La Administración Bush
pone en marcha la primera fase para la invasión de Iraq:
hacer 'inevitable' la guerra, fabricar una 'alternativa democrática'
al actual régimen
Nota Informativa del Comité de Solidaridad
con la Causa Árabe
CSCAweb (www.nodo50.org/csca), 17 de julio de 2002
Filtrando sus planes para
la intervención contra Iraq, la Administración
Bush ha procurado presentar ante la opinión pública
mundial la guerra como 'inevitable' y frustrar al mismo tiempo
la negociación entre el secretario general de Naciones
Unidas y el gobierno iraquí. EEUU está pretendiendo
además articular una "alternativa democrática"
al actual régimen iraquí que le permita legitimar
su intervención
El pasado 9 de julio, el presidente Bush, en lo que sin duda
ha sido su más categórica afirmación sobre
la determinación de su Administración de provocar
un cambio de régimen en Iraq, señalaba durante
una rueda de prensa en la Casa Blanca que "usará
todos los medios a su alcance" para provocar la caída
de Sadam Husein: "Es una decisión firme de este gobierno
[de EEUU] provocar un cambio de régimen [en Iraq]. Y ello
no ha variado [...] Pero hay diferentes maneras de lograrlo"
[1]. Unos días antes, el viernes 4 de julio, el
New York Times daba cuenta pormenorizada de la denominada
Operación Polo Step (o, más formalmente,
CentCom Courses of Action), los planes para la
invasión de Iraq por 250.000 soldados estadounidenses
desde Kuwait -y probablemente también Jordania [2]-
tras una campaña aérea de bombardeos masivos lanzados
desde al menos ocho países de la zona, incluido Turquía,
aunque no Arabia Saudí. El plan, elaborado por estrategas
del Comando Central de EEUU [3], no habría sido
aún aprobado por ni por el Secretario de Defensa Rumsfeld
ni por el propio presidente Bush. Con anterioridad, en la edición
del domingo 16 de junio del Washington Post, el periodista
Bob Woodward informaba que Bush había firmado a comienzos
de este año una orden presidencial autorizando a la CIA
a desarrollar un programa global y encubierto para derrocar a
Sadam Husein [4].
La visita de Wolfowitz -número dos del Departamento
de Defensa de EEUU- a Turquía, y el anuncio por la edición
de The Guardian del día 14 de julio de que Blair
visitará este otoño a Bush para tratar el tema,
reafirman la determinación estadounidense de intervenir
contra Iraq.
Todas estas filtraciones no pueden entenderse más que
considerando que han sido realizadas intencionadamente desde
la propia Administración Bush con un doble objetivo: el
primero, convertir en inevitable la guerra, invasión
y ocupación de Iraq ante la opinión pública
internacional y, sobre todo, los gobiernos aliados -muy
particularmente los árabes de Oriente Medio y Turquía-;
el segundo, desalentar a Iraq de que acepte el retorno al país
de los inspectores de desarme de la nueva comisión UNIMOVIC
al país (como ha señalado acertadamente el ex jefe
de inspectores de la UNSCOM, Scott Ritter [5]), así
como boicotear el marco de negociación restablecido a
lo largo de este año entre el secretario general de Naciones
Unidas (NNUU) y el gobierno de Iraq, cuya tercera cita, en Viena,
estaba convocada el mismo día -el viernes 4- en el que
el New York Times daba cuenta de los planes para la invasión
de Iraq. Como no podía ser de otra manera la reunión
quedó bloqueada ante la negativa de Kofi Annan de tratar
ningún otro tema que no fuera el retorno a Iraq de los
inspectores de desarme de NNUU, mientras que la delegación
iraquí exigía al primero que denunciara los planes
de intervención estadounidenses contra Iraq.
Opciones abiertas
Sin fecha concreta, la intervención contra Iraq podría
desencadenarse en los primeros meses o en la primavera de 2003,
y en cualquier caso sería un objetivo firme del presidente
Bush a lograr antes del final de su mandato, en 2004. El presidente
Bush y los altos funcionarios de su Administración procuran
reiterar que las opciones para un cambio de régimen
en Iraq están abiertas. Sin embargo, fuentes oficiales
estadounidenses -particularmente de la CIA y el Pentágono-
reconocen que será prácticamente inevitable la
masiva implicación militar estadounidense a fin de lograr
el cambio de régimen en el país. Incluso se estima
que el plan de acción encubierta ordenado por Bush a la
CIA al iniciarse el año y antes mencionado no sería
en absoluto resolutorio, y tan solo sería preparatorio
de la intervención militar directa de EEUU [6].
