EEUU obliga al gobierno colaboracionista
a crear una fuerza de protección de la industria petrolífera
iraquí
En 2004 la resistencia
efectuó 246 ataques contra la infraestructura del petróleo
CSCAweb
(www.nodo50.org/csca), 28 de marzo de 2005
La guerrilla
iraquí está llevando a cabo un plan sistemático
de atentados y sabotajes contra la industria petrolífera
iraquí y sus derivados que está provocando una
importante interrupción de gasolina, agua y electricidad
que mina la credibilidad de los partidos que sustentan la ocupación,
empeñados en una sorda lucha por el reparto del poder
después de la farsa electoral del 30 de enero en la composición
del nuevo gobierno, y su capacidad para proporcionar servicios
básicos a la población, de forma especial en Bagdad.
Ello, unido a la ingobernabilidad del país y al constante
esfuerzo económico que la guerra está costando
a las arcas públicas de EEUU ha provocado que la Administración
Bush obligue al todavía gobierno Alaui a crear una fuerza
especial del ejército iraquí que sirve a los intereses
imperialistas para proteger las infraestructuras petrolíferas
sobre todo en el norte de Iraq, en la zona de Kirkuk. Esa fuerza
especial estará compuesta principalmente por soldados
kurdos, antiguos peshmergas, y se pone en marcha en unos momentos
en los que el acuerdo al que previsiblemente lleguen shiíes
y kurdos en el nuevo gobierno dará a estos últimos
el Ministerio del Petróleo.
La guerrilla de liberación
nacional iraquí ha puesto en marcha una nueva estrategia
de ataque a la industria petrolífera y sus derivados con
la finalidad de boicotear los intereses imperialistas de control
de las reservas estratégicas iraquíes y para demostrar
que el nuevo gobierno salido de la farsa electoral del 30 de
enero es incapaz de proporcionar servicios básicos a la
población.
Los ataques contra la industria petrolífera se realizan
de forma sistemática y coordinada y se han intensificado
en las últimas semanas afectando no sólo a oleoductos
y refinerías, sino también a centrales eléctricas
y sistemas de abastecimiento de agua. No son simples sabotajes,
ya que los ataques no sólo tienen como finalidad interrumpir
el suministro, sino "prolongar la destrucción de
los equipos", según expertos estadounidenses del
Institute for Analisis of the Global Security [1]. La
refinería de Dura, que proporciona combustible a la planta
principal de alimentación de Bagdad, ha sido objeto de
11 ataques en los meses de diciembre de 2004 y enero de 2005.
Según los analistas del IAGS, la guerrilla iraquí
"juega hábilmente" con la relación ente
el petróleo y la electricidad: sin petróleo no
hay electricidad, y sin electricidad no hay petróleo puesto
que no puede ser bombeado o refinado.
El año 2004 se cerró
con un total de 246 ataques contra la infraestructura del petróleo
(a una media de uno cada día y medio) el año
2003 se produjeron 77 ataques desde que se dio formalmente por
finalizada la guerra, el 1 de mayo- y supuso un costo de 7.000
millones de dólares sólo en relación con
lo que se dejó de exportar, sin añadir el costo
del fuel oil y de otros productos derivados, también afectados
por los ataques, situándose la producción de barriles
diarios en 1,85 millones.
El año en curso, 2005,
ha continuado con la misma tónica puesto que sólo
en el tiempo que lleva transcurrido se han producido 38 ataques
a la industria petrolera (a una media de 2,5 ataques a la semana)
y, aparentemente, eso supone una mejora respecto a la situación
anterior puesto que si hay que hacer caso a un alto cargo del
Ministerio del Petróleo colaboracionista, la producción
está ahora en los 2,1 millones de barriles diarios, de
los cuales 1,6 millones son exportados por la zona de Basora.
No obstante, esta cifra se alcanza casi con un año de
retraso respecto a los planes imperialistas con los que se inició
la invasión, en marzo de 2003. EEUU y sus colaboradores
iraquíes tienen la intención de alcanzar una producción
de 2,9 millones de barriles diarios a finales de 2005, y 3,5
millones de barriles por día en 2006.
Estos planes se revelan para
atraer a las principales compañías petroleras internacionales,
20 de las cuales ya han ofrecido formalmente al gobierno colaboracionista
sus servicios en múltiples aspectos, como formación
de personal, realización de estudios geológicos
para explorar la existencia de nuevas reservas petrolíferas,
etc. Ya en octubre de 2004, durante la Conferencia de Donantes
que se celebró en Tokio, las multinacionales petrolíferas
apostaron por las elecciones de enero y el mantenimiento de la
"seguridad y estabilidad" tanto del país como
de las instalaciones petrolíferas como requisito para
trabajar en Iraq [2]. El gobierno de Alaui considera que desde
la farsa electoral se ha producido un reflujo de los ataques
guerrilleros, que se ha proporcionado golpes serios a las fuerzas
de la guerrilla y que hay sectores que estarían dispuestos
a llegar a algún tipo de acuerdo para dejar la lucha armada
[3].
La meta de EEUU y los colaboracionistas
es aumentar la producción hasta los 4 millones diarios
de barriles de petróleo antes de 2007 y llegar hasta los
6 millones diarios a partir de entonces [4]. No obstante, estos
planes se revelan como irreales si se tiene en cuenta la predicción
realizada recientemente por el Fondo Monetario Internacional
que estima que Iraq no alcanzará la producción
de 3,5 millones de barriles diarios hasta el año 2009.
