Hermanas y hermanos:
Las comunidades integrantes del Consejo Indígena Popular de Oaxaca
“Ricardo Flores Magón” CIPO-RFM, somos muy contentos que
invitaron a nuestra palabra para compartir lo que pensamos y sentimos allá
entre los montes y cañadas, a la orilla del mar y a medio valle.
Todo lo que decimos es el resultado de platicar entre nosotros y nos disculpan
porque nos cuesta ordenar las palabras para que hablen lo que pasa con la
milpa.
De seguro muchas de las cosas que platicamos ya lo saben y por eso a lo mejor
no hacen mucho caso, pero les rogamos nos oyen, no para saber, sino para que
nos ayudan a entender mas mejor lo que pasa a nuestros pueblos.
Las
nuevas plagas
Antes sabíamos como llegaba el chahuistle, pero hoy las modernas calamidades
de los cultivos tienen cara de fundaciones, investigadores, ONG’s ambientalistas,
de desarrollo o, descaradamente organismos financieros mundiales. Todos van
por el mundo robando y engañando que ayudan a mejorar cultivos, a usar
la técnica y tecnología para el campo, convenciendo que nuestras
formas de producción no sirven, haciendo que olvidemos nuestra cultura
alimenticia, de curación y de vida. Después de este paso comienzan
a vendernos su tecnología para exprimir en demasía a la tierra,
su modo de alimentarnos, en una palabra su forma de morir y matar a la tierra.
Debemos aclarar que no estamos contra la tecnología, pues pensamos
que ella sirve y ayuda usada con sabiduría y respeto, que es donde
anda la falla de la tecnología moderna porque se impone, ignora y desprecia
lo que saben nuestros pueblos. No estamos contra la tecnología sino
contra la forma de aplicarla, pues esa manera destruye las variedades criollas,
daña nuestra tierra, lava los montes, deja sin trabajo a muchos de
nosotros, causa emigración, aumenta la discriminación, rebaja
lo que nos pagan por trabajar, nace nuevas enfermedades y lo peor, mata nuestras
formas de producción y convivencia durante las distintas etapas del
trabajo en el campo. O sea, rechazamos a la tecnología que deshumaniza
la relación entre las personas y destruye el tejido social y cultural
de los indígenas campesinos.
La
vida, la tierra y el maíz.
En las oficinas del gobierno, las universidades, los investigadores y los
empresarios están preocupados en producir mas maíz sin importarles
como y para que. Dicen que es mejor el que mas hace con menos trabajo, con
tecnología dicen. Para eso nos engañan de sembrar lo que llaman
semillas mejoradas, usar químicos para la hierba, tirar fertilizantes
para ayudar a crecer la milpa y regar líquidos de veneno contra las
plagas. Todo esto daña al maíz y otras plantas, de seguro también
a los animales y personas que comemos ese maíz, por eso cuando comemos
tortilla de maquina nos enfermamos del estomago y las enfermedades nos pegan
mas duro y seguido.
Ante esa forma de ver las cosas nosotros pensamos un poquito diferente porque
el mayor problema esta en que esa forma de producir maíz destruye la
vida en lugar de conservarla, lava la tierra, la pone débil y flaca
y a lo último la mata. Sobre todo esas semillas llamadas transgénicas
o como se llamen, de todas formas nos agreden al causar la destrucción
de muchas variedades de maíz que se acomodaron a los climas, altura
y tipos de suelo de Oaxaca. También lastima porque la pobreza nos orilla
a consumir transgénicos, al resultar mas barato comprar maíz
que sembrarlo.
La propuesta comunitaria
1. Fortalecer la siembra del maíz criollo como eje articulador para
la conservación y defensa de animales, plantas, tierra, agua y cultura;
como generador de relación social, forma de convivencia y unidad comunitaria,
haciendo las creencias y ritos para la siembra y cosecha, porque ello consolida
nuestra resistencia y construcción de autonomía.
2. Seguir sembrando como lo hacíamos antes: al mismo tiempo el maíz,
fríjol, calabaza. Hacer limpia, aterrada, corte de espiga, doblado,
pizca y rastrojo. Fertilizar dejando que los animales pasten en el lugar de
siembra y ayudar con abonos naturales; dejar que las gallinas y pájaros
se coman los gusanos y las yerbas, porque compartir con los demás es
una forma de encontrar cura para los males.
3. Construir una tecnología comunitaria para la siembra del maíz
y demás granos alimenticios, una que considere lo que nosotros sabemos,
pensamos y creemos, que aproveche la ciencia y tome en cuenta las comunidades
y las personas donde se aplica.
4. Cambiar año con año la siembra de un producto básico,
un año el maíz, el próximo se riega el fríjol,
al otro alverja, después haba y así sucesivamente.
5. No destruir plantas que acompañan el maíz como la ticañuma,
verdolaga, quelite, flor de muerto, papaloquelite, epazote, etc., porque por
algo nacieron no es que nazcan nomás porque si. Tenemos que dejar de
destruir solo porque no sabemos para que sirven y pensamos que es malo y hace
daño.
