Crónica
de los brigadistas
6º día de ataques
sobre Bagdad
Bagdad/Madrid, 25 de marzo de 2003. CSCAweb
(www.nodo50.org/csca)
Jornada de duelo en Bagdad tras una noche de bombardeos mantenidos
sobre la ciudad e intensificados desde las 4.00 hora local hasta
las 8.30 de la mañana especialmente en la zona sur, cercana
al aeropuerto donde al parecer se siguen produciendo ataques
con aviones de combate.
Al mediodía de ayer, 24 de marzo, cuando la Brigada
visitaba el mercado del barrio Nuevo Bagdad y escuchaba entre
la gente el impacto de las bombas en alguna parte de la ciudad
entre las 11.00 y las 12.00 hora local, la aviación aérea
estadounidense estaba produciendo más muerte y devastación
entre la población civil de Bagdad. Esta vez, al menos,
en Addamiyya, barrio residencial de Bagdad, a pleno día
y cuando sus calles estaban plenamente concurridas de gente que,
mientras se abastecía en los mercados y en las tiendas,
aprovechaba la luz del día para aliviar la tensión
acumulada durante el encierro en casas y refugios en las largas
horas nocturnas en que se suceden, desde hace seis noches, los
bombardeos y explosiones sobre Bagdad.
La Brigada pudo conocer ayer tarde que un misil lanzado contra
ese barrio causó la muerte de 6 personas además
de 23 heridos, todos ellos civiles, pues éste es un barrio
de profesionales de clase media y trabajadora en el que no se
ubica ningún edificio gubernamental ni militar como ha
podido comprobar hoy la Brigada. Otras 13 personas han muerto
en otras zonas de la ciudad y más de 70 han resultado
heridas.
Funerales de indignación y
de dolor
Los brigadistas han asistido esta mañana a expresar
su pésame a las familias de las víctimas y a los
vecinos de Addamiyya. En una muestra de apoyo, han acompañado
al funeral de tres de los seis vecinos fallecidos ayer que han
sido portados por las calles principales del barrio a hombros,
cubiertos con la bandera iraquí en un cortejo masivo,
popular y sobrio como caracteriza a este pueblo. Entre la indignación
y el dolor, los vecinos de Addamiyya, hombres, mujeres y niños,
han acompañado el cortejo fúnebre con canciones
patrióticas hasta los tres vehículos que les aguardaban
para conducirlos al cementerio. El sentimiento de consternación,
dolor e indignación colectiva se expresaba en las miradas
de todos los vecinos, en el llanto silencioso de algunas mujeres,
en las exclamaciones de quienes desde los balcones se sumaban
al paso del cortejo con los puños en alto coreando lemas
nacionales.
En la calle Raghiba Jatum del barrio Addamiyya los brigadistas
han visto la montaña de escombros producida por el misil
que demolió ayer una casa por completo y abrió
otras tres dejándolas destrozadas. Al igual que ayer,
entre las ruinas de esta casa, se esparce a la intemperie el
testimonio íntimo y privado de quienes la habitaban en
objetos y enseres domésticos, fotografías familiares,
un Corán, libros y cuadernos escolares: vida destrozada
a golpe de misil.
Entre la gente que contemplaba indignada y entristecida el
desastre producido, el Dr. Husan, vecino del barrio, profesor
universitario de Arte, pintor y castellano parlante transmitía
el sentir general de la población de Bagdad a la Brigada:
"no entiendo por qué el presidente Aznar apoya esta
agresión brutal contra nuestro país y contra nuestro
pueblo. Mirad: los habitantes de este barrio somos gente trabajadora
de clase media. Esto es indignante".
