Los materiales de 'doble uso'
y las armas de destrucción masiva de Iraq
Alistair Millar*
12 de mayo de 2003. Middle East
Report on Line, 2 de mayo de 2003
Traducción: Paloma Valverde, CSCAweb (www.nodo50.org/csca)
"Durante 12 años
de sanciones contra Iraq, EEUU y Reino Unido han bloqueado billones
de dólares en las compras sobre la base de que esos productos
podían tener 'doble uso', un uso enteramente 'inocente'
y otro militar. Hoy, parece que la evidencia más obvia
del doble uso de los productos está en los argumentos
anglo-estadounidenses en su intento por justificar la invasión
de Iraq".
Antes de la invasión anglo-estadounidense de Iraq,
muchos escépticos no discutieron que el régimen
de Sadam poseía armas legales de destrucción masiva.
Es más, la mayor parte de la comunidad internacional dudó
que las armas no convencionales iraquíes tuvieran capacidad
para ser una amenaza a la paz. Presentada la información
sobre la amenaza iraquí de forma reiterada con falsas,
viejas e impropias alegaciones, y al menos en un caso, cometiendo
plagio, el Consejo de Seguridad (CS) de Naciones Unidas (NNUU)
rechazó autorizar la guerra para cumplir la resolución
1441, aprobada por unanimidad el 8 de noviembre de 2002. En
las calles, los esfuerzos de los movimientos pacifistas culminaron
en el mundo entero con las mayores manifestaciones habidas en
la historia. El mensaje de los que estaban contra la guerra era
claro: la evidencia probada de que las armas de destrucción
masiva de Iraq no constituían motivo para la guerra.
George W. Bush y el primer ministro británico, Tony
Blair, su más fiel aliado, reiteraron sus declaraciones
de que el régimen de Husein se asentaba sobre un gran
volumen de armas químicas y biológicas que podrían
ser lanzadas contra objetivos militares fuera de las fronteras
iraquíes con el fin de justificar la invasión de
Iraq. Con la guerra terminada, mientras pasa un día tras
otro, sigue sin haber evidencia de esos vastos programas de armas:
es interesante ver recular a la Administración Bush respecto
a sus posiciones antes de la guerra. Sin darse cuenta, ahora
la Casa Blanca aparece estar avanzando lentamente hacia la posición
mantenida por el jefe de los inspectores de armas de NNUU Hans
Blix y Mohamed el-Baradei antes de la guerra: algunos de los
componentes para desarrollar armas químicas y biológicas
pudieran existir en Iraq, pero no hay indicios de fabricación
de armas de destrucción masiva. La asesora de Seguridad
Nacional, Condolenzza Rice -quien el 23 de enero de 2003 escribió
en The New York Times un artículo titulado "Porqué
sabemos que Iraq miente" sobre la destrucción de
materiales químicos y biológicos susceptibles de
ser usados para fabricar armas- recordaba un poco a los muy despreciados
Blix y el-Baradei el 1 de mayo, cuando citaron su frase "deberíais
encontrar cadenas de montaje, deberíais encontrar piezas
ocultas aquí y allí que podrían ser precursores
los de agentes letales o químicos con doble uso".
"Estas piezas sueltas -continuó- podrían ensamblarse
"en el momento preciso" para fabricar el armamento
prohibido. Mientras los alijos de armas podrían descubrirse
en un futuro, los productos químicos y las "cadenas
de montaje" tienen claramente un doble uso para la Administración
Bush -dijo-, como si intentara rebajar los requerimientos de
lo que es un arma de destrucción masiva.
