en la práctica) de que las formas femeninas derivan (al parecer) de las masculinas. Para desmontar el sexismo lingüístico, tanto en esperanto como en alemán o español, basta con usar más conscientemente la lengua.
Dibujo de Ludovic Rodo |
Los anarquistas estuvieron entre los pioneros de la difusión del esperanto. En 1905 se fundó en Estocolmo el primer grupo esperantista anarquista. Siguieron muchos otros: en Bulgaria, China y otros países. Anarquistas y anarcosindicalistas, que antes de la Primera Guerra Mundial pertenecían al grupo más numeroso de los obreros esperantistas, fundaron en 1906 la liga internacional “Paco-Libereco” [Paz y Libertad], que editó la Revista Social Internacional. Paz y Libertad se unió en 1910 con otra asociación progresista, “Obreros Esperantistas”. La organización resultante se denominó “Liberiga Stelo” [Estrella liberadora]. Hasta 1914 esta organización editó mucha literatura revolucionaria en esperanto, entre otras también anarquista. Ello redundó en los años anteriores a la Primera Guerra Mundial por ejemplo en una activa correspondencia entre anarquistas europeos y japoneses. En 1907 el congreso internacional anarquista de Amsterdam emitió una resolución sobre el asunto de la lengua internacional, y en los años siguientes hubo resoluciones congresuales similares. Los anarquistas que participaron en aquellos congresos, se consagraron principalmente a las relaciones internacionales de los anarquistas. En Alemania se usó mucho el esperanto sobre todo entre 1920 y 1933 en el movimiento obrero. En agosto de 1932 la Asociación Obrera Esperantista Alemana tenía 4000 miembros – por algo gustaban llamar al esperanto el latín de los obreros –. El movimiento obrero esperantista desarrolló intercambios internacionales de forma multilateral: “Los obreros esperantistas pertenecían normalmente a los partidos y a los movimientos culturales y sociopolíticos de entonces. Consideraron como propia la tarea de la utilización de la lengua internacional esperanto en el ámbito internacional según el sentido de sus respectivas organizaciones (…) Con ocasión de las Olimpiadas Obreras el esperanto desempeñó un importante papel como recurso de intercomunicación de pueblos de diferentes lenguas. Aparte de eso, el esperanto estaba a disposición de las asociaciones culturales de todas las tendencias políticas y sindicales del movimiento obrero, como por ejemplo las Arbeiter-Turn- und Sportbund [Liga Deportista y Gimnástica Obrera], la Arbeiter-Samariter-Bund [Liga Samaritana Obrera] (…) y muchas otras”. (Illustrierte Geschichte der Arbeiter-Esperanto-Bewegung, p.66).
Revista libertaria del año 1946 |
En agosto de 1921 se reunieron en Praga 79 obreros de 15 naciones. Fundaron la ya mencionada SAT, hasta hoy activa organización de izquierdistas antinacionalistas. SAT alcanzó su apogeo en los años 1929-1930. Entonces tuvo 6524 miembros en 42 países; en 1997 tenía menos de 1500 miembros. La fundación de SAT y su divergencia inicial con respecto al movimiento burgués esperantista es el resultado de la evolución política general de entonces, favorecida además por el neutralismo político de dicho movimiento burgués practicado doctrinalmente a la sazón.
En marzo de 1925, el “Grupo Berlinés de Esperantistas Anarcosindicalistas” saludó al 2º congreso de la AIT (Asociación Internacional de Trabajadores), que tuvo lugar en Amsterdam. Hablaron de que el esperanto en la FAUD, la sección alemana de la AIT “había arraigado de tal manera que habían fundado una organización mundial de esperantistas con base libertaria y antiautoritaria”. Debe de ser alusión a TLES [Liga Mundial de Esperantistas Apátridas], que se fundó en los años 20, por cuanto SAT al principio estuvo bajo un fuerte influjo comunista. Parece ser que después TLES se fundió con SAT.