La clave de ello reside en la falta de confianza de la Administración
Bush en que se produzca un cambio de régimen interno vía
golpe de Estado desde el ejército o los servicios secretos
iraquíes, o por medio de una acción eficaz de la
oposición iraquí.
Tras la experiencia de Afganistán, el general retirado
Wayne A. Downing, quien fuera durante escasamente un año
coordinador militar presidencial de la lucha antiterroristas,
se muestra convencido de que una combinación de "golpes
quirúrgicos" aéreos y acciones de las unidades
especiales estadounidenses y británicas apoyadas por fuerzas
locales iraquíes determinaría el derrumbe o la
sublevación de las fuerzas militares iraquíes y
la caída del régimen. En este caso el esfuerzo
militar recaería, en el norte, en las dos principales
formaciones kurdo-iraquíes, la Unión Patriótica
del Kurdistán (UPK), dirigida por Jalal Talabani, y el
Partido Democrático del Kurdistán (PDK) de Mansud
Barzani, y en el sur en el Consejo Supremo de la Revolución
Islámica en Iraq (CSRII), con sede en Teherán y
dirigido por el ayatollah Mohammed Baqer al-Hakim. UPK y PDK
son las dos más importantes formaciones del Congreso Nacional
Iraquí (CNI), paraguas de organizaciones e individuos
opositores al régimen de Sadam Husein, plataforma creada
en 1992 por Amed Chalabi, con sede en Londres y financiada por
EEUU.
Acusada desde sectores de la propia Administración Bush
-como antes desde la de Clinton- de ineficaz y corrupta, sigue
siendo sin embargo el principal interlocutor de EEUU, que ha
de contar necesariamente con los contingentes de varias decenas
de miles de milicianos kurdos de UPK y PDK para la ofensiva sobre
Bagdad [7]. Por su parte, el CSRI, con una fuerza de 12.000
combatientes, reticente al principio, ha aceptado finalmente
la ayuda financiera estadounidense, si bien la Administración
Bush, aun cuando considera más fiable una ofensiva militar
protagonizada desde el sur por el CSRII que desde el Kurdistán,
desconfía del tutelaje que Irán hace de esta organización
confesional [8].
Por el contrario, asumida la debilidad de las fuerzas opositoras
iraquíes al menos en el plano militar, la mayoría
de los mandos del Pentágono y el propio secretario de
Defensa Rumsfeld imaginan una guerra con una inevitable y masiva
participación de efectivos militares estadounidenses sobre
el terreno [9] en la línea de los planes difundidos
por el New York Times, y no antes del inicio del próximo
año. De hecho, Downing habría dimitido recientemente
de su cargo de coordinador de la lucha antiterrorista por considerar
insuficientes los esfuerzos de la Casa Blanca por lograr el cambio
de régimen en Iraq y por el escaso apoyo que habría
recibido del presidente Bush para desarrollar su estrategia de
apoyar con cobertura aérea y comandos a fuerzas insurgentes
iraquíes hasta Bagdad, una estrategia que ya planteó
en 1998 [10].
Sea cual fuere la estrategia intervencionista que adopte finalmente
la Administración Bush, las organizaciones kurdo-iraquíes
UPK y PDK exigen a EEUU un claro compromiso en su estrategia
de cambio de régimen en Iraq antes de aceptar verse involucradas
directamente en la intervención exterior [11].
En esta línea se expresaron su máximos dirigentes,
Talabani y Barzani, durante un encuentro el pasado mes de abril
con altos responsables de la CIA (además del ex general
Wayne A. Downing, entonces todavía coordinador de la Casa
Blanca para la lucha antiterrorista) en la instalación
de formación de paramilitares extranjeros que la Agencia
tiene cerca de Williamsburg, en Virgina, y conocida como "La
Granja" [12]. Durante este encuentro los dirigentes
kurdos habrían expresado sus reservas a involucrarse activamente
en una cambio de régimen en Iraq sin un compromiso claro
y del conjunto de la Administración Bush, incluido su
presidente, lo que motivo el desplazamiento a "La Granja"
de Ryan Crocker, miembro del Departamento de Estado; no hubo,
por el contrario, presencia de responsables del Pentágono.
