TODO
LO QUE QUIERES SABER SOBRE EL DESALOJO DE "LA BIBLIO" Y NO OSARÁS
PREGUNTAR
La Biblio
En enero de 2003, La Biblio
ha abandonado el inmueble de la calle Amparo 21, dando por finalizados
dos años, dos meses y tres días de actividad intensa e ininterrumpida
en el mismo, desde que fuera okupado el 1 de octubre de 2000. En las líneas
que siguen queremos contar someramente cómo se ha organizado en
estos dos años la defensa de la casa, cómo ha sido el proceso
que ha llevado a este desenlace y qué posibilidades se abren ahora
ante nosotr@s. Lo hacemos utilizando como guía las preguntas que
nos suelen hacer, así que lo que sigue vendrían a ser una
especie de FAQ desarrolladas o FAQ tostón. Si echas de menos alguna
información, escríbenos.
Por la autoadjudicación
de las viviendas sociales
La corrala de Amparo 21
es propiedad de la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV) y había
sido desalojada ocho años antes supuestamente para proceder a su
rehabilitación. Sin embargo, cuando entramos estaba en estado de
total abandono y la EMV no tenía aún ningún plan
de actuación sobre la misma.
La elección del edificio no fue casual. En la octavilla que repartimos
por el barrio el mismo día de la okupación explicábamos
que al okupar un edificio destinado a usos sociales no hacemos sino tomar
la palabra que nos corresponde como ciudadan@s y redefinir desde nuestra
cotidianidad lo que debe ser una política social.
La Biblio llevaba por aquel entonces siete meses en el limbo, desde que
fuera desalojada de su última ubicación en la calle Fray
Ceferino González (El Rastro). En poco tiempo montamos las estanterías
con los 4000 libros, el archivo, la videoteca y poco después empezamos
las clases de castellano. La Biblio ha conocido en Amparo 21 una actividad
considerablemente más intensa de la que tuvo en sus anteriores
ubicaciones.
El proceso judicial
contra La Biblio
Al enterarse de la okupación,
la EMV puso la correspondiente denuncia por usurpación. Meses más
tarde, alarmada sin duda por la lentitud del proceso, puso otra. Finalmente
fueron a parar ambas al Juzgado de Instrucción nº 20.
La Biblio se identificó ante la propiedad, enviando a la EMV una
lista con los nombres y apellidos de las personas que nos responsabilizábamos
de la okupación (23 en total), con el objeto, por una parte, de
que el proceso judicial se dirigiera contra personas concretas para así
poder personarnos en el mismo y estar al tanto de su marcha (en Fray Ceferino
González 4 creímos hasta el último momento que no
había denuncia contra nosotr@s; de ahí la importancia que
le hemos dado esta vez al hecho de estar al tanto de los pormenores del
proceso) y por otra para que las personas inculpadas no lo fueran por
el azar de una identificación policial, como ha ocurrido tantas
veces. Por otra parte, no se han recogido más autoinculpaciones
ni declaraciones de apoyo de famos@s (excepto un artículo de Andrés
Sorel en "La Razón") ni de organizaciones. L@s 23 autoinculpad@s
declaramos ante el juez de lo penal nº 20 y un avinagrado representante
legal de la EMV el 17 de junio de 2002.
La defensa de La Biblio ha consistido en solicitar el archivo de la causa
por considerar desproporcionada la vía penal para la usurpación,
y más aún teniendo en cuenta que La Biblio ha informado
varias veces a la EMV de su presencia en la casa sin recibir una negativa
expresa por parte de la EMV (sin recibir nada, de hecho).
El juez dijo que vale, que muy bien, pero que dura lex sed lex y que él
se lavaba las manos como Pilatos, y nos sugirió intentar llegar
a un acuerdo con la EMV. Prometió también no dictar un desalojo
repentino sino con un plazo razonable para que nos diera tiempo a sacar
las cosas. Y así ocurrió: el 20 de noviembre el juez resolvió
que el proceso siguiese en la vía penal, dándonos un plazo
de 45 días para abandonar el edificio. Nuestra abogada presentó
un recurso que fue denegado y el 4 de enero se cumplió el plazo
del juzgado para el abandono voluntario del edificio, así que ese
mismo día pusimos la mayor parte del material a buen recaudo para
sustraerlo a la acción de quienes en algún momento vendrían
a desalojarnos, que como tod@s sabemos no son muy amigos de los libros
(ni de l@s niñ@s, a pesar de aquella pegatina de Juvenalia que
decía lo contrario). Fue una de esas jornadas de carga y descarga
tan propias de La Biblio y que han modelado nuestros cuerpos convirtiéndolos
en objeto de admiración de propios y extraños.