El movimiento obrero esperantista fue especialmente fuerte en Alemania y la Unión Soviética. Entre otras cosas, se fundó en 1923 en la Ucrania soviética la ISAB (Biblioteca Científica Anarquista Internacional de la Lengua Internacional), que editó la Ética de Kropotkin, el Anarquismo de Borovoi y otras obras para los lectores internacionales de esperanto. Esperantistas anarquistas desarrollaron su actividad no mucho después en Asia oriental, en China y Japón. En aquellos países el esperanto pronto se hizo popular entre anarquistas. Se editaron muchas revistas, casi siempre bilingües. Por ejemplo, desde 1913 Liu Shifu (Sifo) editó “La Voz del Pueblo”, que fue la primera revista anarquista en China. Al principio los informes de la parte en chino venían sobre todo de la mencionada Revista Social Internacional. Liu Shifu murió en 1915. También entre los primeros esperantistas japoneses hubo muchos socialistas y anarquistas, que fueron perseguidos repetidas veces. En 1931 la revista “La Anarkiisto” [El anarquista] debió cerrar, pues toda la redacción fue encarcelada. Los esperantistas anarquistas acusaron cierta decadencia, cuando se persiguió a los esperantistas soviéticos en 1937 (ver II.3. Represión) y muchos fueron asesinados o encerrados en campos de castigo.
El esperanto también desempeñó un modesto papel en las Brigadas Internacionales durante la Guerra Civil Española (1936-1939). Por entonces apareció en Barcelona un boletín informativo semanal de la CNT/FAI, que editaba ILES (Liga Ibérica de Anarquistas Esperantistas). También la emisora de la CNT-FAI emitió en esperanto.
Después de la Segunda Guerra Mundial el grupo parisién fue el primero que reanudó la actividad organizada. Desde 1946 editó la revista “Apátrida”. Todavía años después existió un grupo anarquista activo en París. Por su iniciativa se fundó en 1981 Radio Esperanto, que todavía hoy emite una hora en la frecuencia de Radio Libertaire. La mayoría de esperantistas libertarios y anarquistas se organizaron posteriormente en SAT. Sus miembros anarquistas componen la fracción libertaria dentro de SAT. En 1969 empezaron a editar el “Boletín libertario”, que hoy se llama “Liberecana ligilo”.
En la historia del esperanto han ocurrido además de impedimentos intencionados y difamaciones, prohibiciones y persecuciones. Diversos regímenes consideraron el esperanto como lengua peligrosa (existe una obra muy recomendable con dicho título precisamente escrita por el historiador Ulrich Lins): ya en 1895 se prohibió la importación de la revista “El esperantista” en la Rusia zarista; en 1922 se prohibió la enseñanza del esperanto en las escuelas francesas; en 1935 la enseñanza del esperanto (llevada a cabo en las llamadas escuelas libres) fue prohibida en Alemania; en 1936 el esperanto fue prohibido en Alemania y Portugal; a mediados de los años 30, las ediciones de SAT, así como obras anarquistas, no pudieron ya entrar en la Unión Soviética. Durante la creciente represión estalinista, la actividad del movimiento esperantista soviético, anteriormente fuerte, fue recortada cada vez más. De repente los esperantistas más activos fueron arrestados, fusilados o enviados a campos de castigo. El esperanto desde entonces fue anatematizado como producto del internacionalismo y el cosmopolitismo burgués y prohibido con todo rigor; desde 1938, el esperanto fue prohibido en todos los territorios ocupados y reincorporados por Alemania.
A causa de estas prohibiciones y persecuciones el movimiento esperantista sufrió graves impedimentos y retrocesos y con él la difusión y evolución de la lengua internacional. Incluso después de la Segunda Guerra Mundial no hubo una fácil reanudación. Bajo influencia soviética se prohibieron en 1949 los grupos esperantistas en la RDA, en 1950 siguió la prohibición en Hungría y en 1952 en Checoslovaquia. Después de la muerte de Stalin se dio en 1955 una lenta resurrección del movimiento esperantista en Polonia, Bulgaria, Hungría, Checoslovaquia y Unión Soviética; en 1965 también en la RDA, donde el movimiento esperantista pudo organizarse gracias a la Liga Cultural.
El esperanto debería ser importante para el ámbito libertario, pues al contrario que por ejemplo los estados o las grandes instituciones, los grupos de base y los movimientos sociales no pueden tener plantilla de traductores e intérpretes –deben apañárselas sin servicios lingüísticos siempre y en todos los casos–. Tiene más sentido usar su escaso dinero en proyectos de contenido. (Este reconocimiento implica que normalmente no se practica ninguna colaboración internacional duradera). Las posibilidades para la comunicación con intérpretes se muestran desde el punto de vista anarquista también muy problemáticas. Además los miembros de los grupos de base menos preparados y formados se ven prácticamente excluidos del sector internacional del trabajo, pues en general no disponen de suficientes conocimientos de lenguas extranjeras. De manera que entre internacionalistas y antinacionalistas se eleva la cuestión absolutamente práctica de cómo se puede fomentar la difícil convergencia de gente de diversas lenguas, la cual por otro lado no está garantizada.
