20 de marzo de 2004: Convocatoria internacional
contra la ocupación |
"Esta es una época
en la que la claridad política es un deber"
Declaración
del Consejo Nacional de Árabes Estadounidenses*
CSCAweb
(www.nodo50.org/csca), 20 de febrero de 2004
Consejo Nacional de Árabes Estadounidenses (EEUU),
24 de diciembre de 2004
Traducción para CSCAweb: Loles Oliván
"Estamos
obligados a reconocer la naturaleza multifacética de esta
guerra de expansión permanente. La fragmentación
de las cuestiones por conveniencia política u organizativa
a través de centrar la atención selectivamente
en un solo aspecto de esta guerra es una equivocación
y es peligroso. No solo debilita al emergente movimiento global
por la libertad y la liberación sino que margina las voces
de las muchas víctimas de la guerra"
El Consejo Nacional de Árabes
Estadounidenses (CNAE) se suma al llamamiento de las movilizaciones
populares contra la guerra y por el fin de la ocupación
de Iraq a celebrarse el sábado, 20 de marzo de 2004. Coincidiendo
solo 10 días antes con el aniversario de la fecha histórica
del 30 de marzo de 1976, Día de la Tierra en Palestina,
el llamamiento a la liberación, el derecho al retorno
y la autodeterminación del pueblo palestino deben ser
ese mismo sábado, 20 de marzo una imperativa necesidad
política complementaria sin la cual el fin de las ocupaciones
coloniales no podrá ser realizado en toda su extensión.
La manifestación del
20 de marzo conmemora únicamente el último ataque
contra Iraq de hace un año. El CNAE reconoce que solo
a través de un esfuerzo popular sistemático y organizado
puede lograrse poner fin a la "Guerra permanente".
Igualmente, es de primordial relevancia exponer pedagógicamente
los objetivos estratégicos de EEUU. Corresponde a la capacidad
del pueblo estadounidense formar un frente unido que, anclado
en los principios de la libertad, la liberación y el respeto
a la autodeterminación, se ha convertido inequívocamente
en una prioridad.
Los árabes
estadounidenses y el movimiento contra la guerra
Para la formulación
de la organización y del marco político de este
movimiento unitario, el papel de los árabes y musulmanes
estadounidenses resulta central. Siendo el colectivo que en primer
término está padeciendo los estragos de la guerra
y el racismo en sus múltiples formas, nuestra comunidad
debe de tomar medidas adicionales para afirmar su derecho constitucional
a la libertad de expresión y de reunión, a pesar
de todos los intentos y tácticas de intimidación
dirigidas a abrogar tales derechos. No solo tenemos esa responsabilidad
con nosotros mismos y con nuestros propios hijos, sino que la
Historia nos ha situado ante la tarea de detener el avance de
una nueva forma de McCarthismo y de miedo. Con ese fin y a pesar
de los muchos inconvenientes que se nos imponen, llamamos a todas
las comunidades de todos los sectores nacionales a que asuman
nuestro justo papel en la creación de un futuro mejor
para este país y para el mundo mediante las movilizaciones
masivas contra la guerra y el racismo.
De hecho, el pueblo de EEUU
sin excepción tiene un deber histórico y una responsabilidad
colectiva para:
1. Acabar con el avance del estado de guerra de
un Imperio emergente, particularmente contra el pueblo árabe,
poniendo fin a la ocupación de Iraq y devolviendo las
tropas a casa ya.
2. Acabar con toda forma de apoyo económico,
político y militar al Estado de Israel y, en su lugar,
apoyar los derechos de los palestinos a la liberación,
autodeterminación y el derecho al retorno en toda su extensión.
3. Rechazar la USA Patriotic Act [1],
acabar con la criminalización colectiva e institucional
de los árabes y musulmanes estadounidenses, y garantizar
los derechos constitucionales a todos ellos.
4. Reorientar las partidas presupuestarias hacia
la reconstrucción y las necesidades internas en lugar
de dirigirlas al militarismo y al expansionismo colonial.
Estamos obligados a reconocer
la naturaleza multifacética de esta guerra de expansión
permanente. La fragmentación de las cuestiones por conveniencia
política u organizativa a través de centrar la
atención selectivamente en un solo aspecto de esta guerra
es una equivocación y es peligroso. No solo debilita al
emergente movimiento global por la libertad y la liberación
sino que margina las voces de las muchas víctimas de la
guerra.
Ciertamente, los retos que
tenemos ante nosotros son difíciles y monumentales, pero
la Historia, en particular durante los dos últimos años,
ha demostrado que somos capaces de enfrentarnos a ellos con garantías.
Como se vio en las fechas del
26 de octubre de 2002, del 18 de enero, del 15 y 16 de febrero,
del 15 de marzo, del 12 de abril y, más recientemente,
del 25 de octubre de 2003, somos un pueblo que ha tomado repetidamente
las calles con cientos de miles de personas, millones de costa
a costa que se han posicionado firmemente alrededor del mundo
contra la guerra y a favor de la paz. Hemos rechazado el colonialismo
en favor de la autodeterminación de los pueblos, nos hemos
opuesto la USA Patrioc Act a favor de los derechos constitucionales
y hemos exigido financiación para la educación
y la salud y no para el militarismo.
Rechazar
la 'internacionalización' de la ocupación
Pero igualmente tenemos que
ser claros sobre dónde nos situamos en este movimiento
emergente. Posiciones tales como la "internacionalización
de la ocupación" dan al colonialismo una cobertura
vendible y no deben ser aceptadas como opción viable por
parte de este movimiento popular global. Esta es una época
en la que la claridad política es un deber. No importa
de dónde proceda, la noción de que el pueblo de
Iraq "necesita algún tipo de intervención
occidental" siquiera temporal para asegurar su propia estabilidad
es abiertamente racista y constituye una amenaza real para la
civilización. La autodeterminación debe excluir
claramente la regresión a cualquier forma moderna
de la época de los Mandatos [coloniales] de la Liga de
la Sociedad de Naciones. Ese es el consenso popular internacional
y debe serlo también para el movimiento y la opinión
popular de EEUU.
El fin de la actual ocupación
extranjera de Iraq y el fin de la destrucción y el exilio
acumulado por el pueblo palestino son las dos caras inseparables
de una misma tarea que requiere transformar nuestra visión
del mundo y de nosotros mismos como mosaico que somos de un pueblo
variable. Tenemos que conseguir formular una visión estratégica
[que nos sirva tanto] para ser socios en una comunidad de naciones
[como] para la construcción de nuestros barrios y nuestras
escuelas locales.
No podemos seguir por el camino
perpetuo de la confrontación entre [la política]
interior y la exterior y la dominación
Todos a la calle el 20 de
marzo
Nota de
CSCAweb:
1. Sobre la
denomindada "Acta Patriótica de EEUU" véase
en CSCAweb: Guerra
y represión: la 'USA-Patriot Act' recorta los derechos
civiles y ataca las libertades fundamentales en EEUU bajo el
pretexto de garantizar la "seguridad nacional"
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