II Conferencia Internacional
de Solidaridad con el Pueblo Palestino, Ciudad de México,
15 al 17 de mayo de 2002
Declaración Final,
Plan de Acción y Resolución de apoyo a los países
árabes
El Comité de Solidaridad con
la Causa Árabe estuvo presente -como única delegación
europea- en la "II Conferencia Internacional de Solidaridad
con el Pueblo Palestino", organizada por la OSPAAAL y el
PT de México. En el encuentro se abordó la situación
actual del pueblo palestino y las experiencias de lucha a favor
de la causa palestina, aprobándose un plan de acción
internacional con mociones en solidaridad con el pueblo iraquí,
contra el embargo y las amenazas de una nueva agresión
por parte EEUU.
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A. Declaración Final
Los participantes en la II Conferencia Internacional de
Solidaridad con el Pueblo Palestino, reunidos en la
Ciudad de México entre los días 15 al 17 de mayo
de 2002, han analizado la dramática situación por
la que atraviesa el pueblo palestino, que sometido a un criminal
genocidio por el gobierno terrorista de Israel, lucha heroicamente
y resiste en condiciones muy difíciles sin renunciar a
sus legítimos y justos derechos nacionales.
Los participantes han confirmado que tal actitud criminal
y delictiva del gobierno fundamentalista de Israel, no sería
posible sin el absoluto respaldo que le brinda Washington,
que además de otorgarle multimillonaria ayuda económica
y militar, le da protección política, diplomática
y utiliza generalmente su veto en el Consejo de Seguridad o,
en algunos casos recientes cuando emitió su voto a favor
de alguna resolución que urgía a Israel a retirarse
de los territorios palestinos, de inmediato alienta al gobierno
de Ariel Sharon para que no las cumpla, impidiendo así
la acción de la Organización de Naciones Unidas
en cumplimiento de la voluntad ampliamente mayoritaria de la
Comunidad Internacional
La llamada "cruzada antiterrorista" desatada por
el gobierno de Bush después del 11 de septiembre, que
realmente ha sido una cruzada reaccionaria y antipopular a nivel
internacional, ha brindado perfecta cobertura a Israel para lanzar
su campaña bélica contra el pueblo palestino con
el objetivo de sembrar el terror entre la población, destruir
la infraestructura de la sociedad civil; ocupar de nuevo militarmente
los pocos territorios de donde se había retirado y tratar
de liquidar las justas aspiraciones del hermano pueblo árabe
a constituir su propio Estado independiente en Cisjordania y
Gaza con su capital en Jerusalén este.
La Conferencia ha constatado con gran consternación
el carácter fascista que han tomado las acciones del gobierno
sionista de Ariel Sharón contra el pueblo palestino y
la indiferencia cómplice que predomina en la mayoría
de los gobiernos occidentales, que aceptan sin inmutarse el desacato
por Tel Aviv de numerosas resoluciones del Consejo de Seguridad
de las Naciones Unidas y se limitan a hacer llamados al cese
de la violencia, ocultando que hay un pueblo agredido y un ejército
agresor; que hay territorios ocupados y ocupante ilegal; que
hay derechos y dignidad violados y hay violador.
Igualmente, los participantes en la Conferencia coinciden
en denunciar la tergiversada campaña sionista imperialista,
que pretende presentar como terroristas a los patriotas palestinos
que luchan justamente por recuperar el territorio ilegalmente
usurpado por Israel, el cual les pertenece según innumerables
resoluciones de las Naciones Unidas. En este mismo sentido,
denuncian el papel de la gran prensa que silencia y tergiversa
los acontecimientos, que tal como hiciera en la Guerra del Golfo,
Afganistán o durante el Golpe de
Estado fascista a Venezuela, constantemente desinforma sobre
lo que sucede en Palestina, no refleja objetivamente los crímenes
sionistas, oculta que se trata de una justa lucha del pueblo
palestino que defiende su ancestral territorio ilegalmente ocupado
y por el contrario, hace constante énfasis en las acciones
desesperadas que realizan jóvenes palestinos que se inmolan,
porque cobran vidas de civiles israelíes, sin explicar
que los verdaderos culpables de estas acciones son los extremistas
y terroristas sionistas que desde hace más de 50 años
vienen negando los derechos a la existencia al pueblo palestino.
La Conferencia hace un llamado a todos los partidos, organizaciones
políticas, de masas, profesionales, sociales, a las ONG,
personalidades de distintas esferas y en fin a la Comunidad Internacional,
a movilizarse para impedir que se continúen cometiendo
impunemente los crímenes contra el pueblo palestino, para
denunciar y presionar a los gobiernos de Israel y de los Estados
Unidos con el objetivo de que pongan fin a la barbarie y el genocidio.
