Publicaciones en papel. Cuatro reflexiones libertarias sobre el presente y el futuro de este formato

A modo de introducción

Las redes sociales han generado una nueva forma de acceder a la información. Por un lado, han abierto un abanico inmenso de posibilidades comunicativas y de horizontalidad informativa. Por otro lado, han transformado o condicionado la forma tradicional de consumo informativo, creando nuevas necesidades y nuevas formas de comprensión (quizás más sintéticas, simplificadas o emocionales). Una influencia directa y significativa de estas transformaciones la han sufrido las publicaciones en formato papel (revistas, periódicos, etc.), algunas de las cuales han ido desapareciendo o reduciendo sus tiradas, teniendo además que evolucionar para adaptarse a los nuevos retos comunicativos. En el espacio político libertario, y en lo que se refiere a lo que podríamos denominar «publicaciones alternativas», esta evidente crisis y cambios también se han hecho presentes en diversa medida, pero con la particularidad de tratarse (al margen de la prensa sindical) de medios modestos, autogestionados y no profesionales. Hemos querido acercarnos a algunas de estas experiencias (Ekintza Zuzena –a modo introductorio– Briega, Amor y Rabia y Al Margen), y ver como se sitúan teórica y prácticamente en el actual escenario comunicativo. Reflexiones específicas, pero que también pueden resultar de utilidad para un debate más global sobre las peculiaridades de la edición en papel.

 

CUESTIONARIO:

  1. Breve presentación y valoración de vuestra trayectoria.
  2. No pretendemos plantear hoy en día una dicotomía (poco realista) entre la edición en papel y la edición digital, pero sí quisiéramos preguntar por la importancia y la valoración que le dais a la difusión física de la publicación y en qué se concreta.
  3. Hay una crisis evidente de la difusión papel, que afecta tanto a grandes medios como a los pequeños y que se concreta en una reducción histórica significativa del número de publicaciones y de puntos de distribución (ej. kioskos, revisteros, distribuidoras alternativas, etc.), en la disminución de las tiradas o en la opción por la edición únicamente digital. ¿Cómo habéis abordado teórica y prácticamente esta situación y en concreto la cuestión fundamental de la distribución física de los ejemplares en papel?
  4. Nos gustaría saber si habéis tenido debate sobre los pros y contras, complementariedades, necesidades, etc. de la utilización de ambos formatos (el físico y el digital) y qué conclusiones habéis sacado al respecto.
  5. ¿Qué influencia tienen en vuestro trabajo las redes sociales, cómo os han marcado, cómo os relacionáis con ellas y de qué manera condicionan vuestra labor?
  6. Respecto al público receptor, las redes sociales parecen definir en buena medida una nueva tipología y cambios generacionales. ¿En que concretaríais estos cambios en áreas como la difusión, el interés, la profundidad y extensión de los contenidos, el lenguaje y la comprensión lectora o aspectos más psicológicos o subjetivos (espectacularidad, emocionalidad, etc.)?
  7. ¿Cómo creéis desde vuestra perspectiva que puede evolucionar el panorama informativo y cuáles pueden ser las perspectivas de futuro para los medios alternativos en papel?

 

¿CUÁL ES NUESTRO PAPEL?

Desde la revista Ekintza Zuzena, tras más de tres décadas de andadura, hemos querido abrir un debate acerca del sentido que tiene seguir editando en papel en la era de la vorágine comunicativa que supone el desarrollo de las modernas tecnologías de la comunicación. Inmediatez, facilidad de acceso, sencillez, agilidad, flexibilidad, posibilidades de difusión masiva, impacto comunicativo, seducción, son algunas de las palabras que nos viene a la mente a la hora de plantear las posibilidades de estas formas de comunicación.

Si hablamos de lo cuantitativo, no hay debate, y es algo arrollador. Internet representa un elemento democratizador en cuanto el acceso a fuentes de información y facilita una serie de herramientas que posibilitan una gran difusión e instantaneidad y ahorran buena parte de los esfuerzos y los gastos derivados del formato físico. Una publicación realizada con pocos medios puede tener una difusión potencial de muchos miles de ejemplares, algo que es cada vez más difícil en formato papel. Cuál es la efectividad cualitativa y cuáles los efectos a largo plazo de uno otro modelo, suponen otro debate, difícil de elucidar y en el que hay muchas zonas grises.

La digitalización del mundo es una apuesta decidida del sistema. La irrupción de la Covid-19 ha supuesto un claro elemento acelerador al respecto. Internet, además de una imposición tecnológica, representa una herramienta colosal, pragmática y racionalizadora, que abre un gran abanico de posibilidades y amplia el campo de la eficacia comunicacional. En la cara B -y al margen dela valoración global sobre lo que supone este sistema tecnológico en toda su complejidad- podríamos situar el complejo debate sobre sus efectos en la erosión del pensamiento profundo, sobre si la red cambia nuestras mentes y perjudica nuestra autonomía para pensar con su inmediatez y sus distracciones permanentes (crisis de la atención). Ello además de otras cuestiones que tienen que ver con la sobresaturación de contenidos, la manipulación informativa, la espectacularización y fugacidad de los contenidos, la banalización del pensamiento, el narcisismo, los cambios en las formas de comprensión y consumo de los contenidos, etc. Un aspecto añadido sería el del fomento de nuevas formas de individualismo. En la era previa a Internet, aunque alguien hiciese un modesto fanzine de forma individual, necesitaba de alguna manera establecer una red de contactos para los contenidos, la distribución, etc. En la actualidad las nuevas formas de comunicación fomentan el trabajo en red y facilitan una sencilla interacción con puntos lejanos, pero quizás nos aleja cada vez más de nuestro ámbito cercano y contribuye en su medida a ese presente malestar lleno de servidumbres, en el que “no nos da la vida”. Hoy Internet y las redes sociales son potentes escaparates, con un extraordinario impacto en los comportamientos y rutinas sociales. La pregunta es de que manera nos afecta y nos moldea socialmente y que tipo de mundo prefiguran.

