Iraq: los millones perdidos
27
de octubre de 2003
'Cristian Aid', 23 de octubre de 2003
Traducción: Loles Oliván, CSCAweb (www.nodo50.org/csca)
"La asombrosa cantidad
de cuatro mil millones de dólares de beneficios del petróleo
y otros fondos iraquíes destinados a la reconstrucción
del país han desaparecido en opacas cuentas bancarias
administradas por la Autoridad Provisional de la Coalición,
el cuerpo controlado por EEUU que administra Iraq. Estas cifras
podrían doblarse para finales de año si no cambia
el modo en que se justifican esos fondos."
El agujero negro financiero descubierto por una investigación
de Cristian Aid ha sido revelado cuando los delegados
de la Conferencia de Donantes para Iraq se reunían en
Madrid. Antes de prometer dinero de los cofres de sus propios
países para estimular las labores de reconstrucción,
tal y como han solicitado los gobiernos de EEUU y Gran Bretaña,
esos delegados deberían preguntar primero qué ha
pasado con los miles de millones desaparecidos.
[En Madrid] está previsto que se anuncie [la creación]
de un fondo separado manejado por NNUU y el Banco Mundial para
disipar los temores sobre cómo se gastará ese dinero.
Pero ello no debe frenar a los donantes para que presionen sobre
la contabilidad relativa al gran fondo original para la reconstrucción
procedente del dinero del petróleo iraquí.
En particular, el gobierno británico que ha prometido
transparencia financiera en el manejo de los fondos del petróleo
iraquí, debería utilizar su influencia para asegurar
que se de cuenta el dinero perdido. Cristian Aid
hace un llamamiento al primer ministro Tony Blair para que cumpla
sus promesas.
El hecho de que ninguna entidad independiente sepa dónde
están los fondos que han volado constituye una violación
directa de la resolución de NNUU por la que tales fondos
se liberaron para la reconstrucción de la destrozada infraestructura
de Iraq. La agencia que supuestamente debería haber supervisado
esos fondos ni siquiera ha sido creada todavía.
Cristian Aid hace un llamamiento para que se haga un
desglose completo y de manera inmediata de cómo se ha
gastado ese dinero y para que se proceda de manera urgente a
establecer las medidas oportunas para la regulación. Para
el futuro, el gobierno británico debería tratar
de garantizar que una proporción de todos los ingresos
del petróleo iraquí se destinen al desarrollo del
país como condición obligatoria para la explotación
futura del petróleo.
"Este es dinero iraquí. El pueblo de Iraq debe
saber dónde ha ido a parar y debe ser utilizado en beneficio
de toda la población del país, particularmente
de los más pobres" sostiene el director internacional
de Cristian Aid, Roger Riddell.
La actual situación se inserta en las exigencias y contra
exigencias de cómo deben utilizarse los ingresos del petróleo
iraquí y solo puede inflamar las sospechas en Iraq de
que se está malversando una desproporcionada cantidad
de dinero en beneficio de las compañías estadounidenses;
dinero que debería ser gastado en paliar el desempleo
crónico y otros serios problemas a los que los iraquíes
están haciendo frente, incluidos los más pobres
y vulnerables.
Observadores independientes añaden que, a pesar de
las grandes cantidades de dinero destinadas a la reparación
de la destrucción del país tras décadas
de guerra y sanciones, ello no se ha hecho lo suficientemente
pronto ni rápido en los seis meses desde que EEUU anunció
el fin de las hostilidades. Se mantienen aún los cortes
de energía eléctrica, la escasez de gasolina, y
la falta de medicinas y equipamientos en los hospitales. No hay
agua potable en muchas áreas y las basuras pueden verse
en las calles de muchas ciudades incluida Basora, que está
bajo control de las fuerzas británicas.
El hecho de que miles de millones de dólares del propio
dinero iraquí no pueda ser contabilizado se añade
a una candente sensación de injusticia. "No tenemos
ninguna idea de cómo se ha gastado el dinero de los beneficios
del petróleo iraquí", afirma un diputado de
la UE en NNUU a Cristian Aid. "Ojalá lo supiera,
pero simplemente no tenemos ni idea".
Fondos del programa 'Petróleo
por alimentos'
Los miles de millones extraviados son parte de los ingresos
[iraquíes] por petróleo anteriores y posteriores
a la guerra y ahora controlados por la Autoridad Provisional
de la Coalición [de ocupación], además de
los activos financieros y fondos del [depuesto] gobierno iraquí
congelados en el exterior [de Iraq]. El cálculo más
moderado establecen esos fondos en un total de cinco mil millones
de dólares, de los que solo menos de mil millones han
podido ser justificados. Las estimaciones de los ingresos por
petróleo [que puedan producirse] desde ahora hasta fin
de 2003 se calculan en un total superior a los 4 mil millones
de dólares.
Este dinero es diferente de los fondos para la reconstrucción
prometidos por los gobiernos de Gran Bretaña y EEUU y
de cualquier cantidad establecida por parte de otros gobiernos
en La Conferencia de Donantes. Se trata de dinero iraquí
que debe de ser gastado en beneficio de todo el pueblo de Iraq
y no establecerse en secreto por una administración extranjera
que no ha sido elegida [por los iraquíes].
"La situación es poco menos que escandalosa",
según Roger Riddell. "El gobierno británico
debería de utilizar su posición como segundo en
el mando de la Autoridad Provisional de la Coalición para
exigir el desglose total de ese dinero y su correcta asignación
en el futuro".
Los peligros de que persistiera esta situación en el
futuro fueron ya señalados en el informe titulado "Provocar
la pobreza: petróleo, guerra y corrupción"
(Fuelling Poverty: Oil, War and Corruption), publicado
el pasado mes de mayo. En comparación con otros países
de tamaño similar, el informe reveló que los países
productores de petróleo se caracterizan por mayores índices
de pobreza (entre la mayor parte de la población); gobiernos
dictatoriales, autoritarios o no representativos; guerra y luchas
civiles; y corrupción.
"El pueblo iraquí debe establecer por si mismo
y para él lo antes posible un gobierno constituido y democrático",
afirma Roger Riddell. "De otro modo, de nuevo, el petróleo
puede volver a ser una calamidad en lugar de una bendición"
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