ECUADOR:
FIESTA DE LA MAMA NEGRA
Una buena lección sobre mestizaje
Esteban
Galera
Ecuador, ese gran pequeño país indígena, criollo,
mestizo, negro
, despliega un largo calendario festivo a través
del cual se expresan la multitud de culturas que conviven dentro sus
límites geográficos. Muchas de las fiestas conservan un
profundo arraigo y pureza muy cercanos a los orígenes históricos
o de la tradición cultural, especialmente aquellas que celebran
algunas comunidades indígenas que mantienen con vigor su identidad
étnica. Sin embargo, hoy en día, casi todas las tradiciones
del folklóre festivo ecuatoriano presentan rasgos mestizos, incluso
algunas de las más puras, pero este fenómeno ha enriquecido
las formas y los contenidos en muchos de los casos.
La Fiesta de la Mama Negra que se celebra en la ciudad andina de Latacunga
es la muestra más bella de mestizaje y simbiosis entre las numerosas
culturas que se dieron cita a lo largo de la historia ecuatoriana. La
magnitud de ésta fiesta es tan grande porque constituye uno de
los documentos folklóricos vivos más impresionante del
mestizaje cultural de todo latinoamerica. Su importancia y fama ha roto
las fronteras latinoamericanas.
Los latacungueños discuten, a veces con pasión, sobre
las diferentes teorías que existen a cerca del orígen
de la Mama Negra, pero lo cierto es que es difícil y confuso
atribuir a una sola fuente un caudal tan rico formado por la suma de
diferentes culturas tributarias. Lo probado es que a lo largo de los
siglos se han ido encontrando entre sí tradiciones folklóricas
procedentes de grupos étnicos oriundos y de otros foráneos
que por diferentes causas confluyeron en la región. Así
pues, la Mama Negra es indígena, africana e hispana y en esta
trilogía radica la riqueza de su contenido expresado en la variedad
de personajes, atuendos, máscaras, danzas, comparsas, ritmos,
canciones, comidas, bebidas y espectáculo que dan vida y realidad
a esta fiesta que no es otra cosa que una gigantesca y maravillosa farsa
o tragicomedia protagonizada por todo un pueblo.
El referente de las aportaciones de origen indígena a la fiesta
no hay que buscarlo en un solo grupo étnico, pues aparte de la
riqueza indiscutible del folklore indígena propio de la región
de Cotopaxi, cuya capital es Latacunga, otros pueblos indoamericanos
llegaron a la zona, se establecieron, se mezclaron y aportaron sus tradiciones
culturales. Durante la expansión imperial de los incas llegaron
diversos grupos étnicos procedentes de Perú, Bolivia y
de otras regiones de Ecuador que fueron traídos como mitimaes
para trabajar en los sistemas de cultivos y producción propios
del incario. Más tarde, ya en plena época de conquista
española, arribaron otros grupos indígenas, incluso mayas
de centroamérica, que fueron transportados como esclavos desde
Guatemala hasta Ecuador por Pedro de Alvarado, cuando en 1.534 intentó
conquistar el reino de Quito. El resultado de todo esto es un mosaico
de tradiciones quechuas, quichuas, aymaras y mayas las que se abrazan
en el componente indígena de la fiesta de la Mama Negra.
Las tradiciones propias de los negros africanos llegaron motivadas por
dos circunstancias. El rey de España Fernando de Aragón
y Castilla permitió la importación de esclavos negros
al continente americano en 1.501. Durante 1.534 Pedro de Alvarado en
la misma aventura conquistadora frustrada en la que introdujo a los
mayas, tambien transportó una cantidad importante de población
negra para satisfacer la demanda de esclavos. Estos hechos explican
la presencia de comunidades de origen africano en Ecuador y aunque estas
se concentren principalmente en la costa septentrional tambien se extendieron
por el resto del país como consecuencia de las necesidades de
esclavos que tuvieran en una u otra región los latifundistas
españoles o criollos. La influencia del folklore de los negros
tuvo que ser tan importante que la Mama Negra es, eso precisamente,
negra.