El papel del papel

¿Y el papel? ¿Tiene sentido seguir insistiendo en la edición en este formato? Si nos centramos en los aspectos en contra o las dificultades vemos que editar en papel es caro, exige un trabajo mucho mayor de edición y qué decir en cuanto a esfuerzo de distribución. Es un formato mucho menos flexible y alguien diría que «menos ecológico» que el formato digital1.

Condicionamientos: Los cambios sociales que han acompañado el desarrollo de internet y las redes sociales han impactado de forma muy importante, tanto en los grandes medios de comunicación comerciales como en los pequeños.

En los grandes: Ha implicado un descenso de las ventas y aumento de los costes, lo que llevado a la reconversión de los medios mediante la racionalización y el descenso de las tiradas, despidos, cierres, amplio desarrollo de contenidos online, fórmulas de pago por uso o por aceptación de contenidos publicitarios, etc.

En los Pequeños: El aumento de costes de impresión impacta notablemente en economías de subsistencia. El descenso de las tiradas y de la red de distribución lleva al recorte en los envíos (por ejemplo, gratuitos) y en los gastos de distribución, dando mayor peso a los contenidos online o conlleva directamente la desaparición o reconversión al mundo digital.

La distribución alternativa: En el caso de publicaciones contrainformativas (fanzines, revistas, periódicos) la práctica desaparición de la red de distribución alternativa que se generó desde finales de los años 90, así como de muchos puntos de venta (en quioscos de prensa, revisteros, bares, gaztetxes o centros sociales, locales de grupos políticos, etc.) ha supuesto un importante condicionamiento para un tipo de difusión alternativa y no profesionalizada. Como compensación parcial en los últimos años han surgido diversos proyectos de librerías asociativas y se ha desarrolado la venta por internet.

Nuestra apuesta

En el caso de Ekintza Zuzena, la revista ha apostado siempre decididamente por la distribución en papel, incluso tras la llegada de internet y las redes sociales, a los que se dedica un papel secundario. Disponemos únicamente de correo electrónico y de una página web que actualizamos periódicamente y a la que subimos los contenidos de cada número una vez pasado el periodo de tiempo que consideramos necesario para una amplia distribución en papel. Las razones de esta apuesta han sido diversas:

Tradición. El surgimiento del proyecto en un periodo anterior a la aparición y socialización de internet marca una impronta, una manera de concebir el mundo y la lucha política, una manera de hacer la cosas y una filosofía «desaceleradora» en cuanto al acceso y consumo de los contenidos. Se puede decir que, aunque en continua adaptación, somos hijos de una época.

Apuesta por lo cualitativo:

– En cuanto a presentar los contenidos como un conjunto, al que se accede a la vez y de forma física y no como una serie aislada o suelta de contenidos, como se presenta a menudo en el formato digital.

– Apuesta por establecer una red relaciona directa y personal, que conlleva en muchos casos tanto la implicación del grupo editor como de las personas o grupos que colaboran desinteresadamente en la distribución. En esta apuesta, no solo está de fondo crear una red que facilite la difusión y visibilidad física de la publicación, sino potenciar una filosofía organizativa, el trabajo y el conocimiento comunes, las relaciones directas (ej. con las presentaciones), que son más complejas y requieren un trabajo específico.

La prensa libertaria, así como el propio movimiento, si tiene futuro será en función de que sea capaz de mantener una forma de ver el mundo, unas ideas, unas prácticas y una forma de organizarse. Mientras resista su espíritu de rebeldía y sus formas de autoorganización, autogestión y de apoyo mutuo -basadas en fomentar la convivencialidad- los problemas económicos o de otro tipo serán casi siempre superables o secundarios. El riesgo puede ser dejarse llevar por la racionalidad y por la eficacia que nos venden y olvidarse de lo fundamental.

En los años 80 y 90 la gente que participábamos en el mundillo de la contrainformación éramos parte de un ecosistema que buscaba encontrarse y se autoorganizaba (de forma amplia y plural) y ensayaba formas de apoyo mutuo (como, por ejemplo, las que dieron lugar al fenómeno de las distribuidoras alternativas). Hoy estamos en otro tipo de sociedad muy distinta, que impone inercias y valores (individualismo, competencia, insolidaridad) y nos vemos a menudo solos y aislados. Nuestra labor es quizás la situarnos en este mundo, y tratar de vivir en él sin naturalizarlo, crear lazos y no perder las raíces que nos atan a otros mundos posibles.

