Diez razones para oponerse a la militarización
de la ayuda humanitaria y de la reconstrucción en Iraq
Yifat Susskind*
16 de mayo de 2003. MADRE, mayo de 2003
Traducción: Loles Oliván, CSCAweb (www.nodo50.org/csca)
"Como resultado que
es de una invasión ilegal lanzada sin autorización
del Consejo de Seguridad de NNUU, la ocupación estadounidense
de Iraq es, igualmente, ilegal. Por ello, no se debe permitir
que EEUU reclame ningún poder para determinar un arreglo
económico, político o social en Iraq."
"Os repartiremos los alimentos
y las medicinas que necesitéis. Echaremos abajo el aparato
de terror y os ayudaremos a construir un nuevo Iraq próspero
y libre".
(George W. Bush, discurso
televisado, 17 de marzo de 2003)
Ahora que la invasión ilegal de Bush de Iraq ha abierto
la vía a la ocupación ilegal, ¿cómo
debemos entender sus promesas al pueblo iraquí? EEUU insiste
en ejercer el control militar directo [del país] por medio
de la administración de la ayuda humanitaria y la reconstrucción
en Iraq. Creemos que esos procesos deben llevarse a cabo por
agencias de Naciones Unidas (NNUU) independientes. He aquí
diez razones para ello:
1. Cuando la ayuda está ligada
a la fuerza militar, los alimentos y el agua se convierten en
armas
Todo el mundo tiene incondicionalmente derecho a la comida,
al agua y a los medicamentos. Satisfacer las necesidades básicas
humanas no debe ser explotado como un medio para [alcanzar] un
fin político. Influir en el control de los recursos que
los pueblos requieren para sobrevivir otorga poder al militarismo
coercitivo para exigir fidelidad y cooperación a la gente.
2. La militarización de la
ayuda contradice los principios básicos de la asistencia
humanitaria: imparcialidad y neutralidad [1]
Por ello, las organizaciones de ayuda como Oxfam han rechazado
trabajar bajo el control del ejército de EEUU. Las agencias
de ayuda temen que sus equipos -en Iraq y en cualquier otro lugar-
pudieran ponerse en peligro por quedar asociadas a la invasión
de EEUU.
Las tropas invasoras difícilmente son neutrales o imparciales.
Estás preparadas psicológicamente para matar gente
y destruir infraestructuras, lo que hace que sean pobres candidatas
para los papeles humanitarios.
3. El ejército carece de foramación
y experiencia para distribuir ayuda adecuadamente
El resultado ha sido un caos total: soldados que disparan
al aire para mantener el orden en los puntos de distribución,
lanzamiento improvisado de cajas de ayuda desde camiones a multitudes
mientras los iraquíes se pelean entre sí con puños
y navajas para conseguir los paquetes de comida. Estas condiciones
violan la dignidad de los receptores de la ayuda. Cuando la gente
se opone entre si compitiendo por unos pocos recursos, se socava
su capacidad de recuperación y de superar colectivamente
la crisis que afrontan, reforzándose así su dependencia
del ejército invasor.
La distribución de ayuda requiere experiencia. Por
ejemplo, a finales de marzo, Oxfam informó de que los
soldados [estadounidenses] habían repartido leche enriquecida
sin las instrucciones adecuadas. La ingesta en niños y
niñas de leche enriquecida que no ha sido mezclada correctamente
con agua puede dar lugar a diarreas e incluso conducir a la muerte.
4. La militarización de la
ayuda amenaza a las mujeres y los niños
Tal como se ha visto en las imágenes de televisión,
hombres apartando a empujones a mujeres para arrebatarles los
paquetes de alimentos: una distribución torpemente gestionada
favorece a aquellos que son más poderosos en contra de
los más necesitados. Las mujeres resultan desproporcionadamente
perjudicadas cuando la ayuda se distribuye desigualmente, primero
porque ellas constituyen el sector depauperado de la población
más amplio y, segundo, porque las mujeres son responsables
de satisfacer las necesidades de las vasta mayoría de
la población, incluyendo a aquellos que resultan más
vulnerables en la guerra (niños, enfermos, ancianos, discapacitados
y heridos).
