Así habló la población
de Sinaí Norte
15-17
noviembre 2004
Informe de una investigación de campo realizada por: Laila
Sueif y Aida Seif al Dawla (Asociación Egipcia
Contra la Tortura); Ahmed Seif al Islam Hamad (Centro
Jurídico Hisham Mubarak) y Magda Adly (Centro al
Nadim para el Tratamiento y Rehabilitación de las Víctimas
de la Violencia)
Testimonios
de las víctimas a manos del cuerpo de Inteligencia de
la Seguridad del Estado (ISE) en las ciudades de Al Arish y Al
Sheij Zuaid
Presentamos este informe sin
introducción o comentario previo. Las palabras de las
víctimas bastan.
Nota importante:
La
noche del 23 de noviembre según preparábamos este
documento para su versión definitiva, recibimos la confirmación
de que uno de los jóvenes a los que habíamos entrevistado
había sido arrestado por la ISE, que lo retuvo durante
dos días con una venda en los ojos, sometiéndole
a brutales formas de tortura... en estos momentos se encuentra
postrado en un hospital, sufriendo parálisis en la mitad
derecha del cuerpo, pérdida de visión e incapacidad
de hablar.
El Cairo, 24 de noviembre
de 2004.
Día
1, 15 de noviembre de 2004.
Al Arish
Es el segundo día de
la fiesta (1)... pero las calles de Al Arish están vacías;
no hay mujeres, ni niños corriendo por la calle, ni rastro
alguno de celebración; ningún signo de vida normal.
140 mujeres han sido arrestadas.
Según las estimaciones oficiales en palabras de la persona
responsable de la seguridad en Sinaí Norte y Sinaí
Sur, el número de detenidos, sin contar los arrestados
asciende a 2500. Ésta fue la cifra que ofreció
a los líderes de las tribus, a los miembros de ayuntamientos
y del parlamento. 320 de los arrestados fueron liberados en la
víspera de la fiesta, y la mayoría de sus nombres
fueron publicados en el documento publicado por los comités
populares de derechos civiles de Sinaí Norte. A todos
los liberados se les amenazó para que no establecieran
contacto con asociaciones de derechos humanos.
A las mujeres se les arranca
el velo caundo caminan por la calle; no se atreven a salir solas.
Los hombres han afeitado sus barbas por temor a ser considerados
sospechosos. Las historias sobre torturas son variadas: suspensión
del cuerpo desde los pies y las manos atadas a la espalda, descargas
eléctricas con pinzas en los pies, un bastón bifurcado
que parece un atizador con tres reguladores y que aplicado en
areas sensibles del cuerpo hace que la piel se derrita y la carne
se queme; no se ha escapado nadie. Incluso detuvieron a minusválidos
psíquicos.
A los detenidos se les hacían
preguntas: ¿Te gusta América? ¿Te gusta
Israel? ¿Qué piensas de lo de Taba? ¿Dónde
rezas? ¿A quien conoces? ¿Qué opinas de
Amr Jaled y del Seij Kishk (predicadores islámicos)?
Los liberados dijeron que algunos
de los oficiales que presenciaban los interrogatorios tenían
rostros sonrosados, la cabeza afeitada, llevaban gafas de sol
y no emitieron una sóla palabra. Asaltaron las mezquitas,
colocaron bolsas de papel en las cabezas de la personas presentes
y se las llevaron en camiones.
Primera
visita
Uno de los liberados, empleado
de inmobiliaria:
" Estaba durmiendo.
Eran las 6 de la mañana y desperté con la policía
sobre mí. La casa estaba llena de soldados y oficiales.
Ví a mi sobrino con ellos, esposado. Les pregunté
qué pasaba. Dijeron que habían venido a buscar
al otro sobrino y preguntaron dónde estaba. Yo no lo sabía.
"Vamos a registrar la casa". Adelante, dije yo. Registraron
todo y se llevaron una caja con todos mis documentos, documentos
que daban fe de las propiedades de mi familia desde generaciones
atrás. Se quedaron con mi cartilla militar y mi carnet
de conducir. No me preguntaron nada, salvo : ¿Donde está
tu hermano?, ¿Dónde está tu cuñada?
¿Dónde está tu sobrino?.
Me llevaron a la oficina
de la ISE en Al Arish. Insultaron a mi madre, me llamaron hijo
de puta. Yo les grité en la cara que el el zapato de mi
madre tenía mas honor que el de todos ellos juntos. Me
golpearon 10 veces en la cabeza con una barra. Me encontré
con unas 200 o 300 personas, hombres que gritaban, mujeres jóvenes.
Parecía una película de horror. Ni siquiera en
el cine puedes ver algo parecido. Vi a una mujer dando el pecho
a su hijo. Caí en un estado de fuerte nerviosismo. Continué
insultándoles y gritando. Uno de los oficiales dijo: éste
no debería estar aquí, es demasiado violento. Diez
minutos después me llevaban a El Cairo. Yo no sabía
nada. Pensé que me estaban llevando a casa. Pero nos llevaron
a la Prisión de Tura. Había conmigo unos 125 jóvenes,
en seis enormes camiones de policía.