NOTA:

  1. Para un debate este respecto del impacto global de la digitalización podemos recomendar, por ejemplo, la lectura del cómic La oscura huella digital, de Philippe Squarzoni (errata naturae, 2023)

BRIEGA

1. Breve presentación y valoración de vuestra trayectoria.

Briega es un medio de información libertario editado en Cantabria, que actualmente se presenta tanto en formato de periódico digital como en boletín mensual en papel. Desde nuestros inicios en 2007 hasta el 2018, estábamos presentes exclusivamente en Internet, pero la idea de editar en papel siempre estuvo presente, especialmente en los últimos años. En abril de 2018 el formato en papel se materializó con el primer número impreso de Briega y desde entonces se ha convertido en un pilar fundamental del proyecto.

Durante estos años el proyecto ha cambiado y crecido en múltiples aspectos, siempre desde la autogestión y la no profesionalización. Ahora somos más personas involucradas, con colaboraciones y apoyos fantásticos, aunque un punto débil que destacaríamos es que, contando con algunas participaciones de compañeras, el núcleo del proyecto es masculino. Nuestra capacidad para cubrir noticias y eventos ha aumentado considerablemente, y gracias a nuestra presencia tanto física como virtual, tenemos un alcance más amplio que nunca.

Estamos orgullosos de haber contribuido a llenar el vacío de información alternativa en la región, siempre en colaboración con otros proyectos como Diagonal Cantabria en su día o Radio Argayo en la actualidad. Y demostrar que es posible mantener proyectos comprometidos, duraderos y no profesionalizados a pesar de la precariedad y las limitaciones particulares. Sin embargo, como en tantas luchas, aún sentimos que no podemos abordar todo lo que nos gustaría o consideramos importante. La dificultad para reunirnos regularmente afecta la cohesión del grupo, lo que se refleja en que la mayoría de los artículos sean contribuciones individuales en lugar de resultados de debates colectivos.

2. No pretendemos plantear hoy en día una dicotomía (poco realista) entre la edición en papel y la edición digital, pero sí quisiéramos preguntar por la importancia y la valoración que le dais a la difusión física de la publicación y en qué se concreta.

En nuestro caso, la edición física y la virtual se complementan más que se contraponen. El objetivo inicial de la edición impresa era ampliar la visibilidad del trabajo en la web, siempre más abundante, allá donde esta no llegaba al tiempo que nos permitía acercarnos más al territorio y las calles, dando atención a temas locales y específicos que a menudo se pierden en el vertiginoso mundo digital.

Pensamos un formato que se adaptara a las limitaciones económicas y de producción de contenido, sin comprometer la dedicación a la web. El resultado fue un boletín gratuito de 8 páginas tamaño A4 con una tirada inicial de 200 ejemplares. Desde que imprimimos el primer número en abril de 2018, hemos publicado alrededor de 10 números al año, con contenidos originales, en su mayoría de autoría propia, aunque con colaboraciones puntuales en aumento.

Tras cinco años y más de 50 números, la edición impresa de Briega se ha convertido en una parte fundamental del proyecto. Nos permite adoptar un ritmo más pausado y perenne, y nos ayuda a mantener un entorno militante activo a través de solicitudes de colaboración, consejos, información y consultas sobre cuestiones y realidades concretas. Vemos la publicación física como una forma de materializar un modesto archivo de memoria histórica de las luchas sociales de nuestro tiempo y contexto geográfico y un catalizador para conversaciones espontáneas sobre temas relevantes. También nos brinda la oportunidad, aunque limitada por el tiempo y la energía, de realizar presentaciones, lecturas compartidas y otros encuentros colectivos, como debates internos sobre cuestiones planteadas en entrevistas como esta o el encuentro de medios libres que organizamos en 2019 junto al pódcast El Pájaro Observador en el CSO La Lechuza, donde invitamos a compañeras de Todo por hacer, Diario de Vurgos, Irola Irratia y Radio QK.

El cálido recibimiento de los boletines y su importancia para otras personas nos anima a considerar la posibilidad de aumentar su tamaño o frecuencia, a pesar de nuestras limitaciones de recursos y tiempo. Sin embargo, su impresión supone un coste económico muy alto en comparación con la web, que en ocasiones no es fácil de afrontar. Hasta ahora, hemos costeado la web equitativamente entre las personas más implicadas, con la ayuda de pequeñas donaciones puntuales. Sin embargo, el aumento de gastos debido a la impresión del boletín nos estimula a organizar diferentes actividades que, a su vez, visibilizan el proyecto y ofrecen espacios de encuentro. Hacer de la necesidad virtud, je je.ç

3. Hay una crisis evidente de la difusión papel, que afecta tanto a grandes medios como a los pequeños y que se concreta en una reducción histórica significativa del número de publicaciones y de puntos de distribución (ej. kioskos, revisteros, distribuidoras alternativas, etc.), en la disminución de las tiradas o en la opción por la edición únicamente digital. ¿Cómo habéis abordado teórica y prácticamente esta situación y en concreto la cuestión fundamental de la distribución física de los ejemplares en papel?