A diferencia del ejército de EEUU, las agencias de
asistencia internacionales han aprendido que debido a que las
mujeres son normalmente quienes cultivan, venden, procuran y
cocinan alimentos y quienes distribuyen la comida en las familias
y en las comunidades, el mejor modo de asegurar que la ayuda
llegue a quienes más la necesitan es implicando a la comunidad
de mujeres en la distribución. Cuando los hombres controlan
la ayuda, es muy probable que cambien los alimentos por dinero
en efectivo o por licores o que los utilicen para obtener sexo
de las mujeres y los niños [2].
Durante los bombardeos, el ejército de EEUU distribuyó
desesperadamente agua potable a algunos camioneros iraquíes
a los que se les permitió vender el agua a sedientas familias
en una de las zonas más empobrecidas de Iraq. Algunos
medios de comunicación de EEUU pregonaron esta decisión
como un medio para emprender una economía de mercado
en Iraq.
5. La ayuda humanitaria debe dirigirse
a satisfacer las necesidades básicas de los iraquíes,
no las necesidades de propaganda del ejército de EEUU
Los portavoces militares han declarado francamente que el
reparto de ayuda está orientado a conseguir que los iraquíes
vean a los soldados estadounidenses como liberadores y no como
ocupantes. Que la distribución de ayuda es, fundamentalmente,
un ejercicio de relaciones públicas quedó claro
desde el comienzo. Hay 24 millones de habitantes en Iraq. Sin
embargo, los soldados de EEUU llegaron provistos de ayuda alimentaria
para dos millones de personas y solo para un día y medio.
El Programa Mundial de Alimentos de NNUU (PNUD), mientras
tanto, estaba preparado para proveer de alimentos a toda la población
de Iraq durante cuatro meses. Pero sus operaciones fueron suspendidas
durante más de un mes debido a que el ejército
de EEUU prohibió arbitrariamente a entrar al país
al personal de dicha agencia [3].
Un informe de planificación de NNUU de enero de 2003
[4] alertaba acerca de que la invasión de EEUU
podría conducir a la muerte por inanición al 30%
de los menores iraquíes como resultado de la interrupción
del reparto de ayuda alimentaria del gobierno [iraquí]
y de la destrucción de los sistemas de agua y electricidad.
Bus lanzó esta guerra sabiendo que 1,25 millones de niños
y niñas iraquíes podrían padecer hambruna
como consecuencia de los ataques.
Las preocupaciones de EEUU sobre el bienestar de los iraquíes
son extremadamente sospechosas. En primer lugar, si no fuera
por los 12 años de sanciones y bombardeos dirigidos por
EEUU [contra Iraq] los iraquíes no estarían necesitando
asistencia humanitaria [5]. Hasta el pasado mes de julio
de 2002, EEUU siguió utilizando su puesto en el Consejo
de Seguridad de NNUU para bloquear un total de 5,4 mil millones
de productos humanitarios y evitar que llegases a Iraq. Los suministros,
pagados previamente por Iraq y que habían sido aprobados
por el Consejo de Seguridad, incluían ingredientes para
vacunas infantiles, bolsas de plasma y piezas de recambio para
infraestructuras de tratamiento de aguas.
6. Remediar la emergencia es el primer
paso para la reconstrucción
La administración de la ayuda humanitaria y la reconstrucción
no son nunca procesos neutrales. Tales empresas generan recursos,
empleos, oportunidades de formación, creación de
nuevas jerarquías y acceso a los recursos de gobiernos,
medios de comunicación y financieros. Tales oportunidades
dan poder a quienes están implicados en la reconstrucción.