Nadie nos habló en
20 días. Nos vendaron los ojos. "¿Cual es
tu nombre?". "Mi nombre es tal". Le dije que fuimos
los únicos que luchamos en Sinaí; mi padre fue
condecorado con la estrella de Sinaí, que trabajamos en
la compraventa de propiedades. Me preguntaron si conocía
a Seij H. Les dije que era mi sobrino. Me preguntaron por otro
nombre. Les dije que tambien era sobrino mío. Mi sobrino
es una persona humilde. Cree en Dios y es religioso. Me preguntaron
por alguien llamado Eyad y por un tal Hamid. Siguieron preguntándome
por muchos nombres de personas a las que no conocía. Los
presos nos dijeron que la gente estaba montando mucho ruido por
nuestra detención y que nos liberarían pronto.
En las estancias de la ISE
los gritos y aullidos eran constantes... mujeres y hombres...
me insultaron y yo los insulté... sólo fueron diez
minutos pero se trató de un auténtico infierno...
Vi marcas de tortura en varias personas... vi con mis propios
ojos a hombres cuyos pezones se habían fundido.... les
habían dado descargas eléctricas allí y
en otras partes del cuerpo. Nunca vi nada semejante en mi vida,
ni en mis peores pesadillas. Los gritos llegaban de todas partes;
de izquierda, derecha, desde atrás y todo ello sólo
en 10 minutos.
Soy un luchador. No me importa si tuve que luchar. Pero si voy
a vivir, lo haré con dignidad.
Nos llevaron a Tura. Los
que venían detrás nuestro fueron destinados a Damanhour
(una ciudad del delta del Nilo). Pregunte qué estaba pasando
y porqué estábamos allí. Durante 20 días
nuestras celdas permanecieron cerradas hasta que comenzaron a
interrogarnos. Los interrogatorios comenzaban a las 10 de la
mañana y continuaban hasta el amanecer. Nos cogían
de uno en uno y nos hacían pasar sucesivamente por la
sala de interrogatorios. Por la noche solían llevarnos
a unos pocos al Lazoughli (oficina central de la ISE en el centro
de El Cairo). A algunos se los llevaban conjuntamente con sus
hermanos y primos. Los golpearon casi hasta la muerte. Después
los envolvían en sábanas y los metían en
los compartimentos de equipaje de los autobuses que les devolvían
a la prisión de Tura. En el Lazoughli incluso nos tomaron
muestras de sangre. Todo el mundo que fue al Lazoughli regresó
excepto el Seij. Allí electrocutaban a la gente. Su piel
se derretía. Solían atar a la gente por sus manos
esposadas a la espalda y ataban a sus pies una tubería
de gas para que su peso fuera mayor. O directamente tiraban con
una cuerda de sus pies para que el dolor fuera mayor. Las 120
personas que llegaron a El Cairo conmigo fueron brutalmente torturadas
antes de llegar a la prisión de Tura. En Tura llamaron
a un doctor que nos dió algunas medicinas.
En nuestro viaje a El Cairo
había quince mujeres con nosotros. Probablemente se las
llevaron a una prisión de mujeres. Eran familiares del
Seij Flefel (acusado de los atentados de Taba). Se llevaron a
toda la aldea: hombres, mujeres y niños (cinco niños
en total).
La mujer de mi sobrino se
ofreció a ser arrestada a cambio de que liberaran a su
hermano menor, al que retenían. Se lo habían llevado
para conseguir que se entregara el hermano mayor de ambnos. Los
retuvieron a los dos durante cinco días. Siete miembros
de su familia fueron arrestados, entre ellos otra mujer."
La madre (una mujer mayor).
"Llegaron al amanecer.
Portaban rifles y pistolas. Registraron la casa y nuestros armarios.
Nos preguntaron por M. y su mujer. Les dijimos que no sabíamos
nada de ellos desde el final de Ramadán, que lo celebramos
juntos. Se llevaron al menor de la casa como rehén hasta
que M. se entregara. También se llevaron a su hermano
pequeño. La gente estaba asustada. La chica fue a entregarse
a cambio de que soltaran a su hermanito. Los retuvieron a ambos
durante 5 días y luego los soltaron. Ella estaba embarazada
de tres o cuatro meses. Cuando la soltarón, abortó.
Un pequeño pedazo de carne de cuatro meses de edad. Los
niños gritaban y las mujeres estaban aterrorizadas. Incluso
los hombres se afeitaron la barba. De otro modo, los efectivos
de la ISE se las arrancaban, sus manos llenas de vello y sangre.
¿Qué puedo decir? Que Dios no asista, es nuestro
único socorro."