Teóricamente no lo hemos abordado. En la práctica hemos reducido a la mitad el número de ejemplares que distribuíamos inicialmente. De 200 ejemplares hemos pasado a 100. Aunque esta disminución se debe más a cuestiones económicas y de distribución que a la demanda. El reparto se hace a pie en locales, centros sociales, bibliotecas, librerías, bares, tiendas de música, etc. de la zona de Santander y alrededores. Aunque también hay personas interesadas que vienen a recogerlos para distribuirlos en zonas más alejadas o en sus lugares de trabajo, estudio o casas.

Con la publicación impresa intentamos crear comunidad con contenidos ligeramente diferentes a los que ofrecemos en la web, incorporando elementos de humor, solicitando colaboraciones y llevando los boletines a espacios afines donde podemos conectar con un público receptivo. Dentro de nuestras capacidades, procuramos que cada número tenga una presentación cuidada y atractiva para mantener el interés de quienes nos leen.

Nos parece importante destacar que esta transformación de la que habláis no se limita solo al ámbito físico; también vemos cambios significativos en el panorama digital. Observamos una tendencia hacia la privatización en las redes sociales y un retorno al periodismo tradicional en lugar de blogs y sitios web independientes. Estos cambios tienen un impacto directo en nuestro trabajo militante, aunque es cierto que, en términos de costos, quizás lo sintamos menos en comparación con proyectos más ambiciosos. Sin embargo, seguimos enfrentando desafíos significativos a medida que navegamos por este entorno cambiante.

4. Nos gustaría saber si habéis tenido debate sobre los pros y contras, complementariedades, necesidades, etc. de la utilización de ambos formatos (el físico y el digital) y qué conclusiones habéis sacado al respecto.

Como mencionamos anteriormente, en nuestro caso, la edición física y virtual se complementan más que se contraponen. Con el tiempo, hemos logrado una retroalimentación en la que las personas conocen un formato gracias al otro y viceversa.

Pensamos que es positivo estar presentes en ambos «espacios». Los beneficios de lo digital son evidentes: teóricamente permiten llegar a más personas, cruzar fronteras con facilidad, estar al tanto y difundir luchas de otros lugares que inspiran nuestras luchas locales. Además, permiten trabajar con otros formatos más allá del escrito, como videos y audios. También somos conscientes de que hay personas que acceden a Briega solo por la agenda, que está muy actualizada, algo que el formato en papel no permite.

Mucho de nuestro contenido se basa en la publicación de textos de otros medios. Esto, que a priori puede ser visto como una debilidad, también es una forma de crear red entre proyectos afines, difundir su contenido, apoyarse y generar complicidad. Nos referimos a difundir noticias de medios de contrainformación no profesionales.

5. ¿Qué influencia tienen en vuestro trabajo las redes sociales, cómo os han marcado, cómo os relacionáis con ellas y de qué manera condicionan vuestra labor?

El impacto de las redes sociales en el trabajo contrainformativo es significativo y complejo.  La inmediatez que impulsan nos afecta y surgen diferencias internas en torno al ritmo en que publicamos, pero en todo caso, mantenemos un consenso en cuanto a la importancia de no dejarse arroyar por los ritmos que se nos imponen.

Muchos colectivos han abandonado los medios de contrainformación, creyendo erróneamente que las redes ofrecen una autonomía completa, descuidando así la importancia de otros medios. Este cambio también ha traído consigo una disminución en la capacidad de comunicarse de manera directa en el ámbito local. Por ejemplo, las movilizaciones a menudo se convocan exclusivamente a través de estas plataformas, excluyendo a quienes no tienen acceso a ellas.

Además, el hecho de que cada una tenga sus propias redes sociales implica la necesidad de seguir múltiples plataformas para obtener información relevante, lo que dificulta nuestro trabajo y, francamente, afecta nuestra salud mental.

Agradecemos enormemente cuando otros colectivos nos envían sus convocatorias, ya que esto escasea y pensamos que está relacionado con la entrega de información a empresas privadas (como Facebook, Twitter e Instagram), a las que los movimientos sociales han confiado su difusión.

Como colectivo, hemos decidido no participar en las redes sociales, aunque somos conscientes de que esto afecta a nuestra visibilidad, especialmente entre la juventud. No obstante, y paradójicamente mientras colectivamente optamos por no estar en redes, individualmente muchos de nosotros las utilizamos para acceder a información y extraer contenido.

Entendemos que otros proyectos similares al nuestro elijan utilizar las redes sociales como medio para ampliar su mensaje y dirigirlo a sus sitios web con contenido propio. Reconocemos que es una elección válida y un camino alternativo. Lo importante es ser conscientes de las implicaciones de nuestras decisiones, más que centrarnos en determinar si hay un enfoque correcto o incorrecto.

En definitiva, parece casi inevitable escapar de la «dictadura» de las redes sociales, y nos preguntamos si todavía tiene sentido plantear la utopía de un internet verdaderamente libre en la actualidad (por no entrar en valorar la infraestructura material sobre la que se sustenta internet y en manos de quien está).

6. Respecto al público receptor, las redes sociales parecen definir en buena medida una nueva tipología y cambios generacionales. ¿En que concretaríais estos cambios en áreas como la difusión, el interés, la profundidad y extensión de los contenidos, el lenguaje y la comprensión lectora o aspectos más psicológicos o subjetivos (espectacularidad, emocionalidad, etc.)?

