Urge sacar a los puertorriqueños
del escenario bélico iraquí
Activistas invitan a capitalizar
la apatía hacia la guerra
José A. Delgado*
El
Nuevo Diario
(Puerto Rico)
CSCAweb, 17 de noviembre de 2006
Grupos cívicos
y estudiantiles han advertido al gobernador de Puerto Rico que
puede aprovechar la falta de apoyo en Estados Unidos a la guerra
de Irak para reclamarle al Pentágono el retorno de las
tropas boricuas destacadas en el país árabe.
Alrededor de 1,000 tropas de
la Guardia Nacional y la Reserva del Ejército de Estados
Unidos en Puerto Rico siguen activas en Irak, donde las muertes
civiles y militares se han incrementado en las últimas
semanas.
"La guerra ha demostrado
que en vez de crear estabilidad lo que se hizo fue aumentar y
generalizar la violencia" dijo Jorge Rodríguez Beruff,
decano Estudios Generales UPR. Las tropas estadounidenses acaban
de cerrar su mes más perjudicial de 2006 en la guerra
de Irak. Un total de 105 soldados estadounidenses -incluido el
boricua Jesús Montalvo-, perdieron la vida en octubre,
el número más alto desde enero de 2005.
Montalvo es el séptimo
soldado de origen boricua que se conoce ha muerto este año
a causa de la prolongada guerra de Irak, que ya ha cumplido 43
meses.
Organizaciones como Madres
contra la Guerra, la Asociación Nacional de Estudiantes
de Derecho, la Unión de Libertades Civiles y Estudiantes
de Derecho Pro Independencia han pedido al gobernador Aníbal
Acevedo Vilá que solicite formalmente el retorno a casa
de las tropas boricuas.
Mientras las tropas estadounidenses
sufrieron su peor mes desde enero de 2005, las bajas boricuas
pueden haber ido en descenso, según la información
que se ha hecho pública.
De acuerdo con los informes
obtenidos por El Nuevo Día Domingo, por lo menos 46 soldados
de origen boricua han muerto a causa de la guerra en Irak. Por
lo menos otros seis han perdido la vida en Afganistán,
como parte de la llamada guerra contra del terrorismo.
Del total de militares boricuas
que se ha confirmado muertos en la guerra de Irak, siete fueron
en 2006 (incluido un suicidio), 17 en 2005, 11 en 2004 y 11 en
2003. La invasión estadounidense de Irak comenzó
el 19 de marzo de 2003.
Esos datos no incluyen al soldado
Antonio Sledd Figueroa, quien perdió la vida en octubre
de 2002 en Kuwait, en momentos en que las tropas estadounidenses
se entrenaban para la invasión de Irak. No es posible,
sin embargo, proveer una cifra totalmente certera, pues la mayoría
de los boricuas que han participado de esa guerra son soldados
activos que tienen su domicilio en Estados Unidos y no necesariamente
se conocen todos los casos.
Las autoridades militares,
por su parte, advierten que desde el último año
los soldados que son movilizados a la guerra reciben un adiestramiento
que recrea el teatro de operaciones que vivirán en Irak.
"Estamos simulando el
área de operaciones específica a la cual el soldado
va a ser enviado. Eso contribuye a la habilidad del soldado de
sobrevivir en el campo de batalla", indicó a este
diario el coronel José Raúl Rosa, perteneciente
al Primer Ejército, y quien asesora a la Guardia Nacional
de Puerto Rico en el proceso de movilización de soldados.
Las bajas militares estadounidenses
de la guerra superan las 2,800 y son, evidentemente, sólo
una porción de la violencia en Irak.
A principios de mes, la revista
británica The Lancet publicó un estudio de epidemiólogos
estadounidenses e iraquíes que indica que las bajas civiles
de la guerra pueden rondar las 655,000.
"La guerra ha demostrado
que en vez de crear estabilidad lo que se hizo fue aumentar y
generalizar la violencia", indicó el profesor Jorge
Rodríguez Beruff, decano de la Facultad de Estudios Generales
de la Universidad de Puerto Rico y experto en asuntos militares.
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