Una nueva provocación
del Estado de Israel, a través de su ejército,
cambia el clima en los territorios ocupados
La estrategia político-militar
israelí, ante el acuerdo Al Fatah-Hamas, es una provocación
en el espacio religioso de la Jerusalén ocupada
José Verdú*
CSCAweb:
12/02/07
"El
cierre del acuerdo el jueves por la noche entre las dos principales
facciones políticas palestinas parece no haberle sentado
bien a la tolerada estrategia político-militar de Israel.
Podríamos estar hablando de hechos aislados o de los primeros
pasos de un nuevo conflicto generalizado".
El lunes al mediodía
se informa que había movimientos en la mezquita de Al
Aqsa, en concreto, demoliciones muy cercanas al sagrado muro
que rodea la mezquita que da al oeste, en la ciudad vieja de
Jerusalén.
En nombre de supuestas investigaciones
arqueológicas, el ejército estaba haciendo excavaciones
en este lugar, uno de los tres principales lugares sagrados para
el Islám en el mundo. En ese mismo momento en Ramalah,
en concreto en Qalandia, en el check point que separa
ambas ciudades, se comienza a producir la misma ecuación
que lleva tantas décadas dando el mismo resultado: blindados
+ soldados + armas + balas... contra piedras.
No es suficiente tocar los
lugares sagrados, sino que hay que entrar a los territorios ocupados
para intentar potenciar la respuesta palestina a dicha provocación
y legitimar de esa forma el terrorismo de Estado. En la Ciudad
Vieja de Jerusalén, el ejército de Israel blindó
la posibilidad de entrar a la zona por algunos días. A
la hora de la llamada a la oración, los musulmanes comienzan
a rezar frente a los soldados israelíes que no les permiten
acercarse al sitio. Contextualizando este episodio: coincide
con el inicio de las reuniones de paz en Arabia Saudí
entre los lideres de Al Fatah y Hamas, para buscar una solución
en forma de gobierno de consenso y unión entre ambas facciones.
Se esperan consecuencias a
la provocación israelí por parte de la resistencia
palestina, es decir, del pueblo palestino. Desde el día
del inicio de las provocaciones la tensión crece y se
siente en las calles. Las manifestaciones de protesta de la
población palestina en torno a la mezquita, así
como la presencia de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado
Israel en cada palmo de la ciudad vieja y sus accesos. Mientras
los restos buscados de Salomón no aparecen, las excavadoras
prosiguen su pulso al pueblo árabe y musulmán.
Contemporáneamente, en Ramalah los blindados permanecen
apostados a la entrada de la ciudad disparando a terroristas
'armados' con piedras de entre 8 y 12 años.
El máximo punto de tensión
se alcanzó hoy viernes, día de la oración,
en el que periódicamente los musulmanes de acercan a miles
a la mezquita. Desde primera hora de la mañana, la zona
estaba blindada por militares y policías antidisturbios
israelies. El balance: 17 palestinos heridos y, según
la CNN, también 15 israelíes que seguramente habrán
podido ver los corresponsales de esta cadena. Disparos, carreras,
vallas, y algunos medios de comunicación internacionales
que parecen haberse percatado de que ésto comienza a ser
una noticia.
El cierre del acuerdo el jueves
por la noche entre las dos principales facciones políticas
palestinas parece no haberle sentado bien a la tolerada estrategia
político-militar de Israel. Podríamos estar hablando
de hechos aislados o de los primeros pasos de un nuevo conflicto
generalizado. Como tantas otras veces, la voluntad política
del Estado de Israel será la que decida.
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