Los cambios los percibimos a todos los niveles. En el ámbito de la educación, por ejemplo, observamos cómo las nuevas generaciones se desenvuelven exclusivamente a través de las nuevas tecnologías, encontrando dificultades para concentrarse en la lectura de artículos completos. Incluso las generaciones más familiarizadas con la autonomía respecto a estas tecnologías, percibimos un deterioro progresivo debido a las dinámicas sociales en las que participamos. Por poner un ejemplo, hace poco, recibimos un mensaje dándonos un toque de atención por un artículo traducido con traducción automática en donde una frase no tenía sentido y daba lugar a deducir dicho método de traducción sin que lo hubiéramos explicitado. Podría ser una pequeña muestra de cómo aquello que criticamos a nivel social también nos incumbe en nuestra práctica diaria.

Creemos que nos estamos quedando atrás respecto a estos nuevos códigos y lenguajes y no estamos haciendo trabajo para adaptarnos. La pregunta es qué precio hay que pagar para hacerlo y qué clase de mundo construimos con esa adaptación. Quizás tampoco es lo que deseamos y de momento nos mantengamos cómodas en esta situación de llegar al público que tengamos que llegar sin forzar. Por otro lado, cambia todo tan rápido que es difícil mantener el ritmo.

No tenemos mucha retroalimentación por parte de quien nos lee, por lo que no sabemos hasta qué punto son atractivos nuestros contenidos.

Aunque no hemos tenido un debate interno profundo sobre este aspecto, hay una sensación compartida de convivir con cierta incertidumbre respecto a la capacidad de transformación que tenemos, así como del aislamiento respecto a los medios que usamos. Sin embargo, hay formas de integrar esas nuevas maneras de comunicar en nuestro trabajo, aunque podamos cuestionarlas. Una es incorporar contenido de proyectos afines que han decidido generar contenido en las redes y dedicarse de lleno a estar presentes en ese terreno plagado de inmediatez, emocionalidad y espectáculo, como decís.

Por otro lado, un relevo generacional en nuestro proyecto y entorno, quizás abriría nuevos debates sobre los métodos de comunicación a emplear. Hasta que llegue, pensamos que es importante y positivo cuidar que el trabajo militante sea soportable por las personas que lo llevan a cabo. No solo hay que observar el entorno que nos rodea, sino las fuerzas con las que contamos.

7. ¿Cómo creéis desde vuestra perspectiva que puede evolucionar el panorama informativo y cuáles pueden ser las perspectivas de futuro para los medios alternativos en papel?

Parece que la tendencia actual hacia la virtualización de la información, el control ejercido por megacorporaciones informáticas y la consiguiente censura o control de la información mediante algoritmos, se intensificará. También creemos que la llamada Inteligencia Artificial (IA) jugará un papel cada vez más influyente en este ámbito.

Ante este escenario, solo nos queda resistir desde los medios contrainformativos, aprovechando las brechas y fallos del sistema para colar nuestros mensajes. Es probable que surjan nuevos intentos de crear alternativas para establecer pequeños contrapoderes en la red. Sin embargo, esto no resta importancia a la labor en formato papel, que puede complementar las acciones virtuales. Continuar con proyectos en papel, junto con sus formas tradicionales de difusión, agitación y propaganda, es crucial para preservar nuestras formas de relación social, como la elaboración de periódicos, la colocación de carteles, la distribución de libros y fanzines, y, en última instancia, el encuentro físico.

Consideramos que seguir publicando en papel es importante mientras siga teniendo sentido, pero sin aferrarnos a ello simplemente por ir a contracorriente o por preservar una reliquia. Debemos analizar si su perdurabilidad tiene utilidad pero también considerar las relaciones sociales que sustenta y la forma en que nos vinculamos a través de ella.

 

AMOR Y RABIA

1. Breve presentación y valoración de vuestra trayectoria.

Nuestro origen es el grupo Despertar Libertario, formado en 1991 por unos jóvenes con inquietudes ácratas y varios insumisos provenientes del MOC, los cuáles serán juzgados por negarse a hacer la mili y la PSS. Además de temas antimilitaristas, también se tocaron temas ecologistas y de apoyo a la inmigración. En 1992 el grupo se integró en la FIJL, y sacó un boletín, y algunos miembros sacaron una publicación propia, El Aullido. En 1994/5 hay una reorganización, el grupo original se disuelve y se crea Amor y Rabia, que empezará a publicar una revista del mismo nombre, primero de manera caótica y masiva, y luego de manera más serena y profesional, mientras El Aullido en paralelo disfrutó de una gran expansión. En 2004 el grupo se disuelve y se deja de publicar la revista, y sus integrantes pasan a participar en el movimiento libertario de diversas maneras para, en 2013, decidir volver a publicar la revista Amor y Rabia. En esta nueva etapa el mundo no se parecía en nada al de nuestros orígenes: del pegamento y las tijeras se pasó a la digitalización y las redes sociales, pero había experiencia en blogs y conocimientos de edición digital. Los primeros años han sido de adaptación: del papel al blog y al PDF, el uso de twitter y finalmente la edición de libros. La valoración es positiva: incluso sin estar de acuerdo con nosotros, hay un respeto a nuestra labor que va más allá del movimiento anarquista.