En 1.534, coincidiendo con el declive del imperio inca y los enfrentamientos
entre Huascar y Atahualpa, llegaron los españoles que aprovecharon
las circunstancias para vencer, conquistar y adueñarse por la
fuerza de los que nunca les había pertenecido. Con ellos comienza
otra fase de la historia de América caracterizada, entre otras
cosas, por la introducción de la cultura europea, más
exactamente española y la evangelización cristiana y/o
católica. Durante la colonización, a comienzos del siglo
del siglo XVII, el Asiento de San Vicente Mártir de Latacunga
cobró gran auge y muchos españoles se radicaron allí
atraídos por el descubrimiento de yacimientos de oro y plata,
como consecuencia de las explotaciones mineras fueron traídos
esclavos negros para trabajar en ellas, mientras que los nativos fueron
preferidos para faenas agrícolas y ganaderas. Los españoles
introducen sus tradiciones festivas y muy especialmente aquellas estrechamente
ligadas con la religión y el santoral católico en el afán
de imponer esta fe a los indígenas como mejor receta para lograr
sus propósitos de desarraigarlos y quebrarlos culturalmente para
poder ejercer de manera más fácil su dominio. La cultura
colonizadora no intentó asimilar nada de la cultura autóctona,
sino todo lo contrario, trató de destruirla y de anatemizarla
por hereje y pagana; fueron los indígenas los que en su sabio
hacer por la supervivencia sincretizaron lo cristiano disfrazando sus
creencias con la liturgia católica.
Ya tenemos ensamblados los elementos precisos para que se produzca el
mestizaje en la fiesta de la Mama Negra, lo indígena, lo africano
y lo español ya solo queda que aparezca la escusa que diera a
luz tan fabulosa fiesta folklórica. Esto sucedió en 1.742,
cuando el Cotopaxi entró en erupción y los habitantes
de estos territorios buscaron ayuda y refugio en la Virgen de la Merced,
que había sido proclamada abogada y patrona del volcán,
jurando celebrar fiestas de toros y comedias en señal de agradecimiento
por los favores recibidos ante las iras de la montaña de fuego.
La celebración de estas fiestas en las que ya se habían
introducido elementos religiosos fueron pergueñando las figuras
y los personajes que habrían de protagonizar en el transcurso
del tiempo la gran comedia o "ballet" que sería la
Mama Negra, que ya desde entonces comenzó a tomar la estructura
dramática del Auto Sacramental de inequívoca influencia
española.
En el año 1.948 apareció una crónica antigua que
informaba sobre un hombre que quiso ser Prioste Mayor de la fiesta y
que habiéndolo conseguido, llegado el día, no asumió
las responsabilidades derivadas del cargo, ni pagó los derechos
de la iglesia, ni engalanó los altares, ni dio de comer y beber
a los invitado. Durante la noche se le apareció el demonio bajo
la apariencia de una mujer negra con su hijo en brazos, felicitándolo
por no haber cumplido con las obligaciones de un buen Prioste. Este
hombre negligente contó su experiencia con la aparición
del demonio a los que habrían de sucederle en el cargo para organizar
la siguiente fiesta y estos, por temor, organizaron una magnífica
fiesta con grandes medios y en la procesión de la Virgen situaron
entre el cortejo de disfrazados un nuevo personaje que se convirtió
en el principal : un hombre disfrazado de mujer negra que montado a
caballo hacía bailar un muñeco que llevaba en brazos.
Otra teoría establece el origen principal de La Mama Negra en
las fiestas que organizaron los negros para celebrar su liberación
de la condición de esclavos durante la presidencia de Urbina.