Creer la campaña
Antes de la guerra, EEUU insistió, una y otra vez,
en que esas armas existían en gran número y suponían
una amenaza tan inmediata que era preciso una acción militar
para desarmar al depuesto dictador. Este enero de 2003,
en el discurso del Estado de la Unión, Bush expuso el
motivo de su Administración para una guerra contra Iraq
diciendo que "los responsables de la inteligencia de EEUU
estimaban que Sadam Husein tenía material para producir
hasta 500 toneladas de sarín, gas mostaza y gas nervioso
VX. En tales cantidades, esos agentes químicos podrían
incluso matar cientos de miles [de personas]." Bush además
presentó argumentos, posteriormente refutados por la Agencia
Internacional para la Energía Atómica (en sus siglas
en inglés, IAEA), sobre que Iraq había comprado
mineral de uranio enriquecido a Nigeria. Al mes siguiente, la
Casa Blanca envió al Secretario de Estado Colin Powell
para presentar este argumento ante el todavía no convencido
CS de NNUU. Utilizando comunicaciones interceptadas e imágenes
de satélites, Powell consiguió convencer a un gran
sector del pueblo estadounidense de que Iraq poseía el
gas nervioso y las bombas químicas que afirmaba no tener.
Fuera de las fronteras de EEUU, sin embargo, Powell logró,
fundamentalmente, poner de manifiesto serias dudas sobre el compromiso
de Washington respecto al control de armas establecido por NNUU
con la finalidad de desarmar a Iraq. Bajo la resolución
1441 se pidió a los Estados miembros de NNUU toda su cooperación
en el proceso de inspección de armas. Una gran parte de
la información dada por Powell había sido reunida
antes de la vuelta de los inspectores, a finales de noviembre
de 2002. Si EEUU poseía las pruebas de la ocultación
de las actividades armamentísticas iraquíes, entonces
su primera obligación era poner esa información
a disposición de los inspectores de NNUU, quienes podrían
entonces asegurarse de que esas armas prohibidas se destruían
o se inutilizaban. Los defensores del aparente fracaso de Washington
para compartir información secreta crucial ponían
de manifiesto que no se confiaba ni en Blix ni en y el-Baradei
para [realizar] esa delicada misión.
Incluso enfrentándose a una cierta perdida de poder
mientras los tanques estadounidenses rodaban por Bagdad, el régimen
iraquí no utilizó las armas químicas o biológicas
de cuyo "grave y amenazante peligro" Rice, Bush y Powell
habían postulado antes de la guerra. Presagiando la nueva
posición de Rice sobre la situación, el gobierno
británico explicó este hecho argumentando que el
régimen no fue capaz de desplegar sus armas debido a que
sus componentes habían sido separados. Este argumento
contradecía directamente lo que Londres había esgrimido
antes de la guerra, basado en el voluminoso dossier británico
de septiembre de 2002, anunciado a bombo y platillo, acerca de
que Iraq era capaz de alinear una operación de baterías
de armas de destrucción masiva en 45 minutos, y que los
comandantes de Husein habían dado órdenes de abrir
fuero contra ellos. En la introducción del dossier,
Blair opinaba "No tengo dudas de que la amenaza es seria
y actual, de que Sadam ha progresado con las armas de destrucción
masiva y de que tiene que ser detenid [...]. Informes de los
servicios secretos dejan claro que está buscando el lugar
para construir sus armas de destrucción masiva y [dejan
clara] la creencia al otro lado del Atlántico de que él
usaría esas armas tan vitales para sus tres intereses
estratégicos y en particular su objetivo de dominio de
la regional".
Nada concreto
Desde que la guerra de Iraq estalló el 19 de marzo,
EEUU, Reino Unido y las fuerzas aliadas han examinado alrededor
de una docena de lugares sospechosos buscando materiales para
fabricar armas químicas, biológicas y nucleares.
