¿Qué acuerdo
en Nayaf?
CSCAweb
(www.nodo50.org/csca), 27 de agosto de 2004
Nota informativa CSCAweb. Loles Oliván
Más
allá de los cinco puntos del acuerdo que se han hecho
públicos -retirada de las tropas de ocupación estadounidenses
de Nayaf, despliegue de la policía iraquí en la
ciudad, libertad para as-Sader y sus asistentes, abandono de
las armas por parte del ejército de al-Mahdi y compensaciones
económicas para la población- no es difícil
imaginar que se haya pactado igualmente un compromiso en clave
interna shi'í de cuya trascendencia dependerá que
as-Sader pueda seguir gozando de respeto ante los iraquíes
y seguir con ellos el combate por la liberación de Iraq
o quede sumido y relegado en el fraudulento proceso político
que la ocupación ha diseñado para el futuro del
país.
Tras tres semanas en que el
mando estadounidense y los medios de comunicación han
dirigido la atención militar y mediática a Nayaf
por los intensos combates mantenidos entre las fuerzas de ocupación
y los milicianos asociados con el ejército de al-Mahdi
en esa ciudad, as-Sistani, el clérigo shi'í de
Irán asentado en Iraq ha vuelto a intervenir en la ecuación
a tres bandas de as-Sader, EEUU y el tutelado "gobierno
de transición" de Allawi. Si ante la inminencia progresiva
de un asalto definitivo de las fuerzas ocupantes contra el mausoleo
de Ali en Nayaf [1] donde se atrincheraban los combatientes
del ejército al-Mahdi, la milicia de as-Sader, se produjo
la salida del país de as-Sistani, el impasse creado por
la estrategia de asedio y cerco progresivo a la ciudad y a los
combatientes en el recinto sagrado del mausoleo, por un lado,
y la ausencia de una vía de salida para el propio clérigo
que no fuera el ataque al mausoleo y el martirio, con las previsiones
de que ello pudiera generar una mayor explosión popular
en Iraq, por otro, ha dado pie a que tanto los ocupantes como
el propio as-Sader hayan vuelto, una vez más en este año
y medio de ocupación, a utilizar la figura de as-Sistani
como factor de contención.
As-Sistani, regresado "inesperadamente"
de Londres a través de Kuwait, ha sido escoltado por las
fuerzas de ocupación desde la frontera sur de Iraq hasta
Nayaf -aviones de combate británicos custodiaban el convoy
desde el aire mientras efectivos de la policía iraquí
lo hacían por tierra [2]- con el objetivo explícito
y acordado previamente de pactar con as-Sader una salida que
pretende poner fin a la insurrección en Nayaf, desarmar
a los milicianos y dejar el control de la ciudad a las denominadas
"fuerzas iraquíes" sometidas al mando militar
de EEUU. As-Sistani había llamado previamente a sus seguidores
para que se desplazaran desarmados con él hasta Nayaf,
retomando de nuevo la consigna por él lanzada desde enero
de este año de no confrontar la ocupación por la
vía armada. Mientras esta marcha rompía aparentemente
la escalada de los enfrentamientos de las dos últimas
semanas, en Nayaf las fuerzas de ocupación apostadas
y lanzando ataques desde los últimos días a las
puertas del mausoleo de Ali, lugar emblemático de la Sh'ía,
han seguido atacando a los insurgentes hasta la llegada del convoy
de as-Sistani [3]. Igualmente, a la entrada de la ciudad
vieja, la policía iraquí ha cargado contra los
manifestantes que se apostaban en las inmediaciones del mausoleo
matando a 15 personas.
Habiéndose declarado
una tregua de 24 horas por parte de las fuerzas de ocupación
anunciada por el "primer ministro" Allawi, y anunciado
ya que el "gobierno" iraquí "[...] acepta
el pacto As-Sader y as-Sistani" [4] difícilmente
cabe esperar, sin embargo, que las tropas estadounidenses vayan
a retirarse de Nayaf como pretende as-Sader, que la ciudad quede
a cargo de las "fuerzas iraquíes", y menos que
la movilización popular intensificada en las últimas
semanas contra las fuerzas ocupantes y contra el "gobierno"
de Allawi vaya a neutralizarse por más que pueda existir
un arreglo pactado entre las altas jerarquías de la shi'a
iraquí que incluya compensaciones a la población
por los daños sufridos en las tres semanas de asedio.
