En el día de los presos palestinos, las organizaciones de Derechos Humanos llaman a renovar los esfuerzos para liberar a todos los prisioneros

Addameer Prisoner Support and Human Rights Association y otras organizaciones, Ramallah, 17 de abril de 2011

Aunque el número total de presos políticos en la cárceles israelíes ha decrecido de nuevo este año de cerca de 6.600 en abril de 2010 a 5.716, esta mejora global disimula algunas tendencias preocupantes, y como tal no debería ser tomado como un indicador de mejoras en la política israelí.

Centro Palestino de Derechos Humanos de Gaza

Todos los años, el Día de los presos palestinos nos ofrece una oportunidad para reflexionar sobre el encarcelamiento continuo y los malos tratos a los presos palestinos que han sido detenidos, en ocasiones sin cargos ni juicio, por su resistencia a la ocupación israelí y sus políticas y prácticas ilegales.

Aunque el número total de presos políticos en la cárceles israelíes ha decrecido de nuevo este año de cerca de 6.600 en abril de 2010 a 5.716, esta mejora global disimula algunas tendencias preocupantes, y como tal no debería ser tomado como un indicador de mejoras en la política israelí. Particularmente preocupante es el hecho de que, a pesar de la práctica de la detención administrativa por parte de Israel está ampliamente reconocida como una violación de los derechos humanos internacionales y las leyes humanitarias, y de haber sido condenada en repetidas ocasiones por las organizaciones palestinas de derechos humanos y por los miembros de la comunidad internacional, 218 palestinos permanecen bajo esta forma de detención sin cargos ni juicio, apenas 19 menos que hace un año. Es más, Israel continúa manteniendo a los palestinos de Gaza bajo la ilegal ley de combatientes, cuya aplicación supone una grave violación del derecho internacional.

Además, este año el Día de los presos palestinos llega en medio de una ola de arrestos masivos y arbitrarios por las Fuerzas de Ocupación Israelíes (FOI, IOF en inglés en el original) en el pueblo de Awarta, tras el asesinato de cinco miembros de una familia en el cercano asentamiento de Itamar el 11 de marzo de 2011. Hasta ahora, más de 500 hombres, mujeres y niños han sido congregados, llevados a interrogatorios y forzados a firmar declaraciones en hebreo, un idioma que no entienden. Mientras la mayoría de aldeanos fueron liberados a las pocas horas de su arresto, 50 aún permanecen detenidos sin cargos, incluidos dos niños. Estos arrestos muestran la alarmante voluntad israelí de recurrir a medidas desproporcionadas, poniendo en el punto de mira a toda una comunidad, repitiendo las prácticas de detención de la primera y segunda intifada.

Israel también persiste en sus intentos de socavar el movimiento de resistencia civil palestina y disuadir el activismo contra el muro y los asentamientos, fijando su objetivo en los líderes del movimiento, así como en los niños de las aldeas inmersas en esta clase de lucha popular. Los niños también se han convertido de manera creciente en objeto de detención en el Jerusalén Este ocupado, particularmente en barrios como Silwan e Issawiya, los cuales se han vuelto focos de tensión mientras Israel continúa con su escalada de políticas represivas, judaización y expansión de los asentamientos en la ciudad.

Por último, Israel prosigue sancionando la tortura de los prisioneros palestinos al permitir interrogatorios no grabados e impunidad para los interrogadores implicados en torturas, con la actual legislación israelí. Además, a pesar de la existencia de un mecanismo de denuncia de las víctimas de la tortura, las autoridades israelíes han rechazado sistemáticamente abrir causa criminal en estos casos, ahondando con ello la actual cultura de impunidad.

A pesar del ligero decrecimiento del número de prisioneros políticos en manos de Israel, no debería menguar la atención prestada a su causa. En lugar de ello, debería empezar a mostrarse de nuevo la ilegitimidad de la política de detención israelí, la gravedad de las múltiples violaciones de las que son objeto los presos y detenidos y la extensión de la impunidad israelí en esta cuestión, para promover acciones nuevas y más efectivas. Como organizaciones palestinas de derechos humanos, nos manifestamos en solidaridad con los presos políticos palestinos y con los detenidos que están actualmente en las cárceles israelíes, y con sus familias, y emplazamos a todos los miembros de la comunidad internacional, incluida la sociedad civil, los gobiernos nacionales, las Naciones Unidas y el Comité Internacional de la Cruz Roja, para convertir el Día de los presos en una oportunidad para redoblar sus esfuerzos en la consecución de la inmediatas e incondicional liberación de todos los presos políticos palestinos.

Addameer Prisoner Support and Human Rights Association
Aldameer Association for Human Rights
Al-Haq
Al Mezan Center for Human Rights
Badil Resource Center for Palestinian Residency and Refugee Rights
The Civic Coalition for Defending Palestinians’ Rights in Jerusalem
Defence for Children International - Palestine Section
Ensan Center for Human Rights and Democracy
Jerusalem Center for Legal Aid and Human Rights
Palestinian Centre for Human Rights
Ramallah Center for Human Rights Studies
Women’s Centre for Legal Aid and Counselling