Segunda
visita
Nos dividimos en 2 grupos,
uno se entrevistó con las mujeres y el otro con los hombres,
cada uno en un piso diferente de una casa particular.
Las mujeres estaban en el primer piso, unas diez. La mayoría
de ellas casadas con los hermanos de la casa. Sólo dos
de los hermanos no estaban en prisión. Otros tres fueron
arrestados. El primero tenía cinco hijos, el segundo cuatro
y el tercero dos, de los cuales uno era una niña de siete
días. Diez mujeres y un montón de niños
pululando alrededor. Tres de las mujeres tenían a sus
maridos secuestrados por la ISE. Se rumoreaba que uno de ellos
había muerto bajo tortura. Aún no habían
visto a sus maridos, ni sabían dónde se encontraban.
"Le llamaron para
decirle que habían robado en su taller, y que había
soldados guardándolo y que debía ir para allá.
Fue y le detuvieron. Aún no sabemos donde se encuentra.
Luego la ISE se presentó en casa. Despertaron a los niños,
que estaban aterrorizados. Había como diez camiones en
la calle y dos minibuses. Rompieron las puertas y entraron con
sus ametralladoras. Vestían de negro y sus rostros estaban
cubiertos con pasamontañas negros también; sólo
mostraban sus ojos. Nos apuntaron con sus ametralladoras"
"Estaba en mi habitación
y escuché el ruido; me estaba cubriendo la cabeza antes
de salir a comprobar lo que ocurría. Me encontré
con que alguien estaba intentando entrar. Empuje la puerta mientras
me intentaba terminar de vestir... y la puerta fue pateada tan
bruscamente que saltó en pedazos, golpeándome en
el ojo. La mitad de mi rostro se puso azulada (mientras habla comprobamos marcas moradas
en la mitad izquierda de su cara). Pero no he ido al doctor,
tengo miedo...todas tenemos miedo de salir a la calle, ya que
ellos están en la calle humillando y maltratando a las
personas."
"Rompieron la puerta
y entraron. No respetan la privacidad del hogar ni de las mujeres.
Cogieron a los dos hombres, les ataron las manos a la espalda
mientras los mantenían en el suelo boca abjo. Luego se
los llevaron. Me quede arrastrádome por el suelo aterrorizada.
Uno de ellos me apuntó con su arma a la abeza y me gritaba
que no hiciera ruido."
"Los niños chillaban
asustados. Hasta hoy se niegan a quedarse en el piso".
"Había un gran
número de vehículos en la calle enfrente de casa,
y en cada coche había un oficial de rango y un escuadrón."
"Durante veinte años
vivimos bajo la ocupación judía. Nadie nos había
tratado así"
En el segundo piso se encontraban
los hombres. Nos reunimos con un anciano y con su hijo mayor.
El hijo:
" Escuche un ruido
muy fuerte. Rompieron la puerta y de repente todo estaba lleno
de ametralladoras, rayos láser y gente enmascarada vestida
por completo de negro. Mi mujer gritaba: ¿han vuelto los
israelíes?. Y ellos gritaron: ¡somos el Gobierno,
baja la cabeza! Y me golpearon en la cara. Me preguntaron donde
estaba M. Se llevaron a M. y se marcharon. Al día siguiente
alguien llamó a mi segundo hermano y le dijeron que alguien
había forzado la puerta de su taller y que le habían
robado. Mi hermano marchó y ya no le hemos vuelto a ver.
Mas tarde nos enteramos de que la policía había
roto la puerta del taller para registrarlo. Hasta el momento
el taller está protegido por soldados."
A esto el padre añade:
"Durante el tiempo
de la Ocupación escondí a siete soldados y dos
oficiales en mi casa. Estuvieron ocultos durante 20 días
y les ayudé a escapar. Hoy todavía me siguen llamando
para ver que tal me van las cosas... ¿por qué debemos
aguantar todo esto por parte del gobierno? La Ocupación
no nos hizo lo que ellos nos han hecho...¿qué está
pasando?".
Tercera
visita.
Uno de los liberados:
"El 7 de noviembre
preguntaron por mí en casa, y yo no estaba allí
entonces; así que se llevaron a mi hermano. A la mañana
siguiente fui a ellos y les dije que venía a entregarme
a cambio de mi hermano. Me arrestaron, pero hasta hoy no han
liberado a mi hermano. Comenzaban los interrogatorios a las 9
de la mañana, y también la tortura. Íbamos
escaleras arriba... golpes, agresiones verbales y humillación:
"¿No vas a hablar?", "¿A quien conoces?".
Me preguntaron muchas cosas; acerca de mi hermano.... pero ellos
tenían a mi hermano, así que ¿cómo
iba a saber yo donde estaba?. "¿No vas a hablar?...¡cogedle!"