Más aún, al contrario
de lo que se anuncia tras el "acuerdo de Nayaf", las
derivaciones que pueda tener la demostración de poder
de convocatoria que ha dado este mes de agosto la insurgencia
en Nayaf -miles de iraquíes se han desplazado para apoyar
la insurrección o llevar ayuda humanitaria-, sumado al
mantenimiento de los frentes de la región centro -en
Faluya la resistencia combate la ofensiva a gran escala que las
tropas estadounidenses han vuelto a lanzar en las últimas
48 horas sin que a penas haya trascendido mediáticamente-,
a las acciones imparables en el corazón de la capital
-la "zona verde" ha sido reiteradamente atacada en
las últimas semanas y dos "ministros" del nuevo
"gobierno" han sufrido sendos atentados- a el mantenimiento
de los sabotajes contra los oleoductos bajo control estadounidenses
-ocho ramales que conectan dos grandes campos de crudo del sur
han sido objeto de una acción ayer, 26 de agosto- son
un claro signo de que Iraq sigue estando en pie de guerra contra
la ocupación. No en vano, en lo que va de mes se han producido
58 bajas mortales de soldados estadounidenses en Iraq [5].
¿Qué
estrategia tras el acuerdo de as-Sader?
Más difícil es
prever cuál sea la estrategia que sostiene el último
movimiento del Muqtada as-Sader y a dónde conduce. Si
la lógica militar ejecutada durante estas semanas por
la resistencia en Nayaf ha sido la de hacer frente al cerco estadounidense
librando combates durísimos que se han cobrado más
de 450 vidas, la estrategia política de as-Sader ha sido
mucho menos clara: el clérigo ha basculado entre el llamamiento
a la resistencia armada -como vía para demostrar a EEUU
su implantación social y su fuerza, y contando para ello
con el respaldo no sólo de sus seguidores sino de combatientes
de otras ciudades como Faluya, Basora y Bagdad al llamado de
la resistencia- y la ambigüedad de "cederr" el
control del mausoleo -"entregar las llaves", decía
la prensa-a un as-Sistani que, convertido en dirigente shi'í
en el vacío de poder que ha generado la ocupación,
y por su posición de acomodamiento a los planes estadounidenses,
es un canal directo y abierto a las autoridades extranjeras.
¿As-Sistani
versus as-Sader?
Pero en esencia, quizá
la clave que expresa esta ambigüedad mantenida de as-Sader,
al igual que las piruetas del propio as-Sistani a lo largo de
este año y medio de ocupación, se expresa más
en términos de ajuste interno en el marco del control
y la influencia de los resortes políticos y económicos
del shi'ísmo en Iraq; influencia que la propia ocupación
estadounidense ha abierto intencionadamente a la intervención
de Irán a través de grupos como el Consejo Supremo
de la Revolución Islámica en Iraq (CSRII), al-Dawa
(integrantes del nuevo "gobierno" iraquí) y
del propio as-Sistani, y que pretende servir en primera instancia
como mecanismo de contención de la movilización
armada y popular, sin fisuras, de los sectores shi'íes
del país contra la ocupación.
Irán,
la ocupación y el shi'ismo iraquí
A diferencia de as-Sistani,
cuyo referente doctrinal y político es iraní, as-Sader
se está forjando una imagen que representa un shi'ísmo
propiamente iraquí ajeno a la influencia que pretende
Irán y enmarcado en la defensa de la identidad nacional
iraquí. Su evolución desde que emergiera públicamente
pocos meses después de iniciarse la ocupación como
un dirigente con ascendencia entre las clases más populares
shi'íes de Iraq ha estado marcada por la tensión
entre dejarse atraer por EEUU y asumir una intervención
en el proceso político impuesto por la ocupación,
lo que indefectiblemente le conduciría a situarse a la
sombra de los dirigentes shi'íes colaboracionistas y pro-iraníes,
o la de incorporarse activamente a las filas de la resistencia
popular, asumir un papel referente en la dirección de
la insurgencia [6] y reivindicarse a si mismo como el
depositario d un shi'ísmo propiamente iraquí.