2. No pretendemos plantear hoy en día una dicotomía (poco realista) entre la edición en papel y la edición digital, pero sí quisiéramos preguntar por la importancia y la valoración que le dais a la difusión física de la publicación y en qué se concreta.

Hoy día, nuestro material impreso es una reliquia o un fósil, ya que el mundo digital ha sustituido a la prensa y las revistas como medio para informarse. Sin embargo, el material impreso es más libre, ya que el mundo digital está en manos de un puñado de oligarcas y controlado por la burocracia del Estado, siendo la censura una realidad cada vez más amenazadora. Hoy día nos empujan a la digitalización tecnológica para tenernos mejor controlados. La aparente libertad que da es virtual, pero no real. La censura es evidente y está al día, no forma parte de nuestra memoria histórica. El abandono del papel y la pérdida de sus canales físicos de distribución ha sido un grave error, y no tardaremos en ser conscientes de ello. Durante siglos se ha escrito sobre papel y no debería desaparecer por la decisión de nuestros oligarcas, que nos quieren sumisos y callados.

3. Hay una crisis evidente de la difusión papel, que afecta tanto a grandes medios como a los pequeños y que se concreta en una reducción histórica significativa del número de publicaciones y de puntos de distribución (ej. kioskos, revisteros, distribuidoras alternativas, etc.), en la disminución de las tiradas o en la opción por la edición únicamente digital. ¿Cómo habéis abordado teórica y prácticamente esta situación y en concreto la cuestión fundamental de la distribución física de los ejemplares en papel?

El espejismo digital ha dado lugar a la muerte de todo el ecosistema tradicional de distribución. Nuestros intentos de establecer una red de distribución fuera de Valladolid han ido derrumbándose, por lo que nuestra distribución se ha reducido al ámbito local. A pesar de existir interés fuera de Valladolid en nuestras publicaciones, no podemos cubrir esa demanda. De hecho, nuestra distribución es pésima, por no decir nula. Un intento en 2019 de escapar de la jaula de oro digital fracasó, y no nos queda más remedio que servirnos de Internet. Los años y la distancia nos impide movernos con mayor agilidad y amplitud.

4. Nos gustaría saber si habéis tenido debate sobre los pros y contras, complementariedades, necesidades, etc. de la utilización de ambos formatos (el físico y el digital) y qué conclusiones habéis sacado al respecto.

Discusiones ha habido y habrá. El mundo digital tiene más alcance y posibilidades que el papel, pero es efímero, ya que nada dura para siempre en internet, por lo que no se deben eliminar técnicas consideradas anticuadas. Ambos formatos se complementan, si falla uno tiramos del otro. La moda actual de sustituir lo viejo por lo nuevo, anulando lo primero, no lo compartimos. Sin embargo, ante la creciente censura sacamos todas nuestras publicaciones en papel y digital, y al mismo tiempo hemos ido digitalizando todos los materiales que hemos ido sacando, así como los que hemos generado a lo largo de nuestra historia. La revista Amor y Rabia, por ejemplo, está digitalizada casi al 100%. Aprendamos de la Naturaleza, entre los primeros seres vivos que aparecieron en la Tierra están las bacterias, millones de años de evolución no han acabado con ellas, coexisten con animales, plantas u hongos más completamente evolucionados. Unos no quitan a otros.

5. ¿Qué influencia tienen en vuestro trabajo las redes sociales, cómo os han marcado, cómo os relacionáis con ellas y de qué manera condicionan vuestra labor?

Las redes sociales se han convertido en el centro de nuestras actividades, sin pretenderlo ni quererlo. Es una forma completamente diferente de comunicarse que tiene muchas posibilidades, pero absorbe gran cantidad de tiempo que antaño habríamos empleado en otras cosas, como redactar Dosieres y revistas, o crear otros tipos de propaganda impresa. Además, crean una dependencia que no es nada buena: ¿Qué pasaría si, por ejemplo, con la excusa de Ucrania, el cambio climático u otra cosa se impone una censura férrea.

6. Respecto al público receptor, las redes sociales parecen definir en buena medida una nueva tipología y cambios generacionales. ¿En que concretaríais estos cambios en áreas como la difusión, el interés, la profundidad y extensión de los contenidos, el lenguaje y la comprensión lectora o aspectos más psicológicos o subjetivos (espectacularidad, emocionalidad, etc.)?

Si el público receptor juvenil sólo conoce un medio se queda corto, debe profundizar más en otros, de lo contrario, al carecer de experiencia y tener conocimientos limitados será su perdición, aunque no lo quieran creer. Es sencillamente aterrador ver la facilidad con que se difunden los bulos, o la falta de interés por todo lo que dure más de tres líneas… Nuestra experiencia es contundente: pese a tener un cierto alcance en las redes sociales gracias a miles de seguidores y cientos de lecturas diarias (twitter, blogger), el resultado tras más de una década ha sido nulo en términos de establecer contacto con gente interesada. Los blogs son un ejemplo de las modas, antaño había interacción con quienes lo leían, pero eso se acabó, y ahora ya no llegan tan lejos como antes. De ahí lo efímero de las tecnologías digitales. Las redes sociales son un desierto, han sido diseñadas para generar reacciones emocionales y no racionales, y son perfectas para pastorear a la población y eliminar voces críticas mediante la censura de las plataformas y el efecto rebaño. Lo último para lo que valen es para fomentar el pensamiento crítico. En resumen: ¿Qué no se llega a una inmensa mayoría…? Mejor solos que mal acompañados, como dice la vieja sabiduría popular.