Nos vendaron los ojos. Me desnudaron por completo y ataron mis
manos a la espalda, tambien me ataron los pies, y me dejaban
colgado del techo. Me subían a una mesa atado así,
después apartaban la mesa de una patada y estiraban de
las cuerda de mis pies... durante unas seis horas. Me colgaron
y electrocutaron. Mientras pendía de aquella forma, me
pusieron pinzas en los pies y las conectaron a una fuente de
electricidad. Yo estaba atado, mi cuerpo se sacudía y
yo no podía hacer nada. Al cabo de un rato ya no sentía
las descargas. El dolor de estar colgado así no dejaba
de crecer. Los brazos me dolían muchísimo. Mi cuerpo
se balanceaba de izquierda a derecha con las descargas mientras
colgaba del techo. Luego me arrojaron al suelo. El suelo estaba
húmedo y electrificado. Me volvieron a colgar. Durante
todo el tiempo me golpeaban en las piernas y el estómago.
Todavía se pueden ver las marcas de la tortura en mi espalda
y muñecas, como si las hubieran quemado (inspeccionamos las muñecas:
la piel presentaba una franja de 4-5 cms de ancho de aspecto
congestionado y agrietado en ambas). Me preguntaban por unos
nombres. Conmigo estaban también unos 40 hombres. A 15
de ellos los liberaron conmigo. Sólo aquellos a los que
habían tomado arbitrariamente no fueron torturados: les
dieron un poco de electricidad y algunos golpes y nada más.
Pero a algunos de nosotros nos torturaban 3 o 4 veces en cada
interrogatorio y a veces durante horas. A Hani Abu Shteta le
arrancaron las uñas y le rompieron una pierna. Cuando
preguntamos por él nos dijeron que se lo habían
llevado al hospital de Al Arish. Pero nadie allí nos quiere
contar nada. La gente está aterrorizada. Como puedes ver,
yo sólo no puedo hacer nada mas ...nada".
El hermano al que se llevaron
detenido:
"Me secuestraron la
mañana del viernes. Me preguntaron dónde estaba
mi hermano y con quién se veía. Me dijeron "Mejor
será que cuentes la verdad o acabaremos contigo".
En la noche yo escuchaba gritar a la gente. Desde las nueve de
la noche a las cuatro de la mañana. Me mantuvieron allí
durante dos días. Mi hermano sigue allí y no sabemos
nada de el ".
El cuarto hermano:
"Me asaltaron el domingo por la noche y permanecí
en aquel lugar durante dos días. Me vendaron los ojos.
Me desnudaron por completo y me colgaron de lo alto de la puerta.
"¿A quien has contactado? ¿Con quien sueles
hablar?¿Vas a decirnos algo o te dejamos así colgado
hasta mañana?" Me dieron descargas en los dedos de
los pies. Me sacudían tan fuerte que el borde de la puerta
me hirió en la espalda y las nalgas. (Inspeccionamos
la herida). Les pregunte que qué querían que
confesara para hacerlo, fuera lo que fuera. Un hombre que fue
encerrado conmigo estaba enfermo y vomitaba sangre. No trajeron
ningún médico. Éramos unos 300 y sólo
había 3 baños. Comimos judías y un pedazo
de queso para romper el ayuno, y por así decirlo, resultó
que también fue para comer nuestro único habituallamiento.
Partíamos un pepino en cuatro pedazos para cada uno. A
las mujeres se las retuvo en la mezquita. Se las golpeó
con porras en las plantas de los pies descalzos. No puedo controlar
mis manos ahora. Ni siquiera puedo sostener una taza de te.
La Madre (unos 70 años)
"Mi hijo era el que
se encargaba de su padre inválido. El que le bañaba
y daba de comer. Ahora no está. Los otros ya no pueden
usar sus manos y no queda nadie mas conmigo. Dios me ayude en
la necesidad. Era el único que se encargaba del padre.
Su padre es paralítico y no puede controlar la orina.
Solía bañarle cada vez que él mismo se aseaba.
Yo soy vieja y no puedo hacerlo... ¿que voy a hacer?.
Sus hermanos volvieron de la prisión con las manos inutilizadas.
¿Quien nos cuidará ahora? ¿Quien trabajará
para cubrir nuestras necesidades? Esto es Haram (censurado por
Dios). ¡Que dejen volver a mi chico!
Uno de nosotros fue a saludar
al padre, de unos 80 años, paralítico y con carencias
de audición. En su habitación, un pequeño
biombo oculta el baño.
Cuarta visita
La cuarta visita fue a una
familia cuyos hombres habían sido arrestados casi al completo
por la ISE, dejando libres tan solo al anciano padre y a dos
hijos.El resto permanecen detenidos.
Uno de los dos hermanos:
" Se llevaron a cinco
de nosotros. El primero fue el que era alumno de secundaria.
Se lo llevaron diez días antes de Ramadán y todavía
no lo han soltado. Del segundo me han dicho que fue brutalmente
torturado y otros me han dicho que está en el hospital.
Dicen que le arrancaron las uñas y le partieron una pierna.