Algunos tratan de refutar esta teoría remitiéndose a los
escritos del cronista de América el Licenciado Briviescas, cuando
este cita en sus "Relaciones al Rey de España" a una
comparsa de indígenas de "tiznados" ( con el rostro
tiznado de negro) que participaba en grandes fiestas. El criterio más
aceptado sobre el origen de la Mama Negra es que esta figura recuerda
la llegada de una caravana de esclavos negros que pasaron por el asentamiento
de Latacunga cuando iban hacia las minas de Sarapullo aunque fueron
los indígenas los que inicialmente promocionaron al personaje
en las fiestas.
Sobre las diversas fuentes investigadas y las hipótesis extraídas
de ellas podemos concluir afirmando que la Mama Negra es un fenómeno
absolutamente mestizo en el que confluyeron tradiciones culturales de
muy diversa índole y que ha llegado a convertirse por su extraordinaria
fuerza expresiva en una manifestación folklórica y cultural
de primera magnitud. La Mama Negra es indígena por los cuatro
costados en las danzas y máscaras, es negra por la incorporación
de las tradiciones traídas a esta región por los africanos
y que manifestaron libremente cuando dejaron de ser esclavos creando
grupos de disfrazados a través de los cuales expresaban su condición
e historia en las fiestas y por último es española principalmente
por su estructura de Auto Sacramental y por la incorporación
de personajes que fueron decisivos en la composición de esta
fiesta. La sociedad criolla postespañola tambien está
vinculada a la evolución de La Mama Negra a través de
la participación de la aristocracia latacungueña en las
figuras del Prioste Mayor y del Capitán, otro de los personajes
claves de la fiesta-comedia. Con el tiempo la aristocracia criolla de
Latacunga se ha hecho con las riendas de esta fiesta utilizándola
en ocasiones como plataforma política y de poder para los cargos
locales y empresarios, ganaderos o latifundistas prósperos.
LOS PERSONAJES DE LA GRAN
FARSA DE LA MAMA NEGRA
La Mama Negra es la figura central de esta fiesta y va cabalgando ataviada
con ricos ropajes típicos y coloristas compuestos de grandes
faldones, blusa bordada ricamente, adornos y hermosos pañolones
que le cambian dos asistentes en cada esquina del recorrido, mientras
que una tercera persona porta un maletín lleno con una gama completa
de colores y modelos de estas prendas. En las alforjas del caballo van
introducidos dos muñecos negros que representan a los hijos de
Mama Negra que en sus brazos lleva a la hija menor haciéndola
bailar con gestos picarescos, de vez en cuando Mama Negra aprieta un
"chispero" lleno con leche y agua que moja a los boquiabiertos
espectadores. La Negra es guiada por el negro Trotafrenos y el caballo
es seleccionado cuidadosamente pues tiene que dominar el espantarse
ante el enorme bullicio del gentío, los fuegos artificiales y
las estruendosas bandas de música.
El Angel de la Estrella, otra de las principales figuras, va vestido
de blanco, con grandes alas en la espalda y corona en la cabeza, porta
en la mano derecha un cetro y cabalga sobre un engalanado corcel blanco.
Durante algunos momentos recita loas en alabanza a la Virgen de La Merced
y al Capitán. El Angel es un personaje incorporado sin duda por
la tradición religiosa de los españoles y representa al
Arcángel San Gabriel que se convierte en el protector del Prioste
Mayor de la fiesta cuyo bienestar debe guardar para un buen término
de la celebración.
El Rey Moro se incorporó posteriormente a la comparsa original
con un origen controvertido. Según algunos estudiosos afirman
es una figura de origen español que representa a Boadhil, el
rey que perdió Granada y que por cierto tenía una esposa
negra, incorpora a la fiesta la tradición oriental. Otros estudiosos
afirman que esta figura representa a los Jacho de Tacunga, legendarios
gobernantes de estas tierras, cuya indumentaria es recordada por los
vestidos del Rey Moro.
El Abanderado es otro de los personajes importantes que desfila con
su grupo de soldados. Originalmente llevaba tres banderas, la española,
la de los encomenderos y la del arco iris que fue usada desde épocas
remotas por grupos indígenas como los Tacunga, Sigchos y otros.
