La unidad de mama de Cabueñes
operará a cuatro mujeres palestinas
Médicos de Palestina compartirán
experiencias con expertos asturianos
A. Rubiera
La
Nueva España, 20 de septiembre de 2006
CSCAweb, 22 de septiembre de 2006
Los responsables
de la unidad de mama del Hospital de Cabueñes [Asturias]
están trabajando con el Comité de Solidaridad con
la Causa Árabe para traspasar la frontera de lo testimonial
en la fecha mundial de recuerdo del cáncer de mama, que
se conmemora el próximo 19 de octubre. Para entonces,
la unidad y los facultativos que la componen estarán en
disposición de prestar asistencia médica y quirúrgica
a cuatro mujeres palestinas víctimas de un tumor mamario.
Cuatro enfermas, en diversos
grados de su proceso de enfermedad, que viajarán a Gijón
con varios médicos también palestinos: un radiólogo,
una ginecóloga que es la responsable del programa de salud
de las mujeres de dicha población y un cirujano. Además
del acompañamiento a las enfermas, los facultativos podrán
participar en Asturias en cuantas actividades médicas
crean conveniente. "Ponemos la unidad a su disposición,
para compartir con ellos nuestra experiencia y nuestros medios
tecnológicos", indicó la responsable de la
unidad, la doctora Carmen Moriyón.
La cirujana, en colaboración
con Teresa Calderón, del Comité de Solidaridad,
ha previsto un plan de actividades en torno al día 19
de octubre que quiere "extender a mujeres de otras comunidades,
no tan favorecidas económicamente y en la medida en que
nos ha sido posible, los recursos que nosotros hemos podido conseguir
con la nueva unidad gijonesa". La previsión es que
los médicos palestinos puedan estar en Asturias al menos
10 días, mientras que las mujeres pasarían un mes
de convalecencia. Sobre el perfil de las pacientes, los organizadores
del viaje saben que al menos se incluirá a una mujer joven,
en torno a 35 años, mastectomizada (que sufre amputación
del pecho) a la que se le podría practicar una cirugía
de reconstrucción; en el resto de casos, las posibilidades
son variadas. En la medida de lo posible se les realizarían
cirugías conservadoras, algo que dependerá de las
posibilidades posteriores de tratamiento -ya que la radioterapia
podría salirse del programa por el tiempo ininterrumpido
que se necesita de sesiones-, o, si no, mastectomía con
colocación en el mismo acto quirúrgico de prótesis.
En cierta medida, se trata
de conmemorar a su manera que este año, tras varios de
compromiso nunca materializado, en el área V se ha puesto
en marcha una unidad de mama en el ambulatorio de Pumarín
que permite la atención singular, más ágil,
en circuito propio de atención y con participación
interdisciplinar de profesionales. Y con previsiones de incorporación
tecnológica puntera, como la de una mesa de estereotaxia
digital, comprometida para el próximo año. El equipo
posibilitará una técnica radiológica que
en la práctica supone que mediante un sistema especial
aplicado a un mamógrafo se localizan con precisión
las lesiones no palpables de la mama y se puede evitar que muchas
mujeres (más de 60 el pasado año en Cabueñes)
se tengan que someter a una cirugía para que, finalmente,
les digan que lo suyo era una patología benigna. Cabueñes
será así el primer hospital asturiano en contar
con dicha mesa radiológica.
La unidad de mama gijonesa lleva el nombre de Bruno Salvadori,
en homenaje al médico italiano padre de la cirugía
conservadora, que ha visitado Gijón en varias ocasiones
y siempre para participar en citas científicas sobre el
cáncer de mama. "Es cierto que, para los que nos
dedicamos a esto, este año hay cosas buenas que conmemorar",
señaló la cirujana responsable de la unidad.
Las intenciones de los especialistas no pudieron haberse engranado
mejor con el Comité de Solidaridad con la Causa árabe.
Así, se pudo aprovechar una línea de colaboración
ya veterana (con subvención del Principado) que tiene
el comité para llevar a cabo anualmente algún programa
de salud específico con el pueblo árabe. El mismo
programa que ha permitido, en años anteriores, que se
operaran los ojos en Asturias varios niños iraquíes
o realizasen tratamientos sanitarios otros colectivos. "Para
nosotros, además de una ayuda solidaria, también
es una forma de dar un espaldarazo a la resistencia del pueblo
palestino", apostilló Teresa Calderón.
Pero tanto Moriyón como
Teresa Calderón remarcan que, siendo importante la atención
que se va a ofrecer a cuatro mujeres, no es lo más significativo,
porque no dejaría de ser una atención puntual.
Ellas destacan "que sea un proyecto en el que participen
los propios médicos palestinos", que a la fuerza
establece lazos de colaboración entre colegas del mundo
sanitario. La guinda, que ahora no pueden dar por conseguida,
pero en la que tanto el comité como el personal de Cabueñes
están trabajando, sería "lograr que los especialistas
se vayan de aquí con un mamógrafo para la atención
preventiva a las mujeres. Sabemos que sus conocimientos profesionales
son muy amplios, otra cosa es que les falten los medios",
indicó Moriyón. El coste del aparato puede rondar
los 48.000-60.000 euros.
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