Suspicaces ante la solicitud de la CIA de instalarse en las ciudades
kurdas de Irbil y Suleimaniyah, ambos dirigentes solicitaron
a la Agencia un mayor compromiso financiero previo [13].
Tras la reunión de Barzani y Talabani con miembros
de la CIA y la Administración Bush en Virginia, el segundo
mantuvo una entrevista en mayo en Teherán con el ayatollah
al-Hakim, a fin de informarle de lo discutido con los estadounidenses
[14]. UPK y PDK pretenden que Washington pierda sus reticencias
ante el CSRII, formación con la que ambas organizaciones
están procurando en estos meses coordinar una posible
ofensiva contra Bagdad. Ello no impide, sin embargo, que ambas
formaciones kurdo-iraquíes mantengan abiertos hasta el
día de hoy sus canales de comunicación con el régimen
iraquí.
Reunión opositora en Kensington
En este contexto debe entenderse la reunión de 70 oficiales
desertores del ejército iraquí en Gran Bretaña
el pasado fin de semana. En los últimos meses, la Administración
Bush está buscando desesperadamente, si no articular una
fuerza opositora iraquí militarmente solvente que, siguiendo
el precedente de la Alianza del Norte en la guerra de Afganistán,
pueda aliviar su implicación militar directa en Iraq,
sí presentar al menos ante la opinión pública
internacional una "alternativa democrática"
interna al actual régimen que pueda -cuando menos parcialmente-
legitimar lo que sin duda habrá de ser la más dramática
intervención neocolonial en Oriente Medio desde hace al
menos 50 años.
Inaugurada en la alcaldía de la localidad británica
de Kensington y trasladada luego a la sede del CNI en Londres,
se ha celebrado durante tres días a partir del sábado
13 de junio una reunión opositora particularmente protagonizada
por unas decenas de desertores del ejército y los servicios
secretos militares iraquíes, de la que daba ya cuenta
anticipada The Guardian del día 4 de julio. En
ella también han participado representantes de las organizaciones
del CNI, incluidas las kurdas. La convocatoria ha sido organizada
por los generales Tawfiq al-Yassiri y Saad Ubeidi, el primero
protagonista de una sublevación militar en la región
de Babilonia al término de la Guerra del Golfo y el segundo
ex Jefe de operaciones psicológicas del ejército
[15]. Por el contrario, al encuentro no ha asistido el
general Nizar Jazraji, quien fuera considerado a comienzos de
este año como el militar designado por EEUU para suceder
a Sadam Husein tras su derrocamiento [16]. Jazraji, que
reside en Dinamarca, fue Jefe de Estado mayor del ejército
iraquí y máximo responsable de sus servicios de
información hasta que en 1995 abandonó legalmente
el país para recibir tratamiento médico en el exterior.
Tampoco ha participado el general Wafiq al-Samarrai, ex jefe
militar de inteligencia y residente en Londres, recientemente
reconciliado con al-Khazraji.
Especial importancia tiene, por el contrario, que a la reunión
opositora haya acudido el príncipe jordano Hasán
[17], una presencia que Iraq ha considerado espacialmente
grave y que pondría en entredicho los desmentidos oficiales
jordanos sobre la implicación de Jordania en la invasión
de Iraq, después de que el diario libanés As-Safir
diera cuenta recientemente del estacionamiento ya en Jordania
de al menos 2.000 soldados estadounidenses, información
asimismo desmentida oficialmente, incluso por el propio monarca
Abdallah [18].
La mayoría de estos ex militares iraquíes se
integran en el denominado Movimiento de Oficiales Libres Iraquíes
(MOLI), dirigido por el ex general Najib al-Salihi y financiado
por la CIA. La reunión vino precedida por la vinculación
formal del MOLI al CNI, vinculación promovida por la UPK
[19].
