Yalálag
Una propuesta para
la reconstitución de los pueblos indígenas de México
Taller de Investigación de
la tradición Zapoteca. México
La comunidad indígena
de orígen zapoteca llamada Yalálag se encuentra enclavada
en las montañas de un estado sureño de México:
Oaxaca. El colectivo abajo firmante, así como otros grupos solidarios
con la Comunidad Zapoteca de Yalálag nos informan sobre
la problemática que les afecta:
Yalálag es un claro referente y ejemplo de lucha por la autonomía
y la libre determinación de las comunidades indígenas
de México y del continente americano. Desde 1981, de manera pacífica
y a través de la solidaridad y la fuerza de la Comunidad, se
restituyó la Tradición Comunitaria (el Consejo de Ancianos,
la Asamblea Comunitaria, el Tequio y el Sistema de Cargos). A partir
de este momento, se han impulsado los proyectos de desarrollo comunitario
que han hecho menos difícil la vida de l@s Yalaltecas, encabezando
uno de los proyectos políticos y culturales más avanzadas
de la región, sirviendo como referencia a dirigentes e intelectuales
indígenas, basándose siempre en los principios comunitarios
y en la tradición zapoteca.
A nivel regional y nacional,
las autoridades comunitarias de Yalálag han impulsado el reconocimiento
de los derechos de los pueblos indígenas, tratando de que queden
reconocidos en la Constitución Federal y en las Constituciones
Estatales. Han participado en la Conformación del Congreso Nacional
Indígena, en el Foro Nacional Indígena, teniendo una destacada
participación como asesores en las negociaciones entre el Gobierno
y el FZLN, que se plasmaron en los Acuerdos de San Andrés, aportando
su amplia experiencia en la Autonomía en el marco de la libre
determinación comunitaria.
Por otro lado, el Gobierno
del Estado y los grupos caciquiles implementados por éste, y
apoyados por el gubernamental Partido Revolucionario Institucional (PRI)
local, estatal y nacional, se han dedicado a interferir en el proceso.
En el año 1998 se decreta la desaparición de los poderes
comunitarios para en su lugar instalar un administrador municipal, impuesto
por el gobierno, que se dedicó a provocar y respaldar al grupo
caciquil mediante el uso de la fuerza y de las armas. Con un procedimiento
amañado, en 1999 se impuso el grupo caciquil en el poder, sin
respetar las decisiones de la asamblea comunitaria, hasta que en el
presente año, el 6 de Marzo, el Consejo de Ancianos decide
recuperar, con el respaldo de la Asamblea Comunitaria, el Palacio Municipal,
para restituir las instituciones comunitarias. Se produjo horas más
tarde un grave incidente al llegar grupos armados del sistema caciquil,
que comenzaron a disparar, produciéndose la muerte de uno de
sus propios líderes en la confusión, así como numerosos
heridos de la Comunidad.
La respuesta del Gobierno del Estado fue la represión y detención
de 34 compañeros del Consejo de Ancianos y de la Asamblea Comunitaria,
y ninguno del grupo caciquil armado que efectuó el ataque y los
disparos. De estos 34 compañeros detenidos, 11 han sido procesados
de manera evidentemente irregular, negándoseles a 9 de ellos
el derecho a un traductor, cuando son monolingües, siendo obligados
a autoinculparse en castellano, presentando evidencias inequívocas
de tortura y maltrato físico, existiendo a su vez órdenes
de aprensión en contra de Joel Aquino y Juana Vásquez,
integrantes de la Asamblea Comunitaria.
Ante esta situación
de irregularidades y de hostigamiento a la Comunidad de Yalálag,
así como por la situación de los detenidos, distintos
colectivos políticos y sociales están haciendo una campaña
exigiendo la excarcelación inmediata de los presos, el respeto
a los Derechos Humanos y el reconocimiento de los derechos y de la cultura
indígena, en base a los Acuerdos de San Andrés.
"Somos indígenas,
hemos sufrido siglos de desprecio y marginación, de persecución,
de olvido y muerte. Muchas veces el verdugo ha tenido piel clara y lengua
diferente pero también han existido en nuestro camino hombres
y mujeres con esta piel clara con esta lengua diferente. En el mundo
que quieren los indígenas de México caben todos los colores
de piel, todas las lenguas y todos los caminos. Porque el mundo bueno
no sólo tiene un camino o un rumbo, tiene muchos caminos y en
esos caminos debe haber respeto, tolerancia y dignidad".
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