Es necesario igualmente, que se exija a Israel se someta a
la inspección de los Organismos Internacionales pertinentes
para poner fin a su ilegal arsenal de armamentos nucleares y
de destrucción masiva. Los gobiernos de las potencias
occidentales deben actuar de una manera ética y abandonar
su silente complicidad ante el peligro que significa la posesión
de tales armas por un gobierno fundamentalista como el de Israel.
La Conferencia concluye que la única forma de poner
fin a la violencia es la solución justa del conflicto
sobre la base de las resoluciones de la Organización de
Naciones Unidas, especialmente las resoluciones 194 de la Asamblea
General que establece el derecho al retorno de los refugiados
palestino; y las resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad
que demandan la retirada israelí de los territorios árabes
ocupados en 1967. Ello permitiría la constitución
de un estado palestino independiente en Gaza y Cisjordania con
Jerusalén árabe como capital, aspiración
justa que cuenta con el apoyo casi total de la Comunidad Internacional.
Hacemos llegar a los pueblos de Israel y los Estados Unidos
que aspiran a vivir en paz, nuestro apoyo por la denuncia que
están realizando contra sus gobernantes por justificar
el uso de la fuerza y la imposición, con el falso argumento
de la necesidad de seguridad en vez de buscarla a través
de negociaciones justas. A los israelíes y norteamericanos,
que aman la paz también les hacemos llegar el mensaje
y el llamado de justicia y solidaridad de esta Conferencia.
Los participantes reiteran su solidaridad con el hermano
pueblo palestino al que envían su más caluroso
mensaje de aliento y le manifiestan su admiración por
su capacidad de resistencia y firmeza, así como a su líder
el Presidente Yaser Arafat, a los dirigentes de la Autoridad
Nacional Palestina y de la Organización para la Liberación
de Palestina, y a todas las organizaciones patrióticas
quienes han dado y están dando, un ejemplo de dignidad
y heroísmo, en la defensa de los justos derechos de su
pueblo.
Por último, la Conferencia hace un llamado a todos
las fuerzas amantes del progreso y la paz en el mundo, a darle
la mayor divulgación posible a esta Declaración
Final y a que promuevan el cumplimiento de todas las iniciativas
previstas en el Plan de Acción.
B. Plan de Acción
Los participantes en la II Conferencia Internacional del Solidaridad
con el Pueblo Palestino, reunidos durante los días 15
al 17 de mayo de 2002, en la ciudad de México, acordamos
el siguiente Plan de Acción:
1. Llamar a la Comunidad Internacional a sumarse a las acciones
para detener el genocidio que comete el régimen sionista
de Israel contra el pueblo palestino y a exigir que se respete
la IV Convención de Ginebra referido a la protección
de la población civil en caso de conflicto armado y a
impedir los cambios de status en los territorios ocupados ilegalmente.
2. Exigir que la Organización de las Naciones Unidas,
dada su responsabilidad respecto a la cuestión palestina,
preste la mayor atención a la situación existente
y acabe de actuar de acuerdo a su misión básica:
mantener la paz, la seguridad y la legalidad internacional.
Denunciar la no implementación de las resoluciones del
Consejo de Seguridad, que son de obligatorio cumplimiento, debido
a la intransigencia del régimen de Israel y a la protección
que le brinda el gobierno estadounidense.
3. Promover la demanda de que Israel sea suspendido de su
membresía en la ONU debido al no cumplimiento de los principios
establecidos en la Carta de esta Organización, al continuo
desacato de las resoluciones del Consejo de Seguridad y al incumplimiento
de las Resoluciones 181 y 194 las que se comprometió a
cumplir como condición a su ingreso. Denunciar a Israel
como el estado más violador de las resoluciones y disposiciones
de la ONU.
4. Condenar en conferencias, eventos y reuniones internacionales,
la doble moral que aplican el gobierno de los Estados Unidos
y muchos de los gobiernos occidentales, para proteger a Israel
contra las condenas en los organismos internacionales por las
violaciones de los derechos humanos y por la práctica
del terrorismo de estado.
5. Reconocer el derecho del pueblo palestino a la justa lucha
de resistencia frente al despojo y la ocupación ilegal
de sus tierras y en defensa de sus legítimos e inalienables
derechos a construir su propio estado independiente. Denunciar
la campaña imperialista dirigida a presentar esta justa
lucha como terrorismo, a la vez que brindan apoyo al terrorismo
de estado ejercido por Israel en territorios que ocupa ilegalmente
violando las resoluciones de la ONU.