Por ello, quien controle y participe en los esfuerzos de la ayuda
y la reconstrucción tendrá implicaciones de largo
alcance en Iraq.
EEUU está manteniendo un riguroso control militar de
la ayuda y la reconstrucción a través de la Oficina
para la Reconstrucción y la Asistencia Humanitaria (ORAH)
dirigida por el general retirado Jay Garner [6]. Bajo
su plan, NNUU y las agencias de asistencia privadas quedarán
subordinadas a [la autoridad] miliar de EEUU.
A diferencia de la ORAH, las agencias de NNUU como UNICEF
y el PNUD son organismos independientes cuyos mandatos no están
ligados a la agenda política de la Administración
Bush sino a principios humanitarios. Estas agencias trabajarán
más probablemente en asociación con los grupos
de la sociedad civil iraquí que pueden promover el protagonismo
de las mujeres, priorizar las necesidades de la población
dentro de la comunidad y dejar las técnicas y los recursos
en manos de organizaciones locales una vez que haya concluido
el proceso de reconstrucción.
7. EEUU está 'reconstruyendo'
Iraq en beneficio de las empresas estadounidenses poniendo en
peligro el futuro de la gran mayoría de los iraquíes
Como resultado que es de una invasión ilegal lanzada
sin autorización del Consejo de Seguridad de NNUU, la
ocupación estadounidense de Iraq es, igualmente, ilegal.
Por ello, no se debe permitir que EEUU reclame ningún
poder para determinar un arreglo económico, político
o social en Iraq.
Sin embargo, sin consultar a ninguna institución iraquí
representativa, EEUU subastando los activos de propiedad nacional
iraquí entre las empresas estadounidenses. El petróleo
iraquí, las empresas públicas, los puertos marítimos
y aéreos y otras empresas generarán enormes beneficios
a las compañías de EEUU cuyos beneficios probablemente
no reinvertirán para satisfacer las necesidades de las
mujeres iraquíes y de sus familias.
La reconstrucción -tras su previa destrucción-
de los sistemas educativo, sanitario y bancario iraquíes
será pagada por los contribuyentes de EEUU mientras que
sus beneficios irán a parar a las empresas privadas.
A pesar de que los iraquíes sufrieron una extrema represión
política bajo [el régimen de] Sadam Husein, su
gobierno utilizó los beneficios del petróleo para
garantizar un alto nivel en los sistemas públicos de sanidad,
educación, vivienda, empleo u otros servicios sociales.
Como en EEUU, esos derechos sociales y económicos no serán
protegidos en el "Iraq libre" [7] .
8. El control estadounidense de la
reconstrucción fomenta las ganancias de la guerra y conflicto
de intereses sin escrúpulos
La destrucción de Iraq supone grandes sumas para las
empresas de EEUU que están siendo designadas -hasta los
100 mil millones de dólares en contratos del gobierno-
para reconstruir carreteras, edificios gubernamentales, sistemas
de agua, puentes y otras infraestructuras destruidas por EEUU.
Los contratos son descarados ejemplos de los conflictos de intereses.
Incluso antes de que la guerra comenzara, la Administración
[Bush] invitó secretamente a seis empresas estadounidenses
a hacer ofertas para los contratos de reconstrucción.
Esas empresas tienen en su haber el haber contribuido con grandes
sumas en las campañas del Partido Republicano [8].
Muchos de los mismos individuos que presionaron agresivamente
a favor de la guerra tiene lazos con las compañías
que se están beneficiando ahora de la reconstrucción
de Iraq. Por ejemplo, Dick Cheney cobra un millón de dólares
al año en concepto de "pensión de jubilación"
de la empresa Halliburton, que fue contratada para apagar
incendios en los pozos de petróleo de Iraq. El ex secretario
de Estado George Shultz, que preside el equipo de asesores del
virulento y belicista Comité por la Liberación
de Iraq, forma parte también del equipo directivo de Bechtel
Group, quien ganó la adjudicación del mayor
contrato para la reparación de los sistemas de transporte,
electricidad, agua y aguas residuales de Iraq [9].