Actualmente solo porta la bandera indígena del arco iris, con
ella el Abanderado realiza con gracia y energía una serie de
movimientos conocidos como los "mil guaraguas". Esta ceremonia
presenta similitudes entre la tradición española y la
nativa ya que exhibiciones como esta fueron utilizadas por ambas partes
sin influencias y con fines similares.
El Capitán es el último de los principales personajes,
va vestido con uniforme militar de época y representa al Prioste
Mayor. Desfila llevando la espada sobre el hombro encabezando una pequeña
tropa de soldados que disparan sus escopetas de cuando en cuando. Esta
escena puede estar relacionada con las autoridades que gobernaron en
época colonial, corregidores y alcaldes. Hay teorías que
relacionan al Capitán con el mando del ejército que colaboró
en la liberación de los esclavos negros.
Entre la comparsa hay una serie de personajes menores pero de gran importancia
en la fiesta:
Los Engastadores que dan vida a los grandes sacerdotes y nobles del
imperio Tacunga y que ejercieron una influencia fuerte durante la administración
inca debido a la amistad del Jacho Tuconango con Huayna Capac, a estos
personajes se les atribuye el ser embajadores entre los dioses menores
y la gente. Los Yumbos son otros personajes legendarios de remotas épocas
que ya fueron incorporados al folklore indígena por los Jachos
o antiguos gobernantes recogiendo viejos cantos y danzas tribales, Yumbu
en chimú, puquina, quichua o aymará quiere decir bailarín
o danzante, los Yumbos van vestidos de indígenas del oriente,
puesto que este es su origen y portan lanzas de chonta y plumas de papagayo.
Las Ofrendas son un grupo de mujeres que dirige la mujer del Capitán,
van vestidas de "cholas" y portan cestas con flores, frutas,
confituras, licores, etc. y ofrecen estos manjares a la gente durante
el desfile. Los Loeros son unos personajes especialmente simpáticos
que visten con blusones de llamativos colores y la cara tiznada de negro
recordando a los esclavos, desfilan con comicidad recitando loas de
carácter popular, llevan botellas con aguardientes y mistelas
para invitar y brindar. Los Champuceros tambien representan a los negros
y llevan un gran balde con el "champuz", bebida compuesta
con harina de maíz pimienta dulce, canela y especies, la mezcla
es vertida sobre los espectadores molestos e invitan a beberla a los
más respetables. Los Ashangas, que antiguamente eran considerados
esposos de la Mama Negra portan sobre la espalda una enorme cesta cargada
con un cerdo entero asado, pollos, cuys, y abundantes viandas y bebidas
para ser consumidas durante la fiesta, tienen que ser personas fornidas
necesariamente que se preparan tres meses antes con dietas especiales
para soportar el peso que portean en la celebración, a pesar
de ello tienen que ser ayudados por otra persona que traslada una mesa
para que el ashanguero apoye su peso para descansar durante las paradas.