Estaba a punto de viajar al Golfo pero la ISE le pidió
que no lo hiciera : "guías a la gente en la oración
y si te marchas no sabemos quien te reemplazará; la gente
está acostumbrada a ti, así que no viajes".
No lo hizo. Poco después lo arrestaron en la propia mezquita
y con el se llevaron a todos los que le acompañaban en
la oración."
" El decimoquinto día
de Ramadán se llevaron a nuestro hermano mayor. Rompieron
la puerta de la casa con sus ametralladoras y le detuvieron dentro.
Se lo trajeron a la casa de mi tía. Ella preguntó
"Quien va?" Y mi hermano le contestó, así
que ella abrió, encontrándose con todos aquellos
hombres armados; uno de ellos le puso una pistola en la cabeza.
Ella se desmayó. Cogieron a su hijo pequeño y le
preguntaron sobre mi hermano. Luego fueron a casa de mi tío,
rompieron la puerta y al no habre nadie dejaron allí algunos
soldados para controlar la casa. Cuando mi tío regresó
se encontró con sus cañones apuntándole.
Le esposaron y se lo llevaron. A todos los vecinos que llamaban
a nuestra puerta los metían dentro de casa y allí
los retuvieron hasta el día siguiente. Desde las seis
de la mañana hasta las dos de la tarde del día
siguiente. Cogieron a mis primas y a las mujeres de mis dos
hermanos. Arrestaron a uno de ellos, lo golpearon, lo ataron
y se lo llevaron. Ese mismo día se acercaron algunos familiares.
Fueron humillados y agredidos. Se llevaron a dos de ellos, de
19 y 23 años, porque mi hermano en otra ocasión
había roto su ayuno en su casa. Se llevaron a mis dos
primos paternos. Mi hermano se ofreció el mismo a ser
arrestado cuando vió que se llevaban a mi madre secuestrada.
Se llevaron incluso a quienes le habían dado la mano.
Un hombre fue arrestado con él. Cuando éste fue
liberado me dijo que había podido ver a mi hermano; que
lo habían torturado durante 5 horas seguidas y que cuando
lo devolvieron a la celda estaba totalmente desnudo y se arrastraba
a duras penas sobre sus manos y piernas. La ISE permaneció
durante 3 días en nuestra casa. Comían, bebían
y dormían en nuestra casa para poder arrestar a todo
aquel que se acercara. Nosotros tenemos caballos y ovejas, y
los vecinos tuvieron que encargarse de ellos para que no murieran
de hambre. La ISE nos preguntó sobre el paradero del ganado
y se volvieron locos al no encontrarlo, y acosaron a los vecinos."
" Yo estaba fuera,
y cuando volví me dijeron que Ashraf Bey (2) quería
hablar conmigo tras la comida del anochecer. Me dije que porqué
esperar y me dirigí allá. Me ataron una venda en
los ojos, me quitaron mis babuchas y comenzaron a hacerme preguntas:
¿qué sabia yo de mis hermanos?. Me pegaban durante
el interrogatorio y me insultaban. Me preguntaban que dónde
estaba mi madre escondida. Durante todo el tiempo escuchaba otras
voces de gente gritando y llorando. Mi hermano menor, de 17
años, ha estado 45 días en la prisión de
Tura y ni siquiera preguntaban por él cuando se presentaron
en casa. Se lo llevaron aunque mi hermano se entregó voluntariamente,
para que no se llevaran a mi madre; todavía no lo han
liberado. Dicen que otro de mis hermanos está todavía
en el cuartel de la ISE. El otro está en el Lazoughli.
El más joven permaneción en la ISE durante 10 días
y después se lo llevaron a la prisión de Tura.
El otro permaneció en la ISE una semana y después
se lo llevaron al Lazoughli."
"La gente vive aterrorizada.
Normalmente en fiestas estas calles están abarrotadas
de gente, mujeres y niños, incluso en días ordinarios;
pero como podeis comprobar, no se ve a nadie. Los familiares
se temen los unos a los otros y nadie se atreve a abrir la puerta.
Sólo quedan mujeres en las casas, e incluso éstas
son arrestadas... Les quitan el velo de un tirón a las
mujeres jóvenes que salen a la calle. Si alguna protesta,
se la llevan. Terror. Dicen que después de las fiestas
continuarán los arrestos"
La madre:
" La primera vez que
llegaron se llevaron a Hossam, de 16 años, estudiante
de bachillerato. Eso fue nueve días después del
Ramadán. Fue en el momento de la oración del anochecer.
Me preguntaron si había alguien más en la casa.
Se lo llevaron y desaparecieron... El décimo día
de Ramadán se llevaron a los otros cuatro.
