MANIFIESTO DE LA RED CIUDADANA POR LA IGUALDAD
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Organizaciones sociales y políticas de Madrid
España, al igual que otros países de la Unión Europea,
está viendo un endurecimiento de las leyes y políticas de
inmigración, con la disculpa de frenar el aumento de la xenofobia
y el racismo entre la población. Pero lo cierto es que esas políticas
han potenciado el crecimiento de esas actitudes racistas y xenófobas.
Ante esta situación que se agrava día a día y que
perjudica la convivencia ciudadana y los Derechos Humanos, las organizaciones
de inmigrantes, sociales, sindicales y políticas que constituimos
la Red Ciudadana por la Igualdad queremos transmitir a la sociedad nuestra
reflexión respecto al hecho de las migraciones y proponer otras
políticas de integración que deberían aplicarse en
las sociedades de acogida.
1- La realidad migratoria, constante en la historia de la humanidad,
es inseparable del contexto internacional. El "capitalismo global"
ha supuesto enormes beneficios para el capital financiero y las grandes
corporaciones, pero ha provocado la pobreza de millones de personas, privándoles
de los medios de vida más elementales. Y junto a la pobreza, las
dificultades para la implantación efectiva de los DD. HH y su violación
sistemática, son otro factor desencadenante de la migración
forzada de gran parte de la población de los países menos
desarrollados.
Por lo tanto, denunciamos ese sistema económico mundial que está
abriendo una brecha cada vez más profunda entre países ricos
y pobres, y apoyamos las propuestas que pretenden corregir esa injusticia
histórica.
2- Las políticas de inmigración que se están
practicando en la U.E. pretenden convertir a Europa en una "fortaleza".
Lo que importa es el control de las fronteras, las dificultades de acceso
a la entrada y al procedimiento de asilo y las facilidades para la expulsión
de los que ya están aquí, etc. La convivencia en igualdad
y respetando las diferencias no interesa.
A pesar de las leyes cada vez más restrictivas y los constantes
blindajes de fronteras, los inmigrantes siguen llegando, entre otros factores
porque nuestra economía los está demandando. Denunciamos
la hipocresía del gobierno español que, mientras declara
querer fomentar la inmigración "legal", cierra en la
práctica todos los cauces e "ilegaliza" a las personas
que quieren venir, y también a otras que ya llevan en España
varios años. Y proponemos una nueva política y legislación,
con los objetivos principales de canalizar la entrada por vías
legales, el reconocimiento de derechos y la integración social
de las personas inmigradas.
3- Es un hecho que la inmigración supone importantes beneficios
demográficos, económicos y culturales para España.
Los inmigrantes, sea cual sea su situación administrativa, contribuyen
al Estado del Bienestar del país de acogida. Pero considerar el
fenómeno de la inmigración sólo desde el punto de
vista del interés de los países ricos nos parece inaceptable.
Esa perspectiva "utilitarista" de la inmigración que
hoy prevalece conduce a aberraciones como que se utilice a los inmigrantes
cuando hacen falta y se les expulse cuando su trabajo ya no es necesario
o no es competitivo, incluso cuando se quedan en paro.
4- Una política migratoria que considere al inmigrante como
un ser humano, y no como mera mercancía, tiene que basarse en el
reconocimiento previo de sus derechos. Creemos que la ciudadanía,
y los derechos que conlleva, debe dejar de estar vinculada a la nacionalidad
y reconocerse a cuantas personas convivan de manera estable en un territorio.
Una vez en España, los inmigrantes que hayan entrado de forma irregular
deben ser reconocidos por la Administración en su condición
inalienable de seres humanos, sujetos de derechos fundamentales civiles,
sociales y culturales, con especial atención a los derechos de
las mujeres inmigrantes y sus hijos. Y, al menos, los residentes permanentes
deben ver reconocidos sus derechos políticos, empezando por el
sufragio activo y pasivo, pues es una condición necesaria para
una verdadera inclusión social.