9. EEUU está intentando evadir
sus responsabilidades de pago de la ayuda y la reconstrucción
de Iraq
La Administración Bush ha anunciado con autobombo un
suministro de ayuda limitada pero rechaza reconocer que, de cuerdo
con la Convención de Ginebra, tiene [como fuerza de ocupación]
una obligación que cumplir en relación a las necesidades
humanitarias de toda la población iraquí y en la
reconstrucción post bélica [10].
EEUU ha presionado a NNUU para que libere fondos de su programa
"petróleo por alimentos" para pagar la reconstrucción.
Pero el dinero de dicho programa pertenece al pueblo iraquí
y solo debe librarse a un nuevo gobierno iraquí [11].
10. Solo NNUU tiene autoridad legítima
para proporcionar la gobernabilidad y administrar la reconstrucción
de Iraq
Sin embargo, EEUU está determinado a gobernar Iraq
a través de la fuerza militar. Como declaró el
secretario de Estado Powell, "no hemos asumido esta pesada
carga con nuestros socios de la coalición para no poder
tener un control significativo y dominante sobre cómo
se desarrolla en el futuro"[12].
Si la Administración Bush consigue relegar a NNUU en
el papel de subcontratado del ejército de EEUU, el sistema
de cooperación internacional quedará aún
más erosionado, dejando al mundo todavía más
postrado a la emergencia de la violencia e ilegalidad.
[Nuestra organización,] MADRE
hace el siguiente llamamiento:
a. El fin inmediato de la ocupación estadounidense
de Iraq.
b. El reconocimiento de EEUU de sus obligaciones [como fuerza
de ocupación] para hacer frente a la financiación
de las operaciones humanitarias en Iraq y reconocer la dirección
de NNUU en las labores de administración de la ayuda y
la reconstrucción, así como en el gobierno interino
de Iraq.
c. El reconocimiento de las voces de las mujeres en las prioridades
de un proceso de reconstrucción dirigido por EEUU de acuerdo
con la resolución 1325 de NNUU [13].
d. Los costes de la reconstrucción de Iraq deben ser cubiertos
no por el pueblo iraquí ni por los contribuyentes de EEUU,
sino por los excedentes y/o por un impuesto del 50% sobre los
beneficios que genere la guerra en los contratos ofrecidos a
las empresas de EEUU [14].
Notas
de la autora y de CSCAweb:
1. En Afganistán
en 2001, EEUU dio alimentos a los señores de la guerra
leales para que la distribuyesen dejando a otros sectores de
población en situación de hambruna. Este tipo de
partidismo podría conducir a gobiernos abusivos a bloquear
la ayuda humanitaria por temor a que se usase en contra de ellos.
2. En 2002, NNUU descubrió que trabajadores [occidentales]
de asistencia humanitaria estaban utilizando el control de la
ayuda alimentaria para explotar sexualmente a mujeres y niños
en tres campamentos de refugiados en África Occidental.
Una investigación de NNUU halló que tales abusos
son comunes en el contexto de las crisis humanitarias alrededor
de todo el mundo.