También querían llevarse a la niña (12 años
de edad) y esta huyó de la casa al campo. Todos en Al
Arish abandonaron sus hogares durante 13 días. El gobierno
permaneció al menos durante 3 días en mi casa antes
de que yo la abandonara. Cinco hombres de la Seguridad. Cada
vez que venía un visitante mandaban a mi hija a abrir
la puerta, y depués detenían a los recién
llegados o simplemente les interrogaban. La gente temía
visitarnos....Cogieron a la mujer de Hamada, que estaba preñada
y se la llevaron a dar una vuelta en coche por las casas de los
amigos de su marido. Sangró tras la excursión.
Le dieron descargas eléctricas en los pies a la mujer
de Ismael. Cuando la niña fue a preguntar por su hermano
le dijeron que se largara o que la iban a sacar toda la mierda
de dentro del cuerpo. Insultaron a Samar usando un lenguaje
realmente sucio. La llamaron hija de puta. Le arrancaron el velo
a la mujer de Ismael. Cuando arrestaron a la mujer de Hamada
había también otras 45 mujeres amontonadas. Cuando
éstas querían ir al servicio tenían que
pasar por delante del lugar donde los hombre gritaban. Ella vio
a su marido Ismael desnudo colgando de una viga."
Una de las hermanas:
" Algunas mujeres beduinas
de la tribu de Seij Al Zuaid fueron torturadas. Había
allí una mujer que había parido tres días
antes. La golpearon hasta sangrar, y se la llevaron al hospital
escoltada por policías.
Acamparon en nuestra casa. Los tejados de alrededor estaban llenos
de policías. Durante la noche pensábamos que iban
a irrumpir de nuevo... vivíamos en el terror. Aquellos
hombres de la ISE eran de El Cairo. No los conocíamos.
Había algunos efectivos de Al Arish. Se llevaron a algunos
vecinos nuestros. Cubrían sus cabezas con pasamontañas
negros y sus ropas eran negras también. Le pusieron una
ametralladora a cada lado de la cabeza a mi cuñada"
Una mujer que estaba de visita:
"Una colega de mi trabajo
llevaba el velo en la cara. Estaba en el mercado. Le dijeron
que se lo quitara y ella se negó. Le dieron un tiro en
el hombro. Le arrancaron el velo a las mujeres y las golpearon
con sus botas. Vi esto con mis propios ojos. Mi lugar de trabajo
está próximo al mercado y ví cómo
les ocurría esto a las mujeres. Le preguntaron a mi hijo
dónde estaba la mujer mas mayor de la casa después
de que ésta la abandonara"
La hija menor:
"Había un joven.
Le registraron y le encontraron un pequeño Corán
en el bolsillo. Le preguntaron qué era aquello. El respondió
que era la palabra de Dios. Le insultaron y el les pidió
que no lo hicieran por estar en Ramadán; entonces le golpearon.
Le arrestaron. Se llevaron a su hermano y su cuñada. Otro
mas fue detenido. Le soltaron y dos semanas mas tarde lo volvieron
a arrestar".
Día
2, 16 de noviembre de 2004
Ciudad de
Seij Al Zuaid
Una familia:
"Primero se llevaron
a uno. Luego, cada vez que un hermano volvía a casa lo
arrestaban, hasta que se llevaron a los cuatro. Los torturaron
por ser electricistas de automocíon. Les preguntaban cómo
se fabricaban los controles remotos. Luego descubrieron que el
coche bomba (de Taba) explotó a través de un mecanismo
de relojería (un temporizador de lavadora), así
que redujeron la intensidad de las torturas"
Conductor de taxi:
" El sábado,
octavo día de Ramadán, vinieron durante la oración
del anochecer y me arrestaron. El oficial Ahmed Abdel Fattah
y Akram Bey, jefe de la ISE en Rafah. Tenían un par de
vehículos enormes. Nos llevaron junto con otros muchos
a la oficina de la ISE en Al Arish. Pasé 22 días
allá. Mi primo se encontraba en el mismo coche que yo.
Había alguien a quien estaban buscando. Al no encontrarlo
se llevaron al padre. Le preguntaron por su mujer, que estaba
con su familia en Al Arish. Fueron allí y se la llevaron
junto con dos de sus hermanos. El se entregó a cambio
de la mujer. Había 200 mujeres; las liberaron un día
antes de que me soltaran. Me dolía el cuerpo y no podía
ver con claridad. Nos amontonaron unos sobre otros al final de
un pasillo. Nos mantuvieron en cuclillas en todo momento. Éramos
unos 40. Las mujeres estaban también en el mismo pasillo
al principio. Permanecieron allí durante una semana o
diez días hasta que se las llevaron a la mezquita. La
mayoría tenían hijos junto a ellas, desde recién
nacidos hasta los que alcanzaban 6 años de edad. Yo escuchaba
a gente gritar durante toda la noche. La ISE les preguntaba dónde
solían ir a rezar, a quien conocían de los Hermanos
Musulmanes, si su mujer llevaba velo... Escuchábamos los
gritos; los torturaban colgándoles y electrocutándoles.