6. Denunciar el carácter extremista, fundamentalista
y fanático de las ideas sionistas y el daño que
causan a los pueblos árabes y hebreo.
7. Demandar el derecho de los refugiados palestinos al retorno
y/o el pago de indemnizaciones en cumplimiento de la resolución
194 de las Naciones Unidas.
8. Desenmascarar ante la opinión pública de
América Latina e internacional la campaña de intimidación
que practica la Organización Sionista Mundial y el gobierno
de Israel contra las personas e instituciones que trabajan sobre
la realidad de lo que ocurre en el conflicto árabe-israelí
y contra los que denuncian la ilegalidad y los crímenes
del actual gobierno sionista de Israel.
9. Instar a los partidos, organizaciones de todo tipo y ONGs
a que contrarresten en sus órganos de prensa y otros medios
las campañas antiárabes y antipalestinas, las tergiversaciones
de los acontecimientos, publicando materiales objetivos sobre
la realidad del conflicto.
10. Enviar mensajes a la I. S. demandando la expulsión
del Partido Laborista de Israel de esa organización,
teniendo en cuenta su participación y comprometimiento
con la criminal y genocida política del gobierno de Israel
que está en abierta contradicción con el respeto
a los derechos humanos que proclama esa organización internacional.
11. Promover el boicot académico a Israel para que
no se efectúen intercambios de universidades, colegios,
investigadores, publicaciones, intelectuales, etc. , mientras
Israel no se retire de los territorios árabes ocupados
y niegue los legítimos derechos del pueblo palestino.
12. Organizar una red latinoamericana de direcciones electrónicas
para promover la información verídica y objetiva
del conflicto. Promover por esta vía alternativa informaciones
que contrarresten la información tergiversada que ofrecen
los medios de prensa que controlan el imperialismo y el sionismo.
13. Exigir se ponga fin a la expulsión forzosa, la
confiscación de bienes, la demolición de viviendas,
la destrucción de cultivos, el intento de eliminar el
patrimonio cultural, que cotidianamente ejecuta el ejército
israelí contra el pueblo palestino en los territorios
ocupados.
14. Demandar la inmediata liberación de los presos
políticos palestinos en Israel y los detenidos masivamente
durante las recientes operaciones en los territorios ocupados
y exigir que se investiguen los informes de torturas y las masacres
como las cometidas en Jenín y otros lugares. Denunciar
la negación a los prisioneros de un trato justo y la posibilidad
de poseer defensa legal, tal como establecen las leyes internacionales.
15. Organizar tribunales populares y juicios simbólicos
para concienciar y movilizar a la opinión pública
internacional en relación a la demanda de que se juzgue
a Ariel Sharon como criminal de guerra. Enviar mensajes al respecto
a las Organizaciones Jurídicas Internacionales.
16. Trabajar con los parlamentarios, académicos, personalidades
y fuerzas influyentes, para que demanden que los gobiernos de
sus países otorguen status diplomático a las oficinas
de la Organización para la Liberación de Palestina
(OLP) y en caso de que aún no existan, se abran esas representaciones.
17. Rechazar enérgicamente el bloqueo que establece
Israel a los territorios palestinos impidiendo el paso de alimentos,
medicamentos, al abastecimiento de agua y electricidad, e incluso
la asistencia médica a mujeres embarazadas, niños,
ancianos, y pedir a la Cruz Roja Internacional que interceda
para impedir que continúen ocurriendo estos hechos inhumanos.
18. Promover la formación de grupos de apoyo al pueblo
palestino que trabajen la solidaridad material en tareas de
reconstrucción, servicios de salud, educación
y otros necesarios.
19. Organizar una campaña para pedir que se aprueben
sanciones económicas y desinversión en Israel análoga
a las que se aplicaron contra el régimen del apartheid
en Sudáfrica. Igualmente, promover el boicot a los productos
israelíes.
20. Realizar un amplio movimiento de apoyo a las Iglesias
de Paz en el Medio Oriente, tal como se ha hecho en otras situaciones
críticas, con vigilias y rezos para demandar que se ponga
fin a la guerra y que el gobierno de Israel respete los lugares
sagrados de Jerusalén y otros de la Tierra Santa, así
como el ejercicio de la libertad de cultos.
21. Brindar apoyo a las fuerzas políticas, organizaciones
y personas que dentro de Israel, se pronuncian contra la guerra
y por una solución justa del conflicto. Enviarles mensajes
de aliento y solidaridad.
