CARTA
DE CONTESTACIÓN A ROSA MONTERO, DE UNA MIEMBRO DE LA RED DE APOYO
A LOS INMIGRANTES ENCERRADOS EN LA U.P.O. DE SEVILLA
Sofía
Segura, de la Red de Apoyo al Encierro de la Universidad Pablo de Olavide
Querida Rosa:
Un estremecimiento me recorrió el cuerpo al leer tu artículo
¿Quiénes? del pasado 3 de Sep. en el País.
Y me recorrió un escalofrío porque, después de llevar
leyéndote años sobre muy diversos temas, es la primera vez
que no te reconocía, que creía leer a una extraña.
Y porque, habiendo pensado siempre que te documentabas a fondo sobre los
temas que elegías, esta vez perdona que sea tan directa
has metido la pata hasta el fondo.
Sé bien por qué lo digo: formo parte del Colectivo Mujeres
de Negro de Sevilla y, desde el día 10 de Junio, he estado entrando
a diario en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla y he pasado, en
el verano menos caluroso de los que recuerdo, el más grande calor
por esas calles buscando alimentos para casi 500 personas; manteniendo
reuniones diarias con la Red de Apoyo que se creó y de la
que formo parte desde entonces para tratar de apoyar
las peticiones de los trabajadores inmigrantes encerrados allí:
papeles para todos y mientras tanto servicio médico,
relaciones con los medios, clases de español, contactos con el
exterior, etc. además del alimento; hablando a diario con una persona
de la Universidad que ahora nos acusa, con el fin descubrir todas las
necesidades que se iban planteando...hasta que fuimos expulsad@s de la
Universidad porque no servíamos a su juego partidista, porque no
imponíamos soluciones que los encerrados no querían. ¿Quiénes
somos nosotr@s para imponer nada a personas conscientes de lo que hacen,
a personas que corren con todos los riesgos de sus decisiones...?. Como
bien dices: cuando los desalojaron a mediados de agosto, en plena
calma chicha y desparrame, todo el mundo miró para otro lado, pese
a que salieron a la luz cosas gravísimas sólo que
no fue todo el mundo, porque unas pocas personas, la Red de Apoyo, hizo
todo lo que pudo por seguir gritando que se estaba actuando contra la
ley, que iba a haber deportaciones a un país en guerra como Argelia.
Y se ha tratado de hacer un seguimiento en los centros de internamiento
adonde fueron enviados, y se ha seguido hablando con abogad@s que tampoco
descansaban por esta causa. Y, como tenían nuestros números
de teléfono, nos han seguido llamando angustiados por la situación.
Y desde Sevilla, se ha seguido llamando a Argelia para no perder este
hilo de afecto que con muchos se tejió y que nos hace sentirnos
muy mal tras el desenlace final. Todo ello mientras se nos machacaba
y se sigue haciendo desde los medios que, una vez más están
dejando claro a qué intereses sirven, actuando como portavoces
del Rectorado de una Universidad que quiere lavar su cara (dando medallas
a los que han sido fieles vasallos y además han echado un manto
protector tras la entrada de la policía...¿qué país...!)
y salir indemne de esta batalla.
Pero si el
encierro ha terminado lo han terminado aquí seguimos
un grupo de personas, no mafias, ni criminales, ni grupos políticos,
ni oenegés. Personas, nada más que personas, pertenecientes
algunas a colectivos bien conocidos en esta ciudad por nuestro trabajo
al margen de instituciones y prebendas, que queremos seguir trabajando,
como hasta ahora, en el campo de la justicia social, sin demagogias ni
alharacas, pasito a pasito como siempre lo hemos hecho. Pero diciendo
bien fuerte que no, que no traten los poderosos de esta historia echarnos
a un lado con una cortina de humo mal levantada y peor mantenida, sólo
con el propósito de desviar la atención de lo que verdaderamente
importa. Que no se inventen fantasmas ni monstruos para desviar la atención
de lo mal que lo han hecho. Que asuman sus errores y que den marcha atrás,
porque ya está bastante mal la cosa con la Ley de Extranjería
que tenemos como para empeorarla más.
Y un deseo: por favor, infórmate bien sobre lo que ha pasado consultando
a todas las partes implicadas y entonces tendrás una visión
más exacta. Ya nos han tratado bastante mal en los medios
es normal, no nos sorprende tras haber hecho ruedas de prensa que
no han servido para casi nada, enviado comunicados, cartas al director
y un largo etc. Pero a tí no te corresponde este papel, Rosa. Desde
aquí te invito a hacer un periodismo de investigación serio,
en la línea de otros trabajos tuyos que conozco, también
con este tema. ¡Vale la pena!.
Un abrazo.
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