Nuestr@s vecin@s de arriba, por su parte, se adelantaron al desalojo okupando
una casa en la calle Cabeza, 35 unos días antes.
El desalojo se produjo finalmente a principios de febrero, sin que nos
enterásemos, con la casa vacía de gente aunque con algunos
enseres dentro que damos por perdidos. Han puesto dentro a dos pobres
tipos que se relevan en turnos de doce horas para cuidar de que no entremos.
El diálogo
con la EMV y las instituciones
En marzo de 2002 La Biblio
se dirigió por escrito a la EMV explicando las características
del proyecto y pidiendo que se tomaran decisiones tendentes a la preservación
del mismo. La Grieta, el colectivo de vecin@s de arriba, hizo lo propio.
Ambos escritos incidían en la necesidad de buscar soluciones originales
que fueran más allá de la simple aplicación de la
letra de la ley, dada la especificidad del barrio de Lavapiés.
No obtuvimos ninguna respuesta. También tomamos la palabra en el
pleno de la Junta Municipal de Centro, con idénticos resultados
y encima el cabreo de haber sido víctimas de la grosería
del concejal presidente, que se dedicó a charlar animadamente con
su compañero de mesa mientras le hablábamos.
En fin, pasó el tiempo sin que volviéramos a tener contacto
alguno con la EMV y de repente, ironías del destino, el mismo día
que desalojan a nuestr@s vecin@s de la casa okupada La Fuga nos enteramos
de que el juez ha resuelto que debemos abandonar la casa.
Nos sugieren que quizá deberíamos dirigirnos a la Oficina
del Plan de Rehabilitación de Lavapiés, ya que es quien,
al parecer, gestiona el destino de los edificios de propiedad municipal
del barrio. Y eso hacemos: el 27 de noviembre nos dirigimos a la oficina
del Plan de Rehabilitación de Lavapiés para presentar de
nuevo el proyecto de La Biblio y solicitar su preservación, bien
abortando el desalojo, bien permutando el edificio que okupamos por un
local adecuado. Se nos respondió que ciertas instancias tenían
sospechas de que existía una connivencia entre los okupas, la izquierda
abertzale y la bronca callejera , así que no era probable una respuesta
positiva. Tres días después, sin embargo, unas señoras
se presentan en La Biblio para convocarnos a una reunión con l@s
responsables del Plan. La reunión tuvo lugar el 5 de diciembre.
Nos manifestaron su disposición a abogar ante la EMV para la cesión
de un local a La Biblio, siempre y cuando -dijeron- las actividades de
La Biblio fueran consideradas socialmente interesantes. El paso siguiente
fue la presentación de una memoria de actividades de La Biblio
(puedes verla aquí en formato RTF). Unos días más
tarde volvimos a tomar la palabra en el Pleno de la Junta Municipal de
Centro, donde pudimos comprobar otra vez la importancia que las instituciones
dan a la participación ciudadana. La respuesta del concejal presidente
fue decirnos que la okupación es un delito y que a dónde
iríamos a parar si la administración diera locales a toda
la gente que dice tener un proyecto. O sea, lo que esperábamos.
Ángel Lara, de IU, se comprometió sin embargo a hacer gestiones
personales ante la Junta y la EMV para que nos fuera concedido uno de
los muchos locales que la administración mantiene vacíos
en el centro de Madrid. Ahora la piedra está en su tejado, así
que seguiremos contando aquí y en la ACP lo que vaya pasando.
Por qué
hablar con las instituciones
Los antecedentes de esta
especie de intento de negociación están en un debate que
tuvimos unos meses antes de okupar Amparo 21. En aquella ocasión,
un amigo de La Biblio nos propuso cedernos un local. Hasta ese momento
La Biblio siempre había estado en sitios okupados y, es más,
hasta que nos instalamos en Fray Ceferino 4, La Biblio no había
sido más que la biblioteca de un centro social. Lo que discutimos
entonces fue hasta qué punto la okupación era parte constituyente
del proyecto de La Biblio o fruto de las circunstancias. El debate fue
largo y finalmente se llegó a la conclusión de que un proyecto
de estas características, dada la gran cantidad de material que
arrastra, la dificultad de ponerlo en marcha de nuevo después de
cada desalojo y el trabajo que supone su gestión, se despotencia
si no se desarrolla en un sitio más o menos seguro, es decir, no
sometido constantemente a la paranoia de un desalojo que pueda producirse
en cualquier momento.