7. ¿Cómo creéis desde vuestra perspectiva que puede evolucionar el panorama informativo y cuáles pueden ser las perspectivas de futuro para los medios alternativos en papel?

El futuro está por escribir, nunca sabremos lo que nos deparará el porvenir, no seamos adivinos. Pero… hay tendencias. El panorama informativo está involucionando, en lugar de evolucionar. Sin caer en el famoso «todo tiempo pasado fue mejor», lo cierto es que las publicaciones físicas llevan implícito el contacto personal y favorecen un caldo de cultivo social, mientras que las nuevas tecnologías favorecen el postureo, la soledad y el anonimato. Tener medio millón de seguidores es similar a tener medio millón de euros del monopoly: como se ha comprobado con «influencers», su alcance e influencia en la vida real es mínimo o nulo. Para lo que sí que vale el mundo digital es para eliminar el pensamiento crítico. Como se está viendo con diversos temas (clima, coronavirus, Ucrania), el mundo digital es una laminadora que elimina voces disidentes e impulsa el discurso dominante del poder. Antes o después, las consecuencias de haber perdido los circuitos de distribución físicos del papel se harán notar, debido a las leyes draconianas de censura aprobadas recientemente para limpiar internet de opiniones críticas (DSA en la UE, C-63 en Canadá, H.R.7521 en EEUU y Online Safety Act en el Reino Unido) y habrá que empezar de cero. No será nuestro caso.

 

AL MARGEN

Introducción

Las redes sociales han generado una nueva forma de acceder a la información. Por un lado, han abierto un abanico inmenso de posibilidades comunicativas y de horizontalidad informativa. Por otro lado, han transformado o condicionado la forma tradicional de consumo informativo, creando nuevas necesidades y nuevas formas de comprensión (quizás más sintéticas, simplificadas o emocionales). Una influencia directa y significativa de estas transformaciones la han sufrido las publicaciones en formato papel (revistas, periódicos, etc.), algunas de las cuales han ido desapareciendo o reduciendo sus tiradas, teniendo además que evolucionar para adaptarse a los nuevos retos comunicativos. En el espacio político libertario, y en lo que se refiere a lo que podríamos denominar “publicaciones alternativas”, esta evidente crisis y cambios también se han hecho presentes en diversa medida, pero con la particularidad de tratarse (al margen de la prensa sindical) de medios modestos, autogestionados y no profesionales. Hemos querido acercarnos a algunas de estas experiencias y ver como se sitúan teórica y prácticamente en el actual escenario comunicativo. Reflexiones específicas, pero que también pueden resultar de utilidad para un debate más global sobre las peculiaridades de la edición en papel.

1. Breve presentación y valoración de vuestra trayectoria.

La revista Al Margen nace en 1992, tras surgir como uno de los proyectos de nuevas actividades que se propusieron en las jornadas culturales y festivas organizadas para conmemorar el octavo aniversario del Ateneo Libertario Al Margen, de Valencia. El objetivo suponía lanzar una publicación que animara el debate dentro del panorama de las ideas anarquistas, al mismo tiempo que ofreciera sus páginas para la difusión de convocatorias, iniciativas y comunicaciones de otros ateneos y grupos libertarios y de los diferentes movimientos sociales.

Desde entonces ya son 129 los números que hemos sacado (con una tirada de 400 ejemplares) y hemos de reconocer que gozamos de un cierto reconocimiento entre la gente que nos conoce. También estamos muy satisfechos de la cantidad y calidad de colaboradores con los que contamos.

A lo largo de estos 32 años la revista ha ido experimentando sucesivas mejoras en diseño, maquetación, portada, nuevas secciones, etc. pasando de las iniciales 8 páginas de los primeros números a las 40 actuales.

También se han sacado números especiales al llegar a las 20, 50 y 100 entregas. En cuanto a cambios importantes hay que reseñar que desde el nº 30 se introdujeron el color en portada y contraportada y un dossier central sobre el tema que se considere de interés en el momento de cerrar el número anterior.

2. No pretendemos plantear hoy en día una dicotomía (poco realista) entre la edición en papel y la edición digital, pero sí quisiéramos preguntar por la importancia y la valoración que le dais a la difusión física de la publicación y en qué se concreta.

No es que estemos cerrados a la posibilidad de que la revista acabe siendo digital, como tantas otras, pero mientras sea posible asumir los costos de la edición en papel nos interesa que la revista siga saliendo en un soporte físico. Somos conscientes de que nuestros recelos respecto a libros y revistas digitales no los comparte mucha gente, sobre todo la más joven, pero pensamos en la importancia de que la revista llegue a ateneos y distribuidoras, a centros sociales y librerías, así como a los domicilios de personas que viven fuera de nuestra zona y que la reciben trimestralmente en su casa.

Tener la revista en papel permite leer y releer con mayor atención sus artículos, anotar opiniones respecto a los mismos y dejarla en bares amigos y otros locales para que otra gente la pueda conocer y leer por primera vez.