[5].
Vital para
los intereses imperialistas
EEUU necesita cuanto antes
aumentar la producción petrolífera iraquí
para alimentar su propio crecimiento económico, seriamente
afectado por la sangría económica que está
suponiendo la guerra (4.700 millones de dólares mensuales)
y para ello es imprescindible garantizar la seguridad de las
instalaciones y de los oleoductos. Hay que tener en cuenta, además,
que hay otros focos de conflicto para EEUU como el de Venezuela,
tradicional proveedor de petróleo, y el hecho de que la
OPEP no puede a corto plazo poner más petróleo
en el mercado.
Por ello, y una vez que puede
recaer en un kurdo la titularidad del Ministerio del Petróleo,
ha obligado al gobierno del primer ministro colaboracionista,
Iyad Alaui, a adelantar la formación de una fuerza conjunta
iraquí-estadounidense, compuesta por tres batallones,
para que se haga cargo de la seguridad de las instalaciones petrolíferas.
Hasta el momento, 9.000 soldados iraquíes al servicio
del gobierno estaban dedicados a proteger la infraestructura,
pero han resultado insuficientes para atajar los ataques guerrilleros,
especialmente en la zona norte del país.
Los tres batallones conjuntos
con unos 2.000 soldados en total- van a operar en los alrededores
de la ciudad de Kirkuk, donde ya han comenzado a patrullar aviones
y helicópteros por todo el trazado del oleoducto que conduce
el petróleo iraquí hasta la ciudad turca de Ceyhan
(donde es refinado), a Jordania (petróleo en bruto) y
a Bagdad (para consumo doméstico). Aunque aún no
está clara cuál sería la composición
de estos batallones, que se quiere estén operativos en
el mes de julio, es muy probable que su composición mayoritaria
sea de peshmergas kurdos [6].
En la zona de Kirkuk ciudad
que los kurdos consideran bebe estar bajo su control y cuya reivindicación
está retrasando la formación del gobierno surgido
tras la farsa electoral- se sitúa la mayor parte de los
ataques que se han producido en los últimos meses, especialmente
en la refinería de Baiji. Tiene la capacidad suficiente
para bombear cerca de 1'2 millones de barriles al día,
pero en estos momentos no produce más de 800.000 barriles
diarios y en numerosas ocasiones ha visto paralizada su producción,
incluso por tres semanas de duración, por los ataques
guerrilleros. También hay aquí plantas de gas propano,
que proporciona calefacción y petróleo para cocinar
a los habitantes de Bagdad.
Junto a esta formación
militar, EEUU tiene en proyecto suministrar a los colaboracionistas
un sistema de control y protección de los oleoductos que
incluya cámaras infrarrojas de vigilancia, sensores y
el vallado de toda la conducción por los oleoductos.
Estabilizar la producción
petrolífera de Iraq y conseguir su retorno a la Organización
de Países Exportadores de Petróleo con todos sus
derechos a día de hoy Iraq no está sometido
al sistema de cupos- es una de las prioridades de EEUU tras la
ocupación, máxime en unos momentos en los que la
producción de los países que no son miembros de
esta organización ha comenzado a declinar y se verá
muy pronto sobrepasada por la producción de los países
OPEP, por lo que el mundo industrializado no podrá buscar
mercados alternativos a los de esta organización.
Normalizando la producción
de petróleo de Iraq y conseguir que sea aceptado como
miembro de pleno derecho de la OPEP haría que este país
árabe juegue un papel casi tan importante como el de Arabia
Saudí no sólo por ser el segundo país en
cuanto a reservas, sino que podría convertirse en el principal
servidor de los intereses de los EEUU en la organización
en una doble vía: garantizar un aumento de la producción
para que el precio del barril no supere los 30 dólares
y asegurar que no se va a cambiar el dólar como moneda
de transacción financiera en detrimento del euro, como
hizo en su momento Saddam Hussein y ahora preconiza el presidente
venezolano, Hugo Chávez.
Mientras tanto, cientos de
trabajadores iraquíes del sector portuario tienen previsto
participar en una huelga en protesta contra los malos tratos
que sufren por parte de las fuerzas estadounidenses destacadas
en la sureña ciudad de Basora. Los dirigentes sindicales
lanzan la convocatoria hartos de que los soldados de EEUU incursionen
en las instalaciones del puerto y golpeen a los obreros. La huelga
podría paralizar la exportación petrolera en la
principal salida de Iraq [7].
Notas:
[1] Citado
por The New York Times del 20 de febrero de 2005.
[2] Ver en CSCAweb: La deuda externa
iraquí asciende a 125.000 millones de dólares.
El gobierno colaboracionista de Iraq quiere cobrar lo que le
prometieron - Club de París: Cantidades adeudadas por
Iraq a los países acreedores
[3] The Guardian, 27 de marzo de 2005.
[4] Al-Watan, 20 de marzo 2005.
[5] Associated Press, 16 de febrero de 2005.
[6] The Washington Times, 24 de marzo de 2005.
[7] Prensa Latina, 25 de marzo de 2005.
|