Por otra parte, estos intentos de diálogo con la administración
se insertan en la línea abierta hace ya años en el panorama
de la okupación por el Laboratorio I (del cual fuimos parte) y
continuada por el Labo II, el Labo III y la casa okupada de mujeres Eskalera
Karakola, tendentes a abrir una brecha en la dinámica de mera resistencia
(más bien resignación) a la represión que hace de
cada okupación una experiencia singular que debe ser reconstruida
una y otra vez en espacios nuevos a medida que los anteriores son desalojados.
Un local cedido por las instituciones no es condición indispensable
para que el proyecto de La Biblio continúe: nueve años de
historia y cinco okupaciones en nuestro haber así lo atestiguan.
Sin embargo, nos parece importante aprovechar que se abren grietas en
la monolítica administración del Madrid de la era Manzano
y ensayar nuevas formas de consenso y conflicto una vez que las trilladas
dinámicas de resistencia y autenticidad han demostrado sobradamente
sus limitaciones. Es un experimento que puede ser aprovechado en más
de un sentido por otros colectivos. Y por si hay alguna duda al respecto,
quede claro que no vendemos paz por estabilidad: a cambio de ese local
La Biblio no dará nada, pues nada debemos dar a cambio de lo que
es legítimamente nuestro: no olvidemos que Hacienda somos todos
XDD.
Acciones de protesta
Lamentablemente, apenas
las ha habido. El curro de desmantelar La Biblio ha sido tan intenso que
ha consumido casi todo nuestro tiempo y nuestras fuerzas. Naturalmente,
estaremos encantad@s de que quien -como nosotr@s- lo lamente, nos contacte
con vistas a echarnos una mano en forma de ideas y trabajo.
En junio, cuando supimos que el juez estaba dispuesto a dictar un desalojo
cautelar, escribimos un bando en castellano, francés e inglés
que pegamos por el barrio y que explicaba qué hacía La Biblio
en el edificio. Por otra parte, el 12 de diciembre un grupo de personas
hizo un pequeño encierro en las oficinas de la EMV. La Biblio no
participó, pero tuvieron la amabilidad de referirse a nosotr@s
en sus reivindicaciones. Y por último, nuestr@s vecin@s de La Grieta
tuvieron la peregrina idea de retransmitir en directo con una webcam,
al modo de un Gran Hermano precario (en todos los sentidos), las últimas
horas de presencia humana en La Grieta. Después han puesto en marcha
una bonita campaña que sin referirse directamente a nuestro desalojo
común habla de lo precario de nuestras vidas. De momento no parece
existir ninguna muestra en la red de la producción en papel para
la campaña, aunque de aparecer en alguna parte, probablemente sea
aquí: www.loslunesalsol.net
Perspectivas
En otras ocasiones, tras
un desalojo La Biblio ha permanecido en letargo durante varios meses,
los necesarios para encontrar un espacio adecuado. En esta ocasión
pretendemos dar continuidad al proyecto en un plazo considerablemente
más corto. De hecho, las clases de castellano siguen dándose
en el local del Hacklab y Deyaví. Tres son las perspectivas de
futuro más inmediato que se abren ante nosotr@s:
La posibilidad de acceder
a un local institucional, a pesar de las promesas que de tarde en tarde
se nos siguen haciendo, sigue abierta pero es más improbable cuanto
más se acercan las elecciones municipales. A un mes vista, es difícil
que el PP pueda rentabilizar electoralmente en tan poco tiempo una actuación
de estas características, lo que nos hace temer que al final se
quede en nada.
Por otra parte, La Comisión
de Juventud de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos
de Madrid (FRAVM) nos ofreció también en su momento la posiblidad
de utilizar un piso que la FRAVM posee en Lavapiés. Por el momento
dicho piso está siendo utilizado en exclusiva por la asociación
de vecin@s La Corrala mientras duren las obras de rehabilitación
del local que dicha asociación ha tenido tradicionalmente en la
calle Cabestreros, y no parece que la situación vaya a cambiar
hasta, al menos, septiembre.
Por último, la gente
que vivía en Amparo 21 compartiendo edificio con La Biblio llevaba
ya tiempo ofreciéndonos el local que posee el edificio que okuparon
el pasado mes de diciembre en la calle Cabeza 35. Pues bien, hemos decidido
aceptar el ofrecimiento y empezar a acondicionar el local con vistas a
un futuro uso, si la situación legal del edificio lo permite.
Ya iremos contando
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