Ningún mal gesto hacia nuestros brigadistas, ningún
rencor a pesar de que todo el mundo sabe en Iraq que el gobierno
español es cómplice de esta agresión y de
las matanzas que produce a su pueblo. Como en los días
anteriores, los ciudadanos de Bagdad distinguen a la perfección
y agradecen el testimonio de solidaridad que expresa la presencia
de la Brigada frente al rechazo manifiesto contra el gobierno
de Aznar cuya postura no comprenden vieniendo precisamente de
un país que en el imaginario colectivo de los árabes
representa el esplendor de su pasado histórico. Muestras
de afecto, hoy entre la desolación, de un pueblo que sigue,
a pesar de todo, con la moral intacta y el orgullo acrecentado
por la fuerza de la razón frente a la barbarie de las
bombas y los aviones estadounidenses.
EEUU sigue atacando barrios populares
En el Hospital Nuaman los brigadistas han podido saludar a
algunos de los heridos de ayer, todos ellos civiles: Suhat, una
niña preciosa de siete años con heridas diversas
por todo el cuerpo sonreía al lado de su hermano Ali,
de 11 años, tendido en la cama con el cuello vendado e
inconsciente, mientras un tercer hermano estaba siendo atendido
en el quirófano.
Igualmente los brigadistas han visitado a los heridos que
fueron víctimas de los bombardeos estadounidenses en la
noche del lunes al martes en el Barrio Sha'ab, otra zona popular
de Bagdad. Durante la visita se han seguido sintiendo los impactos
de los bombardeos mantenidos que se suceden en Bagdad de manera
intermitente: los cristales de las salas del Hospital han comenzado
a vibrar por la explosión producida en algún lugar
cercano.
Aterrorizar a la población
La constatación de que los bombardeos se siguen produciendo
de noche y a pleno día, en áreas densamente pobladas,
en barrios residenciales de todo tipo y condición social
confirma el hecho de que EEUU, lejos de atacar instalaciones
militares y del gobierno, está claramente determinado
a aterrorizar al conjunto de la población civil para amedrentar
su ánimo y su determinación de resistir a la invasión
militar de su país. Los cazas estadounidenses hacen sentir
permanentemente su silbido cuando cruzan el cielo de Bagdad y
se escucha constantemente la trayectoria del vuelo de los bombarderos
en un ejercicio planificado por el ejército agresor de
mantener la presión sostenida contra la población.
El sonido continuo de sus aviones crea una ansiedad permanente
entre la gente porque es imposible saber si a cada sobrevuelo
del invasor le sucederá de inmediato un nuevo ataque de
misiles y de bombas.
Hoy Bagdad es una cúpula cerrada en el cielo por el
humo de las bombas y el petróleo quemado en las zanjas
de la ciudad y por el polvo que provoca una fuerte tormenta de
arena. Hace frío y mucho viento. Llueve barro. En su interior,
la población sigue adelante con la vida quebrada pero
no interrumpida. Este pueblo, curtido ya desde hace doce años
en soportar cotidianamente situaciones extremas, se mantiene
a pesar del horror de la guerra con la moral muy alta y el orgullo
intacto. Civiles, milicianos y soldados siguen cavando trincheras
y subterráneos para resistir a lo que saben será
una batalla de sangre cuando las tropas invasoras de EEUU y Gran
Bretaña lleguen a la ciudad y se produzca el enfrentamiento
cuerpo a cuerpo. Defender Bagdad y resistir es una consigna colectiva
que emana de la conciencia popular. Es impensable aceptar que
bajo las duras condiciones y la agresión que vive Iraq,
el espíritu de sacrificio y la dignidad que alienta a
esta gente pueda ser inducido por presión o por dictado
de ninguna autoridad. Iraq, invadido por bombas y tropas extranjeras
es un país asediado pero unido en la determinación
de resistir.
Bagdad, capital del sacrificio, capital de la dignidad.
(Como cada
día, los medios de prensa que comparten alojamiento con
los brigadistas, los corresponsales de La Vanguardia, El País,
ABC, RNE, Colpisa y la Cope, además del equipo de
ETB adscrito como brigadista, han sido invitados a compartir
las actividades planificadas por la Brigada para el día
de hoy. Al igual que nuestros compañeros y compañeras,
estos corresponsales han podido comprobar personalmente los hechos
que se narran en esta crónica).
|