Equipos de operaciones especiales, incluidos los denominados
"equipos móviles", compuestos de militares especializados
de alta graduación, agentes de los servicios secretos
y analistas de la CIA, están intentando localizar y probar
posibles materiales para [la fabricación de] armas en
36 lugares. Al día de la fecha los equipos móviles
dirigidos por EEUU no han obtenido evidencias definitivas de
que existan agentes químicos ni biológicos en ninguna
forma susceptible de utilizarse como arma, aunque los medios
de comunicación han hecho lo suyo para convencer al público
de lo contrario. Hubo un breve arrebato especulativo -animado
por el Secretario de Defensa Donald Rumsfeld y más tarde
apaciguado por Powell- sobre que las armas de destrucción
masiva de Iraq podrían haber sido trasladadas a Siria.
Los periodistas que iban en los tanques con las tropas han difundido
docenas de supuestos descubrimientos de armas químicas
y biológicas. Las noticias de las televisiones por cable,
especialmente, en sus noticieros se han centrado en repetir,
durante un tiempo inusual, imágenes de los supuestos laboratorios
móviles, municiones e instalaciones de armas químicas
y biológicas, mientras que con frecuencia descuidaban
desmentir sus historias cuando la evidencia no podía ser
corroborada.
El 11 de abril, por ejemplo, las noticias de la FOX
alababan a su propio [periodista] Rick Leventhal por ser testigo
del descubrimiento de un secreto laboratorio móvil de
armas dentro del trailer de un camión que se parecía
a la lanzadera de despegue de un misil o a un vehículo
radar. FOX emitió y volvió a emitir las
imágenes del desvencijado camión, mientras los
portavoces especulaban con que cualquiera que hubiera dudado
de la existencia de laboratorios móviles antes de la guerra
se darían cuenta ahora de que estaban equivocados. En
una segunda historia sobre el descubrimiento de materiales armamentísticos,
posteriormente no tomados en cuenta por las fuerzas militares
estadounidenses, la FOX citó a un ex científico
iraquí diciendo que " definitivamente el material
podría haber sido planeado [sic] para usarse en [la fabricación]
de una bomba". El periodista después añadió:
"Creo que esto demuestra el fracaso de las inspecciones
de armas de NNUU y demuestra que nuestros hombres están
encontrando las armas de destrucción masiva."
Sin evidencia específica de las armas químicas
o biológicas iraquíes, la Casa Blanca ha reconocido
que el régimen iraquí podría haberles destruido
[a EEUU] antes de que la guerra comenzase. EEUU y sus escasos
aliados, bajo la creciente presión internacional para
que demuestren que Iraq poseía tales armas, están
haciendo crecer futuras sospechas con el rechazo de la ayuda
de los inspectores en la búsqueda. El Pentágono
ha reclutado a sus propios inspectores y han empezado a negociar
contratos de contenedores para almacenar armas con compañías
estadounidenses. Piensan enviar alrededor mil militares y científicos,
más para ayudar en las entrevistas de investigación,
en las próximas semanas.
Credibilidad y demostración
de pruebas
Si los equipos estadounidenses que recorren Iraq de lado a
lado encontrasen armas, ¿lo creería la comunidad
internacional, ya muy suspicaz con los motivos de EEUU y Reino
Unido [para atacar Iraq]? Dado el historial de actuación
EEUU y Reino Unido antes de la guerra por la falta de resultados,
existe una preocupación extendida de que la Administración
Bush pueda manipular las pruebas para reconducir su desprestigiada
credibilidad. Con las manos vacías después de las
inspecciones dirigidas a lugares concretos, ahora se anuncia
que los responsables de Defensa de EEUU dicen que cuentan con
los iraquíes capturados para que les indiquen la dirección
correcta [en la búsqueda de armas]. Según la Asociación
de la Prensa, el Comando Central estadounidense, que lidera la
guerra y ahora está supervisando la posguerra en Iraq,
ha detenido a "varios científicos presuntamente relacionados
con las armas", figuras del régimen bajo custodia
estadounidense, como el ex viceprimer ministro Tareq Aziz y el
ex-coordinador de relaciones con los equipos de inspectores de
NNUU, general Amir al-Saadi; también se supone que van
a indicar al Comando Central el camino de los arsenales ilegales
de armas de Sadam Husein.