3. La delegada del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en Iraq,
destacada en Basora durante los primeros días de la invasión,
denunció ante los medios de comunicación (Cadena
Ser Informativos, 28 de marzo de 2003) esta prohibición
estadounidense así como hizo hincapié en que la
necesidad prioritaria de la población iraquí, en
aquellos momentos, era el agua potable cuyo suministro, en el
caso de Basora, había quedado interrumpido a causa de
los bombardeos que el ejército británico había
llevado a cabo contra las centrales eléctricas y de depuración
de las aguas de la ciudad. La delegada del PMA señalaba,
además, que Iraq no requería ayuda alimentaria
de emergencia pues, bajo la supervisión de NNUU y en el
marco de la resolución 'petróleo por alimentos'
del Consejo de Seguridad, el gobierno de Iraq había distribuido
previamente a la invasión las cartillas de racionamiento
correspondientes hasta el mes de julio de 2003, si bien confirmaba
que debido a que los componentes de dicho racionamiento eran
escasos y a que muchas familias se habían visto obligadas
a vender sus alimentos para adquirir otros bienes materiales
no cubiertos por la cartilla, las necesidades de alimentos de
la población solo podrían garantizarse hasta comienzos
de mayo, fecha en la que se situaría el inicio de una
grave crisis alimentaria en Iraq si los productos no llegaban
al país y se distribuían con efectividad. A este
respecto, la delegada del PMA reclamaba que para garantizar el
futuro acceso de los alimentos a la mayor parte de población
se siguiera utilizando el sistema de distribución público
iraquí cuya solvencia reconocida por NNUU hacía
de tal sistema el único eficaz para operar en la distribución
de alimentos. Sobre la evaluación que hace el Programa
Mundial de Alimentos acerca de la situación de Iraq, véase:
www.wfp.org/index.asp?section=2 [Nota CSCAweb.]
4. www.casi.org.uk/info/undocs/internal.html
5.La política de EEUU ha causado el empobrecimiento masivo,
la malnutrición y las enfermedades dejando al 60% de los
iraquíes dependientes de un programa de ayuda gubernamental
que ha quedado ahora destruido por los bombardeos estadounidenses.
6. En la actualidad, por el asesor estadounidense Paul Bremer.[CSCAweb.]
7. Véase en CSCAweb: Adel Samara: Iraq: privatización,
destrucción de clase y desintegración social [CSCAweb.]
8. Para más información sobre estas empresas y
sus vínculos con miembros de la Administración
[Bush], véase: "Reconstructing Iraq: the Contractors"
en: www.opensecrets.org/news/rebuilding_iraq/index.asp
9. De hecho, un estudio reciente del Centro para la Integridad
Pública (Center for Public Integrity) revela que
al menos nueve miembros del Consejo directivo de Defensa del
Pentágono, un grupo no elegido que juega un papel clave
en la definición de la política exterior, tiene
vínculos con empresas que han ganado más de 76
mil millones de dólares en contratos de defensa en los
dos años pasados. www.publicintegrity.org.
10. Artículo 55 de la IV Convención de Ginebra
y Artículo 69 del Primer Protocolo.
11. La Resolución 986 del Consejo de Seguridad de NNUU
(conocida como 'petróleo por alimentos') permite la venta
supervisada de petróleo iraquí para adquirir alimentos
y otros suministros humanitarios esenciales. La Resolución
se puso en aplicación [en 1996] en un esfuerzo de paliar
el desastre humanitario causado por la imposición de las
sanciones a Iraq [desde agosto de 1990]. Véase en CSCAweb:
Kofi
Anan suspende el programa 'petróleo por alimentos' y condena
a Iraq a la "ayuda humanitaria" internacional
La
indecencia de la "ayuda humanitaria"
Carta
desde Iraq al Secretario General de Naciones Unidas sobre los
cambios en el Programa "Petróleo por alimentos"
Reunión
en Nasiriya: el primer acto de la pantomima democratizadora de
Iraq
EEUU
persigue la 'legitimación' del Consejo de Seguridad a
su administración colonial de Iraq mientras Israel ultima
su intervención directa en este país
12. Testimonio
al Congreso, 26 de marzo de 2003. Véase en CSCAweb: La
indecencia de la "ayuda humanitaria" [CSCAweb.]
13. La resolución 1325 del Consejo de Seguridad de NNUU
reconoce que las mujeres sufren un impacto desproporcionado en
las guerra y llama a la implicación de las mujeres en
la resolución de los conflictos y en la construcción
de la paz.
14. Como se formula en Bennis, Phyllis: "¿Quién
gobierna la paz?" ("Who Rules The Peace?"), de
4 de abril de 2003.
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