22. Convocar a todos los partidos, organizaciones, personalidades,
etc. a realizar manifestaciones instando a Israel a retirarse
de todos los territorios árabes ocupados y a cumplir las
resoluciones de la ONU, en las siguientes fechas, según
convenga:
30 de marzo (1976), Día de la Tierra Palestina.
15 de mayo (1948), Aniv. de la expulsión de los palestinos
de sus tierras.
5 de junio (1967), Aniv. de la ocupación por Israel
de las tierras árabes.
17 de septiembre (1982), Masacres de Sabra y Chatila. Denunciar
a Ariel Sharon como criminal de guerra.
29 de noviembre (1947), Fecha en que fue aprobada por la
ONU la Resolución 181 de partición de Palestina,
y Día Internacional de Solidaridad con Palestina proclamado
posteriormente como tal por la ONU.
C. Resolución de
apoyo a los países árabes
Los participantes en la II Conferencia Internacional de Solidaridad
con el Pueblo Palestino, celebrada en la Ciudad de México
entre los días 15 al 17 de mayo del 2002, han analizado
la grave situación y los peligros que amenazan la paz
y seguridad en el Medio Oriente y han manifestado su absoluta
solidaridad con los pueblos árabes y el derecho de estos
a defender su independencia y dignidad nacional, a rechazar la
injerencia y agresión extranjera y a trabajar por el desarrollo
económico, político y social según los intereses
de sus respectivos países.
Manifiestan su condena y rechazo a la ilegal ocupación
militar por Israel de los territorios árabes en Palestina,
en el sur de Líbano y en El Golán sirio y exigen,
tal como lo hacen numerosas resoluciones de la Organización
de Naciones Unidas, la retirada inmediata e incondicional de
estos territorios, lo cual debe ser el primer paso para un arreglo
pacífico, global y duradero del Conflicto del Medio Oriente.
Exigen que se ponga fin a las sanciones y al criminal e ilegal
bloqueo a Iraq, que está haciendo pagar un alto e injusto
precio a ese hermano pueblo árabe. Demandan que los Estados
Unidos y Gran Bretaña, cesen los criminales ataques aéreos
que llevan a cabo sistemáticamente contra el pueblo iraquí,
lo cual hacen violando el espacio aéreo de un país
soberano e independiente y con menosprecio de las leyes internacionales.
En este sentido, se comprometen a movilizarse para denunciar
los planes del gobierno de Washington que pretende lanzar una
nueva agresión militar contra el milenario pueblo de Iraq
y hacer cuanto esté a nuestro alcance para impedir que
esto ocurra. Igualmente, demandan el cese del bloqueo y de la
política de agresión imperialista contra la hermana
Jamahiria Árabe Popular Socialista de Libia.
Rechazan la campaña de desinformación y tergiversación
de los Estados Unidos, Israel y sus aliados, que pretenden hacer
ver como terrorista la justa lucha de liberación de los
pueblos que tienen sus territorios ocupados ilegalmente o aquellos
que se defienden de la agresión imperialista-sionista.
Igualmente denuncian a los medios masivos que se prestan a estos
intereses y deforman la verdad, y mediante la utilización
de sus poderosos recursos convierten la llamada libertad de prensa
en libertad de mentir y crear estados de opinión respecto
a una situación o conflicto según les convenga,
con el objetivo de mantener sometidos a los países e impedir
su actuar independiente.
Alertan a la Opinión Pública Internacional sobre
el surgimiento de tendencias fascistas que se están poniendo
de manifiesto en el continuo desprecio por parte de dirigentes
imperialistas y sionistas de las leyes internacionales; en el
desacato de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la Organización
de las Naciones Unidas; en la aplicación de medidas de
fuerza contra la justicia y la razón; en la doble moral
o doble estándar a la hora de hablar y actuar en los temas
de derechos humanos, democracia y terrorismo; en el crecimiento
del racismo, la discriminación y la xenofobia, todo lo
cual se pone especialmente de relieve en relación con
la política hacia el Medio Oriente y los pueblos árabes
e islámicos, aunque también se extiende a otras
partes del mundo.
Finalmente, los participantes en la Conferencia se comprometen
a trabajar para promover aún más la solidaridad
entre sus pueblos, convencidos de que con la unidad y la resistencia
podrán derrotar la hegemónica y prepotente política
de fuerza del imperio y su aliado sionista en el Medio Oriente,
y con la convicción de que un mundo mejor es posible.
17 de mayo de 2002, Ciudad de México.
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