En relación a esta reunión, The Guardian
anticipaba que "EEUU tiene la esperanza de que algunos
de [estos] antiguos oficiales iraquíes mantengan lazos
con sus camaradas en el interior de Iraq" con vistas a favorecer
un golpe de Estado interno [20]. Si embargo, el encuentro
ha abordado, más que las propias posibilidades de los
reunidos de derrocar a Sadam Husein, las características
del régimen que habría de instaurarse tras su derrocamiento,
en concreto el papel del ejército y el carácter
federal del Estado. Optimistas -como el ex coordinador de la
lucha antiterrorista general Downing- respecto al rápido
desmoronamiento del régimen iraquí, los oficiales
reunidos en Londres han creado un "Consejo Militar"
de 15 miembros, sin presidente pero con un portavoz, el antes
mencionado general de Brigada al-Yassiri, que más que
una estructura operativa pretende prefigurar la institución
castrense del futuro régimen. De hecho, el Consejo Militar
afirma dar la bienvenida a "toda ayuda exterior" que
permita el fin del actual régimen [21].
Notas:
1. FT.COM, 9 de julio de 2002.
2. The Guardian, 7 de julio de 2002.
3. El área de intervención del Comando Central
se sitúa en torno al Mar Rojo y el Océano Índico,
e incluye a 25 Estados. Su mando máximo es el general
Tommy R. Franks, y su cuartel general se encuentra en la base
aérea de MacDill, en Tampa, Florida. Sobre la concentración
de mandos del Comando Central en la región desde finales
de 2001 véase en CSCAweb: EEUU
concentra máximos mandos militares en países del
Golfo, un indicio más de que la Administración
Bush puede atacar Iraq a partir de mayo
4. Véase en CSCAweb: El
presidente Bush ha firmado una orden presidencial autorizando
a la CIA desarrollar un programa encubierto contra Iraq preparatorio
de la invasión del país
5. Véase en CSCAweb: Scott
Ritter: Behind 'Plot' on Hussein, a Secret Agenda
6. Ver nota 4.
7. Véase en CSCAweb: Representantes
de la oposición iraquí se reúnen de nuevo
con la Administración Bush, mientras EEUU y Gran Bretaña
evalúan el empleo de armas nucleares tácticas contra
Estados acusados de pretender construir armas de destrucción
masiva
8. El CSRII participó entre el 7 y 10 de junio en una
reunión en Washington con altos funcionarios del Departamento
de Estado de EEUU a fin de coordinar la ofensiva militar estadounidense
contra Iraq y el cambio de régimen interno en el país.
Veáse en CSCAweb nota anterior. Sin embargo otras dos
organizaciones islamistas iraquíes, el Partido al-Dawa
y la Unión de Fuerzas Islámicas Iraquíes,
han condenado recientemente la participación de las fuerzas
opositaras iraquíes en los planes de EEUU, mientras que
los enfrentamientos entre milicianos de la UPK y otra formación
islamista, Jund al-Islam, en el Kurdistán iraquí
causaban decenas de muertos a comienzos de este mes (Al-Hayat,
1 de julio de 2002). El partido de Talabani acusó a los
islamistas de vínculos con al-Qaeda, una acusación
que Jund al-Islam ha negado.
9. Wall Street Journal, 28 de mayo de 2002.
10. The Guardian, 10 de julio de 2002.
11. The New York Times, 8 de julio de 2002
12. Y no como se había reconocido por fuertes kurdas en
Alemania (The Guardian, 10 de julio de 2002) y recogido
en CSCAweb: La
Administración Bush intensifica los contactos con la oposición
iraquí a fin de preparar la intervención contra
Iraq
13. The Guardian, 10 de julio de 2002.
14. FT.COM, 15 de julio de 2002.
15. The Guardian, 4 de julio de 2002, y The Times,
4 de julio de 2002.
16. Véase en CSCAweb: EEUU
designa a un ex general como 'sucesor' de Sadam Husein, mientras
Bush pide a la CIA y el Pentágono un plan concreto para
el cambio de régimen en Iraq
17. The Observer, 14 de julio de 2002.
18. Citado por Según la cadena de televisión Al-Yazeera,
30 de junio de 2002, y desmentido del rey en la agencia Petra,
15 de julio de 2002.
19. Al-Ittihad, 28 de julio de 2002. El Movimiento de
Oficiales Libres Iraquíes formalizó su vinculación
al CNI junto con el Congreso Nacional Asirio de Sarkon Dadisho.
20. The Guardian, 4 de julio de 2002.
21.The Guardian, 15 de julio de 2002. La creación
de este Consejo Militar había sido anunciada previamente
por el diario árabe editado en Londres Al-Hayat
el 8 de julio de 2002.
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