3. Hay una crisis evidente de la difusión papel, que afecta tanto a grandes medios como a los pequeños y que se concreta en una reducción histórica significativa del número de publicaciones y de puntos de distribución (ej. kioskos, revisteros, distribuidoras alternativas, etc.), en la disminución de las tiradas o en la opción por la edición únicamente digital. ¿Cómo habéis abordado teórica y prácticamente esta situación y en concreto la cuestión fundamental de la distribución física de los ejemplares en papel?

Es cierto que cada vez quedan menos librerías y quioscos y que se vende mucha menos prensa escrita que hace años, sin embargo, ese problema no es el más preocupante para el futuro de Al Margen. Y no lo es porque al tener una tirada muy modesta (400 ejemplares) no podríamos llegar a muchos puntos de venta; tenemos unos cuantos, habituales y bastante conocidos, y además contamos con un grupo de suscriptores a los que la enviamos por correo. Dado que desde el principio hemos asumido que la revista es un «negocio» ruinoso, preferimos que llegue al máximo de personas y colectivos del movimiento libertario por lo que también efectuamos muchos envíos gratuitos a locales y personas que suelen colaborar en la revista con sus artículos y dibujos.

4. Nos gustaría saber si habéis tenido debate sobre los pros y contras, complementariedades, necesidades, etc. de la utilización de ambos formatos (el físico y el digital) y qué conclusiones habéis sacado al respecto.

El debate sobre los pros y los contras de la utilización de ambos formatos (físico y digital) lo venimos manteniendo desde hace tiempo. De hecho, contamos con un blog en el que, aparte de mucha información sobre la trayectoria del Ateneo Libertario Al Margen durante casi 38 años, tenemos colgados todos los números de la revista (128 ya) en formato abierto (pdf) para que cualquier persona desde cualquier lugar del mundo los pueda consultar, descargárselos en su ordenador o imprimirlos en papel. Esta medida la tomamos fundamentalmente para permitir que personas interesadas, especialmente de América Latina, pudieran tener a su alcance la revista, ya que el elevado coste del envío por correo postal no era asumible para nuestra débil economía.

5. ¿Qué influencia tienen en vuestro trabajo las redes sociales, cómo os han marcado, cómo os relacionáis con ellas y de qué manera condicionan vuestra labor?

Modestamente no creemos que nuestro trabajo tenga gran influencia en redes sociales. Eso no es óbice para que las usemos habitualmente, ya que a través de ellas anunciamos la salida de cada número, solicitamos colaboradores en el tema central que se haya elegido para el número siguiente y publicitamos el listado, la dirección y las localidades de los puntos en los que se puede conseguir la revista.

La verdad es que, en este aspecto, las redes nos ayudan bastante y nos sirven a encontrar colaboradores externos (en algunos casos muy distantes de Valencia) sin que tengamos que estar siempre llamando por teléfono para pedir artículos; aunque sabemos que en el caso de conocer al colaborador el toque por teléfono puede ser más directo y efectivo.

6. Respecto al público receptor, las redes sociales parecen definir en buena medida una nueva tipología y cambios generacionales. ¿En que concretaríais estos cambios en áreas como la difusión, el interés, la profundidad y extensión de los contenidos, el lenguaje y la comprensión lectora o aspectos más psicológicos o subjetivos (espectacularidad, emocionalidad, etc.)?

Es evidente que la forma de enfrentarse a la lectura de una publicación se ha modificado mucho. Todos esos cambios nos obligan a cambiar ―sin renunciar a nuestro mensaje― la forma de ofrecer los contenidos. La gente quiere ver en los titulares y entradillas de qué va el texto (no demasiado largo) que se dispone a leer, también se han impuesto los espacios en blanco, el añadido de imágenes (sobre todo fotos) que complemente y aligeren el contenido escrito.

En lo referente al lenguaje tuvimos que abordar el problema que supone la diversidad de formas que se usan para hacerlo inclusivo. La decisión que tomamos es que respetaríamos lo forma en que cada artículo nos llega (usando el masculino o femenino como genérico) pero sin usar os/as, «X», «@» o cualquiera de esas prácticas que, a nuestro juicio, entorpecen y distorsionan la lectura

7. ¿Cómo creéis desde vuestra perspectiva que puede evolucionar el panorama informativo y cuáles pueden ser las perspectivas de futuro para los medios alternativos en papel?

La verdad es que no somos muy optimistas respecto al futuro de la prensa escrita. Bien es cierto que se viene anunciando su muerte desde hace varias décadas sin que ese final se haya producido. Hasta ahora se ha mantenido la costumbre de leer sobre el papel, por una parte, cada vez más mermada, del público.

Pero viendo los derroteros por los que se encaminan las generaciones que se van incorporando al panorama comunicativo, el porvenir de los medios escritos no es muy halagüeño; máxime si tenemos en cuenta los rápidos cambios que se producen en las tecnologías de la información y las redes sociales.

Aun estando el mundo de la prensa tan amenazado, quizás –si las publicaciones alternativas (y entre ellas las libertarias) hacemos todos los esfuerzos posibles por mejorar nuestra presentación y difusión– todavía tengamos mucho que decir. Es un reto, porque si renunciamos, el pensamiento libertario pierde uno de sus pilares históricos.

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