6. Hacer la selección de nuestras maíz semilla (shuaa ninn,
en Zapoteco y nuni tata en Mixteco) para siembra. Juntar las variedades de
otras semillas para tener nuestro propio banco y con ellas hacer nuestras
propias mezclas. Sembrar los maíces de todos los colores que se dan
en cada lugar e intercambiar con otros pueblos.
7. No cambiar la siembra del maíz por productos únicos o que
nos dicen valen mas en el mercado. como el café, chile, flor, etc.,
sino que, sin dejar de cultivar nuestro maíz, cultivemos otras cosas
que necesitemos para la vida. Además usar solo semillas seleccionadas
por nosotros y no creer que otras son mejores solo porque se llaman mejoradas.
8. Hacer medicinas, que no dañen la tierra, con jugos de plantas que
hemos visto ayudan al maíz sin hacer daño a nadie. Usarlas sin
tener vergüenza de nuestras formas de curación y sin hacerlas
menos ante las medicinas que venden las grandes tiendas, porque no se trata
solo de sanar el maíz o pensar en medicinas para la milpa, sino en
curar al hombre de su ambición por tener más riquezas a costillas
de hacer daño a la tierra. O sea, curar no es quitar enfermedades al
maíz sino mantenerlo sin necesidad de otras cosas para ser lo que ha
sido respetando lo que vive junto con la milpa: la tierra, el sol, el agua.
9. Dar descanso por varios años a la tierra donde hemos sembrado milpa
de transgénico o con abono químico o sembrar otra cosa para
que regrese la fuerza de la tierra. Es importante cuidar y hacer más
siembra en la tierra que no conoce abono químico ni transgénico.
10. Involucrar a las autoridades de todos los niveles y a las organizaciones
que tienen que ver con el campo para:
a) Detener inmediatamente la importación de maíz y otras semillas
transgénicas, como soya, algodón, canela, entre otros.
b) No aceptar ningún programa de “ayuda tecnológica”
que implique la siembra de semillas mejoradas, si antes no tenemos toda la
información relacionada con el programa y se realiza la consulta con
las comunidades.
c) Realizar un plan de emergencia para atender los lugares afectados con maíz
transgénico, y otro para detectar, prevenir y erradicar contaminaciones,
donde las comunidades participemos en su elaboración, operación
y monitoreo.
d) Estimular el desarrollo de la tecnología comunitaria que respeta
la tierra, ayuda en la conservación del maíz y promueve la vida.
El
mañana es ahora
El maíz no solo es comida: es motivo de fiesta, de intercambio, de
convivencia, de ayuda unos con otros. Es nuestra vida misma. Cuando se pone
la semilla en la tierra se hace fiesta, cuando la milpa esta echando elotes
también y cuando se pizca la mazorca, es lo mismo. Ahora en la defensa
de él tiene que ser de igual manera, sin olvidar que estamos en esta
lucha por recuperar nuestro maíz porque debemos tener contenta a la
tierra cuando la vamos abriendo, porque cada surco contaminado es un surco
perdido, es vida que no regresa, es parte del exterminio a que nos tienen
sometidos los dueños del mundo. No permitamos que los colmillos y garras
del dinero se roben el futuro, mutilen nuestros sueños y hagan una
pesadilla el mañana que habitaran nuestros hijos.
Nuestros abuelos y padres comieron el maíz, nosotros lo comemos, ¿nuestros
hijos y nietos lo conocerán? Que la pregunta no quede sin respuesta.
Hagamos la lucha, convoquemos a la rebeldía pacífica y creativa
ahora para que el mañana sea posible.
¡¡FUERA
SEMILLAS ASESINAS DE OAXACA!!
¡¡NO MAS CULTIVOS DE MUERTE!!
Por
la reconstitución y libre asociación de nuestros pueblos
Por el Consejo Indígena Popular de Oaxaca “Ricardo Flores Magón”
CIPO-RFM
El consejo de los consejos de las comunidades miembros.
San
Isidro Aloapam, Sta. María Yaviche, San Isidro Reforma, San Juan Juquila
Vijanos Sta. Lucía del Camino, La Loma Jaltepetongo, Sta. Ma. Yucuhiti
San Cristóbal Amoltepec Nuyoo Centro, Plan de Zaragoza Nuyoo, Yucubey
de Cuitlahuac, Guadalupe Chindua San Pedro Juchatengo, Cacalotepec, Puerto
Escondido, Sta. Cruz Huatulco Zaragoza Yosonotú, Lagunilla Yosonotú,
Yucunicuca Yosonotú, Morelos Yosonotú, Sta. Catarina Yosonotú,
La Soledad Sola de Vega, Los Limones Sola de Vega, San Miguelito Tlaxiaco,
Loma Bonita Yosonotú, Cajón de Piedra Tehuantepec, San Pedro
Zaachila, Pueblo Nuevo, Oaxaca San Isidro Monjas, Xoxocotlán, San Martín
Itunyoso.