Gobierno
Peruano reconoce violaciones a los derechos humanos en caso de esterilización
forzada que terminó en muerte
Adrianna
Montague-Gray/ Centro
Legal para Derechos Reproductivos y Políticas Públicas-
CRLP/ La Tertulia
(Nueva York, 17 de Octubre del 2002 )
Una batalla
legal internacional de tres años de duración contra
la República de Perú ha concluido con la reivindicación
de los derechos de María Mamerita Mestanza Chávez, una
mujer que fue coercitivamente sometida a una esterilización
quirúrgica que le ocasionó la muerte en abril de 1998.
En un arreglo
amistoso alcanzado el pasado 14 de octubre, el gobierno peruano reconoció
su responsabilidad internacional en la violación de los derechos
humanos de la víctima. Los derechos violados incluían,
entre otros, el derecho a la vida, a la integridad física y
a un trato humano, a la protección igualitaria de la ley y
a estar libre de violencia por razón de género. Como
parte del arreglo, el gobierno peruano ha acordado no sólo
indemnizar al esposo y a los siete hijos e hijas de la víctima,
sino también hacer mejorías significativas en las políticas
de salud reproductiva y planificación familiar.
"Éste
es un arreglo trascendental que tiene amplias implicaciones para las
libertades reproductivas de las mujeres peruanas", dijo Luisa
Cabal, asesora legal para América Latina y el Caribe del Centro
Legal para Derechos Reproductivos y Políticas Públicas
(CRLP), co-querellante en el caso. "Esperamos que el gobierno
tome con seriedad su obligación de mejorar inmediatamente la
calidad de los cuidados de salud reproductiva en Perú",
agregó.
El caso
Mestanza fue presentado a la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH) en 1999, después de que fallaran todos los remedios
legales en Perú. La señora Mestanza, una mujer indígena
de bajos ingresos, fue coaccionada a acceder a la esterilización
por parte de funcionarios gubernamentales y repetidamente se le denegó
cuidado médico de seguimiento cuando surgieron las complicaciones.
Falleció a causa de complicaciones médicas post-operatorias
siete días después de la cirugía.
En el acuerdo
del arreglo firmado ante la CIDH, el gobierno peruano accedió
a pagar al esposo y a los siete hijos e hijas de la señora
Mestanza la cantidad de US$10,000 a cada uno en compensación
por daños morales, entre otras significativas compensaciones
para cuidados de salud, educación y vivienda.
El gobierno
también accedió a conducir una investigación
a fondo y castigar a los responsables de las violaciones de las normas
legales peruanas e internacionales.
Lo más
significativo para las mujeres peruanas es que el gobierno acordó
modificar las leyes y políticas discriminatorias, incluidas
aquéllas que no reconocen a las mujeres como autónomas
tomadoras de decisiones, así como implementar pronto las recomendaciones
hechas por el Procurador de Derechos Humanos de Perú. Estas
recomendaciones incluyen mejores evaluaciones pre-operatorias de las
mujeres que serán esterilizadas; una mejor capacitación
del personal de salud; creación de un procedimiento que asegure
el manejo oportuno de las quejas de pacientes dentro del sistema de
cuidados de salud, e implementación de medidas para garantizar
que las mujeres den un genuino consentimiento informado, lo que incluye
un periodo de espera de 72 horas antes de la esterilización.
El caso
de la señora Mestanza fue parte de un patrón de esterilizaciones
coercitivas -algunas de las cuales condujeron a la muerte como en
esta instancia- que ocurrió primordialmente entre 1996 y 1998,
durante el régimen del ex presidente Alberto Fujimori.
El CRLP,
el Comité de Latinoamérica y el Caribe para la Defensa
de los Derechos de la Mujer (CLADEM) y el Centro de la Mujer Peruana
Flora Tristán documentaron inicialmente varias formas de violencia
contra las mujeres que estaban siendo cometidas en los centros públicos
de cuidados de salud peruanos en 1996-97, incluida la esterilización
coercitiva, en un informe divulgado en 1998, "Silencio y complicidad".