La gente volvía desnuda y sin fuerzas para moverse debido
al largo tiempo suspendida en el vacío. Les vestíamos
y dábamos de comer. Uno de ellos recibió descargas
al mismo tiempo que era colgado de una viga. Otro anciano al
ser liberado le dejaron una esposa de dedo metálica en
un dedo del pie, y tuvimos que quitárselo como pudimos.
Escuché que también habían dado descargas
electrícas a algunas mujeres. Todavía queda mucha
gente retenida allí. No hay trabajo en la ciudad. La gente
ve a los lanzacohetes y los tanques y huye. No hay celebraciones.
No tengo viajeros. La gente se esconde en sus casas. El otro
día salí y me encontré con un amigo, le
quise estrechar la mano y me pidió por favor que no lo
hiciera, que tenía hijos y que quería criarlos.
Nadie vino a visitarnos en la celebración. Vivimos aterrados
".
Ciudadano 1:
" Mi primo es profesor en la escuela de comercio. Un
buen hombre. Todavía está encarcelado. No estaba
metido en nada... y se lo llevaron conmigo. Yo estuve con los
ojos vendados durante una semana. No retiraron la venda excepto
durante las comidas en el momento de romper el ayuno al anochecer
y en los momentos en los que íbamos al baño. En
los últimos tres días me pusieron en un cuarto
de los soldados. Unos doce metros cuadrados, donde nos hacinábamos
50 personas. Mi primo es miembro del partido democrático
que gobierna y miembro del ayuntamiento , profesor y padre de
siete hijas y un hijo. Se lo llevaron a la prisión de
Damanhour... hemos oído que allí no torturan tanto
como aquí."
Ciudadano 2:
"En la víspera
de la fiesta se llevaron a 10 personas y las retuvieron a orillas
del mar. Hoy en la plaza de Seij Al Zuaid la gente estaba sentada
frente al mercado y han llegado (la ISE) y los ha detenido durante
5 horas o mas, hasta que han decidido quienes eran liberados
y quienes permanecían detenidos. Todos los teléfonos
móviles fueron intervenidos. Un hombre fue detenido en
cuanto comenzó a usar un móvil que le vendió
alguien a quien buscaban. Todos los días asaltan hogares
y detienen a mujeres y niños. Intervienen los teléfonos.
Puedes recibir una llamada al móvil sin que en la pantalla
se muestre teléfono alguno ni nadie te responda. En una
ocasión aparcaron frente a la mezquita de Tawhid justo
antes de las oraciones del vigésimo primer día
de Ramadán. La parte trasera de sus camiones estaba frente
a la salida de la mezquita. A todo el que entraba se le ordenaba
no decir que se encontraban fuera. Todo el que salía era
arrestado al instante. Un hombre recibió una llamada de
un familiar pidiéndole un dinero, avisándole de
que enviaría a un chico para recogerlo. La ISE entró
en casa, apuntaron a la cabeza de los presentes con sus ametralladoras
y cuando el chico llegó le arrestaron junto con los jóvenes.
Hasta hoy siguen detenidos. X se entregó porque habían
amenazado con encarcelar a su madre y hermanos pequeños.
A su madre le aplicaron descargas eléctricas. Él
mismo las recibió durante cuatro días. Sus primos
sólo fueron liberados cuando llegó el primer día
de la fiesta. A él le golpearon hasta romperle las manos."
Ciudadano 3 :
"Arrestaron a 125 personas
el día décimo de Ramadan en el mercado de Al Gora.
Les pidieron sus carnets de indentidad y se los llevaron. No
sabemos nada de su paradero, sólo uno ha sido liberado.
Le habían pedido que trabajara para ellos como confidente."
Ciudadano 4 :
" En el pueblo de Abu
Shannar, próximo al asentamiento de Yanit en Rafah, la
ISE irrumpió en una casa durante la rotura del ayuno del
15 de Ramadán. Destruyeron a la familia. Se llevaron a
los hombres, a las prisiones de Tura y Damanhour. Uno de los
arrestados trabajaba para la ISE y había realizado importantes
tareas al respecto. También se lo llevaron. Luego estaba
el anciano de 85 años, que sufrió una angina de
pecho en la comisaria. Lo cubrimos con una sábana y llamamos
a los guardias. Se lo llevaron aparte y una hora después
lo trasladaron a un hospital. No se si está vivo o muerto.
Otro detenido había nacido en 1914. Fue literalmente llevado
en brazos a la comisaría. Otro llevaba barba y padecía
del corazón. Su madre advertía de su enfermedad.
Se lo llevaron a la prisión de Tura antes de que yo fuera
liberado. Otro fue torturado casi hasta la muerte y cuando se
le dejó salir no era capaz ni de ponerse la chaqueta.