¿Es probable que los científicos den información
concreta a sus captores? Antes de la guerra, la Casa Blanca repetidamente
urgió a Hans Blix a dirigir los interrogatorios con científicos
iraquíes fuera de Iraq para protegerles de la represión
y de las represalias. La Administración Bush ahora está
amenazando a esos científicos con la cárcel y juicios
que pueden llevarles a la silla eléctrica si no son capaces
de dar una información válida sobre dónde
pueden estar escondidos los supuestos programas de armas de destrucción
masiva.
Los esfuerzos de las inspecciones dirigidas por EEUU muestran
claramente sus razones por la necesidad de llevar a efecto las
resoluciones de NNUU sobre desarme, especialmente la 687, 1284
y 1441. Pero la esencia del mandato de las inspecciones contenido
en la resolución 1284, la Comisión de Control,
Verificación e Inspección de NNUU (United Nations
Monitoring, Verification, and Inspection Comisión,
en sus siglas en inglés, UNMOVIC) se aplica a todos los
gobiernos de Iraq, incluida la presente administración
militar, liderada por el Comando Central y el retirado general
Jay Garner [1]. El hecho aún recuerda que importantes
cantidades de agentes químicos y biológicos producidos
por Iraq fueron contabilizados y destruidos por Iraq y los inspectores
de NNUU durante los años 90. Dado este récord de
cumplimiento, el CS debería seguir teniendo la autoridad
y debería permitir a la UNMOVIC volver a Iraq para completar
su mandato. Incluso el Secretario de Defensa británico,
Geoff Hoon, estuvo de acuerdo: "es importante que haya un
elemento independiente en la verificación de armas",
no sea que el mundo no crea los resultados [obtenidos] de las
inspecciones del Pentágono.
NNUU está lista para certificar que los requerimientos
de las resoluciones sobre desarme se han cumplido. En una carta
enviada al CS de NNUU el 19 de marzo, el jefe de la UNMOVIC,
Hans Blix, recuerda al CS que "el personal de UNMOVIC es
un cuerpo único de expertos internacionales que poseen
su propia lealtad respecto a NNUU y que han sido formados como
inspectores en el campo de las armas de destrucción masiva".
Mientras que la Agencia de Energía Atómica tiene
un amplio departamento de expertos inspectores de armas nucleares
y la Organización para la Prohibición de Armas
Químicas posee un amplio equipo de expertos inspectores
de armas químicas, ningún otro organismo internacional
ha formado inspectores en el campo de las armas biológicas
y los misiles. El responsable de la IAEA, Mohamed el-Baradei,
recientemente ha puntualizado que la IAEA "es el único
organismo con autoridad legal para verificar el desarme nuclear
de Iraq [...]. Nuestro trabajo fue interrumpido por la guerra.
Esperamos volver con plena autoridad después del cese
de las hostilidades, para reanudar nuestra labor de inspección
en Iraq". Según el Secretario general de NNUU, Koffi
Annan, "el trabajo de los inspectores simplemente ha sido
suspendido. Cuando puedan reanudar su trabajo regresarán
a Iraq. Si se encuentra algo, regresarán para comprobarlo.
Espero que llegue el día en que puedan hacerlo".
Dejando de lado la base legal para el retorno de los inspectores
y el papel obvio que podrían jugar para colaborar y mantener
la independencia en las tareas de verificación de armas
de destrucción masiva que EEUU pueda encontrar, las inspecciones
de NNUU son vitales para los futuros esfuerzos sobre el control
[de armamento].