Posteriormente, el Procurador de Derechos Humanos investigó
y afirmó que tales violaciones estaban ocurriendo como resultado
de las políticas gubernamentales. En julio del 2002, el actual
gobierno peruano pidió disculpas por las violaciones cometidas
por la administración anterior.
Junto
al CRLP en la petición ante la CIDH sobre el caso Mestanza
estuvieron el Estudio para la Defensa de la Mujer (DEMUS), CLADEM,
la Asociación Pro Derechos Humanos (APRODEH) y el Centro para
la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL).
Más
información sobre el caso Mestanza en: http://www.crlp.org/rfn_00_12.html#justice.
Ganada
batalla legal internacional por Esterilización forzada en el Perú
Miles de casos esperan justicia
Nota
de Prensa del Movimiento Amplio de Mujeres Linea Fundacional
(Lima, 21 de Octubre de 2002)
El Movimiento Amplio de Mujeres Linea Fundacional, comunica a la comunidad en general que:
El día
14 de octubre el gobierno peruano, mediante solución amistosa,
ha reconocido ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos,
CIDH, la violación de los derechos humanos en casos de esterilización
forzada y se ha comprometido a indemnizar a la familia de Mamérita
Mestanza, mujer campesina que murió en 1998, por consecuencias
de la esterilización a la que fue sometida contra su voluntad
en tiempos del gobierno de Alberto Fujimori.
Esta es
una buena noticia para quienes venimos luchando contra la impunidad
en torno a esta política de población aplicada especialmente
contra mujeres pobres, campesinas e indígenas.
Esperamos
que las investigaciones en Perú, lleguen a resultados justos,
las mismas que se derivan de los hallazgos de la Comisión Especial
del MINSA (2001) que presentó 54 nuevas evidencias sobre lo
acontecido y de las investigaciones de la Sub Comisión de Salud
del Congreso de la República.
Como es
sabido la politica de planificación familiar fue aplicada desde
1996-2000 de forma irregular y coercitiva, violando una serie de derechos
humanos.
En julio
del 2002, el gobierno peruano pidió disculpas públicas
por las violaciones a los derechos humanos en casos de esterilizaciones
forzadas. Asimismo se desató una polémica y declaraciones
ambiguas de varias ONGs de mujeres que si bien denunciaron algunos
hechos en 1996-1998 posteriormente del 2000 al 2002 se silenciaron.
Las anteriores autoridades fujimoristas han negado estas políticas
de profundo desprecio por la vida.
Las consecuencias
en cifras y daños físicos, familiares y mentales a las
mujeres esterilizadas contra su voluntad, es un asunto que aún
no ha sido evaluado a cabalidad en el Perú.
La solución
al caso de Mamérita Mestanza, abre todas las posibilidades
a las investigaciones y a la justicia que esperan las mujeres a las
que les fueron violados sus derechos, en especial a quienes han venido
denunciando lo que les pasó, aun a costa de amenazas, burlas,
negación y silencios cómplices. no solo de funcionarios
del gobierno fujimorista sino de instituciones nacionales y financieras
internacionales que se empeñan en negar sus responsabilidades.
Saludamos
el esfuerzo de quienes presentaron esta denuncia en 1999, -cuando
las puertas de la justicia peruana se cerraron- frente a la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos, en especial al Centro Legal para
Derechos Reproductivos y Políticas Públicas, CRLP (sede
Nueva York), CLADEM REGIONAL, DEMUS Y APRODEH. y el Centro para la
Justicia y el Derecho Internacional, CEJIL
Esperamos
que se cumplan todos los compromisos asumidos por el gobierno peruano, entre ellos el mejoramiento a los Programas de Salud Reproductiva, en especial lo relativo a la Anticoncepción Quirúrgica Voluntaria.
El MAM Fundacional, continuará su accionar a favor de los derechos
humanos y los derechos sexuales y roproductivos y exigiendo toda la
verdad sobre las Esterilizaciones Forzadas en el Perú, sanción para los responsables e indemnización para las víctimas y familiares de las personas que murieron.