5- Lejos de facilitar la convivencia con ese reconocimiento de
derechos, el gobierno del PP está llevando a cabo una auténtica
campaña de "criminalización" de los inmigrantes,
a quienes se vincula con el aumento de la delincuencia, con la colaboración
de algunos medios de comunicación. Queremos denunciar que esa criminalización
de los inmigrantes pretende precisamente lo que consigue: extender la
xenofobia entre la población española, para así legitimar
las políticas de acoso y discriminación contra los trabajadores
extranjeros y los inmigrantes más desfavorecidos, y pescar los
votos que en otros países van a parar a la extrema derecha.
6- Esa campaña de identificación de la inmigración
con la delincuencia es sólo uno de los aspectos del Racismo Institucional
que caracteriza a la política de inmigración española.
Racismo institucional que es evidente en una Ley de Extranjería
discriminatoria y represiva, pero que también se puede detectar
en las prácticas administrativas: inadmisibles trabas para obtener
y renovar los permisos de trabajo y residencia, retrasos y arbitrariedades
en las regularizaciones, procesos de expulsión sin garantías
legales, etc.
Y también en los recortes de gastos sociales que, por un lado,
dificultan la integración social de los inmigrantes y, por otro,
empeora las condiciones de vida de la población autóctona,
fomentando la conflictividad social. De ese modo, el racismo institucional
tiene unos efectos directos en el aumento de la xenofobia entre la población
española.
7- La vulnerabilidad y la imposibilidad de regularización
que sufre una parte importante de la población inmigrante tiene
como consecuencia que un sector del empresariado se aproveche para imponer
la sobreexplotación y llevar a cabo prácticas discriminatorias
en la contratación, excluyendo a los trabajadores más organizados
y reivindicativos, ante la falta de actuación de la Administración.
La lucha contra la precariedad laboral y la sobreexplotación de
los trabajadores inmigrantes debe ser un objetivo del conjunto de la clase
trabajadora, tanto autóctona como extranjera. Las denuncias de
explotación laboral que realicen los trabajadores inmigrantes ante
la Administración deben conllevar la regularización de los
denunciantes y la consolidación de su puesto de trabajo, eliminando
los riesgos de expulsión.
8- La actual política de extranjería es una fuente
de conflicto social, de xenofobia y de pérdida de libertades para
todos. La Red Ciudadana por la Igualdad quiere manifestar su más
firme rechazo a esa política y denunciar la vigente Ley de Extranjería.
Frente a ello, exigimos una política realista y solidaria que permita
la llegada de trabajadores inmigrantes y sus familias sin que tengan que
acudir a los cauces irregulares. Una política que abra vías
legales para la regularización de las personas que ya viven en
España, que reconozca sus derechos de ciudadanía y que promueva
activamente su integración social, apostando por unos Servicios
Públicos de calidad que no discriminen ni a autóctonos ni
a inmigrantes.
Para conseguir esa política, la lucha común de los inmigrantes y de los españoles que desean una sociedad plural y democrática
es una necesidad insoslayable. La Red Ciudadana por la igualdad se solidariza con todas las iniciativas desarrolladas por los inmigrantes en defensa de sus derechos, y llama a la movilización social para hacer efectiva
entre todos una convivencia solidaria en igualdad.
RED CIUDADANA POR LA IGUALDAD: ACPP, ACSUR Las Segovias , AESCO, AICODE, ATIME, CCOO Madrid, CEAR, CEDEHU, CIMECI, Derechos
para Tod@s, FAPA "Giner de los Ríos", Federación Mujeres Progresistas, Federación Rg. de Asociaciones de Vecinos (FRAVM), Hijos de Inmigrantes Sâbabia, Izquierda Unida Madrid, Juventudes Socialistas, Liberación, MPDL, Rumiñahui, SOS Racismo, UGT Madrid, USO, VOMADE, Xenofilia-Lavapiés
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