Arrestaban a los familiares de todo el mundo, Los jefes de los
clanes amedrentaban y presionaban a las familias para que entregaran
a los hijos antes de que fuera arrestada y torturada la familia
al completo. Uno de ellos entregó a sus dos hijos para
que no se llevaran a las mujeres. Los taxistas y conductores
enfrentan un desastre ahora. No tienen trabajo. No pueden pagar
los plazos de los coches, no hay nadie en la calle, todo el mundo
está asustado y al anochecer cierran puertas y ventanas
y no abren a nadie. También los conductores profesionales
están asustados. Sólo entre aquí y Al Qantara
hay unos 10 puntos de control. La distancia normalmente se recorre
en dos horas; ahora se tarda cuatro y se humilla all conductor
y sus pasajeros. Les piden su carnet de identidad... todo el
mundo aquí ha sido humillado.
Ciudadano 5:
"Aquí la gente
suele salir y comprar ropas nuevas y todo lo que necesiten durante
la fiesta de los dos últimos días de Ramadán;
toda la gente que salió a la calle para comprarle algo
a sus hijos ha sido arrestada. Algunas tiendas solían
ganar unas 100.000 liras egipcias antes de la fiesta Este año
apenas han llegado a las cien. Visiten la plaza por la mañana.
Encontrarán los tanques con sus ametralladoras y lanzacohetes,
y tras ellos a los camiones donde meten a la gente que pasa por
la calle."
Acontecimientos
tras nuestra visita
La segunda casa.
Después de que la delegación
abandonara la casa, la familia contactó con nuestro abogado
y le contó que la ISE volvió con sus camiones buscando
al hijo que quedaba. El padre entró en cólera y
decidió entregarse el en lugar de su hijo. Pero ellos
insistieron en llevarse al joven quien decidió dejarse
llevar para evitar la posible humillación sobre su madre
y las otras mujeres de la casa. El abogado Ahmed Seif y algunos
miembros de los comités de derechos civiles de Sinaí
Norte llegaban a la casa, pero el convoy ya había partido.
Al día siguiente acudimos
a consolar a la familia y ofrecerle nuestra solidaridad y ayuda.
La casa era un lamento, llena de mujeres que venían a
mostrar sus condolencias y a rogar a Dios para que tomara venganza.
"10 minutos después
de que os marcharais vinieron tres oficiales de la ISE vestidos
de paisano buscando a Ahmed. Le dijimos que ya se habían
llevado a los hombres de la familia, y que nos llevaran a nosotras
también. El oficial mas mayor gritó: no quiero
ningún escándalo. El padre de Ahmed insistió
en ir con ellos, pero se negaron. Querían sólo
a Ahmed. El padre los acompañó de todas formas,
y mas tarde lo devolvieron asegurándole que al hijo sólo
le harían un par de preguntas y que lo lo liberarían
al momento. Todavía no lo han soltado.
Durante los días de la Ocupación Israelí
solíamos esconder a soldados egipcios; los vestíamos
como mujeres para que pudieran escapar. Ayudamos mucho al ejército.
¿Es así como nos lo agradece? Si los israelís
nos hubieran descubierto nos habrían matado . Arriesgamos
nuestras vidas por este país y es así como nos
recompensan. Una humillación como nunca he visto"
La cuarta casa
Tras nuestra visita, la ISE
mandó buscar al mayor de los dos hijos restantes. Le pidieron
que viniera a hablar con el Pachá (3). Se negó.
Fuimos a encontrarnos con este joven poco después de dejar
Al Arish. Le preguntamos si se iba a esconder.
" No me voy a ocultar.
Me quedaré en casa con mi madre y mis hermanas. Que vengan
si quieren. Ya me han buscado antes y he ido a verles. No se
que mas quieren. Esta vez sé lo que va a ocurrir. No dejaré
la casa salvo muerto. ¿Que tengo que perder? ¿A
quien encomiendo la protección de las mujeres? ¿Y
para qué? ¿Para que las puedan seguir humillando?
Ya no hay nada que perder, La gente tiene miedo los unos de los
otros. No nos han dejado nada. Si uno permanece fiel a sí
mismo no le dejan en paz. Si preguntas a la gente en la calle
qué es lo que quiere, te dirán que sólo
quieren vivir, simplemente vivir ".
Al Arish y Sheij Al Zuaid son
ciudades fantasma. Casi se puede oler el miedo en el aire. Enfrente
de la oficina del partido Tagammu un oficial de policía
aparca su moto. Cada vez que alguien entra o sale del edificio
acude a un teléfono público y hace una llamada.
Los oficiales de policía están amenazando a la
ciudadanía diciéndole que espere a ver lo que va
a ocurrir cuando finalicen las fiestas. "Quemaremos la ciudad
hasta los cimientos. Esta ciudad tiene que enderezarse"
Notas:
(1) Se refiere
a la fiesta musulmana de Eid al-Fitr.
(2) Bey: título nobiliario heredado de la época
otomana. Abolido legalmente desde 1952. Empleado para referirse
a personajes de cierta importancia y posición social,
como jefes de policía.
(3) Pachá: ídem.
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