Bush ha apelado al inmediato levantamiento de las sanciones
económicas contra Iraq de forma que el país pueda
utilizar los fondos obtenidos del petróleo para financiar
la reconstrucción. Los franceses y los rusos, con distingos
grados de indignación, han contestado que el CS es el
único organismo que tiene autoridad para suspender las
sanciones contra Iraq. Ambas naciones [Francia y Rusia] pidieron
que no se levantaran las sanciones hasta que los inspectores
de NNUU verificasen que las armas nucleares, químicas
y biológicas de Iraq han sido destruidas junto con el
arsenal de misiles de largo alcance. Dar la espalda a NNUU en
favor del equipo estadounidense podría hacer que se repitiesen
los problemas a los que tuvo que hacer frente [EEUU] a mediados
de los 90, cuando salieron a la luz operaciones ilegales encubiertas
en Iraq que ayudaron a erosionar el consenso internacional sobre
las sanciones, con Francia y Rusia esgrimiendo el levantamiento
de las medidas de castigo y con EEUU y Reino Unido defendiendo
firmemente que [las sanciones] debían mantenerse. En este
momento, los jugadores cambiarían sus papeles pero el
coste para la población civil sería el mismo.
El espionaje 'blindado'
Pero los imperativos para el control del desarme iraquí
y el levantamiento de las sanciones podrían eclipsarse
sobre la base de que el fracaso para producir armas en Iraq resaltará
el fracaso del espionaje estadounidense. Antes de la invasión
de Iraq, un periodista de la BBC se encaró a [Hans]
Blix con la observación de que "el gobierno británico
parece bastante seguro de que Sadam Husein todavía posee
armas químicas y biológicas, recientemente ha producido
más [armas químicas y biológicas] y está
intentando fabricar una bomba nuclear". Blix respondió
"Bueno, estamos pidiendo que aporten hechos al CS y la mejor
forma de hacerlo es mediante las inspecciones. [...] Leí
los informes de los agentes secretos pero con frecuencia simplemente
afirman que los agentes nos dicen, los agentes nos demuestran
que... Bien, puede ser cierto [...] pero simplemente decir 'los
agentes demuestran...' no es aportar ninguna prueba".
Una trascripción detallando el informe de 1995 de un
científico iraquí, Hussein Kamel, realizado por
responsables de la IAEA y de la UNSCOM se filtró al Newsweek
y se volvió a publicar a principios de marzo de 2003.
Kamel, que era yerno de Sadam Husein, hace 8 años dijo
a los inspectores que él había sido testigo y había
informado de la destrucción de los programas de armas
químicas y biológicas de Iraq. Su afirmación
fue corroborada por un ayudante militar que desertó con
Kamel. Newsweek informó que la CIA y su equivalente
británico, el MI6, fueron informados con posterioridad
sobre dicho informe. Mientras unidades militares especializadas
que trabajaban con responsables de la agencia de espionaje aparecían
con las manos vacías en la posguerra de Iraq, cada vez
se hace más evidente que el espionaje no posee la información
válida -la evidencia blindada- que la Casa Blanca
continuamente mencionaba mientras preparaba sus argumentos para
un ataque preventivo. Según Anthony Cordesman, del Centro
de Estudios Estratégicos Internacionales, citado el 28
de abril en Newsday, "O tienes los datos o no los
tienes. Este es el problema, que en realidad no tenemos los datos.
[...] A la mínima la situación provoca preguntas
sobre la calidad del espionaje estadounidense sobre las armas
iraquíes, y sobre las afirmaciones de responsables de
la administración [Bush] en los preparativos para ir a
la guerra."
Durante 12 años de sanciones contra Iraq, EEUU y Reino
Unido han bloqueado billones de dólares en las compras
sobre la base de que esos productos podían tener "doble
uso", un uso enteramente inocente y otro militar.
Hoy, parece que la evidencia más obvia del doble uso de
los productos está en los argumentos anglo-estadounidenses
en su intento por justificar la invasión de Iraq.
Nota de CSCAweb:
1. Garner ha
sido desplazado al frente de la administración de ocupación
de EEUU en Iraq por Paul Bremen.
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