Los Camisonas son otro de los personaje más cómicos de
la comparsa que siendo hombres visten amplios vestidos transparentes
con vivos colores y llevan pelucas de mujer, en la mano llevan un látigo
para azotar a los espectadores con el fin de despejar el camino a las
comparsas pero tambien reparten caramelos a los niños; los Camisonas
representan, al mismo tiempo que denuncian, a las antiguas damas de
la época colonial por el mal trato que dieron a los negros y
a los criados en general. Los Huacos son unos personajes que llaman
poderosamente la atención en la comitiva, Huaco o Huaconi en
puquina o aymará significa el abrazador o acariciador y por su
origen son figuras legendarias que se remontan a la época del
incario, cuando el gobierno del Tawantisuyu pasó a manos de Atahualpa
y para celebrarlo preparó una gran ceremonia y el organizador
inventó una comparsa de Huacos. Huascar urdió un plan
para acabar con la vida de su hermano Atahualpa y envió a un
grupo de guerreros para cumplir los planes fatricidas, mientras se celebraba
la ceremonia y los huacos demostraban el afecto al inca con simulacros
de abrazos y caricias, los guerreros de Huascar disfrazados de Yumbos
se lanzaron contra Atahualpa para darle muerte , entonces los Huacos
pelearon con gran valor en defensa de su emperador hasta terminar con
el enemigo. En agradecimiento Atahualpa nombró a la comparsa
de los Huacos escolta oficial y siempre le acompañaron en durante
la guerra contra Huascar. Finalmente los Huacos lucharon junto a Atahualpa
en Cajamarca dando la vida para evitar que este fuera capturado por
los conquistadores españoles dirigidos por Pizarro. Actualmente
los Huacos participan en la fiesta de la Mama Negra vestidos de blanco
con una mascara pintada a rayas de colores, en la espalda llevan una
especie de escudo atado con diversas figuras simbólicas y ornamentales,
en la mano llevan lanzas de chonta y cuernos de venado con cascabeles
que pasan por el cuerpo de los espectadores con el objeto de limpiarlos
de enfermedades y de los demonios maléficos mientras invocan
en voz alta a las deidades de los volcanes ecuatorianos. Al frente de
toda esta fantástica comitiva marchan los Volateros tirando cohetes
en cada esquina, siendo unos extraordinarios pirotécnicos.
LA CEREMONIA DE LA MAMA
NEGRA
A primera hora de la mañana, en una gran avenida de las afueras
de Latacunga ya están las gradas instaladas para la ocasión
repletas de gente engalanada con trajes tradicionales, parece como si
de ellas descendiera una cascada de color. Por las calles de la ciudad
se mueve un verdadero río humano, mientras la música y
los cohetes ponen la nota del sonido a una sinfonía que desborda
el ambiente festivo. Se va a producir de inmediato la primera salida
de la Mama Negra para realizar el acto de toma de posesión de
su mandato anual, tomando el relevo a su predecesor del anterior año.
La ceremonia será un solemne acto en el que tambien participan
tomando el relevo de sus cargos los demás personajes principales.
Comienza el Auto Sacramental de la Santísima Tragedia de la Mama
Negra.
A partir de este momento los desfiles de las comparsas toman el protagonismo
en el escenario y una tras otra desfilan sin descanso bailando con los
ritmos que crean las bandas de músicos que no cesan de hacer
sonar los instrumentos musicales. Las comunidades indígenas que
han llegado desde los páramos andinos ponen el acento colorista
étnico más antiguo y las escuelas, asociaciones, peñas,
grupos, todos acuden ataviados con exóticos vestidos, máscaras,
disfraces disparatados y surreales a poner su grano de arena en este
simpar carrusel de la vida. Es impresionante comprobar la existencia
de este gigantesco teatro con miles de actores que constituye un verdadero
teatro del pueblo que hace rebosar generosamente su patrimonio cultural
heredado a través de siglos de tradiciones que han sobrevivido
en el tiempo. La historia, las leyendas, las alegrías y los sufrimientos
de los pueblos que las han protagonizado están vivas y latentes
en el gran escenario de la ciudad de Latacunga. La Mama Negra nos demuestra,
en una mágica ceremonia destinada a interpretar la vida de diferentes
pueblos, como el mestizaje de las expresiones populares es capaz de
crear fenómenos mucho más bellos y ricos que los que proceden
del exclusivismo cultural.
Si algo nos enseña este acontecimiento latacungueño de
La Mama Negra es la enorme capacidad que han tenido los pueblos latinoamericanos
de mantener viva su historia al mismo tiempo que sincretizaban y mezclaban
las tradiciones de otros pueblos que de una manera u otra llegaron a
sus tierras para dar vida a nuevas expresiones culturales todavía
más ricas, frescas y con mayores posibilidades de reproducirse
en el futuro.
|