En esta dinámica, es
revelador como el denominado ejército de al-Mahdi, reconocido
como la propia milicia de as-Sader, se ha configurado como un
grupo de nueva creación integrado esencialmente por jóvenes
shi'es de Nasiriya, Kufa, Imara o Basora, así como de
áreas humildes de Bagdad como Ciudad Sadr o al-Shuella,
para defenderse de las facciones militares de otros grupos shi'íes
pro-iraníes como las milicias Badr, del CSRII, o de al-Dawa;
milicias que operan en Iraq con la protección de las fuerzas
de ocupación y que, al igual que los peshmergas
kurdo-iraquíes, han sido ya integradas a las filas de
la recién creada "guardia nacional" y nueva
policía iraquí desde las que combaten a la resistencia
de todo signo [7]. Asimismo, el movimiento de as-Sader
y sus apoyos han ido en aumento principalmente porque muchos
de sus representantes políticos son miembros de tribus
y familias reconocidas en Iraq que han adquirido una posición
de fuerza en la comunidad shi'í del país precisamente
porque se han posicionado por la defensa nacional contra la ocupación
[8] en abierto contraste con los dirigentes de esos nuevos
grupos políticos shi'íes que, favorables a la ocupación,
han llegado a Iraq con las tropas estadounidenses desde un exilio
prolongado en el vecino Irán y defienden intereses espurios
y personales.
Por todo ello, el factor shi'í
en Iraq y el propio papel que el movimiento emergido alrededor
de as-Sader puede desempeñar en la resistencia nacional
tiene unas derivaciones que trascienden el mero sesgo confesional
y fragmentador que la ocupación pretende darle como "mayoría
confesional" ya que representa para muchos la defensa de
un shi'ísmo propiamente iraquí frente a Irán
en el contexto más amplio de la lucha nacional por la
liberación y la independencia.
No es de extrañar por
ello, que las diferentes corrientes políticas que conforman
la resistencia en el interior de Iraq hayan acabado afirmando
y reconociendo el papel del movimiento de as-Sader, especialmente
en este último mes. Tanto es así que ba'asistas,
nacionalistas árabes, comunistas, y dirigentes religiosos
suníes y de tribus de todo el país han dado su
apoyo a as-Sader reforzando las filas de sus combatientes con
combatientes propios y promoviendo incluso el entrenamiento militar
y las técnicas de la insurgencia desarrolladas en otros
puntos como Faluya, Ramadi o Bagdad a los miembros de su milicia
[9].
Está por ver ahora cuál
es la salida que la dirección política de este
movimiento que hace parte de la resistencia nacional iraquí
toma tras el pacto de su máximo dirigente as-Sader con
as-Sistani. Más allá de los cinco puntos del acuerdo
que se han hecho públicos -retirada de las tropas de ocupación
estadounidenses de Nayaf, despliegue de la policía iraquí,
libertad para as-Sader y sus asistentes, abandono de las armas
por parte del ejército d al-Mahdi y compensaciones económicas
para la población [10]- no es difícil imaginar
que se haya pactado igualmente un compromiso en clave interna
shi'í de cuya trascendencia dependerá que as-Sader
pueda seguir gozando de respeto ante los iraquíes y seguir
con ellos el combate por la liberación de Iraq o quede
sumido y relegado en el fraudulento proceso político que
la ocupación ha diseñado para el futuro de Iraq.
Notas de
CSCAweb
1. Véase
en CSCAweb: Diario
de la resistencia iraquí - Agosto de 2004
2. al-Jazeera, 26 de agosto de 2004
3. Associated Press, 26 de agosto de 2004
4. al-Jazeera, 27 de agosto de 2004
5. Iraq Coalition Casualities
6. As-Sader "[...] Juega un papel ambiguo. Por un lado sus
seguidores de las clases empobrecidas ejercen una presión
considerable sobre él para que se una a la resistencia.
Estamos en contacto permanente con muchos dirigentes de su movimiento
que honestamente han prometido cooperar. Por otro lado, existe
una fuerte influencia iraní sobre él que opera
en otra dirección. Hay que tener en cuenta que es un muchacho
de 24 años. En una sociedad donde la antigüedad es
un valor, él parece virtualmente dividido por las diferentes
fuerzas que intentan arrastrarlo. En cualquier caso, nosotros
intentaremos mantener relaciones con él pero no podemos
permitir que esa oscilación de fuerzas hablen en nombre
del frente político [de la resistencia]. [As-Sader] proclama
un día un contra-gobierno y la construcción de
un ejército, y al día siguiente declara que los
estadounidenses son amigos y que la resistencia solo puede utilizar
medios pacíficos" Abdel Yaber al-Kubaisy, dirigente
de la Alianza Patriótica Iraquí en entrevista.
Véase en CSCAweb: Entrevista con
Abdel Yabar al-Kubaysi: "El Frente Político de la
resistencia será proclamado pronto"
7. al-Basrah.net, 26 de agosto de 2004
8. Abdel Jaber al-Kubaisy en entrevista personal, 23 de agosto
de 2004
9. Nayi, Z.: "Combat Training, Courtesy of Fallujah"
10. Associated Press, 27 de agosto de 2004
|