Para este intercambio el esperanto tiene mucho que proponer precisamente a los anarquistas. Es sin embargo un hecho que los anarquistas apenas se dedican al esperanto más que otros movimientos o grupos de población. Existe una fracción libertaria dentro de SAT, que trimestralmente edita el boletín “Liberecana ligilo” [más o menos, Conexión libertaria]. Gracias a la publicación de traducciones de diversas lenguas y de diversas tendencias libertarias las respectivas ideas pueden llegar a un público internacional pequeño, pero variado.
En cuanto a las barreras comunicativas internacionales, un anarquista residente en Alemania se quejaba: “Trabajamos y vivimos más o menos aislados unos de los otros, sin intercambios de victorias y derrotas, sin apoyarnos recíprocamente ni animarnos. Algo importante de nuestra tarea debería ser la intensificación del contacto por encima de las regiones entre gentes con ideas y objetivos similares, para posibilitar una acción solidaria eficaz”. (Graswurzelrevolution, nº 183, p. 13). La observación da en el blanco: nuestros intentos de practicar la solidaridad a escala internacional y de conectarnos como una red, se quedan casi siempre en un nivel muy modesto. Una de las principales causas de esto es el problema de la intercomunicación lingüística.
Quien lee revistas libertarias internacionales, se encuentra a menudo con quejas de grupos, que no consiguen desenvolverse con la correspondencia en otras lenguas, no son capaces de organizar un encuentro internacional con intérpretes, etc. Actualmente la colaboración internacional de fuerzas anarquistas, autónomas y de sindicatos de base parte sobre todo de la utilización de conocimientos lingüísticos ya poseídos por casualidad. Esto funciona así: uno del grupo sabe la lengua equis, por lo que es posible establecer contactos con gente de la región equis. Esta manera de establecer contactos es espontánea y orgánica. Pero el superficial pragmatismo de este principio de casualidad produce la debilidad de que los contactos se disuelven rápidamente, cuando no se dispone ya por alguna razón de las personas clave que conocen la lengua.
También en Alemania el relativamente extendido conocimiento del inglés pocas veces satisface las demandas de cooperación internacional. Aquí el conocimiento del inglés se basa sobre todo en la enseñanza obligatoria desde hace muchos años, lo que responde a la conexión económica e ideológica entre Alemania y los EEUU. Pero no siempre es así en todos lados. El inglés no es “la” lengua internacional, sino la lengua colonial más extendida y hegemónica.
Los anarquistas proporcionalmente no están presentes en el movimiento del esperanto más que el resto de la población. Su posición en el movimiento del esperanto como un todo es marginal. Los mutuos recelos entre anarquistas esperantistas de un lado y esperantistas burgueses o apolíticos por otro dificultan la interrelación. El uso del esperanto en el ámbito libertario o anarquista, exclusivo o muy intenso en los tiempos en los que el esperanto no estaba muy extendido fuera de él, no se persigue hoy día. El esperanto sin embargo podría experimentarse como posibilidad añadida para la comunicación, si en el movimiento creciera suficientemente el conocimiento sobre el funcionamiento de las lenguas y de la elección lingüística como uno de los recursos de los estados y de los intereses económicos y también como un criterio de selección social.
Para la colaboración y para la coordinación por encima de las barreras lingüísticas le sería muy útil a los más diversos grupos de intereses tener una lengua común, que fuera fácil y neutral políticamente. En este punto las grandes lenguas como el español, el francés, el inglés, el ruso y el chino no son oportunas. Con el esperanto se podrían establecer contactos multilaterales directos, sin que hubiera que estar obligado a la utilización de una lengua nacional concreta.
Es de resaltar que el esperanto es algo más que una herramienta de comunicación más o menos simple. Por el hecho de que no pertenezca a ningún pueblo ni a ningún estado y por cuanto existen sólo pocos hablantes de esperanto como lengua materna, nadie puede aspirar a derechos de propiedad sobre el esperanto. Lo que implica en la práctica una amplia igualdad de derechos comunicativos, que anula las fricciones entre omniscientes hablantes maternos de una lengua y la plaga de extranjeros que intentan usarla. El esperanto por lo tanto permite en general una fraterna igualdad de derechos, que levanta el ánimo de muchos hablantes de la lengua.
