La UE incluye al FPLP, el
FDPL y las Brigadas de los Mártires de al-Aqsa en su "lista
de organizaciones terroristas"
19 de junio de 2002. Nota Informativa. CSCAweb
(www.nodo50.org/csca)
La UE ha acordado el pasado
lunes 17 incluir a tres nuevas organizaciones palestinas en la
"lista europea de organizaciones terroristas": el Frente
Popular para la Liberación de Palestina, el Frente Democrático
para la Liberación de Palestina y las Brigadas de los
Mártires de al-Aqsa, la rama militar de Fatah. Que la
UE adopte ahora el mismo criterio que EEUU e Israel, contrario
a su tradicional posición y lo haga en el actual contexto
internacional y regional, constituye un serio retroceso y un
cambio muy negativo y de gran alcance
La Unión Europea (UE) ha acordado el pasado lunes 17,
tras el acuerdo alcanzado en Luxemburgo por los Ministros de
Asuntos Exteriores, incluir a tres nuevas organizaciones palestinas
en la "lista europea de organizaciones terroristas",
después de haberlo hecho anteriormente con las islamistas
Hamas y Jihad Islámica. Con esta medida, el Frente Popular
para la Liberación de Palestina (FPLP), el Frente Democrático
para la Liberación de Palestina (FDLP), ambas fuerzas
históricas progresistas y laicas del Movimiento Nacional
Palestino y de la OLP, y las Brigadas de los Mártires
de al-Aqsa, la rama militar de la resistencia palestina vinculado
a Fatah, la organización política mayoritaria
en los Territorios Ocupados, surgida durante la segunda Intifada,
la UE adopta el criterio de criminalización de la resistencia
palestina impuesto unilateralmente por Israel y respaldado por
la Administración Bush en el marco de la denominada "guerra
global contra el terrorismo" tras el 11 de septiembre.
A diferencia de EEUU, que desde hace años incluye a
las dos organizaciones políticas palestinas en su propia
lista de "organizaciones terroristas internacionales",
los países europeos han mantenido durante décadas
una posición de reconocimiento a las organizaciones políticas
históricas de la OLP. Que la UE adopte ahora este mismo
criterio contrario a su tradicional posición y lo haga
en el actual contexto internacional y, muy particularmente, cuando
la alianza de Israel y EEUU abre una nueva fase de agresión
contra la población palestina y contra sus legítimos
derechos nacionales, constituye un serio retroceso en la postura
europea y un cambio muy negativo y de gran alcance orientado
a que la política de la UE respecto a la cuestión
palestina confluya abiertamente con el discurso imperial acerca
del "terrorismo internacional" y con el discurso israelí
acerca de la seguridad. Ambos -de escala internacional,
uno y regional, el segundo-, convergen en su aplicación
en la cuestión palestina pretendiendo acabar con el derecho
legítimo a la resistencia -incluida la militar- a la ocupación
y con el proyecto de construcción de una Palestina democrática,
socialmente avanzada y no confesional.
"Terrorismo internacional" y seguridad israelí
son los baluartes en nombre de los cuales EEUU e Israel justifican
hoy su agresión contra organizaciones, Estados y pueblos,
prácticas que son consideradas por el Derecho Internacional
como ilegales.
Junto a EEUU e Israel, la UE pretende anular así la
legitimidad de organizaciones que, como es el caso de las palestinas
ahora categorizadas como terroristas, la han obtenido
y mantenido durante décadas mediante el respaldo popular
palestino, siendo, de hecho, parte activa y esencial del pueblo
palestino y de su historia de resistencia. La Europa supuestamente
conciliadora, que formal y mediáticamente sigue
arrogándose el privilegio de ser el interlocutor preferido
de los palestinos, se sitúa así, paulatinamente
y en la práctica, al lado de quienes imponen el dictado.
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