Si esto no se entiende a la primera, igual ayuda una comparación: es parecida por ejemplo la euforia de los alemanes (normalmente cultos) que al fin consiguen de alguna manera apañárselas con el inglés. Tienen la impresión de poder hablar con todo el mundo. El esperanto da esa impresión y algo más, las posibilidades concretas asociadas – puede abrir tantas puertas, como si se hubiera aprendido además del inglés el español, el ruso, el japonés y alguna lengua más.
Como ya se ha dicho, a veces se denomina al esperanto lengua artificial, a diferencia de las otras lenguas, que serían naturales. Pero poco después de la victoria histórica del principio de estado nacional dejó de sostenerse la diferenciación entre lenguas artificiales y naturales. Es así por cuanto la lengua de cualquier estado nacional está sometida a una fuerte tendencia normativa. Lenguas como el alemán o el español normativos están desde hace siglos normalizadas y reguladas por leyes, decretos y el influjo de los medios de comunicación de masas. Escritores, narradores y gente de inventiva de todas las capas sociales influyen conscientemente sobre la lengua. La medida de la naturalidad y de la artificialidad se difumina. Y sin embargo mucha gente conserva prejuicios, que en parte son etnonacionalistas, sobre la antigüedad y superioridad de la lengua propia (o también de otras lenguas nacionales) sobre otra, que se considera artificial y automáticamente se clasifica como menos importante. No es casual por lo tanto que el esperanto sea considerado despectivamente como mescolanza lingüística o sirva erróneamente como metáfora de intento nivelizador a la baja (“Europa-esperanto”, que dijo Helmut Kohl). Hay que subrayar que desde 1887 el esperanto ha evolucionado espontáneamente hasta un grado considerable.
También se le reprocha al esperanto que sea eurocéntrico. (Es extraño que esos críticos a veces se comprometen en defensa del inglés o del español como lenguas internacionales de intercomprensión). Esa crítica tiene una base cierta: lingüísticamente el esperanto fue moldeado en muchos aspectos según el modelo de las lenguas indoeuropeas. Además el esperanto apareció en Europa oriental y ha conservado hasta hoy cierto estilo europeo por el hecho de que los esperantistas siguen viviendo mayoritariamente en Europa. Pero el esperanto adquirió cierto influjo no (indo)europeo a lo largo de su evolución, como evidencian muchas indicaciones de este trabajo: por ejemplo está el fuerte arraigo en Japón y China, el periodo húngaro (hay que recordar que el húngaro no es lengua indoeuropea: de hecho pertenece a la familia finougria, cuyas lenguas están estructuradas esencialmente de otra manera) de su evolución o el sistema propio de construcción léxica del esperanto, que no es típico en las lenguas indoeuropeas.
Muchos, que apoyarían al esperanto, desdeñan aprenderlo por razones prácticas. En su lugar utilizan su valioso tiempo libre para aprender una lengua grande y supuestamente más práctica. Otros simpatizantes se abstienen del aprendizaje y del uso activo de la lengua por el sentimiento de impotencia frente al predominio del inglés en el mundo actual. Siempre se necesitó una enorme cantidad de idealismo para aprender y practicar el esperanto.
También existen falsas ideas sobre los hablantes de esperanto, sobre los que se cree que piensan que el esperanto es una panacea contra los conflictos y las guerras; además están las de publicistas que a veces difunden el bulo de que el esperanto está muerto. Las especulaciones sobre el futuro del esperanto son estériles. Conviene subrayar que el esperanto existe, que el movimiento esperantista es estable en número y que el esperanto es usado activamente (aunque sea en grado limitado, si se considera una escala mundial). También entre los anarquistas.
Traducción de Kani, a partir del texto en esperanto.
El texto original
en alemán apareció en edición del Foro
Berlinés de Izquierda. Es una versión ampliada de una contribución aparecida en el Lexikon der Anarchie.
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Versión en alemán.
Versión en inglés.
Versión en checo.
Versión en polaco.
Un texto complementario, sobre la relación entre esperanto y anarquismo,
centrado en el ámbito español en la época anterior a la Guerra Civil, puede
leerse en una página aparte.